lunes, 10 de febrero de 2014

Lanzar una moneda en el aire (2da parte) by Antonia


-Cara-
Las dudas no te dejan tranquilo tampoco un momento… pero los celos, cuando te toman, te comen lentamente el corazón y cada pensamiento se aniquila en un pozo sin fin de incertidumbres.
Pedro recuerda todavía el diálogo sobre los celos, sostenido con Guille, un día no lejano.
Ambos declararon de no ser celosos de las mismas mujeres, ciertamente por motivos diferentes, ninguno de los dos probó, o había sentido, los celos por su correspondiente mujer.
En pasado hubieron momentos de posesividad en la vida de Pedro, o de celos como Guille los definió; cuando, por ejemplo, Matías se acercó demasiado a Guille con el claro intento de conseguir, de él, algo más o bien cuando Juan Arismendi volvió en la vida de Guille y los dos habían transcurrido todo el tiempo recordando su glorioso pasado indiferentes de quienes los escuchiara.
Pero en aquel período todavía incierto sobre los sentimientos que estaban naciendo entre ellos, Pedro no estaba con Guille, y con la responsabilidad del embarazo de Camila, no había podido/sabido qué cosa hacer; sobre todo no había podido reprochar o pretender nada de Guille.
"Pero ahora no es más la misma cosa. Ahora nosotros estamos juntos y además de la fidelidad nos debemos la lealtad".
Y sobre la lealtad.. Pedro empieza a titubear.. porque para Guille la lealtad es todo y porque, justo con él, Guille no podría ser nunca desleal.
"¿Qué hacer? ¿Y si hay una razón lógica a su comportamiento?”
Demasiados pensamientos se agitan en la mente de Pedro.
Decididamente no puede afrontar Guille en este estado, no puede arriesgar de decir algo equivocado y arruinar su relación.
Vuelve a correr con más determinación pero, a la segunda vuelta, las decisiones de Pedro ya cambiaron.
"Es mejor hablar con Guille de mis dudas. Si se enoja.. paciencia. ¡Conoce bien mi carácter! Necesito ser completamente sincero con él. Necesito aclarar esta confusión que me atormenta el alma.”
Sube en el coche y se encamina hacia el estudio. Recuerda que Guille le ha dicho que debe acabar un trabajo urgente.
Impaciente de oír su voz, de ser alentado por su presencia, toma el celular y llama por teléfono el despacho.
-Hola.
-Hola Gaby, soy Pedro. ¿Que haces en el despacho al sábado? ¿Ténes que ayudar Guille?
-¡Ojalá! No está Guille acá. Tengo que acabar el expediente Juanez esta noche porque el lunes tiene que estar todo listo para la audiencia.
-¿Pero no estaba curándolo Guille este expediente?
-Sì. Pero Guille ha tenido que salir por una cita y me ha preguntado si me ocupaba yo de eso.
-¿Una cita? ¿Y con quién? ¿Un cliente?
-No. Una mujer. Una vieja amiga de cuando fue un estudiante universitario.
-¿Y dónde se deben ver?
-¿Qué hacés?.. ¿El celoso?... Bromeaba… Se debían ver a la universidad, no sé bien dónde.
-Ok. Gracias. Nos vemos el lunes.
¿Por qué esconder una cita con una vieja amiga? Algo no cuadra por cuanto Pedro reaviva el motor y cambia la dirección de marcha.
En la universidad ninguna huella de Guille. ¡No que si lo esperaba! Su mirada se pone decididamente siniestra a medida que los minutos pasan y que no logra encontrar Guille en ninguna parte.
Al fin, agotado de la furia y de la impotencia, toma el celular y llama Guille. Se lo dirá él dónde es; porque, cueste lo que cueste, tiene que alcanzarlo absolutamente y conoscer de persona con quien está en este preciso momento.
-¿Hola Guille, dónde estás?
¿- Pedro?.. ¿Pero no estás en el gimnasio?
-Terminé pronto y decidí alcanzarte. ¿Dónde estás?
-Estoy en el estudio, estudiando el expediente Juanez por mañana. ¿No te acordás? Esta mañana te lo he dicho.
¿Estudio?... ¿El expediente Juanez?... Pecado que Gaby le haya apenas dicho lo contrario..
-Te alcanzo.
-No, no vale la pena. Terminé justo ahora. El tiempo de llamar un taxi y llegar a casa.
-Está Bien.
Es de palabra Guille. Besa a la mujer rubia sentada a su mesa sobre las mejillas, que lo abraza a largo, y se aleja para tomar un taxi.
Pedro lo mira irse de lejos.. porque, al final, lo ha encontrado…
Otra mentira de Guille sin aparente motivo… verlo sentado a una mesa de la cafetería "La Plaza", con aquella rubia vistosa, no le ha gustado para nada.. decididamente la noche no se presenta ni agradable y ni tranquila.
