martes, 15 de abril de 2014

Si no fuera una pesadilla (3ra parte) by Antonia


Volver a casa.. fue difícil. Casi tanto, como en su momento, fue difícil afrontar los traumas del pasado, las preguntas, las dudas todavía no resueltas en su mente.
Por muchos minutos se quedó en el coche, estacionado frente a la casa, sin tener el ánimo de bajar y enfrentar a Guille; Pedro se observa en el espejo retrovisor y ve reflejado su agitación interior.
"Se va a dar cuenta.. Guille se va a dar cuenta en cuanto me vea. No puedo evitarlo.. ¡Que sea lo que tenga que ser!..
Toma el paquete con el libro para Guille y entra en la casa.
Guille ya llegó, lo espera en la oscuridad, sentado en su sillón favorito; parece relajado pero no es así, lo conoce bien.
Es una posición de espera.
Un jugador de ajedrez que espera el primer movimiento del adversario para estudiar su estrategia; para desatar su contraofensiva.
Pedro se da cuenta que no soporta la comparación, cualquiera palabra lo lastimaría dejando cicatrices imborrables.
Él necesita a Guille, porque Guille es su vida; pero también necesita despejar las dudas e incertidumbres, necesita recobrar el sentido de protección y seguridad que siente en sus brazos.
Sin una palabra apoya el regalo de Guille sobre la mesa, se sienta a su lado y lo abraza.
Anidando la cabeza en el hueco del cuello.
Sin una palabra Guille lo abraza fuerte, lentamente le acaricia el pelo; como para reconfortarlo
Siempre es así entre ellos; un lenguaje mudo, un complementarse recíproco.
Con una frase, un gesto, una aptitud; poco importa.. ¡siempre es así entre ellos!
-¿Por qué tan tarde?
-El tráfico, caótico como siempre, y un accidente que nos paró por media hora.
-¿Como te fue en la inspección?
-¿La inspección? No la hicimos. Llamó el cliente para avisar que no podía y lo pasamos para otro día.
-¿Entonces dónde estuviste?
-En el centro, fuí por las librerías. Encontré el libro que buscabas. No fue facíl porque es una reimpresión. Vendieron todas las copias de la primera edición. ¿Y vos que hiciste?
-Me quede en estudio a trabajar y después volví a casa.
-¿Novedades? ¿Llamó alguien importante? ¿ Hablaste con José?
-No. Ninguna novedad.
No se miran a los ojos, no se mienten abiertamente, pero ambos son conscientes que el rumbo de la omisión que elegieron sólo sirve para retrasar lo inevitable.
-¿Preparamos la cena?
-Espera un poco. ¿No te enojas? Estoy cansado. Tengo ganas de relajarme un poco.

Pero Guille no tiene ganas de moverse; lentamente su mano acaricia la frente, la mejilla.. luego los labios reemplazan sus dedos calientes y, con infinita ternura , recorren todo su rostro para posar en su boca.
Por fin la mente de Pedro está en paz, puede relajarse; Guille siente la tranquilidad tomar posesión del cuerpo de Pedro y lo deja descansar sin decir nada.

