Es el
mismo relato pero son dos relatos diferentes, se miran, se guiñan, se tocan
pero continúan separados hasta al desenlace.
Pedro/Guille..
Guille/Pedro.. ¿cuál historia capturará de más la atención de quien la lea?
Yo
pienso que en este relato el amor es como una moneda que lanzas en aire..
cara.. cruz..pero siempre es amor.. el amor verdadero que todo puede y todo
vence.
El amor
como pasión incontrolada que, a veces, puede hacerte también ver las fantasmas
de los miedos más escondidos y hacerle reales.
¡Porque,
a mirar bien, todos cultivamos nuestros miedos más irracionales en la
profundidad del corazón!
Lanzar una moneda en el aire.
(Timing en dos)
primera parte
-Cara-
De
vuelta del viaje a Italia Pedro y Guille se zambullen en la rutina laboral.
Esta vez con un límite bien preciso: semana corta. Del lunes del jueves:
estudio y universidad; del viernes al lunes por la mañana: no están para nadie,
sólo existen Pedro y Guille.
Se lo
han jurado. Pedro no ha confiado en Guille, de repente, él ha empezado a venir
menos de lo que ha prometido.
En un
primer momento por pocas horas, luego por una entera tarde, sucesivamente por
una noche y por fin por un entero día Guille ha desaparecido de casa
Beggio-Graziani.
Pedro,
en primer golpe, no ha hecho caso a la ausencia de Guille, dedicando el tiempo libre
al solo gimnasio y a correr - cosas que a Guille no gustan - pero, cuando la
ausencia se ha prolongado de modo sospechoso, ha comenzado a hacer preguntas.
-¿Hoy adónde vas?
-Cielito, te lo he dicho. Hoy tengo
reunión en facultad con los otros
profesores.
-¿Te molesto si te acompaño?
-No. ¿Qué vienes a hacer? Te aseguro que
te aburrirías al escucharnos hablar sin llegar a una conclusión.
-Me despierta curiosidad la facultad y,
luego, nunca me has presentado a tus colegas de trabajo.
-Son todos gente grande... Te
aburrirías, te lo aseguro. Es mejor que aproveches para ir al gimnasio. ¿Porque
no llamas a tu amigo, Luis me parece que se llama, y vas con él?
Pedro lo
mira con circunspección; algo no cuadra, Guille se ha puesto nervioso y miente.
Decididamente miente. Recuerda las enseñanzas que el propio Guille le ha
impartido para reconocer a un mentiroso y los confronta con su comportamiento
actual.
-¿Me jurás Guille que se trata solamente
de una aburrida reunión con colegas de facultad?
-Te lo juro. Es sólo una reunión, nada
más.
Ha
jurado.. ¡luego miente!
Ya sus
sentidos están en guardia y empieza a recordar el tiempo que lleva esta
historia; indudablemente de cuando Guille lo ha empujado a retomar la actividad
física.
Al
principio, lo acompañaba a la pista; mientras él corría Guille leía los
periódicos luego, una vez que Pedro se había duchado y vestido, iban por la ciudad
a cenar, elegiendo, cada vez, un local diferente.
De
repente, aduciendo del trabajo impostergable, Guille ha empezado a no
acompañarlo más; ha empezado a alcanzarlo al final de los entrenamientos para después
ir a cenar afuera.
Todo había
parecido sensato, no había notado ningún
cambio de humor, por eso no hizo mucho caso.
Siempre
cariñoso, siempre solícito, siempre atento a sus
necesidades hasta cuando Guille no ha empezado a no alcanzarlo más después del
entrenamiento, prefiriendo evitar ir a cena fuera en favor de una cena íntima
en las paredes domésticas de casa.
Cenas
que no duraron mucho.. porque Guille había empezado a volver a casa cada vez
más tarde el viernes; había pensado "no
logra no ir al estudio, quizás Marcos o Gabriela lo necesitan", quizás
se había equivocado.
Mientras
corre despacio por la pista, Pedro analiza los últimos fin de semana y se
siente un pelotudo.
Porque
sólo un pelotudo no se habría dado cuenta de lo que estaba ocurriendo;
demasiado confiado, pero jamas habría pensado que Guille le habría escondido
algo.
Otro
interés está absorbiendo la atención de Guille.
¡Otro
interés que Graziani le tiene cuidadosamente escondido!
