El amor no les dio tregua hoy.
El primer abrazo … apretado … no
bien Pedro entró en la casa.
El primer beso ansiado, deseando
apagar la sed de tantos días.
Las bocas celebran el reencuentro
y se funden, se saborean, se anticipan.
Guille urgido le quita la campera
a Pedro, luego besa su cuello, el nacimiento del mentón, mientras sus manos
recorren su espalda por debajo de la remera.
Pero percibe algo que lo detiene,
mira a Pedro y detrás del anhelo descubre el miedo. Toma su rostro y le sonríe.
-Qué pasa mi amor? … mmm? …
decime – desarmado
Pedro se pone colorado y baja la
mirada.
-No sé … - lo mira – he querido
estar así con vos desde que te vi … y ahora … no sé lo que me pasa … -
-Está todo bien … Pedro … - busca
sus ojos – está todo bien … -
Se separa un poco y eso a Pedro
le provoca tristeza, pero no se lo dice.
Guille no quiere apresurar nada,
lo ama demasiado para eso. Yendo contra su propio deseo decide que sea Pedro el
que cuando lo sienta se acerque a él.
-Pensé que ibas a venir con
hambre así que preparé el desayuno – el pulso acelerado - … es la primera vez
que uso una cocina a leña pero me parece que no me fue tan mal …- busca salir
de la situación.
Pedro se sienta en una banqueta y
lo ve hacer. Lo mira mientras prepara la mesa y una ternura inusitada lo
invade. “Estás hermoso” piensa. Con ese pullover oscuro que resalta sus ojos,
esa mirada que amó desde que lo vio por primera vez. Las mangas arremangadas
dejando ver sus brazos fuertes. Todo en Guille lo atrae y en este momento en
particular siente esa intensa masculinidad que emana de él de una forma
natural, inconsciente. Un calor intenso comienza a recorrerlo mientras lo mira.
Guille sirve café en las tazas y
luego prepara las tostadas. En eso está cuando siente que Pedro se aproxima y
se coloca a un costado.
-Te ayudo?- pregunta en voz muy
baja mientras lo mira con ternura.
Guille trata de mantener la
compostura.
Sin mirarlo – No
… ya está todo listo … - colocando las tostadas en una panera
Pedro entonces
baja la mirada y ensaya una caricia con su mano en su brazo descubierto. Guille
cierra los ojos y Pedro acerca su rostro y le besa el cuello … muy suave.
-Pedro … -
manteniendo los ojos cerrados - … no sigas …
-En serio no
querés que siga? … y sus besos se vuelven más osados.
-No … si no
estás seguro de seguir … - tomando el rostro de Pedro con la mano – tené piedad
de mi precioso … - suspira.
Por toda
respuesta Pedro aparta las tazas, las tostadas, toma el brazo de Guille y lo
apoya en su cintura mientras busca su boca y allí se queda.
La boca de Guille es suave,
sabrosa, intensa. Pedro no se sacia nunca de ella, la devora, se hunde en ella
con placer, con urgencia. Mientras lo besa, abre los ojos, ama mirar su rostro
mientras se besan, ver su expresión de placer lo excita más todavía y aún más
cuando siente ese sonido apagado, como un quejido en la garganta de Guille,
apenas audible pero delicioso para él, porque es anticipatorio de lo que vendrá
luego.
Guille ya no siente resistencias
en Pedro y avanza, sus besos provocan incendios en su cuerpo.
La boca de Pedro es mucho más que
lo que él había soñado en sus noches de insomnio. Si bien ya se habían besado,
el miedo a ser descubiertos no le había permitido saborear del todo ese momento.
Ahora puede disfrutar despacio sus labios gruesos, sensuales, entreabiertos, que
lo invitan, lo excitan, cuando pasa su lengua por ellos saben a misterios no
descubiertos. Pero su debilidad es el labio inferior de Pedro, con un dedo lo
acaricia suave hasta llegar al hundimiento que luego termina en el mentón, al
llegar allí abre su boca y lo abarca. Delicada y lentamente hunde su lengua en
la boca de Pedro y se queda allí, la explora, es la fuente de los mil placeres
y Guille la toma, la reclama para sí como su único dueño y Pedro cede, se
entrega.
