Madre
El
timbre del teléfono la despertó a mitad de la noche. Llamada de Los Ángeles,
problemas, sí ella los solucionaría. Se levanto y se dirigió a la cocina, se
sirvió un vaso de whisky, bebió un sorbo y lo estrelló contra la pared, prendió
un cigarrillo y se sirvió de nuevo.
No es
que no le hubiera pasado antes, pero justo ahora, y justo él. Agustín es su
hombre de confianza, su mejor agente. Lo había reclutado joven, rescatándolo de
una infancia de maltrato y de un futuro de drogas, lo contuvo, lo apuntalo, lo
entreno, hizo que estudiara abogacía y lo ingreso en la agencia, lo especializo
en tráficos de todo tipo, drogas, armas, fauna, lavado de dinero, trata de personas,
lo que fuera. Carente de un pasado que valiera la pena, él simplemente se
sumergía en la vida que se le daba y actuaba, no sin romper de vez en cuando
las reglas pero…después de todo, qué agente no lo hacía. Ella misma era una
experta.
Y ahora
esto…..rumores en los tribunales de Buenos Aires hablaban de que Agustín se
había enamorado y mantenía una relación con uno de los socios del estudio…..no
es que tampoco nunca hubiera pasado con otros agentes; pero ella sabía, porque
lo conocía hasta la medula, que en este caso era distinto.
Decidió
enviar a Marcial como “primo” de Pedro a investigar la situación y el reporte
fue francamente preocupante, por primera vez Agustín estaba real y
profundamente enamorado, la causa Moravia estaba en peligro, los agentes
infiltrados en distintos puntos de la organización estaban en peligro, y el
propio Agustín, aun sin saberlo, también; así como los civiles del estudio
Grazziani.
Tomo un
avión a Buenos Aires y con cautela arreglo una cena con Camila a la que Pedro
nunca llego, por estar cuidando a Guillermo, quien había sido víctima de un
disparo. La misma Camila la puso al corriente de la situación “se enamoro del
socio, y me va a dejar a mí, por el socio, entendes que asco”. De manera que al
otro día decide ir y enfrentarlo en el mismo estudio, pedirle explicaciones y
hacerle saber que la misión (padre, hermanos, sobrinos en el idioma previamente
acordado) corre serio peligro por su “descuido”.
Interpreta
a la perfección su papel, madre tradicional, esposa maltratada, inquietada por
la posible homosexualidad de su hijo. Increpa a Grazziani, y en esas pocas
palabras puede ver al hombre maduro traspasando sus propios límites. El claro desafío
de Agustín “de mi vida me encargo yo” le hace saber que perdió el control sobre
su agente y que, en efecto, la causa Moravia está en peligro. El fino hilo de
la seguridad está a punto de cortarse.
Se
instala en Buenos Aires, y empieza a tejer la fina trama de la red que le
permitirá salvar la vida de Agustín una vez más.
Continuara….
Tema musical http://www.youtube.com/watch?v=E9PEyy_f1fk
Me morí!!! o sea que la madre de Pedro es en realidad su jefa?? ahhhhh y Marcial otro agente??? INCREIBLEEE!!!!
ResponderEliminarPor favor ... continuemos yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!
Me gusto lo del reporte "francamente preocupante"... se nos enamoró profundamente! sigo leyendo el q sigue!
ResponderEliminarAy mi dios, Elena... sgo leyendo...
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarLa madre de Pedro es un agente también, es "M" como en James Bond, me gusta este guiño (aún si fuera un producto de mi imaginación).
ResponderEliminaren M pense justamente :)
EliminarBuenisimo! Me encanta como le encontras otra coherencia a lo que vimos en la pantalla!!! Euge
ResponderEliminarTres hurras por tu "M", Elena! Desató todas mis fantasías de espías. Desde el vamos esta partida de ajedrez que planteaste me atrajo como un imán. Ni siquiera me atrevo a aventurar hipótesis. Me limito a agarrar mi paraguas y a salir corriendo hacia la próxima entrega!
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