La mañana siguiente, ese sentimiento de serenidad, es un recuerdo.
Mientras desayunan, se observan con discreción, perdidos tras las mismas preguntas.
Guille se pregunta por qué Pedro, habitualmente tan directo e incapaz de esconder el más pequeño pensamiento, no le confesó que tomó el expediente de su causa; Pedro, en cambio, sigue preguntándose si algo se le escapa y cual es el motivo por el qué Guille esconde la verdad.
Llegan al estudio sin hablar.
-Más tarde tengo que ir al Juzgado para consultar por el expediente de un cliente.
-¿Voy con vos?
-No, precioso, vuelvo enseguida. Prefiero que te quedés en el estudio y termines el trabajos  para la mediación que tenemos mañana.
Pedro lo mira con atención; el tema de la mediación lo manejó Gaby, pero no dice nada.
Decide aprovechar el tiempo libre para controlar los expedientes del archivo, quizás algo se le escapó a Cuca.. algo que pueda permitirle entender el motivo por cuál, la investigación por su causa, fue cerrada tan abruptamente.
A las 9:30 Guille sale, directo al Juzgado, a las10:00 ya está sentado a la mesita de un bar; José llega poco tiempo después.
-¿Todo bien?
-No mucho. Estamos en un quilombo. Parece que los "amigos" descubrieron que tienen los teléfonos intervenidos. El número de los contactos está limitado . El jefe no usa  el suyo hace tres días.
-¡La puta madre! Así no avanzamos. ¿Miguel Angel se niega a colaborar?
-Lo tienen bajo amenaza. Lo atacaron en el baño de la fiscalía, después de la última vez que hablé con él, y ahora rechaza cualquier charla. Estoy seguro no vamos a tener noticias por ese lado.
-¿Qué pensás hacer?
José lo mira fijo, pensativo, antes de contestar.
-Tenemos que rearmar, otra vez, todo. ¡No hay solución!
-¿Otra vez?
-¡Otra vez! ¿Trajiste el expediente? Quizás ahí encontramos algo.
Después de casi una hora, la atención de Guille se detiene sobre una anotación entre los papeles de Moravia y hecha por él mismo.
-Mira José. ¿Quién es este Antonio Valdes?
-¿Dónde lo encontraste?
- Anotado en esta hoja. Estoy seguro de haberlo visto en alguna otra parte.. ¿Pero dónde? Dame las pertenencias de Moravia.
José  le entrega un  sobre transparente.
Guille reúne los papeles esparcidos sobre la mesita y guarda el expediente en la carpeta antes de extraer, del sobre transparente, los objetos que Moravia tenía cuando lo asesinaron.
Billetera.. portadocumentos.. agenda.. celular..
¿Agenda? Quizás, vio el nombre en la agenda.
Guille la revisa, página por página, hasta que encuentra la anotación que recordaba.
- Dos días antes de morir Moravia tenia una cita, el mismo día en que murió, con Antonio Valdes. Dame el celular de Moravia.
José le entrega el celular y lo enciende, esta casi descargado pero hace a tiempo para controlar las llamadas efectuadas y anotar los números de las llamadas salientes y entrantes.
-Uno es de Miguel Angel, pero este dos hay que controlarlos. Uno de estos es, indudablemente, Antonio Valdes.
-Dame tu anotación; llamo a un amigo y los hago controlar enseguida.
José hace la llamada.
-Tenemos que esperar. No puede darme la información enseguida porque esta en un operativo policía; pero, para mañana, tendremos los nombres.
-Entonces, mañana nos ponemos al día. No me llames al despacho porque esto ocupado en una mediación con Pedro. A lo mejor pasó directamente, con una excusa cualquiera.
-Está bien. Veo que puedo hacer. ¿ Pedro no sospecha nada?
-No. No sospecha nada, pero tiene un comportamiento extraño.
-¿Un comportamiento extraño? ¿Qué querés decir?
-Tuvo una pesadilla. Recordó que Moravia le dijo que, en realidad, quisieron matarme, y se preocupó mucho. Le preguntó a Cuca por el expediente de su causa.
-¿Su expediente?
-¡Su expediente!
-Entonces vió toda la documentación que te dí en custodia para evitar que en la fiscalía..
-No vío nada. Crees que soy estúpido? La documentación esta guardada en un expediente diferente. En la carpeta original queda bien poco.
-Bueno. Me preocupé, sabes que Pedro no podría soportar las presiones de los narcos si se dieran cuenta que conoce de las actividades de Moravia. Logramos evitar consecuencias serias de causalidad y solamente porque Miguel Angel hizo desaparecer toda la documentación cuando lo mató .
-Ya sé. Empezarán a hacer preguntas.
-Ya revisaron la fiscalía y saben que los documentos no están en el despacho, pueden pensar  que Pedro los tomó cuando huyó de la casa dónde Moravia se escondía, el día del homicidio.
-Es muy peligroso. Tengo que tratar de desviar la atención; pero a Pedro, cuando se mete una cosa en la cabeza, no cambia de idea.
-Guille, no necesito recordarte todo lo que hay en juego. Pedro escapó de la muerte por milagro.. con los narcos no se jodé.
Guille suspira, preocupado.
-No quiero ni pensarlo. ¡Fue capaz de enfrentar a la loca de Camilla .. sería capaz de  meterse en un quilombo, solo para defenderme de cualquier peligro!
Mientras tanto Pedro, en el estudio, empezó a controlar, uno a uno los expedientes guardados en el archivo histórico.
Después de una hora no encontró nada; su mal humor aumenta exponencialmente junto al sentido de frustración.
El ruido de una puerta que se abre lo obliga a volver todo a su sitio y a apresurarse hacia la puerta del archivo.
Esta llegando cuando nota una carpeta vacía, abandonada sobre un escritorio. La toma en sus manos, extrañamente atraído por un nombre escrito con un marcador rojo.
Le lleva sólo un instante para registrar el nombre es: Luis de la Vega.
El nombre que Guille eligió para él… para los documentos falsos que le hizo hacer cuando estaba prófugo.
No puede ser un caso… aquel nombre no es un caso.
Ahora tiene una pista:
¡Luis de la Vega!