Es la primera vez que los cuerpos
de Guille y Pedro se encuentran, se desnudan, traman juntos una suave e intensa
intimidad.
Renuncian a la urgencia porque el
amor sabe que necesita al otro pero no lo quiere así apresurado, por eso los
movimientos se hacen más lentos, más anhelantes las caricias.
Las manos recorren, descubren, se
demoran en los territorios del deseo.
Las bocas viajan, aprenden a
conocer los lugares del placer del otro y descubren también el propio.
Guille traza con paciencia de
enamorado las rutas para que Pedro descubra su deseo, quiere llevarlo hasta la
cima de su pasión y desde allí saltar con él al abismo.
Aunque es la primera vez que
están juntos en la intimidad, Pedro siente que Guille sabe exactamente dónde
pulsar para encontrar la nota justa hacia su deseo, y demorarse ahí hasta
incendiarlo.
El cuerpo de Pedro para Guille es
un delirio, de pies a cabeza es una invitación al goce. Lo recorre con unción,
con apasionada delicadeza, se adentra en él deseoso de hacerle conocer el
placer y de que descubra el suyo. La piel de Pedro está llena de dulzuras que él
prueba con egoísmo, desea poseerlo, tomarlo para sí, ser su único dueño como
Pedro lo es de él.
Con ternura prepara el cuerpo de
Pedro para el goce compartido, para el placer más absoluto, no permite que su
desesperada urgencia por poseerlo atente contra el delirio de descubrirlo y
hacerlo suyo muy de a poco.
Siente el cuerpo de Pedro afiebrado
debajo de él y siente a la vez su propia fiebre, el deseo busca su cauce pero
él lo demora mientras mira a Pedro responder a sus movimientos anticipatorios
del goce, con los ojos cerrados, mordiéndose los labios, respondiendo a cada
mínimo movimiento de Guille.
Pedro siente excitado el viaje de
Guille por su cuerpo, siente sus manos y su boca subiendo y bajando en una
danza enloquecedora por su pecho, su vientre en llamas, el borde de sus caderas,
su ombligo. Los labios de Guille llegan a su pelvis, la abarcan, se hunden en
ella y cuando siente que invade su sexo el deseo lo traspasa, los sentidos lo
abandonan.
Como un conquistador Guille toma
para sí el cuerpo de Pedro, reclama uno por uno todos sus territorios y la
entrega de Pedro es total, nada deja para sí, se abandona en Guille.
Guille sabe que Pedro está
llegando a la cumbre de su placer y él lo quiere llevar a más todavía, quiere
que sea Pedro quien lo posea y lo lleva paciente hacia él tratando de frenar su
urgencia.
Había zonas de él que siempre
ocultaba por pudor, lugares que creía dormidos … pero Pedro los descubre, los
despierta, entra en ellos y los toma. La sensación de Pedro dentro de él es
inenarrable, enloquecedora, escucha sus gemidos mezclados con los de él y eso
aumenta aún más su placer. Se desata entre los dos un frenesí delicioso,
irrefrenable. Un fuego abrasa el cuerpo de Pedro que estalla y se derrama en
Guille. Sus cuerpos se acoplan en el goce formando una pieza perfecta. No
quieren separarse. Sus cuerpos permanecen así uno sobre el otro, sudados,
exhaustos.
Pedro luego se ubica frente a
Guille, los dos se miran, nada hay para decir … sonríen felices. Pedro lo atrae
hacia él deslizando su brazo por su cintura, cruza luego una pierna sobre la de
Guille y lo aprisiona. Guille hace lo propio y quedan así entrelazados. Los
rostros rozándose. Pedro cierra los ojos, abre la boca y sus labios abarcan los
de Guille. Se estrechan aún más, sus lenguas se buscan, los cuerpos de nuevo
traman movimientos que los envuelven, los agitan en deliciosas oleadas de un placer
que de nuevo los reclama, los empuja y ellos responden … se dejan llevar por
esa marea … se entregan, se abandonan, se hacen uno para siempre.
Guille huele a Pedro … Pedro
huele a Guille.
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Ese día el ritual amoroso de los
dos apenas se interrumpe para comer algo y reponer las energías gastadas en el
amor, para luego volver a ser abrazos, coincidencias de los cuerpos amantes,
fuego, delirio, deseo.
