sábado, 8 de febrero de 2014

Lanza una moneda en el aire (1era parte) by Antonia

Es el mismo relato pero son dos relatos diferentes, se miran, se guiñan, se tocan pero continúan separados hasta al desenlace.
Pedro/Guille.. Guille/Pedro.. ¿cuál historia capturará de más la atención de quien la lea?
Yo pienso que en este relato el amor es como una moneda que lanzas en aire.. cara.. cruz..pero siempre es amor.. el amor verdadero que todo puede y todo vence.
El amor como pasión incontrolada que, a veces, puede hacerte también ver las fantasmas de los miedos más escondidos y hacerle reales.
¡Porque, a mirar bien, todos cultivamos nuestros miedos más irracionales en la profundidad del corazón!



Lanzar una moneda en el aire. (Timing en dos)
primera parte
                                               -Cara-       
De vuelta del viaje a Italia Pedro y Guille se zambullen en la rutina laboral. Esta vez con un límite bien preciso: semana corta. Del lunes del jueves: estudio y universidad; del viernes al lunes por la mañana: no están para nadie, sólo existen Pedro y Guille.
Se lo han jurado. Pedro no ha confiado en Guille, de repente, él ha empezado a venir menos de lo que ha prometido.
En un primer momento por pocas horas, luego por una entera tarde, sucesivamente por una noche y por fin por un entero día Guille ha desaparecido de casa Beggio-Graziani.
Pedro, en primer golpe, no ha hecho caso a la ausencia de Guille, dedicando el tiempo libre al solo gimnasio y a correr - cosas que a Guille no gustan - pero, cuando la ausencia se ha prolongado de modo sospechoso, ha comenzado a hacer preguntas.
-¿Hoy adónde vas?
-Cielito, te lo he dicho. Hoy tengo reunión en  facultad con los otros profesores.
-¿Te molesto si te acompaño?
-No. ¿Qué vienes a hacer? Te aseguro que te aburrirías al escucharnos hablar sin llegar a una conclusión.
-Me despierta curiosidad la facultad y, luego, nunca me has presentado a tus colegas de trabajo.
-Son todos gente grande... Te aburrirías, te lo aseguro. Es mejor que aproveches para ir al gimnasio. ¿Porque no llamas a tu amigo, Luis me parece que se llama, y vas con él?
Pedro lo mira con circunspección; algo no cuadra, Guille se ha puesto nervioso y miente. Decididamente miente. Recuerda las enseñanzas que el propio Guille le ha impartido para reconocer a un mentiroso y los confronta con su comportamiento actual.
-¿Me jurás Guille que se trata solamente de una aburrida reunión con colegas de facultad?
-Te lo juro. Es sólo una reunión, nada más.
Ha jurado.. ¡luego miente!
Ya sus sentidos están en guardia y empieza a recordar el tiempo que lleva esta historia; indudablemente de cuando Guille lo ha empujado a retomar la actividad física.
Al principio, lo acompañaba a la pista; mientras él corría Guille leía los periódicos luego, una vez que Pedro se había duchado y vestido, iban por la ciudad a cenar, elegiendo, cada vez, un local diferente.
De repente, aduciendo del trabajo impostergable, Guille ha empezado a no acompañarlo más; ha empezado a alcanzarlo al final de los entrenamientos para después ir a cenar afuera.
Todo había parecido sensato,  no había notado ningún cambio de humor, por eso no hizo mucho caso.
Siempre cariñoso, siempre solícito, siempre atento a sus necesidades hasta cuando Guille no ha empezado a no alcanzarlo más después del entrenamiento, prefiriendo evitar ir a cena fuera en favor de una cena íntima en las paredes domésticas de casa.
Cenas que no duraron mucho.. porque Guille había empezado a volver a casa cada vez más tarde el viernes; había pensado "no logra no ir al estudio, quizás Marcos o Gabriela lo necesitan", quizás se había equivocado.
Mientras corre despacio por la pista, Pedro analiza los últimos fin de semana y se siente un pelotudo.
Porque sólo un pelotudo no se habría dado cuenta de lo que estaba ocurriendo; demasiado confiado, pero jamas habría pensado que Guille le habría escondido algo.
Otro interés está absorbiendo la atención de Guille.
¡Otro interés que Graziani le tiene cuidadosamente escondido!
Dos meses.. ¿ Habían bastado dos meses para llegar al aquel punto?
El verdadero problema es que Pedro no sabe cómo afrontar el argumento sin estallar con Guille, porque la inquietitud es mucha y no sabe controlarla.
¿Adónde va Guille cuándo no está con él? ¿Y, cosa más importante, con quién pasa todas estas horas sin él?
No logra encontrar una respuesta, nada..
Por primera vez, aquella noche, Pedro no duerme abrazado a Guille;  por primera vez, aduciendo el clásico dolor de cabeza, se esfuerza por dormir dando la espalda a un desconcertato Guille.