Sube al auto y decide dar una larga vuelta para hacer apagar la rabia y, antes de volver a casa, pasa por el estudio.
Las luces son encendidas, ninguna huella del auto de Gaby; Pedro estaciona y entra, seguro de encontrar Guille.
-¿Cielito por qué aquí? Creí alcanzarte más tarde en casa.
-¿De verdad? ¡Piensa un poco como es extraña la vida … yo, al revés, 'era seguro' de encontrarte en el estudio junto a el expediente Juanez!
La ironía contenida en el ‘era seguro' es inequívoca, sustentada por una mirada dura y directa; un ataque frontal frente al que Guille, por la primera vez de cuando lo conoce, queda sin palabras.
-¿Estabas al estudio cuándo me llamaste?
-No. Era en la universidad, frente a la cafetería "La Plaza." Ya había hablado con Gaby.
No se lo esperaba…. decididamente Guille no se lo esperaba.
-¿No dices nada? ¿ El gran Graziani ha quedado sin palabras? ¡De no creer!
-No es como vos pensás..
-Y vos.. ¿Cómo sabes qué estoy pensando en este preciso instante? Mejor dicho.. ¿Has pensado en las consecuencias de tu comportamiento o bien has pensado fuera un estúpido incapaz de darme cuenta de qué estaba sucediendo? Verse, a mis hombros, con una mujer.. ¡Qué ironía!
-No es así. No hay nada entre nosotros. Es una vieja amiga que me ha buscado porque necesita ayuda.
-¿Una vieja amiga? ¿Y por qué no me lo has dicho antes? ¿Por cuál maldito motivo esconderme la cosa? ¿Quizás por qué es más que una vieja amiga?
No sabe cómo salir de esto.. lo veo.. encajado en un rincón, busca una justificación pero no la encuentra.. ¡porque no hay justificación por la falta de confianza!
-Una vieja novia.. es una persona de mi pasado que necesita ayuda. Nada más.
Pedro lo mira con frialdad. No le pregunta de jurar.. porque, es seguro, en este momento juraría también sobre Fabián..
-¡No te creo!
No se lo esperaba.. o quizás sí..
-Si quieres puedo hacertelo confirmar por ella.
El viejo Pedro habría dicho que no, que no era necesario, el nuevo Pedro le entrega lel celular para hacer la llamada.
Guille marca el número de memoria; otro paso falso, que Pedro apunta mentalmente, señal evidente que Guille marca este número con frecuencia.
-Hola Gloria, soy Guillermo. ¿Podés hacerme el favorde contarle a Pedro, mi socio, lo que me has contado hoy en la cafetería?
Sin esperar una respuesta, Guille entrega el celular a Pedro.
"¿Mi socio?.. ¿he vuelto a ser sólo el socio de Graziani?..¡La puta madre!”
- Hola, soy Pedro Beggio, el socio de Graziani.
-Escuche, yo no sé qué le ha dicho Guille pero no tengo nada que contar. Hoy nos hemos visto, sencillamente, por una cita, para estar juntos. Nada de particular. Nos conocemos desde hace tiempo.. por cuyo.. francamente no comprendo el sentido de esta llamada.
“¡Pero mirá! El sentido de la frase no se presta a falsas interpretaciones.. ¡y Gloria sabe muy bien que no soy sólo el socio de Graziani! Continuar esta conversación es inútil, lo siento.”
- Está bien, quedó claro. Evidentemente mi socio era en plan de hacerme una broma. Buenas tardes.
Pedro apoya el celular y con voz decididamente glacial lo mira a la cara.
-Mientes mal Graziani. Habrías tenido que ponerte de acuerdo con tu compañera de juegos. Porque, ves, me ha dicho todo lo contrario de lo que vos me has contado. Nada causa, ningún problema personal para solucionar.. sólo el placer de pasar juntos del tiempo… tal vez como y dónde.. sólo éste.. por lo demás se conocen hace mucho tiempo.. ¿No es así? ¡ Están acostumbrados a pasar 'el tiempo juntos'!
-No creerás..
-¡Basta ya así Graziani! ¿Por qué habría debido mentir? No me conoce. Yo soy solo.. '¿tu socio', no es así?.
Dobla los hombros y apoya las manos sobre el escritorio.
-No Está bien así. No me gusta y no lo encuentro justo. No estoy dispuesto a aceptarlo. No ahora y no después de todo lo que hemos afrontado. Quizás estar tiempo alejados servirá a aclarar las cosas entre nosotros.
Guille lo mira trastornado.
-Esta noche vuelvo a mi departamento y, por algunos días, no vendré al estudio. Prefiero trabajar a casa. Por cualquier cosa me mandas Beto.. o Gaby.. o Marcos no me llames. No tengo intención de contestar a tus llamadas.