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La casa permanece en
semipenumbras, los últimos rayos de luz bañan los cuerpos de Guille y Pedro que
duermen abrazados, ajenos a todo. La cabeza de Pedro reposa en el pecho de
Guille y su brazo descansa sobre su vientre mientras Guille abraza su espalda.
El primero en despertar es Pedro.
La casa está en penumbras. No sabe bien qué hora es ni le interesa. Se acerca a
Guille y aspira el perfume de su cuerpo después del amor que el uno al otro
hicieron.
Va al baño, prende la luz y deja
la puerta entornada, para que apenas los ilumine. Se acuesta de nuevo y con ese
halo de luz observa el sueño apacible de Guille, su respiración acompasada.
Mira el contorno de sus brazos, sus hombros, su pecho, sus manos. El amor ha
suavizado las líneas de su rostro en el que casi siempre él pudo vislumbrar
como un dolor sordo, agazapado que lo lastima. Pero ahora no, está allí,
durmiendo a su lado, frágil y fuerte a la vez, en su rostro una expresión de relajada
ternura, una mansedumbre recién descubierta.
Acerca su rostro y con su nariz apenas
roza los hombros de Guille que a su contacto se mueve apenas.
Pedro se levanta, sale afuera y
aspira el aire de la noche cargada de sonidos, de perfumes. Se sienta en el
piso a un costado de la casa apenas iluminada por un farol que pende del techo.
Prende un cigarrillo y aspira lentamente el humo en volutas que se deshacen en
la oscuridad.
Su alma, su cuerpo, todo huele a
Guille. Se siente feliz, pleno, lleno de mansedumbre. Se sentía tan desgraciado
la semana pasada en casa de sus padres y ahora está aquí, con el hombre que ama
y que lo ama. Siente que Guille lo hizo nacer de nuevo, en dimensiones que
todavía no puede comprender pero intuye. Sabe que su vida cambiará, que tomará
un nuevo giro a partir de ahora y esa idea le inspira curiosidad y a la vez
inquietud. Pero no será hoy ni mañana que lo resolverá, porque hoy y mañana son
de él y Guille.
Discurriendo en esos pensamientos
lo encuentra Guille que se ha levantado sin que él lo escuchase.
-Qué hacés acá? – le dice
mientras se acerca cubierto con una manta.
-Disfruto la noche – le tiende la
mano – vení … te invito
-Una cosa tenés que saber de mí …
no soy muy amante de la naturaleza … -
-No importa … dale vení … -
Guille se sienta y Pedro se ubica
entre sus piernas, apoya sus brazos sobre ellas, descansa su espalda sobre el
pecho de Guille y su cabeza en sus hombros.
-Tenés frío? – pregunta Guille.
-Pensándolo un poco sí – sonríe
Guille lo envuelve con su manta.
-Ahora sí es una noche perfecta –
dice mimoso
Se quedan en silencio, los
sonidos de la noche los envuelve, se escucha apenas el rumor de los árboles
movidos por la brisa.
-Me gusta estar acá … con vos … -
susurra Pedro.
-A mí también precioso … a mí
también –
De nuevo el silencio, se sienten
cómodos en ese aire de intimidad silenciosa.
-Cómo se llama tu hijo? –
-Fabián … -
-Es parecido a vos? –
-No … por suerte es mucho más
lindo que su padre … y más inteligente también … -
-Mmmm … su padre no está tan mal
… es más … diría que no está para nada mal …- sonríe.
-Vos decís? … - divertido
-Doy fe …-
En un gesto de ternura Pedro
acaricia con su pelo el cuello de Guille, apoya luego su cabeza en su hombro y
acaricia con su nariz su rostro, lo mira, lo espera.
-mmm? … -susurra Guille mientras
lo interroga con la mirada.
Pedro entonces se estira hasta alcanzar
los labios de Guille y los besa suave, despacio, Guille responde a la ternura,
lo toma del mentón y hunde su boca en la de Pedro, que se pone de costado y
recorre con sus besos el rostro de Guille con una dulzura que lo desarma.
-Tenés hambre precioso …? –
pregunta Guille mientras trata de frenar las caricias de Pedro que se vuelven
más intensas cada vez.
-Mucha …- sonríe Pedro mientras
muerde la boca de Guille.