<<<<>>>> 
                                               -Cruz-        
De vuelta del viaje a Italia Pedro y Guille se zambullen en la rutina laboral. Esta vez con un límite bien preciso: semana corta. Del lunes del jueves: estudio y universidad; del viernes al lunes por la mañana: no están para nadie, sólo existen Pedro y Guille.
Se lo han jurado, porque Pedro no ha confiado en Guille, y Guille ha sido bien feliz de contentarlo.
Pedro, de repente, ha empezado a venir menos de lo que ha prometido.
Al principio Guille había tomado la costumbre de acompañarlo al parque donde Pedro corría mientras él leía los periódicos.

Perder el tiempo, en cambio, no le había gustado nunca por eso, aprovechando una llamada de Gaby, había empezado a dedicar ese tiempo muerto al estudio.
El ritual de las cenas fuera de casa, en lugares siempre diferentes, había quedado inalterable hasta cuando Pedro no había empezado a sugerir de acabar la noche yendo en algún local nocturno.
Esto, decididamente, no era por él; con decisión Guille se había negado pero, Pedro, no lo había tomato bien.
Al principio, al principio había parecido que Pedro hubiera aceptado el rechazo de Guille solo que, sucesivamente, había empezado a salir con los chicos del club casi todos los finnes de semana.
Era una cena, un bar, una discoteca..
A Guille le parecía feo decirle que se quedara a casa, junto a él; "Pedro es tan joven, tiene derecho a entretenerse con otras personas de su edad" se decía, pero ahora no lo controlaba más.. ahora eran todos los  sábado.. y, a veces, también los viernes..
"Tenes mucho para hacer en el estudio. ¿No te molesta, verdad?”
"Vos estás en la facultad. Me aburre estar en casa"
Moraleja de la historia: se encontraba muchas veces, solo, a esperándolo despierto hasta la madrugada.
A veces volvía ligeramente borracho, pero siempre eufórico.
El sexo, entre ellos, era siempre perfecto pero algo en Guille estaba cambiando.
Algo que no lograba definir.
Se había dado cuenta, de repente, que Pedro no hablaba más de Diego, aquellos joven que corria junto con él y que, un día lejano lo había invitado por algo más íntimo..
-¿Diego va siempre a correr? - lo pregunta, un día, con aparente indiferencia.
-¿Diego? ¿Por qué me preguntas por Diego?
Hay agitación en su voz.
-Ninguna razón precisa. ¿También él va cuándo salís con tu grupo de amigos?
-A veces. A veces no.
Miente. Guille logra siempre darse cuenta cuando alguien miente delante de él.
Éste es un típico caso de mentira mal dicha, todas las señales exteriores de las mentiras están presentes y luego Pedro ha bajado la mirada.
¿Por qué? ¿Qué está escondiendo? Decididamente esta noche pasará por el centro deportivo para unirse al grupo.
-Esta noche dónde vais a cena.
Enseguida tranquilizado, Pedro lo mira de nuevo en los ojos mientras contesta que todavía no han decidido nada.
Bien, está decidido, esta noche una pequeña sorpresa del Graziani autentico. De otra parte, a controlar el propio territorio no se equivoca nunca.
Hacia las siete y media, como programado, Guille llama un taxi y se hace llevar al Centro Deportivo.
Primera sorpresa: no hay Pedro.
Segunda sorpresa: todos los amigos de Pedro todavía están allí.
Tercera sorpresa: Pedro ha salido con Diego.
"Bien, bien, bien.. ¿qué diablo está sucediendo?”
La pregunta lo acompaña hasta casa, le saca el apetito y le impide agruparse en otro si no en Pedro.
“¿Me he equivocado en algo?".. "No, yo no me he equivocado en nada”..
No logra encontrar una respuesta, no un agarradero, nada..
Pedro regresa más tarde de lo usual, Guille finge de dormir mientras lo siente desvestirse y meterse bajo las mantas. Espera que se acerca a, antes de poder aclarar cada duda, pero por primera vez, aquella noche, Pedro no lo abraza como es su costumbre; por primera vez, aduciendo el clásico dolor de cabeza, se duerme dando la espalda a un pasmado Guille.





