viernes, 23 de mayo de 2014

Hostería (15va parte) by Elena



Hostería Acto de Fe
De “Una de espías” ¾ a “Espías en familia” ¼
Una parábola para Paula



San Petersburgo
Se reúnen en la habitación de Agustín
-          Qué es eso?
-          Armas – responde Marcial sin ocultar su desagrado ante la presencia de Guillermo
Observa a Pedro algo pálido, la mirada clavada en el piso, apenas participa de la conversación  - qué es lo que piensan hacer?
-          Entramos, lo sacamos y nos vamos
-          No se les ocurre nada mejor? en dos minutos tenemos a la policía atrás nuestro
-          Dejanos hacer nuestro trabajo
-          Es una locura…
-          Lo vamos a sacar esta noche, no podemos volver a este hotel, deberías irte a Imatra
-          No voy a salir del país sin vos
Le entrega un papel con una dirección escrita en ruso – espéranos acá, no es un lugar lindo, tené cuidado
-          Esto es una estupidez
-          Andaté
-          Pedro…
-          Andaté ahora
Cancela la cuenta y llevando la mayor parte del equipaje se dirige al pequeño hotel en las afueras de la ciudad. Un lugar donde nadie pregunta nada. Una habitación chica con varias camas. Un sitio donde esperar en la larga y blanca noche de San Petersburgo. Sabe que algo no está bien mirando pasar las horas en el reloj sin novedades, puede sentirlo en la boca del estomago cuando al fin, de madrugada, escucha ruidos en el pasillo. Abre la puerta dejando entrar a Marcial y Maidana que ayudan al hombre que apenas se mantiene en pie – y Pedro?
-          Lo agarraron
-          Qué?
-          Tranquilo Guillermo, en unas horas lo vamos a ir a buscar
-          Como que en unas horas? Ahora mismo vamos! Sabía que esto era una idiotez! Se los dije!
-          Cálmese y no grite, no empeore las cosas – contesta Marcial mientras ayuda al hombre a acostarse, le inyecta suero endovenoso y varios medicamentos
-          Que le pasa?
-          Nada. Está deshidratado y drogado, en unas horas va a estar bien y va a poder ayudarnos. No se preocupe, Agustín no va a hablar
-          Por supuesto que no va a hab…- se interrumpe cuando entiende el significado de esas palabras, cierra los ojos y respira hondo intentando calmar el dolor en el pecho, el torbellino de sangre que ruge en sus oídos no le deja oír la voz de Maidana “no le va a pasar nada”. Mejor pensar en qué hacer – dame un plano del hospital
--------------------------------------------------
Sabe de sobra lo que tiene que hacer, solo apegarse a la letra “Serguei Petrovich. Lo contrataron para sacar a ese paciente. No, no sabe porque, tampoco quien. Si pagan bien, el no pregunta” y dejar pasar el dolor de los golpes y olor de la piel quemada. Tiene unas horas antes de que lo identifiquen y la vida de Guillermo corra peligro por su causa, otra vez. “Serguei Petrovich, no sé quien me contrato”. Se concentra en no perder el conocimiento cuando al fin lo abandonan en la habitación, espera el momento de poder escapar.
-----------------------------------------------------
Estudia una y otra vez el edificio. Los patios, entradas, salidas, las distintas plantas, el helipuerto. Necesita un plan – en donde es probable que lo tengan? adonde evacuan a los pacientes en caso de incendio?
Marcial traduce las respuestas del desconocido que finalmente se levanta y se acerca para presentarse – Iván Ivanovich
-          Guillermo Grazziani – contesta estrechando la mano extendida – si ustedes dos pueden entrar, provocar un incendio acá y acá – señala los puntos en el plano – buscarlo y sacarlo en una de las ambulancias, Maidana y yo los esperamos en el auto afuera
------------------------------------------------------------
Las corridas, gritos y el ruido de las alarmas lo alertan, suelta las ataduras que le sujetan las manos y los pies y se esconde detrás de la puerta. Inmoviliza al hombre vestido de blanco que entra a la habitación – soy yo, idiota, soltame – Marcial – vamos!
Caminan por los pasillos y salas llenas de humo entre el personal, médicos y pacientes hacia los patios siguiendo el plan de evacuación. Sube en la parte de atrás de la ambulancia al lado del chofer inconsciente y escapan del hospital aprovechando el caos de ambulancias y camiones de bomberos.  Se desvían del grupo unos cientos de metros después y trasbordan al auto que acelera rumbo a Svetogorsk.
Se da vuelta para mirarlo mientras viajan en silencio a toda velocidad por la autopista; recostado contra la puerta con los ojos cerrados, tan solo como si estuviera a miles de kilómetros de distancia. Apoya una mano sobre su rodilla para hacerle saber que está ahí para él y pasan unos segundos eternos antes de que pueda leer el mudo “te amo” en los labios que apenas se mueven. Dos horas los separan de Finlandia.
-          Maidana, vos y Guillermo vayan por tierra. Incendia el bosque antes. Nosotros cruzamos por el rio
-          Pedro no…
-          Haceme caso
-          Estas bien?- siente muy calientes los labios en el beso apresurado y breve
-          Agustín, tenemos que irnos
-          Ahora sí. Vayan rápido, ya nos deben estar buscando, dame los documentos que tengas de mas
Se reúnen a orillas del Vuoksi unos kilómetros más allá de la frontera rusa, lo estrecha en un abrazo interminable cuando al fin lo tiene junto a él en el asiento trasero del coche.  Acaricia la frente perlada por el sudor – tenes fiebre, estas hirviendo – revisa con cuidado los golpes y quemaduras, moja un pañuelo para refrescarle la cara y el torso. Puede ver la escena idéntica en el auto donde la mujer rubia recibe a Iván – quién es?
-          Su esposa
Lo abriga con su saco y lo recuesta contra él mientras la ve acercarse – descansa, amorcito, ya termino – extenderle la mano y murmurar una sola palabra
-          спасибо (spaciba)
---------------------------------------------------------------------------
Gira la cabeza sobre la almohada, puede sentir el perfume de Guillermo antes de abrir los ojos. Esta solo en una habitación desconocida, alguien se encargo de asearlo y cambiarlo. Sentado en la cama recuerda….el hospital, los golpes, la ambulancia, el bote. Se levanta y sale de la pieza para buscarlo. Nada importan los dos amigos que juegan a las cartas en la mesa cuando encuentra el refugio de los brazos que son su lugar en el mundo y se bebe en un beso el aliento que necesita para respirar – sentate, precioso, tenes que comer algo.
Recorre con los ojos el lugar, una cabaña – donde estamos?
-          En Oulu, cerca de la frontera con Suecia
-          Que día es?
-          Sábado
-          Tenemos que ir a Helsinki
-          Pedro, estamos en la otra punta del país
-          Los chicos están allá – agrega con un hilo de voz
-          Cuales chicos?
-          Como cuales? Los nuestros Guillermo! Quienes van a ser? Tenían que llegar ayer con Laura, hice una reserva en un hotel para quedarnos varios días
-          Vos estas definitivamente loco
-          Era una sorpresa
Suspira – comé mientras preparo los bolsos, y después haceme acordar que te mate.

