Capítulo
1
"Quieren matar Graziani.". "Quieren matar Graziani.".
"Quieren…”
La
respiración agitada, la frente empapada de sudor, las manos que aprietan fuerte
las sábanas... y el silencio ensordecedor de la noche acogen a Pedro de su
afanosa carrera por librarse de la tortura de la voz tormenosa que lo retiene,
lo tironea y lo empuja en un abismo de miedos nunca olvidado.
Fotogramas
de un recuerdo, porque lo que ha revivido es un recuerdo, no una pesadilla, uno
de los muchos que lo toma a traición aquellos que estan escondidos bajo la
alfombra de lo cotidiano y que ahora han logrado emerger del olvido y se agarran,
con sus uñas afiladas al corazón sin defensas de Pedro.
Guille sigue
durmiendo, plácido, a sus anchas; parece extraño que no se haya dado cuenta de
nada, que no le aprieta la mano diciéndole: "Es
una pesadilla, amor no lo pienses demasiado. Es sólo una pesadilla.”
Pero, después
de todo, así es mejor.
Con un
dedo Pedro sigue, dulcemente, el contorno de su cara y cuando el dedo llega a
la altura de los labios Guille ya está despierto, listo para tomar su mano, besarla y apretarlo a su
pecho.
Ahora ya
no logra dormir de otro modo, Pedro
quiere anidar en el hueco del cuello de Guille; es su sitio preferido, el que
frecuenta en los recuerdos cuando más se siente expuesto.. cuando las crisis de
ansiedad amenazan con sacarle la cordura
junto a la respiración.
Aquélla
es su casa, dónde por fin está libre, sereno.. sin miedos.
Pero,
esta vez, todo es diferente; Pedro lo siente en los huesos, todo es diferente.
Guille
se ha vuelto a dormir y Pedro se ha quedado quieto, acurrucado entre sus
brazos, perturbado.
Aquella
frase ya se grabo en su mente, sin esfuerzo, porque recordo enseguida el rostro
de quién, con extrema dificultad, pronuncio estas palabras.
Moravia…
fue su suegro, quién lo dijo antes de morir entre sus brazos.
Cuanto
más pensaba en esto, se daba cuenta que Moravia no tenía ninguna razón para
revelar algo tan grave, solo el hecho de poner al descubierto los planes de
quien lo había traicionado, matándolo.
¿Por qué
ignoro esta advertencia?
¿Por qué
olvidó decirle a Miller esta frase para que indagara mejor?
Con la
detención de Miguel Angel y el secuestro de su arma, Miller dio por cerrada las
investigaciones pendientes sobre los homicidios atribuidos a Pedro,creyendo
tener claro todos los hechos.
Pero
Pedro, por un instinto, no logra explicarse
a si mismo las circunstancias, y siente que hay algo más alla.
Qué esta
tranquilidad esconde un peligro sin nombre.
Si no estuviera
preocupado, se habría reído de si mismo por tener que agradecerle a su suegro la
advertencia.
Se
vuelve a dormir y a las pocas horas es obligado a retomar contacto con la
realidad cuando Guille lo despierta con la usual taza de café en la cama.
-¿Qué tenés precioso? ¿Dormiste mal?
Pedro lo
mira un rato, distraídamente, antes de hablar de sus dudas.
- Anoche tuve un sueño extraño. Un
sueño..
Guille
estalla en carcajadas mientras le acaricia la frente.
-¿Te asombras? Después de todo lo que
comiste.. y bebiste.. me maravilla que hayas tenido fuerza para soñar.
-No te rías, lo que soñe es algo de lo
que quiero hablarte... en serio.. porque me preocupa mucho.
-¿Qué?
Guille
lo observa con atención, lo conoce a la perfección y se da cuenta que lo que Pedro
tiene que decirle, es serio.