- continuará...




E SE NON FOSSE UN INCUBO?
-In lingua originale-

Ritornare a casa.. era stato difficile.
Quasi quanto, a suo tempo, era stato difficile affrontare i traumi del passato.. con quelle domande.. con quei dubbi.. ancora irrisolti nella sua mente.
Per molti minuti era rimasto in auto, parcheggiato di fronte casa, senza avere il coraggio di scendere ed affrontare Guille; Pedro si osserva nello specchietto retrovisore dell’auto  e vede riflesso il tumulto interno che ancora lo agita.
“Capirà tutto.. Guille capirà tutto non appena mi vede.”
Non c’è modo di evitarlo… sarà quel che sarà!..
Prende il sacchetto con il libro per Guille ed entra in casa.
Guille è già a casa, lo aspetta seduto al buio sulla sua poltrona preferita; sembra rilassato ma non è così, lui lo conosce bene.
La sua è una posizione di attesa.
Un giocatore di scacchi che aspetta la prima mossa dell’avversario per studiare la sua strategia; per sferrare la sua controffensiva.
In un attimo Pedro comprende che non sopporterebbe il confronto, che qualsiasi parola lo lacererebbe dentro lasciando delle cicatrici incancellabili.
Lui ha bisogno di Guille perché Guille è la sua vita; ha bisogno di staccare da dubbi ed incertezze, bisogno di ricordare il senso di protezione e sicurezza che prova nelle sue braccia.
Senza una parola posa il regalo per Guille su un tavolino, si siede al suo fianco e lo abbraccia.
Annidando la testa nell’incavo del collo di Guille.
Senza una parola Guille lo abbraccia stretto, lentamente gli accarezza i capelli; quasi fosse un bambino da rassicurare.
E’ sempre stato così, tra di loro; un linguaggio muto, un completarsi a vicenda.
Che sia una frase, un ragionamento.. un comportamento.. un’attitudine; poco importa.. è sempre stato così tra di loro!
-Come mai così tardi?
-Il traffico, caotico come al solito, ed un incidente che ci ha bloccati per una buona mezz’ora.
-Il sopralluogo com’è andato?
-Il sopraluogo? Non lo abbiamo più fatto. Ha chiamato il cliente per avvertire che non poteva e lo abbiamo rinviato ad un altro giorno.
-Allora dove sei stato?
-In centro. Ormai ero in centro e sono andato in giro per librerie. Ti ho trovato il libro che cercavi. Non è stato semplice perché è andato in ristampa. Avevano venduto tutte le copie della prima edizione. E tu cosa hai fatto?
-Sono rimasto in studio a lavorare e dopo sono tornato a casa.
-Novità? Ha chiamato qualcuno di importante? Josè si è fatto sentire?
-No. Nessuna novità da commentare.
Non si sono guardati negli occhi, non si sono mentiti apertamente, ma entrambi sono consapevoli che la strada dell’omissione che hanno scelto serve solo a procrastinare l’inevitabile.
-Prepariamo qualcosa per cena?
-Fra un poco. Non ti dispiace, vero? Sono stanchissimo. Ho voglia di rilassarmi ancora un poco. Vai tu, se vuoi.
Ma Guille non ha voglia di muoversi; lentamente la sua mano gli accarezza la fronte, la guancia.. poi le sue labbra sostituiscono le sue dita calde e, con tenerezza estrema, percorrono tutto il suo volto per fermarsi sulla sua bocca.
Finalmente la mente di Pedro è in pace, può rilassarsi; Guille sente la tranquillità prendere possesso del corpo di Pedro e lo lascia riposare senza dire nulla.