In lingua originale:
-Testa-
Di ritorno dal viaggio in Italia Pedro e Guille si rituffano nella routine lavorativa. Questa volta con un limite ben preciso: settimana corta. Dal lunedì dal giovedi: studio ed università; dal venerdì al lunedì mattina: non ci sono per nessuno, esistono solo Pedro e Guille
Se lo sono ripromessi, giurato (perché Pedro non si è fidato di Guille) e, per un poco, mantenuto.
Per un poco.. perché Guille, all’improvviso, ha incominciato a venir meno a quanto promesso. Dapprima per poche ore, poi per un intero pomeriggio, in seguito per una serata ed infine per un’intera giornata Guille è sparito da casa Beggio-Graziani.
Pedro, in prima battuta, non ha prestato attenzione all’assenza di Guille, dedicando il tempo trascorso da solo alla palestra ed allo jogging – cose che a Guille non piacciono proprio – ma, quando l’assenza si è protratta in modo sospetto, ha iniziato a fare domande.
-Oggi dove vai?
-Cielito, te l’ho detto. Oggi ho riunione alla facoltà con gli altri professori.
-Ti do noia se ti accompagno?
-No. Cosa vieni a fare? Ti assicuro che ti annoieresti a sentirci parlare senza arrivare ad una conclusione.
-Mi incuriosisce la facoltà e, poi, non mi hai mai presentato i tuoi colleghi di lavoro.
-Sono tutti anziani e logorroici. Ti annoieresti, te lo assicuro. E’ meglio che ne approfitti per andare in palestra. Perché non chiami quel tuo amico… Giorgio, mi pare si chiami, e vai insieme a lui?
Pedro lo guarda con circospezione; qualcosa non quadra, Guille è diventato nervoso e mente. Decisamente mente. Ricorda gli insegnamenti che proprio Guille gli ha impartito per riconoscere un bugiardo e li confronta con il suo comportamento attuale.
-Me lo giuri Guille che si tratta sono di una noiosa riunione con colleghi di facoltà?
-Te lo giuro. E’ solo una riunione, niente di più.
Ha giurato.. quindi mente!
Ormai i suoi sensi sono vigili ed incomincia a ricordare da quanto tempo va avanti questa storia; sicuramente da quando Guille lo ha spinto a riprendere l’attività fisica.
All’inizio, anzi, lo accompagnava alla pista; mentre lui correva, Guille leggeva i giornali poi, una volta fatta la doccia e rivestito, andavano in giro per la città ed a cena, scegliendo, di volta in volta, un locale diverso.
All’improvviso, adducendo del lavoro improcrastinabile, Guille ha incominciato a non accompagnarlo più; ha incominciato a raggiungerlo alla fine degli allenamenti per poi andare a cena fuori.
Tutto era sembrato sensato, peraltro non aveva notato nessun mutamento di umore, per cui non vi aveva prestato molta attenzione.
Sempre affettuoso, sempre sollecito, sempre attento a suoi bisogni fino a quando Guille non ha incominciato a non raggiungerlo più dopo l’allenamento, preferendo evitare di cenare fuori casa in favore di una cena intima nelle mura domestiche.
Cene che non erano durate molto.. perché Guille aveva incominciato a ritornare a casa sempre più tardi al venerdì; aveva pensato “non riesce a non andare allo studio, forse Marcos o Gabriella hanno bisogno di lui”, forse aveva sbagliato.
Mentre corre lungo la pista, Pedro analizza gli ultimi fine settimana e si da dello stupido.
Perché solo uno stupido non si sarebbe reso conto di quello che stava accadendo; è stato troppo fiducioso, ma mai avrebbe pensato che Guille gli avrebbe nascosto qualcosa.
Un altro interesse sta assorbendo l’attenzione di Guille; un altro interesse che Graziani gli tiene accuratamente nascosto!
Due mesi.. erano bastati due mesi per giungere al quel punto?
Il vero problema  è che Pedro non sa come affrontare l’argomento senza esplodere con Guille, perché l’inquietitudine è tanta da non saperla controllare.
Dove va Guille quando non è con lui? E, cosa più importante, con chi trascorre tutte queste ore senza di lui?
Non riesce a trovare una risposta, non un appiglio, nulla..
Per la prima volta, quella notte, Pedro non dorme abbracciato a Guille; per la prima volta, adducendo il classico mal di testa, si sforza di addormentarsi dando le spalle ad uno sconcertato Guille.