- Soñe...no, no –se corrige- recordé una cosa que Moravia me dijo antes
de morir. Sabés que nunca le caí bien, y vos tampoco...pero cuando murió me
dijo algo, algo que no recordé hasta esta noche.
-¿Qué te dijo?
-Que te querían matar. Aquel día, te querían matar, el plan era ese.
-¿Quién?
-No lo sé. Murió casi enseguida, no tuvo
tiempo de decirme más. No mintió, estoy seguro de esto.
Guille
lo observa un rato, luego sacude los hombros y se dirige hacia la puerta.
-Ya esta todo terminado, ¿por qué te pones a pensar en esto ahora?
-Porque no es verdad que esta todo
terminado. ¿Quién te quiso matar? No lo sabemos realmente. ¿Y por qué te
quisieron matar? Tampoco lo sabemos. Sólo sabemos que Moravia no mintió. ¿Por
qué mentiría? Lo que quiso es vengarse revelando los planes de sus asesinos.
-¿Ves? Vos te respondiste: quiso
vengarse de Miguel Angel, porque él le disparó y probablemente quería, también, matarme. Vos,
mejor que nadie, fuiste testigo de su locura. ¿Te olvidaste que te secuestró y
que, si hubiera podido, me hubiera disparado?
Pedro lo
mira un largo rato...
-No. No es así. Siento que algo no
cierra. Qué no está claro. No es así, te lo digo.
-Pedro...pareces un nenito que, en
cuanto despierta, no logra distinguir la realidad del sueño – Guille suena irritado.
Pedro
aprieta los ojos con impotencia contenida, luego los reabre y continua con
testarudez..
-¿Y si Miguel Angel se hubiera
adelantado a otros al matar a Moravia?
¿Si, por un motivo absurdo, la venganza de Miguel Angel hacia vos, hubiera
modificado los planes de otras personas que, en este momento, siguen impunes?
Guille resoplá,
enojado por tener que volver al pasado, uno que no quiere volver a tocar.
-Demasiadas vueltas, Pedro. La verdad es
que Miguel Angel quiso meterme en la cárcel, mató a Moravia y uso el arma con
mis huellas para eso.. y luego llegaste vos, el escenario cambió. Nada más. ¡No
hay ningún misterio!
-¿Por qué Moravia dijo que te querían
matar? No digiste que Miguel Angel quería meterte en la cárcel. Ni siquiera acusó
a Miguel Angel por lo que le hizo.
-No tiene sentido. Pedro, basta, no
hablemos más de esto, por favor.
-¿Por qué no me crees? ¿Por qué siempre
tomas esa posición intolerante cuándo alguien piensa diferente? Aún sea yo.
Guille
lo mira con dureza.
-Porque tengo razón. Se acabó. La
historia es como yo te digo...y levantate que tenemos que ir al trabajo.
Guille
dió por terminado el tema, Pedro lo comprende; Guille toma la taza del café ya
frío y sale de la habitación rumbo a la planta baja.
-Guille,reflexiona, re-examina todo.
La voz
de Pedro lo alcanza en la puerta pero él no se vuelve, tampoco cuando le
contesta.
-No. Y no veo la razón. No voy a cambiar
de idea por una puta pesadilla que tuviste por haber comido demasiado.
El ruido
del portazo es el punto final de la conversación.. pero no para las reflexiones
de Pedro.
"Algo no me cierra .. ¿pero qué?...
Reexaminamos los hechos: yo llegó y lo
encuentro en un charco de sangre, él es consciente que la herida es grave..
tiene poco tiempo.. yo le pregunto quién fue..sí, yo le preguntó quién fue, y él no me contesta como habría
sido lógico.. sino, que me advierte de algo que creyó importante.. ¿Para
qué? ¿para vengarse de alguien?.. No importa.. el hecho es que haya querido
advertirme, antes de morir, que querian matar Guille... y eso no puede ser una
estupidez.."