Il mattino dopo, quel senso di serenità, è un ricordo.
Mentre fanno colazione, si scrutano con circospezione, persi dietro le proprie domande.
Guille si chiede perché Pedro, abitualmente così diretto ed incapace di nascondere il più piccolo pensiero, non gli abbia confessato di aver preso il fascicolo che lo riguardava; Pedro, invece, continua a domandarsi se qualcosa gli è sfuggito e per quale motivo Guille avrebbe dovuto nascondergli qualcosa.
Arrivano allo studio senza scambiarsi una parola, entrambi persi dietro i propri pensieri.
-Più tardi devo andare al Juzgado per verificare  l’espediente di un cliente.
-Vuoi che venga con te?
-No prezioso, ritorno subito. Preferisco che rimanga nello studio e finisca i lavori preparatori per quella mediazione che abbiamo domani.
Pedro lo guarda con attenzione; i lavori preparatori per la mediazione sono stati fatti da Gaby, lui non può non saperlo, ma non dice nulla.
Ha deciso di approfittare del tempo libero per controllare i fascicoli dell’archivio storico, forse qualcosa è sfuggito a Cuca.. qualcosa che gli possa consentire di comprendere il motivo per quale l’indagine a suo carico è stata chiusa così frettolosamente.
Alle 9:30 Guille esce, diretto al Juzgado, alle 10:00 è già seduto al tavolino di un bar di periferia; Josè arriva poco dopo.
-Tutto bene?
-Insomma. Siamo in guai grossi. Sembra che gli “amici” abbiano scoperto di avere i telefoni sotto controllo. Il numero dei contatti telefonici è estremamente ridotto. Quello che sembra essere il capo non lo usa da ben tre giorni.
-La puta madre! Così non andiamo avanti. Miguel Angel si rifiuta sempre di collaborare?
-Lo tengono sotto minaccia. E’ stato aggredito in bagno, dopo l’ultima volta che sono andato a parlare con lui, ed adesso rifiuta ogni colloquio. Sono certo che da quel fronte non possiamo avere notizie.
-Cosa hai intenzione di fare?
Josè lo guarda fisso, pensieroso, prima di rispondere.
-Dobbiamo rifare tutto da capo. Non c’è soluzione!
-Da capo?
-Da capo! Hai portato il fascicolo? Forse ci è sfuggito qualcosa.
Dopo quasi un’ora l’attenzione di Guille si sofferma su una annotazione trovata tra le carte di Moravia e fatto da lui stesso.
-Guarda qui Josè. Chi è questo Antonio Baldes?
-Dove lo hai trovato?
-Qui. Annotato su questa copertina. Sono convinto di averlo letto da qualche altra parte.. ma dove? Ridammi gli effetti personali di Moravia.
-Sono qui, in questa busta trasparente.
Guille raduna le carte sparse sul tavolino e rimette il fascicolo in borsa prima di estrarre dalla busta trasparente gli oggetti che Moravia quando è stato ucciso.
Portafogli.. portadocumenti.. agenda.. cellulare..
Agenda? Forse aveva visto quel nome sull’agenda.
Guille la controlla pagina per pagina fino a quando non trova quel che ricordava.
-Guarda qui Josè. Ci siamo. Due giorni prima di morire Moravia ha annotato un appuntamento, per lo stesso giorno in cui è morto, con Antonio Baldes. Dammi il cellulare.
Josè gli porge il cellulare e Guille lo accende, è quasi scarico ma fa in tempo a controllare le telefonate effettuate da Moravia il giorno in cui ha annotato la chiamata ed annotare i numeri telefonici rimasti memorizzati.