<<<<>>>> 
-Cruz-
Las dudas no te dejan tranquilo tampoco un momento… pero los celos, cuando te toman, te comen lentamente el corazón y cada pensamiento se aniquila en un pozo sin fin de incertidumbres.
Pedro recuerda todavía el diálogo sobre los celos sostenido con Guille, un día no lejano,
Ambos declararon de no ser celosos de las mismas mujeres, ciertamente por motivos diferentes, pero nadie de los dos probó, o había sentido, los celos por las correspondiente mujer.
Hubieron, en el pasado, momentos de posesividad en la vida de Pedro, o de celos como Guille los definió; cuando, por ejemplo, Pedro tuvo la brillante idea de ir a un bar gay para averiguar sus tendencias sexuales, o bien cuando lo vio hablar animadamente con un hombre en un bar, en el período en el que estuvo prófugo
Pero en aquel período él no estaba con Pedro de modo estable, todavía incierto sobre los sentimientos que estaban naciendo entre ellos y con la responsabilidad de protegerlo de él mismo y de decisiones presurosas, no pudo reprochar y pretender nada de Pedro.
"Pero ahora no es más la misma cosa. Ahora nosotros estamos junto y además de la fidelidad nos debemos la lealtad".
Y sobre la lealtad.. Guille empieza a titubear.. porque para Pedro la lealtad es todo y porque, justo con él, Pedro no lograría nunca ser desleal.
"¿Qué hacer? ¿Y si hay una razón lógica a su comportamiento?”
Demasiados pensamientos se agitan en la mente de Guille que no logra estar parado.
"También hoy ha ido al gimnasio.. también hoy.. y es martes.. no podemos continuar así.. no puedo permitir que nuestra vida vaya al diablo sin hacer nada"
De golpe se levanta y toma sus cosas.
-Gaby, por favor, terminá el expediente Sandoval en mi lugar. Tengo algo urgente y debo ir. Marcos, vos, por favor, te ocupás de mis citas y luego me dejás un memorándum escrito sobre el escritorio.
Sin darles el tiempo de contestar, sale hecho una furia; toma un taxi y se dirige al gimnasio, en frente hay un pequeño bar, ya ha decidido: lo esperará allí para ver con quien sale y dónde va.
Los minutos transcurren lentos, Guille no logra concentrarse en nada que no sea controlar la puerta de entrada al gimnasio.
Su espera acaba pronto; lo ve salir.. ¡y no está solo!
Un hombre lo acompaña; un chico lindo, no puede negarlo, morocho y vestido decididamente a la moda.
Los dos se ríen con gusto, por una frase de Pedro; Diego, porque es Diego de seguro, le pone un brazo sobre los hombros mientras se alejan juntos, conversando con gusto.
Una cuchillada, esta visión es una cuchillada por Guille que toma inmediatamente el celular y llama a Pedro.
-¿Hola?
-¿Hola Pedro, dónde estás?
-¿Estoy en el gimnasio, dónde pensás que estoy?
Guille se muerde el labio para no estallar enseguida.
-¿Después que hacés? ¿Venís al estudio o vas directamente a casa?
Oye incertidumbre en la voz de Pedro.
-No. No voy directamente a casa. Luis me ha invitado a beber algo, junto al resto del grupo, porque es su cumpleaños. Volveré más tarde. Te habría llamado para contarte. Ahora te tengo que dejar, nos vemos después. Chau.
Cierra la llamada.. Guille lo ve subir sobre al auto y alejarse junto a Diego..
"Mentir.. así.. ¿Pero por qué?”
Queda sentado por mucho tiempo, incapaz de encontrar una explicación lógica a cuánto ha visto, luego nota Luis salir del gimnasio.
¿Y si hubiera dicho la verdad?”
Toma sus cosas y se apresura en alcanzar a Luis antes que éste suba sobre su coche.
-¡Luis!
-Dr. Graziani, es un placer volverlo a ver.
-Gracias Luis, te ha dicho que puedes llamarme Guillermo. ¿Has visto a Pedro?
-Sì. Ha estado en el gimnasio pero ya ha terminado.
Luis lo mira con atención, él sabe que Pedro está con él, y tiene miedo de decir algo de equivocado. Guille lo comprende y simula mirar el reloj.
-Diablo, Tiene razón, es tarde. ¿Se ha ido con Diego?
El alivio en la voz de Luis es evidente, la alusión a Diego ha hecho venir menos su circunspección.
-Sí, se ha marchado con Diego hace media hora.
-Ya. Algo me dijo sobre un cumpleaños.. no logro recordar bien.. ¿Sabés cuál chico del gimnasio hoy cumple los años?
-Francamente no lo sé. Nadie ha dicho nada.. y luego todo los demás se quedaron en el gimnasio..
"Otra mentira dr. Beggio; se va de mal en peor.”
- Habré entendido mal, indudablemente. Casi casi vuelvo al estudio, este tipo de festejos, francamente, no me gustan mucho.
-¿Quiere un pasaje? Lo acompaño con el coche si quiere.
-No gracias. Llamo a un cliente y aprovecho para hacer trámites procesales. Nos vemos otra vez con más tiempo.
Mientras se aleja, Guille toma el teléfono y vuelve a llamar a Pedro.
-¿Hola Pedro, dónde estás?
-En el bar con Luis y los otros. Estamos bebiendo algo.
-¿Cuál? ¿El de siempre?
-Sì.
-Me pasas Luis así lo saludo. Es siempre muy amable conmigo.
-No puedo, está hablando por el celular con la novia. No te preocupes, le daré las felicitaciones de tu parte.
-Està bien.
- Guille.. vuelvo pronto. Si quieres vuelvo ahora.
-No te preocupes. Vuelve cuando quieres. Me vas a encontrar esperándote en casa.
"Bien bien.. un control no hace nunca mal recuerdo bien la dirección de la cervecería generalmente frecuentada por los chicos.”
Guille para un taxi al vuelo y se hace llevar al ‘Red House’; no tarda mucho en descubrir que el local es cerrado por vacaciones.
Vuelve al estudio, todos han ido a casa; Guille se saca el saco, la corbata, y se sirve un vaso de whisky.
No logra pensar en nada: solo en Pedro y en las mentiras que le ha dicho esta tarde.
Sente todas las diferencias entre de los dos pesar sobre sus hombros y, cosa más grave, se siente inerme y expuesto frente a lo que ha sucedido.
“No puede continuar así.. no.. no puede continuar. Tengo que esforzarme por concentrarme en el trabajo. Siempre me ha ayudado en el pasado.”
Está leyendo, por cuarta vez, el mismo párrafo cuando siente la puerta del estudio abrirse.
-Estás aquí. Me preocupé. No contestaste a el celular y no estabas a casa.
Guille levanta lentamente la mirada y lo mira con ironía.
-Apagado. El celular está apagado. ¿No pensaste que no quise me molestaran? También el teléfono del estudio está así por el mismo motivo.
-¿Problema? No, mi amor, ningún problema. Todo está muy claro en mi mente.
Se levanta y se apoya con los hombros a la biblioteca.
-¿Estuvo bien el festejo de Luis?
-Sì, todo bien. Nos hemos divertido mucho. No te pregunté si querías venir también vos porque..
-¿Fueron al bar de siempre? ¿Al 'Red House?'
-Sì. Fuimos ahí. ¿Por qué?
-Quizás, porque el local está cerrado por vacaciones. Quizás, porque Luis, que he visto hoy, no cumple los años. Quizás, porque los otros chicos han quedado en el gimnasio y no fueron con vos. Quizás, porque te he visto salir con Diego mientras me mentías por teléfono. ¿Es suficiente o quéres saber más?
Cada frase ha sido un duro golpe para Pedro; darse cuenta que Guille está al tanto de sus mentiras le impide encontrar una justificación.
-No va.. pues creer.. podés hablar con Diego si quieres. Podrá confirmarte que no hemos hecho nada..
-¡Basta ya, Pedro! No tengo ganas y ni deseo de hablar con Diego. ¿Quién lo conoce Diego? ¿ Qué me importa de Diego? ¿Qué importancia tiene, en mi vida, Diego? ¿Por él, yo quién soy? ¿Tu socio? Lo que importa, ahora, es saber quien soy yo en tu vida. ¿Un estúpido? ¿Incapaz de entender qué está sucediendo alrededor de él? Te equivocas, y mucho, mi amor si lo pensás.
Pedro no aguanta a las duras acusaciones de Guille, ya no logra mirarlo a los ojos, no después de aquel “mi amor” dicho con desprecio; dobla los hombros y apoya las manos sobre el escritorio, necesita reflejar lejos de la mirada de Guille que lo clava a las mentiras dichas.
-Pedro, no està bien así. No me gusta y no lo encuentro justo. No soy dispuesto a aceptarlo. No ahora y no después de todo lo que hemos afrontado. No tengo la edad para ir detrás de estas estupideces. Estar tiempo alejados, quizás, servirá a aclarar las cosas entre de nosotros.
Pedro se siente trastornado; atropellado por este Graziani autentico, decidido y frío en las mismas determinaciones.
-Esta noche quiero que vos vuelves en tu piso y, por algunas días, te ruego de no venir al estudio. Prefiero que tú te paras a trabajar a tu casa. Por cualquier cosa te mandaré Beto.. o Gaby.. o Marcos vos no me llames. No tengo intención de contestar a tus llamadas"