Una
ducha, necesita una ducha para aclarar los pensamientos.. pero hasta bajo el
agua, con la frente apoyada en el frío
de los azulejos, Pedro no puede dejar de de recordar todos los detalles de
aquella tarde maldita.
Las
consecuencias de la muerte de Moravia fueron desastrosas para él, pero nunca se
detuvo a analizarlas, ni siquiera cuando se trata de los elementos que pudieron
exculparlo y permitirle volver a casa.
Esta equivocado...
ahora es consciente de esto; nada ocurre por casualidad.. si su subconsciencia
ha decidido reconducir esto a la luz, tiene que ser por un motivo.
Sólo tiene
que entender cuál es.
-¿Pedro? ¿Estás listo? Es tarde..
tenemos que irnos.
Pedro
sale de la ducha y se se cruza con Guille que volvió a la
habitación para tomar su saco.
-Todavía no. Tengo que vestirme.
Guille
lo mira enojado.
-No me gusta esto, es desprolijo, es
demasiado tarde. Hagamos una cosa, yo voy al estudio en taxi y vos me alcanzas
más tarde con el coche.
-Sólo cinco minutos, Guille.
-Conozco tus cinco minutos. Yo voy en
taxi y vos me alcanzas con el coche..
Un beso
sobre los labios, los dedos de Guille que le aprietan el mentón, y ya Guille ha
salido de la habitación.
Dejándolo
sólo con sus pensamientos.. con sus preguntas.
"¿Por qué Guille, que siempre es tan
agudo en su análisis, es tan apresurado cuándo se trata de él?”
-Continua
–
Gracias Lilita por
la colaboración...
E SE NON
FOSSE UN INCUBO?
-In
lingua originale-
“Vogliono uccidere Graziani”.. “Vogliono
uccidere Graziani”.. “Vogliono…”
Il respiro
affrettato, la fronte madida di sudore, le mani che stringono forte le
lenzuola.. ed il silenzio assordante della notte accolgono Pedro dalla sua affannosa
corsa al fine di liberarsi dalla tortura di questa voce angosciante che lo
trattiene e lo strattona per spingerlo in un baratro di paure mai dimenticate.
Fotogrammi
di un ricordo, perché quello che ha rivissuto è un ricordo non è un incubo, uno
dei tanti che ti prendono a tradimento quando hai mangiato molto a cena; è qualcosa
che ha rimosso e nascosto sotto il tappeto del quotidiano e che adesso è
riuscito ad emergere dall’oblio e si afferra, con le unghie adunche, al cuore
di Pedro privo di difese..
Guille ha
continuato a dormire, placido, al suo fianco; gli sembra strano che non si sia
accorto di nulla, che adesso non gli stringa la mano dicendogli “E’ un incubo, non pensarci troppo. E’ solo incubo.” Ma,
tutto sommato, è meglio così.
Con un
dito Pedro segue, dolcemente, il contorno del suo viso e quando il dito arriva
all’altezza delle labbra Guille è già sveglio, pronto a prendere la sua mano, a
baciarla ed a stringerlo al suo petto.
Non
riesce a dormire in altro modo, ormai, e Pedro ama annidare il suo volto nell’incavo
del collo di Guille; è il suo posto preferito, quello che frequenta nei ricordi
quando più si sente esposto.. quando le crisi d’ansia minacciano di togliergli
ogni raziocinio insieme al respiro.
Quella è
la sua casa, dove è finalmente libero, sereno.. senza paure.
Però
questa volta tutto è diverso; Pedro lo sente nelle ossa che tutto è diverso.
Guille
si è riaddormentato e Pedro è rimasto quieto, stretto tra le sue braccia, con
la mente in tumulto.
Quella
frase si è ormai tatuata nella sua mente, senza molto sforzo, perché ha ricordato
immediatamente il volto di chi, con difficoltà estrema, ha pronunciato queste
parole.
Moravia…
era stato suo suocero a dirglielo prima di morire tra le sue braccia.