- Dale … vamos a cocinar algo …-
-Ok … - mirándolo con deseo –
pero después de la cena no vas a zafar tan fácilmente de mí Graziani .
Lo besa – No tengo ninguna
intención de zafar de vos precioso… -
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El amanecer apenas se insinúa e
ilumina suave la habitación donde Guille mira a Pedro dormido.
La cara contra la almohada, el
cabello despeinado que se arremolina sobre sus ojos, la boca apenas
entreabierta, su brazo aprisionando a Guille, su respiración tranquila.
La luz ilumina las líneas de sus
hombros, la curva de su espalda.
Guille lo mira conmovido, lleno
de ternura.
Acerca su mano que sobrevuela
rozando apenas la piel amada. A su contacto un leve temblor recorre el cuerpo
de Pedro que se abraza más fuertemente a Guille.
Guille toma la manta y lo cubre
con ella amorosamente. Pedro dormido se acurruca en su pecho.
Guille suspira y lo estrecha aún
más contra su cuerpo. Vuelve a dormirse feliz.
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Guille deja a Pedro durmiendo y
se ducha. Cuando sale no lo encuentra en la cama y va hasta la cocina, allí lo
encuentra preparando el desayuno.
Los leños se queman en la
salamandra y el café preparado en la cocina a leña huele a gloria.
-Buen día … - le dice tierno
Pedro se da vuelta y le sonríe …
- Buen día mi amor … - ya está … Guille sabe que no necesita nada más que esto
para el resto de su vida. Amarlo, amanecer con él, desayunar juntos … nada más.
Se acerca a Pedro que está de
espaldas y lo abraza cruzando los brazos por su cintura. Besa sus hombros, el
lóbulo de la oreja. Pedro responde a la caricia y sonríe. Se da vuelta y lo
besa mimoso. Guille suspira. Pedro entonces toma dos tazas y se las alcanza …
-Dale … colaborá Graziani … -
riendo
-¿Colaborá Graziani? … - sonríe
Guille - … ¿colaborá Graziani? … ¿a vos te parece? … -
Se sientan a la mesa. Pedro sirve
café en las tazas mientras Guille prepara las tostadas. Disfrutan de esa
intimidad de estar juntos, inaugurando gestos cotidianos.
Guille luego se levanta, va hasta
la habitación y vuelve con una bolsa de donde saca un paquete y se lo alcanza a
Pedro.
-Qué es? – curioso
-Abrilo … -
Pedro lo abre.
-Un celular? … - interroga
Guille asiente.
-No Guille … no … - trata de
devolvérselo - estas cosas son caras … cuando pueda me voy a comprar uno, pero
no …
-Escuchame … escuchame precioso …
es para que estemos comunicados … vos y yo … el otro día casi me muero de la
angustia Pedro … no sabía nada de vos mi amor … ¿me entendés? … -
Pedro suspira, le cuesta
aceptarlo pero sabe que Guille tiene razón.
-Acepto con una condición … no
bien pueda te lo voy a pagar … -
-Me parece bien … si … - le
sonríe mientras le alcanza un papel – ahí tenés mi número, agendalo.
-Te voy a llamar todo el día
Graziani … te voy a volver loco … -
-Tarde precioso … ya me volviste
loco desde que te vi –
Pedro deja el celular a un
costado.
-A qué hora te vas? –
-A las seis voy a ir a buscar a
Fabián que vuelve del campamento –
Pedro se levanta y va hacia
Guille, se inclina y lo besa apasionadamente.
-Entonces no perdamos el tiempo Graziani … -
Una sombra cruza por la mirada de
Guille y Pedro se da cuenta.
Se sienta a su lado.
-Pasa algo? –
-No precioso … nada – acariciando
el rostro de Pedro
-Sí pasa … qué es? –
-Pensaba … que tal vez yo haya
sido injusto con vos …-
-Injusto? … por qué – intrigado
-Tengo cuarenta Pedro … me siento
pleno pero sé que ya voy para grande … tal vez vos merecías conocer a otro tipo
… más joven … no sé … -
Pedro lo mira enamorado.
-¿Otro tipo? … no quiero otro
tipo … yo me enamoré de vos … me importan un carajo tus cuarenta o mis
veinticuatro.