In lingua originale

-Testa-
I dubbi non ti lasciano tranquillo neppure un momento… ma la gelosia, quando ti prende, ti mangia lentamente il cuore ed ogni pensiero si annulla in un pozzo senza fine di incertezze.
Pedro ricorda ancora il dialogo avuto con Guille, un giorno non lontano, sulla gelosia.
Entrambi avevano dichiarato di non essere gelosi delle proprie compagne, certamente per motivi diversi, ma nessuno dei due provava, o aveva provato, della gelosia per le rispettive consorti.
C’erano stati, in passato, momenti di possessività nella vita di Pedro, o di gelosia come li definiva Guille; quando, ad esempio, Mathias si era avvicinato troppo a Guille con il chiaro intento di ottenere, da lui, qualcosa di più oppure quando Juan Arismendi era ritornato nella vita di Guille ed i due avevano passato tutto il tempo a ricordare il loro glorioso passato indifferenti di chi li stesse a sentire.
Ma in quel periodo Pedro non stava con Guille, ancora incerto sui sentimenti che stavano nascendo tra di loro e con la responsabilità della gravidanza di Camilla, non aveva potuto/saputo cosa fare; soprattutto non aveva potuto recriminare o pretendere nulla da Guille.
“Ma adesso non è più la stessa cosa. Adesso noi stiamo insieme ed oltre alla fedeltà ci dobbiamo la lealtà”
E sulla lealtà.. Pedro incomincia a tentennare.. perché per Guille la lealtà è tutto e perché, proprio con lui, Guille non potrebbe mai essere sleale.
“Cosa fare? E se c‘è una ragione logica al suo comportamento?”
Troppi pensieri si agitano nella mente di Pedro.
Decisamente non può affrontare Guille in questo stato, non può rischiare di dire qualcosa di sbagliato e rovinare il loro rapporto.
Riprende a correre con più determinazione ma, al secondo giro, le decisioni di Pedro sono già mutate.
“E’ meglio parlare con Guille dei miei dubbi. Se si arrabbia.. pazienza. Del resto conosce bene il mio carattere! Ho bisogno di essere completamente sincero con lui. Ho bisogno di chiarire questa confusione che mi tormenta l’anima.”
Sale in macchina e si avvia verso lo studio. Ricorda che Guille gli ha detto di dover finire un lavoro urgente.
Impaziente di sentire la sua voce, di essere rassicurato dalla sua presenza, prende il cellulare e telefona in ufficio.
-Pronto.
-Pronto Gaby, sono Pedro, che ci fai in ufficio al sabato? Devi aiutare Guille?
-Magari! Guille non c’è. Devo finire la pratica Juanez entro stasera perché lunedì deve essere tutto a posto per l’udienza.
-Ma non la stava curando Guille questa pratica?
-Si. Ma Guille è dovuto uscire per un appuntamento e mi ha chiesto di occuparmene io.
-Un appuntamento? E con chi? Un cliente?
-No. Una donna. Una vecchia conoscenza di quando era uno studente universitario.
-E dove si devono vedere?
-Che fai?.. Il geloso? … Scherzavo… Si dovevano vedere all’università, non so bene dove.
-Ok. Grazie. Ci vediamo lunedì.
Perché nascondere un appuntamento con una vecchia amica? Qualcosa non gli quadra per cui riavvia il motore e cambia direzione di marcia.
All’università nessuna traccia di Guille. Non che se l’aspettasse! Il suo sguardo diventa decisamente torvo man mano che i minuti passano e non che riesce a trovare Guille da nessuna parte.
Alla fine, stremato dalla furia e dall’impotenza, prende il cellulare e chiama Guille. Glielo dirà lui dov’è; perché, costi quel che costi, deve assolutamente raggiungerlo e controllare di persona con chi è in questo preciso momento.
Deve farlo assolutamente.
-Pronto Guille, dove sei?”
-Pedro?.. Ma non eri in palestra?
-Ho finito presto ed ho deciso di raggiungerti. Dove sei?
-Sono allo studio, sto studiando la pratica Juanez per domani. Non ti ricordi? Stamattina te l’ho detto.
Studio?... La pratica Juanez?... Peccato che Gaby gli abbia appena detto il contrario..
-Ti raggiungo.
-No, non ne vale la pena. Ho appena finito. Il tempo di chiamare un taxi ed arrivo a casa.
-Va Bene”
E’ di parola Guille. Bacia la donna bionda seduta al suo tavolino sulle guance, che lo abbraccia a lungo, e si allontana per prendere un taxi.
Pedro lo guarda andare via da lontano.. perché alla fine lo ha trovato…
Altra bugia di Guille senza apparente motivo… vederlo seduto ad un tavolino della caffetteria “La Plaza”, con quella bionda vistosa, non gli è piaciuto per nulla.. decisamente la serata non si presenta né piacevole e né tranquilla.