<<<<>>>> 
-Croce-
Di ritorno dal viaggio in Italia Pedro e Guille si rituffano nella routine lavorativa. Questa volta con un limite ben preciso: settimana corta. Dal lunedì dal giovedi: studio ed università; dal venerdì al lunedì mattina: non ci sono per nessuno, esistono solo Pedro e Guille.
Se lo sono ripromessi, giurato (perché Pedro non si è fidato di Guille e Guille è stato ben felice di accontentarlo) e, per un poco, mantenuto.
Per un poco.. perché Pedro, all’improvviso, ha incominciato a venir meno a quanto promesso.
All’inizio Guille aveva preso l’abitudine di accompagnarlo al parco dove Pedro faceva jogging; Pedro correva e lui leggeva i quotidiani.
Perdere tempo, però, non gli era mai piaciuto per cui, approfittando di una chiamata di Gaby, aveva incominciato a dedicare questo tempo morto allo studio.
Il rituale delle cene fuori casa, in luoghi sempre diversi, era rimasto immutato fino a quando Pedro non aveva cominciato a suggerire di terminare la serata andando in qualche locale notturno.
Questo, decisamente, non è per lui; con decisione si era rifiutato però, Pedro, non l’aveva presa bene.
Ovvero, all’inizio sembrava che Pedro avesse accettato il rifiuto di Guille solo che, in seguito, aveva iniziato ad uscire con i ragazzi del club quasi tutti i fine settimana.
Era una cena, un pub, una disco..
Gli era sembrato brutto chiedere che rimanesse a casa, insieme a lui; “Pedro è così giovane, ha diritto a divertirsi con altre persone della sua età” si era detto, ma tanta tranquilla accettazione gli si era ritorta contro.
Perché adesso non lo controllava più.. adesso erano tutti i sabato.. ed a volte anche i venerdì..
“Tanto tu hai da fare allo studio. Non ti dispiace, vero?”
“Tanto tu sei alla facoltà. Io mi annoio a stare in casa”
Morale della favola: si era ritrovato più volte, da solo, ad aspettarlo sino alle prime ore dell’alba.
A volte tornava leggermente ubriaco ma sempre euforico.
Il sesso, tra loro, era sempre perfetto però… qualcosa in Guille stava cambiando.
Qualcosa che non riusciva a definire ma che sentiva aleggiare tra di loro.
Si rese conto, all’improvviso, che Pedro non parlava più di Diego, quel giovane che correva insieme con lui e che, un giorno lontano lo aveva invitato per qualcosa di più intimo..
“Diego viene sempre a correre?” gli chiede, un giorno, con apparente indifferenza.
“Diego? Perché mi chiedi di Diego?”
C’è dell’agitazione nella sua voce.
“Così. Nessuna ragione precisa. Viene anche lui quando esci con il tuo gruppo di amici?”
“A volte. A volte non viene.”
Mente. Guille riesce a capire sempre quando qualcuno mente davanti a lui. Questo è un tipico caso di bugia mal detta, tutti i segnali esteriori delle bugie sono presenti e poi ha abbassato lo sguardo.
Perché? Cosa sta nascondendo? Decisamente stasera farà uno strappo alla regola e passerà dal centro sportivo per unirsi alla compagnia.
“Stasera dove andate a cena?”
Subito sollevato, Pedro lo guarda di nuovo negli occhi mentre risponde che non hanno ancora deciso nulla.
Bene, è deciso, stasera piccola sorpresa del Graziani autentico. D’altronde, a controllare il proprio territorio non si sbaglia mai.
Verso le sette e mezza, come programmato, Guille chiama un taxi e si fa portare al Centro Sportivo.
Prima sorpresa: Pedro non c’é.
Seconda sorpresa: tutti gli amici di Pedro sono ancora lì.
Terza sorpresa: Pedro è andato via con Diego.
“Bene, bene, bene.. che cosa diavolo sta succedendo?”
La domanda lo accompagna fino a casa, gli toglie l’appetito e gli impedisce di concentrarsi in altro se non in Pedro.
“Ho sbagliato in qualcosa?”.. “No, io non ho sbagliato in niente..”
Non riesce a trovare una risposta, non un appiglio, nulla..
Pedro rientra più tardi del solito, Guille finge di dormire mentre lo sente spogliarsi ed mettersi sotto le coperte. Aspetta che si avvicini a lui, prima di poter chiarire ogni dubbio, ma  per la prima volta, quella notte, Pedro non lo abbraccia com’è sua abitudine; per la prima volta, adducendo il classico mal di testa, si addormenta dando le spalle ad uno sconcertato Guille.