Dos
meses.. ¿ Habían bastado dos meses para llegar al aquel punto?
El
verdadero problema es que Pedro no sabe cómo afrontar el argumento sin estallar
con Guille, porque la inquietitud es mucha y no sabe controlarla.
¿Adónde
va Guille cuándo no está con él? ¿Y, cosa más importante, con quién pasa todas estas
horas sin él?
No logra
encontrar una respuesta, nada..
Por primera
vez, aquella noche, Pedro no duerme abrazado a Guille; por primera vez, aduciendo el clásico dolor
de cabeza, se esfuerza por dormir dando la espalda a un desconcertato Guille.
<<<<>>>>
-Cruz-
De
vuelta del viaje a Italia Pedro y Guille se zambullen en la rutina laboral.
Esta vez con un límite bien preciso: semana corta. Del lunes del jueves:
estudio y universidad; del viernes al lunes por la mañana: no están para nadie,
sólo existen Pedro y Guille.
Se lo
han jurado, porque Pedro no ha confiado en Guille, y Guille ha sido bien feliz
de contentarlo.
Pedro, de
repente, ha empezado a venir menos de lo que ha prometido.
Al
principio Guille había tomado la costumbre de acompañarlo al parque donde Pedro
corría mientras él leía los periódicos.
Perder el
tiempo, en cambio, no le había gustado nunca por eso, aprovechando una llamada
de Gaby, había empezado a dedicar ese tiempo muerto al estudio.
El
ritual de las cenas fuera de casa, en lugares siempre diferentes, había quedado
inalterable hasta cuando Pedro no había empezado a sugerir de acabar la noche
yendo en algún local nocturno.
Esto,
decididamente, no era por él; con decisión Guille se había negado pero, Pedro,
no lo había tomato bien.
Al
principio, al principio había parecido que Pedro hubiera aceptado el rechazo de
Guille solo que, sucesivamente, había empezado a salir con los chicos del club casi
todos los finnes de semana.
Era una
cena, un bar, una discoteca..
A Guille
le parecía feo decirle que se quedara a casa, junto a él; "Pedro es tan joven, tiene derecho a entretenerse con otras
personas de su edad" se decía, pero ahora no lo controlaba más.. ahora
eran todos los sábado.. y, a veces, también los viernes..
"Tenes mucho para hacer en el estudio.
¿No te molesta, verdad?”
"Vos estás en la facultad. Me
aburre estar en casa"
Moraleja
de la historia: se encontraba muchas veces, solo, a esperándolo despierto hasta
la madrugada.
A veces
volvía ligeramente borracho, pero siempre eufórico.
El sexo,
entre ellos, era siempre perfecto pero algo en Guille estaba cambiando.
Algo que
no lograba definir.
Se había
dado cuenta, de repente, que Pedro no hablaba más de Diego, aquellos joven que
corria junto con él y que, un día lejano lo había invitado por algo más
íntimo..
-¿Diego va siempre a correr? - lo
pregunta, un día, con aparente indiferencia.
-¿Diego? ¿Por qué me preguntas por
Diego?
Hay
agitación en su voz.
-Ninguna razón precisa. ¿También él va
cuándo salís con tu grupo de amigos?
-A veces. A veces no.
Miente.
Guille logra siempre darse cuenta cuando alguien miente delante de él.
Éste es
un típico caso de mentira mal dicha, todas las señales exteriores de las
mentiras están presentes y luego Pedro ha bajado la mirada.
¿Por
qué? ¿Qué está escondiendo? Decididamente esta noche pasará por el centro
deportivo para unirse al grupo.
-Esta noche dónde vais a cena.
Enseguida
tranquilizado, Pedro lo mira de nuevo en los ojos mientras contesta que todavía
no han decidido nada.
Bien, está
decidido, esta noche una pequeña sorpresa del Graziani autentico. De otra
parte, a controlar el propio territorio no se equivoca nunca.
Hacia
las siete y media, como programado, Guille llama un taxi y se hace llevar al
Centro Deportivo.
Primera
sorpresa: no hay Pedro.
Segunda
sorpresa: todos los amigos de Pedro todavía están allí.
Tercera
sorpresa: Pedro ha salido con Diego.
"Bien, bien, bien.. ¿qué diablo
está sucediendo?”