Risale in macchina e decide di fare un lungo giro per fare sbollire la rabbia e, prima di ritornare a casa, passa dallo studio.
Le luci sono accese, nessuna traccia dell’auto di Gaby; Pedro parcheggia ed entra, sicuro di trovare Guille.
-Cielito come mai qui? Pensavo di raggiungerti  più tardi a casa.
-Davvero? Pensa un poco come è strana la vita io, al contrario, ‘ero sicuro’ di trovarti allo studio in compagnia della pratica Juanez!
L’ironia contenuta nel ‘ero sicuro’ è inequivocabile, sostenuta da uno sguardo duro e diretto; un attacco frontale di fronte al quale Guille, per la prima volta da quando lo conosce, rimane senza parole.
-Eri allo studio quando mi hai chiamato?
-No. Ero all’università, di fronte alla caffetteria “La Plaza”. Avevo già parlato con Gaby.
Non se lo aspettava. Decisamente Guille non se lo aspettava.
-Non dici nulla ? Il grande Graziani è rimasto senza parole? Da non credere!
-Non è come pensi..
-E tu.. come sai cosa sto pensando in questo preciso istante? Per meglio dire.. hai pensato alle conseguenze del tuo comportamento oppure pensavi fossi uno stupido incapace di rendermi conto di cosa stava succedendo? Vedersi, alle mie spalle, con una donna.. che ironia!
-Non è così. Non c’è nulla tra di noi. E’ una vecchia conoscenza che mi ha cercato perché ha bisogno di aiuto.
-Una vecchia conoscenza? E perché non me l’hai detto prima? Per quale maledetto motivo nascondermi la cosa?  Forse perché è più di una vecchia conoscenza?
Non sa come uscirne.. lo vedo.. incastrato in un angolo, cerca una giustificazione ma non la trova.. perché non c’è giustificazione per la mancanza di fiducia!
-Una vecchia fidanzata.. ma solo questo.. è una persona del mio passato che ha bisogno di aiuto. Niente di più.
Pedro lo guarda con freddezza. Non gli chiede di giurare.. perché, ne è sicuro, in questo momento giurerebbe anche su Fabian..
-Non ti credo!
Non se lo aspettava.. o forse sì..
-Se vuoi posso fartelo confermare la lei.
Il vecchio Pedro avrebbe detto di no, che non c’è n’era bisogno, il nuovo Pedro gli porge il cellulare per fare la telefonata.
Guille compone il numero di memoria; altro passo falso, che Pedro annota mentalmente, segno evidente che Guille compone questo numero con frequenza.
-Pronto Gloria, sono Guille. Puoi farmi la cortesia di raccontare a Pedro, il mio socio, quello che mi hai raccontato oggi in caffetteria?
Senza attendere una risposta, Guille porge il cellulare a Pedro; “Il mio socio?.. sono ritornato ad essere solo il socio di Graziani?..La puta madre!”
-Salve, sono Pedro Beggio, il socio di Graziani.
-Senta, io non so cosa le abbia detto Guille ma non ho nulla da raccontare. Oggi ci siamo semplicemente visti, per un appuntamento, come facciamo da più tempo. Ma così, per stare insieme. Nulla di particolare. Ci conosciamo da tempo.. per cui.. francamente non comprendo il senso di questa chiamata.
Ma guarda! Il senso della frase non si presta a false interpretazioni.. e Gloria sa benissimo che non sono solo il socio di Graziani! Continuare questa conversazione è inutile, lo sento.
-Va bene, è stata chiara. Evidentemente il mio socio era in vena di farmi uno scherzo. Buona sera.
Pedro poggia il cellulare e con voce decisamente glaciale lo guarda in viso mentre sferra l’ultimo affondo; non pensato.. non deciso.. frutto del dolore del momento.
-Menti male Graziani. Avresti dovuto metterti d’accordo con la tua compagna di giochi. Perché, vedi, mi ha detto tutto il contrario di quello che mi hai detto tu. Niente causa, nessun problema personale da risolvere.. solo il piacere di passare del tempo insieme… chissà come e dove.. solo questo.. del resto vi conoscete da molto tempo.. non è così? Siete abituati a passare ‘del tempo insieme’!
-Non crederai..
-Basta così Graziani! Perché avrebbe dovuto mentire? Non mi conosce. Io sono solo.. ‘il tuo socio’, non è così?.
Gli volta le spalle ed appoggia le mani sulla scrivania.
-Non va bene così. Non mi piace e non lo trovo giusto. Non sono disposto ad accettarlo. Non adesso e non dopo tutto quello che abbiamo affrontato. Forse stare del tempo lontani servirà a chiarire le cose tra di noi.
Guille lo guarda stravolto.
-Stasera torno al mio appartamento e, per alcuni giorni, non verrò allo studio. Preferisco lavorare a casa. Per qualsiasi cosa mandami Beto.. o Gaby.. o Marcos… non chiamarmi. Non ho intenzione di rispondere alle tue chiamate.”