-Uno è di Miguel Angel, ma questi due sono da controllare. Uno di questi è sicuramente di Antonio Baldes.
-Dammi il tuo appunto; chiamo un mio amico e li faccio controllare subito.
Josè fa la telefonata mentre Guille conserva tutte le cose di Moravia.
-Dobbiamo aspettare. Non può darmi subito l’informazione perché è impegnato in un’operazioni fuori citta, ma per domani avremo i nominativi.
-Allora ci aggiorniamo a domani. Non chiamarmi in ufficio perché sono impegnato in una mediazione con Pedro. Magari passa direttamente con una scusa qualunque.
-Va bene. Vedrò cosa posso fare. L’importante è riuscire ad avere le informazioni che cerchiamo. Pedro non sospetta nulla?
-No. Non sospetta nulla, però ha un comportamento strano.
-Un comportamento strano? Che vuoi dire?
-Ha avuto un incubo. Ha ricordato che Moravia gli ha detto che, in realtà, volevano uccidere me, e si è preoccupato molto. Figurati che ha persino chiesto a Cuca il fascicolo che lo riguardava.
-Il suo fascicolo?
-Il suo fascicolo!
-Ma allora ha visto tutta la documentazione che ti ho dato da custodire per evitare che nella fiscalia..
-No non ha visto nulla. Mi consideri uno stupido. La documentazione è conservata in un fascicolo diverso. Nel fascicolo originale è rimasto ben poco.
-Bene. Mi ero preoccupato, sai che Pedro non potrebbe reggere le pressioni dei narcos se si accorgono che è al corrente delle loro attività. E’ riuscito ad evitare conseguenze serie per un pelo e solo perché hanno creduto che Miguel Angel avesse fatto sparire tutta questa documentazione quando ha ucciso Moravia.
-Già. Se si mette a far domande, dato che hanno già controllato in fiscalia e verificato che i documenti non sono conservati nel tuo ufficio, penseranno che li abbia presi lui quando è scappato dalla casa dove si nascondeva Moravia il giorno dell’omicidio.
-E’ un pericolo serio. Cercherò di distogliere la sua attenzione ma Pedro, quando si mette una cosa in testa, non è gestibile.
-Guille, non ho bisogno di ricordarti cosa c’è in gioco. E’ sfuggito alla morte per miracolo..  con i narcos non si scherza.
Guille sospira, preoccupato.
-Non me lo ricordare.. il solo pensiero mi fa tremare i polsi. E’ stato capace di affrontare quella pazza di Camilla vuoi che non commetta qualche sciocchezza se pensa di dovermi difendere da qualche pericolo!
Nel frattempo Pedro, rimasto solo nello studio, ha incominciato a controllare, uno ad uno i fascicoli conservati nell’archivio storico.
Dopo un’ora non ha trovato nulla; la sua irritazione è aumentata esponenzialmente insieme al senso di frustrazione.
Il rumore di una porta che si apre lo costringe a rimettere tutto a posto e ad affrettarsi verso l’uscita dell’archivio.
E’ quasi sulla porta quando nota una carpetta vuota, abbandonata su un tavolino vicino alla porta.
La prende in mano, stranamente attratto da un nome scritto sull’esterno con un pennarello rosso.
Ci mette solo un attimo per registrare il nome; sul frontespizio c’è scritto Luis de La Vega.
Il nome che Guille aveva scelto per lui per i documenti falsi che gli aveva fatto fare quando era profugo.
Non poteva essere un caso.. non poteva essere un caso… quel nome non era un caso.
Ora aveva una pista, un nome… Luis de la Vega!
-Continua-