La
pregunta lo acompaña hasta casa, le saca el apetito y le impide agruparse en
otro si no en Pedro.
“¿Me he equivocado en algo?"..
"No, yo no me he equivocado en nada”..
No logra
encontrar una respuesta, no un agarradero, nada..
Pedro
regresa más tarde de lo usual, Guille finge de dormir mientras lo siente
desvestirse y meterse bajo las mantas. Espera que se acerca a, antes de poder aclarar
cada duda, pero por primera vez, aquella noche, Pedro no lo abraza como es su
costumbre; por primera vez, aduciendo el clásico dolor de cabeza, se duerme
dando la espalda a un pasmado Guille.
In
lingua originale:
-Testa-
Di
ritorno dal viaggio in Italia Pedro e Guille si rituffano nella routine
lavorativa. Questa volta con un limite ben preciso: settimana corta. Dal lunedì
dal giovedi: studio ed università; dal venerdì al lunedì mattina: non ci sono
per nessuno, esistono solo Pedro e Guille
Se lo
sono ripromessi, giurato (perché Pedro non si è fidato di Guille) e, per un
poco, mantenuto.
Per un
poco.. perché Guille, all’improvviso, ha incominciato a venir meno a quanto
promesso. Dapprima per poche ore, poi per un intero pomeriggio, in seguito per
una serata ed infine per un’intera giornata Guille è sparito da casa
Beggio-Graziani.
Pedro,
in prima battuta, non ha prestato attenzione all’assenza di Guille, dedicando
il tempo trascorso da solo alla palestra ed allo jogging – cose che a Guille
non piacciono proprio – ma, quando l’assenza si è protratta in modo sospetto,
ha iniziato a fare domande.
-Oggi dove vai?
-Cielito, te l’ho detto. Oggi ho
riunione alla facoltà con gli altri professori.
-Ti do noia se ti accompagno?
-No. Cosa vieni a fare? Ti assicuro che
ti annoieresti a sentirci parlare senza arrivare ad una conclusione.
-Mi incuriosisce la facoltà e, poi, non
mi hai mai presentato i tuoi colleghi di lavoro.
-Sono tutti anziani e logorroici. Ti
annoieresti, te lo assicuro. E’ meglio che ne approfitti per andare in
palestra. Perché non chiami quel tuo amico… Giorgio, mi pare si chiami, e vai
insieme a lui?
Pedro lo
guarda con circospezione; qualcosa non quadra, Guille è diventato nervoso e
mente. Decisamente mente. Ricorda gli insegnamenti che proprio Guille gli ha
impartito per riconoscere un bugiardo e li confronta con il suo comportamento
attuale.
-Me lo giuri Guille che si tratta sono
di una noiosa riunione con colleghi di facoltà?
-Te lo giuro. E’ solo una riunione, niente
di più.
Ha
giurato.. quindi mente!
Ormai i
suoi sensi sono vigili ed incomincia a ricordare da quanto tempo va avanti
questa storia; sicuramente da quando Guille lo ha spinto a riprendere
l’attività fisica.
All’inizio,
anzi, lo accompagnava alla pista; mentre lui correva, Guille leggeva i giornali
poi, una volta fatta la doccia e rivestito, andavano in giro per la città ed a
cena, scegliendo, di volta in volta, un locale diverso.
All’improvviso,
adducendo del lavoro improcrastinabile, Guille ha incominciato a non
accompagnarlo più; ha incominciato a raggiungerlo alla fine degli allenamenti
per poi andare a cena fuori.
Tutto
era sembrato sensato, peraltro non aveva notato nessun mutamento di umore, per
cui non vi aveva prestato molta attenzione.
Sempre
affettuoso, sempre sollecito, sempre attento a suoi bisogni fino a quando
Guille non ha incominciato a non raggiungerlo più dopo l’allenamento,
preferendo evitare di cenare fuori casa in favore di una cena intima nelle mura
domestiche.
Cene che
non erano durate molto.. perché Guille aveva incominciato a ritornare a casa
sempre più tardi al venerdì; aveva pensato “non
riesce a non andare allo studio, forse Marcos o Gabriella hanno bisogno di
lui”, forse aveva sbagliato.
Mentre
corre lungo la pista, Pedro analizza gli ultimi fine settimana e si da dello
stupido.