Continuará....








14 comentarios:

  1. Acción, amor, tensión.. hay todo. sobre todo hay Graziani que de simple comprimario, se descuelga en los vestidos de la espía para poder salvar, y recobrar, su querido Pedro. ¿Y ahora? No nos queda que esperar para descubrir como atravesarán el confín con Suecia. Felicitaciones #PuroAmor

    ResponderEliminar
  2. Este Guille metido en la loca voràgine del mundo de los espias internacionales y desconcertado me encanta! Se habrà imaginado alguna vez, algo semejante, cuando se enamoraba de Pedro? Pero todo sea, por el amor de su vida! Qùe historia tan bonita, Elena. Gracias. Espero la continuaciòn. Marlene Rodrìguez

    ResponderEliminar
  3. Spasiba mi querida Elena ♥ amo a este Guille jugado a pleno por el hombre que ama, saltándose obstáculos y miedos por defenderlo de todo y de todos. Esperamos el reencuentro familiar!

    ResponderEliminar
  4. Elena "Hostería" me puede, es una mezcla de acción, ternura y humor que genera adicción. Merece el eterno "continuará"!!! No veo la hora de que se reencuentre la familia completa, va a ser para alquilar balcones. María Elena

    ResponderEliminar
  5. Me encanta "Hosteria Elena!! es una historia muy tierna en medio de un Graziani jugadisimo por Pedro!! Gracias!

    ResponderEliminar
  6. Amar ese Guille, Elena!! Un hombre que se juega por quien ama <3 <3 <3
    y Agustin...ya lo sabes, me puede!
    Ahora me quedo con la frase que me hizo enloquecer "cuando encuentra el refugio de los brazos que son su lugar en el mundo y se bebe en un beso el aliento que necesita para respirar"...con esta voy a aliviar la espera de la proxima entrega.
    Gracias #PuroAmor

    ResponderEliminar
  7. Elena...amo esta familia y ahora metidos en este asunto de espias!! no no me muero....me encanto....y el final.....haceme acordar que te mate.......un autentico Graziani.....me encanta ya quiero saber como haran para encontrarse con sus preciosuras!! GRACIAS por tu bella forma de escribir!!! Barby

    ResponderEliminar
  8. Adoro este Guille dominando el capìtulo entero,tan Hombre,tan enamorado... Mis partes favoritas: "Apoya una mano sobre su rodilla para hacerle saber que está ahí para él y pasan unos segundos eternos antes de que pueda leer el mudo “te amo” en los labios que apenas se mueven..."

    ResponderEliminar
  9. Menos mal no fue muy largo el sufrimiento de Pedro!!! Me encanta esta historia, la ternura, angustia, acción, cuota medida de sufrimiento, amor!! Gracias!!!!que no termine nunca!!!!!!!!! Susy

    ResponderEliminar
  10. Me encantó! Vamos a ver donde los lleva la proxima esta aventura!

    ResponderEliminar
  11. Acá una mega fanática de Hosteria, Agustín, Marcial y Maidana!!! Son lo más!!!

    ResponderEliminar
  12. Y aguante Graziani papá pollito in love =P

    ResponderEliminar
  13. YA LO HABIA DICHO QUE ESTA HOSTERIA ES IMPREDESIBLE, EN ELLA TODO PUEDE OCURRIR.
    FANTASTICO RELATO,AMOR, ACCION, ESPIAS.
    ESTAS AVENTURAS NO NOS DAN RESPIRO,AUNQUE EXTRAÑO EL DELTA.
    GUILLE SUPER TIERNO,COMO A MI ME GUSTA, SIN VERGUENZA A DEMOSTRAR SU AMOR.
    CIELITO, UN VALIENTE TOTAL, ES MI DEBILIDAD.
    ELENA, GRACIAS Y ESPERO EL PROXIMO CAPITULO. MONICA DE LANUS

    ResponderEliminar