Per
quanto avesse continuato a pensarci, Moravia non aveva nessun motivo per rivelare
un fatto così grave se non quello di far venir meno i piani di chi lo aveva
tradito, uccidendolo a tradimento.
Perché
aveva rimosso questo avvertimento?
Perché
aveva dimenticato di riferire questa frase a Miller affinchè indagasse meglio?
Con l’arresto
di Miguel Angel, ed il sequestro della sua pistola, Miller ha chiuso le
indagini pendenti sugli omicidi attribuiti a Pedro ritenendo ormai chiare ogni
circostanza dei fatti accaduti, tutti meno Pedro che, per un istinto che non
riesce a spiegare neppure a se stesso, sente che non tutto è alle loro spalle.
Che questa
tranquillità nasconde un pericolo senza nome.
Se non
fosse preoccupato troverebbe divertente essere grato a suo suocero che, in vita,
non ha amato molto né lui e nè Guille
Riprende
sonno a stento, poche ore ed è costretto a riprendere contatto con la realtà quando
Guille lo sveglia portandogli la solita tazza di caffè a letto.
-Cos’hai prezioso? Hai dormito male?
Pedro lo
guarda a lungo, soprappensiero, prima di confessargli i suoi dubbi.
-Stanotte ho avuto un sogno strano. Un
sogno..
Guille
scoppia a ridere carezzandogli la fronte.
-Ti meraviglia? Dopo tutto quello che
hai mangiato.. e bevuto.. mi meraviglia che tu abbia avuto la forza di sognare.
Non
ridere, quello che ho sognato è qualcosa del quale voglio parlarti... seriamente.. perché mi preoccupa molto.
-Di cosa?
Adesso
Guille lo osserva con attenzione, ha
imparato a conoscere Pedro alla perfezione ed ha capito che per Pedro, quello
che gli deve riferire, è serio.
-Ho sognato.. ho ricordato una cosa che mi ha detto Moravia
prima di morire. Tu lo sai che lui non impazziva per me.. così come non
impazziva per te, del resto.. però quando è morto mi ha detto qualcosa che… non
ho ricordato fino a questa notte.
-Cosa ti ha detto?
-Mi ha detto che volevano ti volevano
uccidere. Volevano uccidere te, il piano era questo.
-Chi?
-Non lo so. È morto subito dopo, non ha
avuto il tempo di dirmi altro. Non mentiva, ne sono certo.
Guille
lo osserva a lungo, poi scrolla le spalle e si dirige verso la porta.
-Ormai è tutto finito, perché ci pensi
adesso?
-Perché non è vero che è tutto finito.
Chi ti voleva uccidere? Noi non lo sappiamo veramente. E perché ti volevano
uccidere? Neppure questo sappiamo. Sappiamo solo che Moravia che non mentiva.
Perché mentire? Era consapevole che sarebbe morto. Voleva solo vendicarsi
rivelando ciò che sapeva dei loro piani.
-Vedi? Ti sei dato tu stesso la
risposta. Voleva vendicarsi di Miguel Angel. Lui lo ha ucciso, probabilmente
voleva uccidere anche me. Tu, meglio di altri, sei stato testimone della sua
pazzia. Ti sei dimenticato che ti ha rapito e che, se avesse potuto, mi avrebbe
sparato?
Pedro lo
guarda a lungo..
-No. Non è così. Sento che qualcosa mi
sfugge. Che non è chiaro. Non è così, ti dico.
-Sembri un bambino piccolo appena
sveglio che non riesce a distinguere la realtà dal sogno…
Adesso
la voce di Guille è stizzita.
Pedro
stringe gli occhi con impotenza contenuta… poi li riapre e continua con
testardaggine..
-E se Miguel Angel avesse anticipato
altri nell’uccisione di Moravia? Se, per un motivo assurdo, la vendetta di
Miguel Angel nei tuoi confronti avesse
modificato i piani di altre persone che, in questo momento, agiscono
impuniti?