-El cuerpo a mi edad ya no es el
mismo … -
-Shhhh! – susurra Pedro y pone su
mano en la boca de Guille - … yo me enamoré de vos completo, con tu edad, con
tu cuerpo, con tu carácter podrido … - sonríe – con tu inteligencia. Vos sos
perfecto para mí … y no quiero a nadie más …
Se levanta y le tiende la mano.
-Quiero que tus cuarenta le hagan
el amor a mis veinticuatro … y lo quiero ya … -
Guille sonríe.
-Y no quiero tregua Graziani …-
Guille se levanta y lo besa con
pasión.
Los deseos de Pedro son órdenes … y Graziani obedece a su deseo … olvida los
almanaques … y no le da tregua.
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Guille pasa a buscar a Fabián y
de allí lo lleva a la casa.
Ana lo espera como siempre con su
retahíla de reproches, pero él no le hace caso, lo manda a Fabián a bañarse y
como Ana no ha preparado nada, decide él hacer la cena para que su hijo se vaya
a la cama temprano.
Comen solos porque Ana subió
furiosa a la habitación y se quedó dormida … para alivio de Guille.
Guille está feliz y se le nota en
todo, sonríe sin motivo aparente, no responde a las agresiones de Ana
simplemente porque no le presta atención.
Estos días de amor con Pedro lo
han dejado en estado de gracia. Si antes pensaba en él ahora directamente Pedro
ocupa toda la vida de Guille.
Siente como si hubiera vivido
toda su vida con una segunda piel que se fue endureciendo con el tiempo para
protegerlo. Pero el amor de Pedro hizo que esa piel cayera y mostró que debajo
estaba él … Guille. Con Pedro podía ser él mismo … vulnerable y a la vez receptivo … frágil y fuerte … ante él no
tenía que demostrar nada … se sentía liviano … ligero … gracias a su mago de
ojos grandes.
Sube a la habitación de Fabián
que ya se acostó, Guille se sienta en su cama y acaricia con ternura la cabeza
de su hijo.
-Estás contento papá? –
-Sí … - le sonríe – por supuesto
que estoy contento … estoy acá … con vos … eso me hace feliz hijito …
Fabián lo observa con curiosidad
-Lo que pasa es que vos casi
siempre estás un poco triste … pero hoy no … hoy estás contento … mirá – y le
toca el rostro - … en este momento tenés los ojos alegres …
-Si hijito … tu papá está feliz
hoy … pero ahora dormite ¿si? –
Fabián le sonríe con su cara
llena de rulos.
-A mí también me pone contento
que vos estés contento … -
A Guille se le llenan los ojos de
lágrimas y lo abraza fuerte.
-Te amo hijito … te amo mucho –
Fabián se duerme y Guille se
queda un rato vigilando su sueño.
“Pedro …” lo piensa, acaricia su
nombre con amor … con agradecimiento … como algo sagrado.
En eso escucha el sonido de su
celular.
En la pequeña pantalla iluminada Guille
lee “te extraño”
Pedro lee la respuesta “te amo”
Guille apoya los labios en la
pantalla, Pedro acostado apoya el celular en su pecho.
Es misterioso el amor … en el
momento más inesperado … cuando menos preparado se está para recibirlo …
aparece … como un relámpago que nos ilumina para siempre y nos deja a salvo del
sinsentido.
Continuará …
Grace querida: quizas este capitulo sea el mas intensamente deseado, no solo por lo genial, sino por el momento en que nos encontramos frente a él. Hoy, como siempre, Pedro y Guille estan juntos, son felices...son eternos e inolvidables. Gracias Grace, por hacer la ficcion que necesita nuestro corazón! Te quiero mucho!
ResponderEliminaray querida graciela vino barbaro este cap un gran mimo para nuestro corazon dolido por lo que todos ya sabemos!gracias me llenaste del amor que brotan de estas lineas eternamente agradecida y conmovida por tus capsmarianach.
ResponderEliminarque bellezaaaaa, perfectamente contado, sensual, romántico, PERFECTO!!!!!!!!!!!!!!una genia, te felicito!!!!!
ResponderEliminartu relato es un poema de amor , no hay otra descripción c:
ResponderEliminargenial el relato!!!!!!!!! sosouna genia total
ResponderEliminarhermosooooooooooo perfecto relato, de mas esta decir que ya estoy esperando ansiosa la continuacion. No nos hagan esperar tanto.