Perché
solo uno stupido non si sarebbe reso conto di quello che stava accadendo; è
stato troppo fiducioso, ma mai avrebbe pensato che Guille gli avrebbe nascosto
qualcosa.
Un altro
interesse sta assorbendo l’attenzione di Guille; un altro interesse che
Graziani gli tiene accuratamente nascosto!
Due
mesi.. erano bastati due mesi per giungere al quel punto?
Il vero
problema è che Pedro non sa come
affrontare l’argomento senza esplodere con Guille, perché l’inquietitudine è
tanta da non saperla controllare.
Dove va
Guille quando non è con lui? E, cosa più importante, con chi trascorre tutte
queste ore senza di lui?
Non
riesce a trovare una risposta, non un appiglio, nulla..
Per la
prima volta, quella notte, Pedro non dorme abbracciato a Guille; per la prima
volta, adducendo il classico mal di testa, si sforza di addormentarsi dando le
spalle ad uno sconcertato Guille.
<<<<>>>>
-Croce-
Di
ritorno dal viaggio in Italia Pedro e Guille si rituffano nella routine
lavorativa. Questa volta con un limite ben preciso: settimana corta. Dal lunedì
dal giovedi: studio ed università; dal venerdì al lunedì mattina: non ci sono
per nessuno, esistono solo Pedro e Guille.
Se lo
sono ripromessi, giurato (perché Pedro non si è fidato di Guille e Guille è
stato ben felice di accontentarlo) e, per un poco, mantenuto.
Per un
poco.. perché Pedro, all’improvviso, ha incominciato a venir meno a quanto
promesso.
All’inizio
Guille aveva preso l’abitudine di accompagnarlo al parco dove Pedro faceva
jogging; Pedro correva e lui leggeva i quotidiani.
Perdere
tempo, però, non gli era mai piaciuto per cui, approfittando di una chiamata di
Gaby, aveva incominciato a dedicare questo tempo morto allo studio.
Il
rituale delle cene fuori casa, in luoghi sempre diversi, era rimasto immutato
fino a quando Pedro non aveva cominciato a suggerire di terminare la serata
andando in qualche locale notturno.
Questo,
decisamente, non è per lui; con decisione si era rifiutato però, Pedro, non
l’aveva presa bene.
Ovvero,
all’inizio sembrava che Pedro avesse accettato il rifiuto di Guille solo che,
in seguito, aveva iniziato ad uscire con i ragazzi del club quasi tutti i fine
settimana.
Era una
cena, un pub, una disco..
Gli era
sembrato brutto chiedere che rimanesse a casa, insieme a lui; “Pedro è così
giovane, ha diritto a divertirsi con altre persone della sua età” si era detto,
ma tanta tranquilla accettazione gli si era ritorta contro.
Perché
adesso non lo controllava più.. adesso erano tutti i sabato.. ed a volte anche
i venerdì..
“Tanto tu hai da fare allo studio. Non
ti dispiace, vero?”
“Tanto tu sei alla facoltà. Io mi annoio
a stare in casa”
Morale
della favola: si era ritrovato più volte, da solo, ad aspettarlo sino alle
prime ore dell’alba.
A volte
tornava leggermente ubriaco ma sempre euforico.
Il
sesso, tra loro, era sempre perfetto però… qualcosa in Guille stava cambiando.
Qualcosa
che non riusciva a definire ma che sentiva aleggiare tra di loro.
Si rese
conto, all’improvviso, che Pedro non parlava più di Diego, quel giovane che
correva insieme con lui e che, un giorno lontano lo aveva invitato per qualcosa
di più intimo..
“Diego viene sempre a correre?” gli
chiede, un giorno, con apparente indifferenza.
“Diego? Perché mi chiedi di Diego?”
C’è
dell’agitazione nella sua voce.
“Così. Nessuna ragione precisa. Viene
anche lui quando esci con il tuo gruppo di amici?”
“A volte. A volte non viene.”
Mente.
Guille riesce a capire sempre quando qualcuno mente davanti a lui. Questo è un
tipico caso di bugia mal detta, tutti i segnali esteriori delle bugie sono
presenti e poi ha abbassato lo sguardo.
Perché?
Cosa sta nascondendo? Decisamente stasera farà uno strappo alla regola e
passerà dal centro sportivo per unirsi alla compagnia.
“Stasera dove andate a cena?”