<<<<>>>> 

-Croce-
I dubbi non ti lasciano tranquillo neppure un momento… ma la gelosia, quando ti prende, ti mangia lentamente il cuore ed ogni pensiero si annulla in un pozzo senza fine di incertezze.
Guille ricorda ancora il dialogo avuto con Pedro, un giorno non lontano, sulla gelosia.
Entrambi avevano dichiarato di non essere gelosi delle proprie compagne, certamente per motivi diversi, ma nessuno dei due provava, o aveva provato, della gelosia per le rispettive compagne.
C’erano stati, in passato, momenti di possessività nella vita di Guille, o di gelosia come li definiva Pedro; quando, ad esempio, Pedro aveva avuto la brillante idea di andare in un bar per gay per verificare le sue tendenze sessuali, oppure quando lo aveva visto parlare animatamente con un coetaneo in un bar, nel periodo in cui era profugo.
Ma in quel periodo lui non stava con Pedro in modo stabile, ancora incerto sui sentimenti che stavano nascendo tra di loro e con la responsabilità di proteggerlo da se stesso e da decisioni affrettate, non aveva potuto recriminare e pretendere nulla da Pedro.
“Ma adesso non è più la stessa cosa. Adesso noi stiamo insieme ed oltre alla fedeltà ci dobbiamo la lealtà”
E sulla lealtà.. Guille incomincia a tentennare.. perché per Pedro la lealtà è tutto e perché, proprio con lui, Pedro non riuscirebbe mai essere sleale.
“Cosa fare? E se c‘è una ragione logica al suo comportamento?”
Troppi pensieri si agitano nella mente di Guille che non riesce a stare fermo.
“Anche oggi è andato in palestra.. anche oggi.. ed è martedì.. non possiamo continuare così.. non posso permettere che la nostra vita se ne vada al diavolo senza fare nulla”
Di colpo si alza e prende le sue cose.
-Gaby, per favore, termina al mio posto la pratica Sandoval. Ho un impegno urgente e devo andare. Marcos, tu, per favore, occupati dei miei appuntamenti e poi lasciami un memorandum scritto sulla scrivania.
Senza dar loro il tempo di rispondere, esce di furia; prende un taxi e si dirige alla palestra, di fronte c’è un piccolo bar, ormai ha deciso: lo aspetterà lì per vedere con chi esce e dove va.
I minuti trascorrono lenti, Guille non riesce a concentrarsi in nulla che non sia controllare la porta di ingresso alla palestra.
La sua attesa finisce presto; lo vede uscire.. e non è solo!
Un coetaneo lo accompagna; un bel ragazzo, non lo può negare, bruno e vestito decisamente alla moda.
I due ridono di gusto, per una frase detta da Pedro; Diego, perché è Diego di sicuro, gli mette un braccio sulle spalle mentre si allontanano insieme, continuando a conversare con gusto.
Una coltellata, questa visione è una coltellata per Guille che immediatamente prende il cellulare e chiama Pedro.
-Pronto?
-Pronto Pedro, dove sei?
-Sono in palestra, dove vuoi che sia?
Guille si morde il labbro per non esplodere subito.
-Dopo che fai? Vieni allo studio o vai direttamente a casa?
Sente dell’incertezza nella voce di Pedro.
-No. Non vengo subito a casa. Luis mi ha invitato a bere qualcosa, insieme al resto della compagnia, perché è il suo compleanno. Tornerò più tardi. Ti avrei chiamato per avvertirti. Adesso ti devo lasciare, ci sentiamo dopo. Ciao.
Chiude la chiamata.. Guille lo vede salire sull’auto ed allontanarsi insieme a Diego..
“Mentire.. così…Mio Dio, ma perché?”
Rimane seduto a lungo, incapace a trovare una spiegazione logica a quanto ha visto, poi nota Luis uscire dalla palestra.
E se avesse detto la verità? Prende le sue cose e si affretta a raggiungere Luis prima che questi salga sulla sua auto.
-Luis!
-Dr. Graziani, è un piacere rivederla.
-Grazie Luis, ti ho detto che puoi chiamarmi Guillermo. Hai visto Pedro?
-Si. E’ stato in palestra ma è già andato via.
Luis lo guarda con attenzione, lui è a conoscenza che Pedro sta con lui, ed ha paura di dire qualcosa di sbagliato. Guille lo comprende e fa finta di guardare l’orologio.
-Diavolo, hai ragione. Ho fatto tardi. E’ andato via con Diego?
Il sollievo nella voce di Luis è evidente, l’accenno a Diego ha fatto venir meno la sua circospezione.
-Sì, è andato via con Diego già da una mezz’ora.
-Già. Mi aveva detto qualcosa su un compleanno.. non riesco a ricordare bene.. sai quale ragazzo della palestra compie gli anni oggi?
-Francamente non lo so. Nessuno ha detto nulla.. e poi tutti gli altri sono rimasti nella palestra..