Guille
sbuffa, seccato di doversi soffermare su un passato che ha rimosso e che non
intende più toccare.
-Troppi giri di parole, troppi rumori
inutili Pedro. La verità è che Miguel Angel voleva farmi finire in galera, ha
ucciso Moravia ed ha lasciato la pistola con le mie impronte vicino per questo
fine.. poi sei arrivato tu e lo scenario dei fatti è cambiato. Niente di più.
Non c’è nessun mistero!
-Perché Moravia ha detto che ti volevano
uccidere? Non ha detto che Miguel Angel voleva farti finire in carcere. Non si
è preoccupato neppure di denunciare Miguel Angel per quanto gli aveva fatto.
-Non ha senso. Quello che tu dici non ha
senso.
-Perché non dai credito a quello che ti
dico? Perché prendi sempre quella posizione intollerante quando qualcuno la
pensa diversamente da te? Fossi anche io.
Lo
sguardo di Guille è diventato gelido.
-Perché ho ragione. Punto. La storia è
andata come io ho detto. Alzati che dobbiamo andare al lavoro.
Per
Guille il discorso è finito, Pedro lo comprende; prende la tazza del caffè
ormai freddo ed esce dalla stanza per scendere al piano inferiore.
-Guille, ti prego, riconsidera tutto.
La voce
di Pedro lo raggiunge sulla porta ma lui non si gira nemmeno quando gli
risponde.
-No. Non ne vedo i motivi. Non cambierò
idea per un puto incubo che tu hai avuto per aver mangiato troppo.
Il
rumore deciso della porta richiusa, con forza, da Guille pone fine alla
conversazione.. ma non alle riflessioni di Pedro.
“Qualcosa mi sfugge.. ma cosa?...
Riesaminiamo i fatti.. io arrivo e lo trovo in una pozza di sangue… lui è
cosciente che la ferita è gravissima.. ha poco tempo.. io gli chiedo chi è
stato..sì, io gli ho chiesto chi è stato… e lui non mi ha risposto, come
sarebbe stato logico.. mi ha avvertito di qualcosa che riteneva importante..
per vendicarsi di qualcuno?.. poco importa questo.. ma il fatto che abbia
voluto avvertirmi, prima di morire, che intendevano uccidere Guille non può
essere una stupidaggine..”.
Una
doccia, ha bisogno di una doccia per schiarire i propri pensieri.. ma persino
sotto l’acqua Pedro non può fare a meno, la fronte appoggiata al freddo delle
piastrelle di ricordare tutti i particolari di quel pomeriggio maledetto.
Non si è
mai soffermato ad analizzarli veramente, la conseguenza della morte di Moravia
era stata disastrosa per lui, se non per ricordare gli elementi che potevano
scagionarlo, consentirgli di tornare a casa,.
Ha
sbagliato... ora ne è consapevole; nulla accade per caso.. se il suo subconscio
ha deciso di riportarli alla luce ci deve essere un motivo.
Deve
solo capire quale.
-Pedro? Sei pronto? E’ tardi.. dobbiamo
andare.
Pedro
esce dalla doccia e si imbatte in Guille che è venuto in camera per prendere la
giacca.
-Ancora no. Devo vestirmi.
Guille
lo guarda stizzito.
-Non va bene così. Troppo tardi.
Facciamo una cosa, io vado allo studio in taxi e tu vieni più tardi con l’auto.
-Mi ci vogliono solo cinque minuti
Guille.
-Conosco i tuoi cinque minuti. Io vado
in taxi e tu mi raggiungi con l’auto. E punto.
Un bacio
sulle labbra, le dita di Guille che gli stringono il mento, ed è già andato
via.
Lasciandolo
solo con i suoi pensieri.. con la sua perplessità.
“Perché Guille che è sempre così acuto
nelle sue analisi è così frettoloso quando si tratta di lui?
-continua-