ResponderEliminarCómo necesitábamos este "calorcito" en el alma por estos días!!! Gracias Graciela, superó todas mis expectativas, hubo dosis justas de sensualidad, erotismo y dulzura...Gracias por "el mago de ojos grandes" que no solo hechizó a Guille sino a todas nosotras, ¡lo extraño tanto! que verlo tan lindo y vivo en tu historia me llena de alegría. Y ahora que apareció el amor "como un relámpago que nos ilumina para siempre y nos deja a salvo del sinsentido" no lo vamos a dejar ir nunca más. Gracias por esta genialidad!!! Emily
ResponderEliminarGracias Graciela, mil veces gracias!! Pudiste transmitir todo el amor, la pasion y la ternura que Guille y Pedro se merecen. No dejar nunca de escribir...espero ansiosa la continuacion <3
ResponderEliminarSimplemente PERFECTA!!! Cande
ResponderEliminarQuerida Grace, has construido un escenario de amor y deseo subyugante con un ritmo que saca el aliento. Imposible dormir esta noche, recordando este relato...Gracias!!! abrazo
ResponderEliminargraciela no veia la hora de llegar a mi casa para leer la continuacion de tu maravillosa historia .... Y en esta tardecita lluviosa me vino como anillo al dedo deleitarme con esto .... Romanticismo , una sensualidad sin nombre .... Todo fue bello, tierno, dulce, amoroso, cariñoso pero en cada movimieto, en cada frase habia amor y mas amor ..... Ahora ya estoy esperando lo que sigue ... Es como una adiccion leer tu historia y no solo la tuya .... la de tod@s en el blog ... Son espectaculares y nos trasportan a un mundo increiblemente sin igual, yo personalmente me siento tan cerca de pedro y guille ... No necesito ver nada mas ..... Graciela CT
ResponderEliminarque belleza de historia!! me encanta y me atrapa a cada momento!! es impresionante como transmitis con cada descripción el amor q se tienen, q hasta lo siento yo... te super felicito!! y espero ansiosamente la 8va entrega =)
ResponderEliminarMuy esperado este capitulo! Guille y pedro estan aca! Muchas gracias! es un remanso para todos nosotros!.
ResponderEliminaraca leo mucho amor!, el lugar ideal, el momento perfecto, y si es asi, el amor cuando menos te lo esperas aparece, nos atraviesa y nos transforma
Gracias Graciela!! Me encanta tu historia desde la primer parte y ya estoy esperando la continuación!! Mientras espero voy a leer de nuevo todas las partes!! Quiero saber como van a ser los encuentros en la facultad después de este fin de semana juntos!! fuegos artificiales van a salir cuando se crucen sus miradas!!
ResponderEliminarAlina.
No tengo palabras para decirte lo que este increíble capitulo provoco en mi, simplemente gracias y te quiero, por regalarles este maravilloso refugio a Guille y a Pedro, estoy sumamente conmovida. Marisa.
ResponderEliminarGraciela Liliana, Felicitaciones por tan hermoso relato. En cada una de las palabras, puesta en lo labios de Guille y Pedro en este capitulo, me pareció estar escuchando las voces de ello, hablándose con ternura. Esa ternura que nos trasmitieron y nos mantuvo en vilo durante 57 capítulos. Aquí Pedro Vive para felicidad de Guille.
ResponderEliminarLa verdad Grace, me has dejado sin aliento!! uffffff, tanto esperar valio la pena, fuen un capitulo, mas que completo, lleno de amor, erotismo, ternura , sensualidad, todo , todo para hacer volar nuestra imaginacion y situarnos junto a ellos. Te felicito de todo corazon y te agradezco que lo compartas aca para poder darle forma a la historia que nos negaron a mitad de camino pero que vive , hoy mas que nunca en nuestros corazones!! Ahora vamos a pensar todos los dias en la continuacion!! No nos vas a conformar, queremos mas, mucho mas!!!
ResponderEliminar¡No podés escribir así Graciela Liliana! ¡No podés!.. Genia total!! La descripción del amor es tan gráfica y maravillosa que se me detuvo el corazón en varias escenas... Uff, tenía que detenerme por un instante y respirar hondo, muy hondo antes de seguir leyendo. Los pude ver, los pude escuchar, lo pude vivir... Bellísimo! Espero por más. Gracias! (Guillermina Pedris)
ResponderEliminarmi querida Graciela...¿ que te puedo decir que no suene repetitivo a lo que ya te han dicho?...soy adicta a tu historia, me los imagino vívidamente en todas sus situaciones.