“Altra bugia dr. Beggio; si va di male in peggio.”
-Avrò capito male, sicuramente. Quasi quasi me ne torno allo studio, questo tipo di festeggiamenti, francamente, non mi piacciono molto.
-Vuole un passaggio. L’accompagno con l’auto se vuole.
-No grazie. Chiamo un cliente e ne approfitto per fare degli adempimenti. Ci vediamo un’altra volta con più tempo.
Mentre si allontana, Guille prende il telefono e richiama Pedro.
-Pronto Pedro, dove sei?
-Al pub con Luis e gli altri. Stiamo bevendo qualcosa.
-A quale pub? Quello solito?
-Si, il solito…
-Mi passi Luis così gli faccio gli auguri. E’ sempre molto gentile con me.
-Non posso, sta parlando al cellulare con la fidanzata. Non ti preoccupare, gli do gli auguri da parte tua appena torna
-Va bene
-Guille.. torno presto. Se vuoi torno adesso.
-Non preoccuparti. Torna quando vuoi. Mi troverai a casa ad aspettarti.
“Bene bene.. un controllo non fa mai male… ricordo bene l’indirizzo del pub solitamente frequentato dai ragazzi.”
Guille ferma un taxi al volo e si fa portare al “Red House”; non ci vuole molto per scoprire che il locale è chiuso per ferie.
Ritorna allo studio, ormai non c’è più nessuno; Guille si toglie la giacca, la cravatta, e si versa un bicchiere di whiskey.
Non riesce a pensare a null’altro se non  a Pedro ed alle bugie che gli ha detto questa sera.
Sente tutte le differenze tra di loro pesare sulle sue spalle e, cosa più grave, si sente inerme ed esposto di fronte all’accaduto.
“Non può continuare così.. no.. non può continuare. Devo sforzarmi di concentrarmi nel lavoro. Mi ha sempre aiutato in passato.”
Sta leggendo, per la quarta volta, lo stesso paragrafo quando sente la porta dello studio aprirsi.
-Sei qui. Mi ero preoccupato. Non rispondevi al cellulare ed a casa non c’eri.
Guille alza lentamente lo sguardo e lo guarda con ironia.
-Chiuso. Il cellulare è chiuso. Non hai pensato che non volevo essere disturbato. Anche il telefono dello studio è fuori posto per il medesimo motivo.
-Cos’è successo? Qualche problema?
-Problema? No, amor mio, nessun problema. Tutto è molto chiaro nella mia mente.
Si alza e si appoggia con le spalle alla libreria.
-E’ andato bene il festeggiamento di Luis?
-Si tutto bene. Ci siamo divertiti molto. Non ti ho chiesto di venire anche tu perché..
-Siete andati al pub di sempre? Al ‘Red House’?
-Si siamo andati li. Perché?
-Forse perché il locale è chiuso per ferie. Forse perché Luis, che ho visto oggi, non compie gli anni. Forse perché gli altri ragazzi sono rimasti in palestra e non sono andati, in chissà quale posto, con te. Forse perché ti ho visto uscire ed andare via con Diego mentre mi mentivi al telefono. Ti basta o vuoi sapere altro?
Ogni frase è stato un duro colpo per Pedro; rendersi conto che Guille è al corrente delle sue bugie gli impedisce di trovare una giustificazione per le bugie dette.
-Non crederai.. puoi parlare con Diego se vuoi. Ti potrà confermare che non abbiamo fatto nulla..
-Basta così Pedro! Non ho voglia e né desiderio di parlare con Diego. Chi lo conosce Diego? Cosa mi importa di Diego? Che importanza ha, nella mia vita, Diego? Per lui, io chi sono? Il tuo socio? Quello che importa, adesso, è sapere chi sono io nella tua vita. Uno stupido? Incapace di capire cosa sta succedendo attorno a lui? Ti sbagli, e molto, amore mio se pensi questo.
Pedro non regge alle dure accuse di Guille, non riesce più a guardarlo negli occhi, non dopo quell’amor mio detto con disprezzo; gli volta le spalle ed appoggia le mani sulla scrivania, ha bisogno di riflettere lontano dallo sguardo di Guille che lo inchioda alle bugie dette.
“Pedro, non va bene così. Non mi piace e non lo trovo giusto. Non sono disposto ad accettarlo. Non adesso e non dopo tutto quello che abbiamo affrontato. Non ho l’età per andare dietro a queste stupidaggini. Stare del tempo lontani, forse, servirà a chiarire le cose tra di noi.
Pedro si sente stravolto; travolto da questo Graziani vecchia maniera, deciso e freddo nelle proprie determinazioni.
-Stasera voglio che tu torni nel tuo appartamento e, per alcuni giorni, ti prego di non venire allo studio. Preferisco che tu ti fermi a lavorare a casa tua. Per qualsiasi cosa ti manderò Beto.. o Gaby.. o Marcos… tu non chiamarmi. Non ho intenzione di rispondere alle tue chiamate”