Subito
sollevato, Pedro lo guarda di nuovo negli occhi mentre risponde che non hanno
ancora deciso nulla.
Bene, è
deciso, stasera piccola sorpresa del Graziani autentico. D’altronde, a
controllare il proprio territorio non si sbaglia mai.
Verso le
sette e mezza, come programmato, Guille chiama un taxi e si fa portare al
Centro Sportivo.
Prima
sorpresa: Pedro non c’é.
Seconda
sorpresa: tutti gli amici di Pedro sono ancora lì.
Terza
sorpresa: Pedro è andato via con Diego.
“Bene, bene, bene.. che cosa diavolo sta
succedendo?”
La
domanda lo accompagna fino a casa, gli toglie l’appetito e gli impedisce di
concentrarsi in altro se non in Pedro.
“Ho sbagliato in qualcosa?”.. “No, io
non ho sbagliato in niente..”
Non
riesce a trovare una risposta, non un appiglio, nulla..
Pedro
rientra più tardi del solito, Guille finge di dormire mentre lo sente
spogliarsi ed mettersi sotto le coperte. Aspetta che si avvicini a lui, prima
di poter chiarire ogni dubbio, ma per la
prima volta, quella notte, Pedro non lo abbraccia com’è sua abitudine; per la
prima volta, adducendo il classico mal di testa, si addormenta dando le spalle
ad uno sconcertato Guille.
Antonia, bienvenida esta nueva propuesta hecha historia, tiempo, sentimiento, pensamientos, reconocibles, inconfundibles, amados...ellos. Me encanta lo que hiciste con este "Lanza una moneda en el aire"...Gracias por compartirlo!
ResponderEliminarexcelente!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar¿cuál te atrae de más? ¿cara o cruz?
Eliminarlas dos pero.....inclino la balanza apenas a favor de cruz
EliminarElena, vemos cómo continua...me dirás
EliminarEXELENTE!! SIN MAS!! GRACIAS!!
ResponderEliminar¿cuál te atrae de más? ¿cara o cruz?
EliminarSe avecina tormenta Antonia? La convivencia y la falta de comunicación van a jugarle sucio a nuestros chicos? Yo me inclino por la Cruz por una sola razón: siempre he querido ver celoso a Guille (aunque no sé si esa sea la intención de tu historia), y casi siempre los celos han sido patrimonio de Pedro...así que gano con el cambio ;) Esperamos ansioso lo que sigue!!
ResponderEliminarBuenísima la idea de este relato!!! Me encantan los dos pero opto por Cruz como Angela... Guiie no puede no estar celoso de ese bombonazo que es Pedro =)
EliminarQué buenas 2 visiones, las 2 caras de 1 realidad. Cuántos "miedos" imaginamos a partir de situaciones puntuales, quien no? A mí me gusta más CRUZ, no sé, tal vez entiendo más los miedos que contruyó Graziani. Gracias Antonia!!
ResponderEliminargracias antonia ,por tu generosidad a la gora de escribir sobre esta relacion de ficcion , cariños desde buenos aires
ResponderEliminarExcelente Antonia y muy original. Dos puntos de vista de una misma historia. Yo prefiero Cara, no se què està imaginando Pedro que Guille hace a sus espaldas. En cambio nunca podria imaginarme a Pedro mintièndole a Guille.
ResponderEliminarImteresante la forma que encaraste la historia Antonia, muy original ... Elijo cara ... Me resulta mas "normal " ..... Me gustaria saber como termina esto, quien miente ? ... Interesante , en serio . Graciela CT
ResponderEliminarMe pusiste en una seria disyuntiva, querida Antonia. Y mi elección es Cara. Y te explico porqué. Si bien me atrae la posibilidad de ver a Guille celoso, no creo posible, ni por un segundo, que Pedro sea capaz de engañar a Guille. Ni siquiera si las cosas entre ellos no estuvieran bien. En cambio, Cara me muestra un Guille al que estoy acostumbrada, aunque no siempre me guste lo que hace. Lo reconozco, aunque no lo entienda. Abrazo, cara mía!
ResponderEliminarMuy bueno Antonia, recién comienzo por acá, y es lógico, hay gustos muy distintos entre ellos, y tiene que suceder alguna tormenta. A veces el Amor no es suficiente, sumando que son celosos declarados. Me encanta. Besos.
ResponderEliminar