ResponderEliminarte cuento que por mi trabajo me muevo constantemente, viajo mucho a otras ciudades y siempre estoy rodeada de muchísima gente. hoy al ver la alarma de nuevo mensaje en Facebook y que era tu actualización casi me infarto...te juro que quise dejarlo para cuando llegara a mi casa, pero aun faltaba mucho para regresar, me senté en una sala abarrotada de gente y me devore el capitulo...te jurooo que no sabia que hacer, me reí, me salían grititos de emoción y termine con los ojos aguados...ya te imaginaras la cara de la gente..jajajaja.
describir el amor y la realización del mismo a nivel físico pero donde denote ternura, respeto, deseo, pasión es tan pero tan difícil. es increíble que para lo que esta hecho el hombre , su naturaleza innata llevarlo a palabras sea tan difícil sin caer en lo grotesco, en lo chabacano y eso lo has logrado fabulosamente....me llegó tan intenso este momento esa "conjunción de cuerpos" inevitable por que las almas ya están mas que unidas, que sentí envidia, envidia de ser ese personaje pedro o guille y vivir a plenitud ese amor, poder conocer esa inmensidad , envidia de ser esos actores que tuvieron la posibilidad de transmitir tanto sin importar el genero...me llego tanto tu relato que duele, me duele el corazón, el alma porque a mis 35 años jamás he estado enamorada y lo que sentí hoy al leerte me ha demostrado que me falta vivir esto, lo nuestro como diría pedro con esa boca bella para poder decir que ha valido la pena vivir.
un abrazo inmenso. y gracias infinitas.
lucero. ( el livejournal me fallo)
Ay Graciela Liliana! se me acelerò el corazòn cuando entrè al blog y vì el tìtulo de lo publicado. No sabès como esperaba leer que pasarìa despuès que cerraron la puerta con llave en el cap. anterior! y guauuuuu, valiò la pena! Me encanta esta historia y como contaste este hermoso e inevitable encuentro. Es maravilloso como logràs que veamos y escuchemos a nuestros Guille y Pedro, y como hacès que sintamos ese inmenso amor que se tienen. Gracias por compartirlo y ya estoy esperando el pròximo cap. Como me gusta este blog!!! San
ResponderEliminarInfinitas gracias x este relato maravilloso. Se me llenaron los ojos de lagrimas. En cada palabra los veo, los siento. Por favor segui con la historia que es una caricia al alma. Gladys
ResponderEliminarespectacular !!! una ternura y dulzura plena !! te felicito !!! segui escribiendo esta hermosa historia por favor !!
ResponderEliminarGracias Graciela por tanto. Fue mucho màs de lo que esperaba, estoy llorando de la emociòn. Còmo transmitìs en todos tus relatos ese gran amor. Por muchos capìtulos màs.
ResponderEliminarGRACEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE,TE LO PIDO POR FAVORRRRRRRR,,COME ENCANTA TU HISTORIA ,PLIS QUE NO TERMINE NUNCA ,LA ESPERO TODAS LAS SEMANAS. ME ALEGRAN EL DIA ....SOS UNA BATI ESCRITORA (NOSE A QUE TE DEICAS)PERO TE DEBES A TU PUBLICO Y ESTOOOOOOO!!!!!!!! ES LO TUYO.BESO ENORME GRACE TU HISTORIA FUE EN EL DIA JUSTO .............QUE TUS CUARENTA LE HAGAN EL AMOS A MIS VEINTICUATRO LA FRASE QUE VA DIRECTO A ACCION POETICA EN LA PARED DE GUILLE Y PEDRO TKM!!
ResponderEliminar"Nos deja a salvo del sinsentido", como tu talento para rescatarnos del sinsentido del final de la historia de Guille y Pedro en la tira. Gracias por tanta belleza, sos una perfecta hacedora de ilusiones. Beso!