13 comentarios:

  1. CRUZ Antonia...igual espero ansiosa cual es la explicacion logica de ambos!!! no me gustaria que realmente haya infidelidades entre ellos!!! estoy muy intrigada.....

    ResponderEliminar
  2. Cruz Antonia indudablemente pero no quiero que haya deslealtades y mucho menos infidelidades entre Guilledro

    ResponderEliminar
  3. LINDOSSSS.NO SOPORTO QUE SUFRANNN,PARA ESO ESTA AGUIRRE Y SEGADE.
    VER A GUILLE CELOSO, ME ENCANTA,PERO A PEDRO,NOOO,ME MATA DE AMORRRR, NO LO PUEDO EVITAR, PEDRO ES PEDRO.
    QUIERO MAS DE ESTA HISTORIA.CUANTOS CAMINOS SE HAN ABIERTO, CUANTOS FINALES POSIBLES, CUANTA COTIDIANEIDAD. TE FELICITO Y TE AGRADEZCO POR ACARICIAR MI ALMA SOBRE TODO DESPUES DE SABER QUE NOS VAN A HACER SUFRIR AUN MAS.
    DECIDI NO VER EL FINAL DE LA NOVELA, PREFIERO SUMERGIRME EN ESTE ESPACIO TAN ESPECIAL Y DIFRUTAR DE UN FELICES POR SIEMPRE, AUNQUE COMO EN TODAS PAREJAS SE TENGAN QUE AFRONTAR CIERTOS PROBLEMAS, ESO LO HACE MAS REAL.MIL GRACIAS.ADELANTE

    ResponderEliminar
  4. Antonia!!!! Me estas matandoooooo.... por favor que esta pasando entre ellos... Cande

    ResponderEliminar
  5. UNA GENIALIDAD!! ESPLENDIDA ESTAS HISTORIAS ..ESPERO ANSIOSA LA PROXIMA!! GRACIAS!!

    ResponderEliminar
  6. La verdad me dejaste con la boca abierta Antonia. Què buena historia!!! Las dos caras estàn muy buenas. Espero que haya una explicaciòn lògica a todo esto y vuelvan a confiar el uno en el otro.

    ResponderEliminar
  7. Antonia, simplemente genial!! Los celos carcomen definitivamente, y quedaron plasmados a la perfección en tu relato, excelente!!! Esta historia me tiene completamente atrapada, espero sumamente ansiosa su continuación, se que tu pluma maestra logrará resolver estas situaciones de la mejor manera. Muchisimas gracias por tu trabajo, es precioso. Felicitas.

    ResponderEliminar
  8. Antonia...me gusta cruz.....amo ver a Guille celoso......ya conocemos a Pedro en ese estado, en cambio a Guille, siempre tan seguro! de todos modos confío en vos.....me tiene absolutamente intrigada como vas a revertir con tu "pluma mágica" toda esta situación ya que no creo que existan deslealtades entre ellos......

    ResponderEliminar
  9. ay antono . triste :( Graciela CT

    ResponderEliminar
  10. Lei todas las historias que suvieron a esta pagina y cada ves que las leo me llenan el alma de amor la verdad muy original y espero el proximo con mucha intriga . Y quisiera que escrivas la historia recuerdos dos ya que me gusto mucho recuerdos uno y ovbiamente elijo cruz

    ResponderEliminar
  11. Antonia, me estoy poniendo al día, me encanta tu nueva historia! Raro en mí (xq ver a Pedro sufrir es mi placer culposo) elijo Cruz, alguna vez le tenía que tocar a Guille!!!

    ResponderEliminar
  12. Sigo eligiendo Cara. Y me va a gustar que me pegues en los dientes cuando lleguemos al final y me entere de que diablos anduvo haciendo Pedro y por qué necesitó mentirle a Guille. Pero mientras tanto, elijo Cara. Guille es un maestro del disimulo, no le gusta dar explicaciones y siempre elige el camino más complicado para hacer las cosas. No queda otra que esperar y confiar en que el amor siempre está, aunque ahora veamos puras nubes. Estás haciendo un hermoso trabajo, Antonia!

    ResponderEliminar