sábado, 12 de abril de 2014

Viñetas: Hilo Rojo (4ta parte B) by Lupillar

HILO ROJO

SEGUNDO FRAGMENTO

NEGADOR

FEBRERO

La vida se proyectada entre el estudio, su hijo y una que otra perdida a Rosario. El turno era de un hombre joven, se conocieron en un viaje que tuvo por trabajo. En un bar con una copa de vino, unas miradas, alguna que otra frase armada, incoherente, un roce aquí, una insinuación allá. Le comió la boca exquisita en el carro y terminaron en la habitación de un hotel, el muchacho le pidió volverse a ver, sin reglas ni contratos. Era una delicia, ahora no sabía porque le gustaban pero los buscaba de ojos grandes, brillantes y de boca generosa, moría por besar unos labios llenos. 

Ya había perdido la cuenta de las veces que se veían con el muchachito pero una alarma se disparó cuando en medio del juego post sexual le pidió verlo en Buenos Aires, no creía tener necesidad, y con pánico huyo aquella mañana, se vistió deprisa y mintió sobre una reunión urgente.
Ya se trataba de evasivas constantes, de mentiras construidas, de volver a la rutina, ya habría otro y en otro momento. Nada que implicara llegar hasta allá, al fondo de su alma. Nada que llegara hasta hacerlo sentir como aquella mañana en el subte perdido en esos ojazos, subyugado al aroma y dispuesto a todo por un mero roce, un solo beso o solo una caricia.

ABRIL

El dolor de sentirse engañado por Fabián le superaban los días, no sabía en que había fallado y la constante replica de su vida oculta que hasta ahora había sido descubierta lo dejaban sin base, sin terreno seguro donde pisar. Ver en aquellos ojos oscuros de su hijo una mezcla de desilusión y de rabia le arrancaban la poca paz que con tantos años logro armar, lo desdibujan, se encuentra cara a cara con él mismo, un golpe al alma, un golpe certero y del cual no se logra reponer.

En un efecto domino se han convertido sus días, amigos que creyó cercanos, se giran, dan la espalda y niegan relación alguna, clientes que con miles de excusas se retiran del estudio, faltas de dinero, alguna que otra deuda pero sobretodo la relación densa, oscura, patológica de su esposa. Rebasado al límite llora una tarde en soledad, sentado frente a su escritorio y repasa su vida, toda una farsa, una gran mentira que día a día se fue perfeccionando, nada le incentivan a girarla, solo Fabián en una parte de ella no en su totalidad.

MAYO

A regañadientes su hijo llega a trabajar en el estudio. Poco a poco liman asperezas, dedican almuerzos juntos, comidas en silencio con tintes de complicidad. Guillermo necesita por todos los medios recuperar su hijo, sabe con absoluta seguridad que es lo único que lo mantiene cuerdo, lo mantiene en paz. En una paz muerta, por lo menos.

El chico de rosario se aparece sorpresivamente en el estudio, desubica y lastima más el corazón de Guillermo que temeroso observa como Fabián lo enfrenta. “ese tal Joaquín, fue amante mío” el chico lo señala a Guillermo y siente desfallecer ante la mirada profunda de su hijo. Ya sin palabras no es capaz de negarse, sin ganas de pelear agacha la cabeza y acepta uno de sus otros errores, Fabián dolido sin pronunciar absolutamente nada más se da la vuelta y Guillermo escucha el portazo al salir.

Decide caminar. El aire, la tarde en algo podrían mitigar el dolor al sentirse realmente solo, y no por la partida desgarradora de Fabián aquella mañana; por esa falta de algo poderoso, importante, glorioso que jamás paso en su vida.

Recorre un camino que hace mucho no tomaba, aquel sitio en el puerto, aquel edificio de aquella madrugada hace muchos años se presenta ante él, y una sensación dolorosa se atraviesa de nuevo al recordar esa locura momentánea de la que fue presa por un hombre sin rostro que creyó ver en el subte. Repara en ese balcón y una tristeza sin forma, una nostalgia se apoderan sin darle tregua y ya cansado de luchar llega a su casa, a su cama y por primera vez en su vida desea no vivirla más, no encuentra un motivo suficiente de lucha, un motivo de pasión y se sorprende al darse cuenta que hace mucho vive sin estar ella presente en nada. Una vida meramente dormida.

JUNIO 

Al paso de los días, algunas cosas han tomado su rumbo. Continúa buscando espacios posibles para hablar con su hijo que a su tiempo y a su manera ha ido aceptándolo. El proceso de divorcio continua su camino y la rutina nuevamente se hace cargo.

La demanda de casos hace pensar en contratar un nuevo abogado, Marcos le comenta de un hombre llamado Pedro Beggio penalista, joven con un currículo impresionante… ¿Pedro Beggio? El nombre le ronda todo el día, ¿de dónde lo conoce?, ¿dónde escucho ese nombre? Le solicita a Marcos la carpeta para verlo y le pide llamarlo para concertar una entrevista, seria de vital importancia que llegara lo antes posible, el estudio requiere soporte y fluidez de caja.

El celular suena insistentemente, lo toma. Ana. Fabián fue apuñaleado a la salida de la casa por el ex novio de su nueva conquista, sale al trote, deja encargado a Marcos de todo y una carpeta abandonada sobre el escritorio a medio abrir con la foto de Pedro Beggio.

Ver a su hijo entubado, lejano a él allí en esa cama le desgarra el alma. El médico le da un parte de tranquilidad, no se lesiono ningún órgano vital, necesitara descanso y quietud para la cicatrización. Solo fue una suerte que la lesión no desviara unos milímetros, sería otra historia. El chico dormido y Guillermo atengo a la respiración, rogando que abra los ojos. Pasan las horas hasta que Fabián desubicado lo llama y con lágrimas en los ojos le pide perdón por ser un chiquillo tan inmaduro, Guillermo atorado solo le besa la frente, ya habrá otro momento para charlar, otro momento para acordar algunas normas pero por este instante solo le asegura que él es su vida, no desea volver a padecer esa agonía de perderlo, él no podría cargar con ese peso.

Hace años no fuma, lo dejo por Fabián pero los nervios lo rebasan y busca un sitio lejano, abierto. Fumarse un pucho. En la parte trasera del hospital encuentra un pequeño patio y al entrar se encuentra a un hombre de espalda luchando por respirar, inquieto lo mira y decide salir hasta que escucha un llanto cargado de dolor, de nuevo lo repara “¿está bien, necesita algo?” lo ve negar con la cabeza y a punto nuevamente de irse siente ese llanto cercano a él, lo conmueve y una angustia se le instala en el pecho, sin saber por qué llega a su lado y le toca el brazo cuando un par de ojos inmensos inundados en lágrimas le absorben la vida, el alma.


1 comentario:

  1. Su destino siempre sera estar juntos!...espero ansiosa la continuacion!!! Magaly

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