ResponderEliminarsimplemente perfecto y sublime tu relato
ResponderEliminarAy Graciela que te puedo decir que ya no te hayan dicho? es que simplemente cada relato que nos vas regalando es único! es magistral!, te agradezco, te quiero muchisimo aunque no te conozca personalmente porque si escribis así no podes ser menos que una hermosa persona!!! simplemente gracias gracias a mares y por favor seguí llenándo nuestras vidas con esta joya de historia que nos das... Gracias infinitas
ResponderEliminarYa no sé que más escribir para halagar este blog. Las historias son increíbles! Me encantan todas, una mejor que la otra. El lenguaje es perfecto combinadas con imágenes que realmente me hacen ver las escenas. Lo escribí antes y lo repetiría tantas veces como fuese necesario: AMO CADA VEZ MÁS A GUILLE Y PEDRO, y a ellos como actores. Benja y Julio se han quedado para siempre en mi, al menos.
ResponderEliminarEspero que cuando termine Farsantes sigan publicando más historias. No me priven de ese inmenso amor. GRACIAS, GRACIAS!!!
WOW!!! que descripción de las escenas, que combinación de sentimientos, realmente todo el capítulo tiene una intensidad admirable y esa frase del final... Pedro y Guille estaban destinados a enamorarse no importa el tiempo ni el lugar, el amor aparece cuando menos lo esperamos!!! y ahora con ese continuará imagino que viene el tiempo del candombe para nuestros enamorados, no? Espero ansiosa la próxima parte. Abrazo
ResponderEliminaraaaaaaaa me emociona lo real que parece leerlo....ojala el mundo este lleno de guilledros!! historia taannn romantica, me encantaa
ResponderEliminarGRACE!!!! Tuve que dejar pasar un día entero antes de poder dejar un mensaje legible... tenías razón con lo de las sales a mano en todo momento... que maravilla que Pedro y Guille puedan ser tan inmesamente felices de tu mano!!! Claro que quiero saber cómo sigue... pero disfruto completamente cada momento!!! :)
ResponderEliminarEs tan perfecta la historia que no encuentro palabras para describir la maravilla de cada frase ,la emocion enorme que siento cada vez que la releo ...felicitaciones Graciela Liliana y simplemente. gracias
ResponderEliminarGraciela Liliana, muerta de amor! me encantaaaaa, siempre te escribo lo mismo, pero realmente este Pedro tan osado, mas atrevido que Cielito me gusta muchísimo
ResponderEliminarmaravillosa delicada ,sublime manera de describir el primer encuentro emtre ellos ..la emocion es tremenda en cada relato suyo.felicitaciones ysoy su fans incondicional ..mariano
ResponderEliminarla manera mas bella d catalogar este amor - sublime y manejada con tanto respeto q solo tus manos podrian escribir - nos das la oportunidad d observar el desarollo d una pasion esperada - esperamos ansiasos los q sigue - esta de mas decirte q esperamos el desarollo d tu vision con mucha ansia
ResponderEliminarAy Graciela, por favooor! no tengo un capítulo preferido, me encanta TODA tu historia, desde la primera palabra hasta este continuará. Qué capacidad no sólo de narrar, sino de trasmitir tantas emociones y dejarnos expectantes de la continuación.
ResponderEliminarAmo este amor que nos estás contando, este Pedro más jugado, este Guille muerto de amor por su chiquitín, este amor que descubren y que los desborda, este "hacer" con todo lo que están sintiendo.
Me quedo acá, esperando la continuación !!!
Graciela, me siento honrada de ser testigo de una de las más bellas escenas de amor que tuve el privilegio de leer en todos mis años de lectora (que son muchos). Fue lo que esperaba y más. Mucho más. Yo también tuve que tomar distancia un par de veces y recuperar el aliento para poder seguir. Yo también confieso haber sentido envidia de esa manera tan pura, tan intensa de hacer el amor, privilegiando al amor. Me hizo desear cosas imposibles. Me hizo desear que en algún lugar existan de verdad un Pedro y un Guille que se amen como se aman los nuestros. Que me restauren la fe en que un amor así, sí es posible. Por mi parte, me resta decirte que admiro profundamente tu manera de escribir. Palabras sencillas que demuelen con la fuerza de los sentimientos que les imprimís.
ResponderEliminarSe quedan tatuadas en el corazón.
Un abrazo, Grace, y una vez más, gracias por esto, por tanto que nos das.