16 comentarios:

  1. Antonia, bienvenida esta nueva propuesta hecha historia, tiempo, sentimiento, pensamientos, reconocibles, inconfundibles, amados...ellos. Me encanta lo que hiciste con este "Lanza una moneda en el aire"...Gracias por compartirlo!

    ResponderEliminar
  2. Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    2. ¿cuál te atrae de más? ¿cara o cruz?

      Eliminar
    3. las dos pero.....inclino la balanza apenas a favor de cruz

      Eliminar
    4. Elena, vemos cómo continua...me dirás

      Eliminar
  3. Se avecina tormenta Antonia? La convivencia y la falta de comunicación van a jugarle sucio a nuestros chicos? Yo me inclino por la Cruz por una sola razón: siempre he querido ver celoso a Guille (aunque no sé si esa sea la intención de tu historia), y casi siempre los celos han sido patrimonio de Pedro...así que gano con el cambio ;) Esperamos ansioso lo que sigue!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenísima la idea de este relato!!! Me encantan los dos pero opto por Cruz como Angela... Guiie no puede no estar celoso de ese bombonazo que es Pedro =)

      Eliminar
  4. Qué buenas 2 visiones, las 2 caras de 1 realidad. Cuántos "miedos" imaginamos a partir de situaciones puntuales, quien no? A mí me gusta más CRUZ, no sé, tal vez entiendo más los miedos que contruyó Graziani. Gracias Antonia!!

    ResponderEliminar
  5. gracias antonia ,por tu generosidad a la gora de escribir sobre esta relacion de ficcion , cariños desde buenos aires

    ResponderEliminar
  6. Excelente Antonia y muy original. Dos puntos de vista de una misma historia. Yo prefiero Cara, no se què està imaginando Pedro que Guille hace a sus espaldas. En cambio nunca podria imaginarme a Pedro mintièndole a Guille.

    ResponderEliminar
  7. Imteresante la forma que encaraste la historia Antonia, muy original ... Elijo cara ... Me resulta mas "normal " ..... Me gustaria saber como termina esto, quien miente ? ... Interesante , en serio . Graciela CT

    ResponderEliminar
  8. Me pusiste en una seria disyuntiva, querida Antonia. Y mi elección es Cara. Y te explico porqué. Si bien me atrae la posibilidad de ver a Guille celoso, no creo posible, ni por un segundo, que Pedro sea capaz de engañar a Guille. Ni siquiera si las cosas entre ellos no estuvieran bien. En cambio, Cara me muestra un Guille al que estoy acostumbrada, aunque no siempre me guste lo que hace. Lo reconozco, aunque no lo entienda. Abrazo, cara mía!

    ResponderEliminar
  9. Muy bueno Antonia, recién comienzo por acá, y es lógico, hay gustos muy distintos entre ellos, y tiene que suceder alguna tormenta. A veces el Amor no es suficiente, sumando que son celosos declarados. Me encanta. Besos.

    ResponderEliminar