14 comentarios:

  1. Ahhhh nervios! Jugando al gato y al ratón pero sin olvidarse nunca del amor...me encanta Anto!

    ResponderEliminar
  2. Me encanto!!Quiero mas porsupuesto! Gracias!!

    ResponderEliminar
  3. Oh, oh!!! Que nervios!!! Que bien lo conoce Guille a Pedro (y José también), mmmmm, Cielito te estas metiendo en terreno complicado. Me encanta la escena del sillón en la casa, abrazados y juntos. Tiemblo por lo que viene, la Marquesa no tiene piedad!!! Abrazo Anto!!

    ResponderEliminar
  4. Por favor la continuación ya!!!!!!!!! con ganas de seguir leyendo!! muy intrigante, me encantó!!! Felicitaciones. Gracias por compartirla!!!!!! Susy

    ResponderEliminar
  5. No, así no podés, Anto!!! Dejarnos así es crudeldad :D La espera será dificilísima ... Gracias por la escena en el sillon: adorable!!

    ResponderEliminar
  6. Gracias Antonia por este relato algo cruel pero apasionante!. Espera intrigante! Cuando sigue? Marlene Rodrìguez




    ResponderEliminar
  7. Me encanta!! Esta historia tiene todo, suspenso, amor! Que no le pase nada a Pedro por favor! Y José siempre ahi no me gusta nada! Genial! Falta mucho para la continuacion???... Magaly

    ResponderEliminar
  8. Hermosa história, Antônia!! Recién ahora leí los 3 capit de corrido!! Me encantó!! Y, cómo Mônica, te Agradezco la escena del sillón...sublime!! D lo + tierna y Dulce!!! El amor + grande!!... hermosa la complementariedad d los 2!!! Gracias!!! quedo esperando el siguiente... Cuanta intriga!!! Prontito, please!! Carina

    ResponderEliminar
  9. Tengo los nervios a flor de piel!!!!! Esta histria es tan tan intensa, me encanta, por favor necesito mucho mucho mas!! Miles de gracias Felicitas.

    ResponderEliminar
  10. LINDISIMA HISTORIA ANTONIA ¡QUE INTRIGA! ESPERO QUE CIELITO NO SUFRA MUCHO,SABEMOS QUE HARIA CUALQUIER COSA PARA PROTEGER A SU GUILLE.
    BUENO, ESPERO LA CONTINUACION,GIRO SORPRENDENTE,ME ENCANTA.
    ¡CUANTAS HISTORIAS MARAVILLOSAS,PARA ESTOS AMADOS PERSONAJES!
    FELICITACIONES ANTONIA.EL AMOR SIEMPRE TRIUNFA
    JOSE SE LA DA DE BUENITO, PERO NO CONFIO EN EL, EN EL FONDO NO SOPORTA A CHIQUITIN LINDO.
    TE QUEREMOS PEDRO, TE QUEREMOS.MONICA DE LANUS.

    ResponderEliminar
  11. Antonia, qué bien planteada está la historia, muy buen manejo de la intriga, el suspenso, y la psicología de los personajes.. Te felicito, esperamos la continuación, y por favor, piedad para Cielito!

    ResponderEliminar
  12. Esperando la continuación por favor!!!!!! muy buena historia!!!!!!!! Susy

    ResponderEliminar
  13. Qué pena que no siguiera... mucha expectativa... una intriga genial!!! atrapante... Felicitaciones por estos tres capítulos.

    ResponderEliminar