Capitulo Anterior: http://actosdefeylibertad.blogspot.com.ar/2014/07/hosteria-17va-parte-by-elena.html
Una
sonrisa así
En
complicidad con Paula
Sujeta
sus manos contra la pared ni bien entran a la habitación del hotel – ¿Cómo
hiciste los trámites para salir con la lancha si…
-
No sos el único que puede falsificar una firma
-
Pero son personales y me conocen
-
Callate…
Y
comienza la milimétrica tarea de desvestirlo y recorrerlo lo más lento que
puede. Conoce su cuerpo tan bien como al propio. Y siempre encuentra un detalle
diferente. Sabe dónde y con qué fuerza besar, donde rozar con el borde de las
uñas, las yemas de los dedos o acariciar con la palma plena. Puede anticipar el
cambio en el ritmo de la respiración – cielito, esos puntos son lo más anti… -
La lengua en su boca lo interrumpe – shhhh…seguí – Donde alcanza solo con el
aliento o hacen falta los dientes para arrancar el primer gemido. Y como hacer
que los músculos se tensen y el cuerpo se cubra de una fina capa de sudor antes
de volver a los labios entreabiertos y los ojos cerrados. Se separa solo lo
suficiente para que un poco de aire lo estremezca de frío, apenas sostenido por
la pared y los puños crispados – Guille, que esperas
- ¿Qué esperas, vos?
Lo ve
abrir los ojos ennegrecidos por las pupilas dilatadas y estirar los labios en
una sonrisa ancha y se deja arrastrar a la cama, sacar la ropa a tirones y
envolver en el ritmo siempre cambiante de las caderas de Pedro, una tormenta
indómita que se derrama sobre él y se acurruca, después, mansa entre sus
brazos.
-
Amor
-
Mmmm
- ¿Porque Colonia?
Besa en
silencio el pelo, la frente y las mejillas
-
Guille
-
Mmm
-
No me vas a distraer tan fácil
-
Me esmero mas entonces…
Se
despierta con el olor del desayuno y la vista de Graziani vestido y estudiando
folletos de turismo
- ¿Tan temprano? – se despereza
-
Es cerca del mediodía, levantate que se enfría
-
Mira que no me olvide eh!
- ¿De que, lindo?
- ¿Porque Colonia?
-
Te contesto si me decís a que rubia se refería Marcial el otro día –
responde sin levantar la mirada
Abre la
boca y, tras un instante de pensarlo mejor, la cierra, exhala un bufido y se
refugia en el baño – que no te vea reírte.
Caminan
por las calles del casco antiguo, el pulgar de Guillermo en el bolsillo trasero
del pantalón de Pedro. Esta bastante acostumbrado a que las mujeres y algún que
otro hombre se volteen a verlo, pero lo de esa pelirroja de allá es demasiado.
Estrecha el abrazo cuando la ve acercarse.
- ¿Que pasa, amor?
- ¿Agustín?
- ¿Katia?
La
abraza. Bingo.
-
Te presento, el es Gui…
-
El famoso Graziani, un gusto
-
Igualmente
- ¿Que haces acá?
-
Trabajando, cuidando algunos… detalles…
-
Te dejo la dirección de casa – sin hacer caso a la mirada furiosa de
Guillermo – así pasas a visitarnos
-
La tengo, Marcial me la dio, un día de estos voy
Se
despiden y siguen camino, o más bien prácticamente lo arrastra a una calle
desierta y lo arrincona contra la pared – Guille creí que en público no…
-
No seas boludo. Me explicas YA quien es esa mujer y que es eso del
famoso Graziani
-
Te dije que con el quilombo que arme con la causa Moravia eras más
famoso que James Bond – beso
- ¿Y ella?
-
Investigaba la conexión acá en Uruguay, se encontró con Marcial en
Paris y… bueno…
-
Creí que estaba con…
-
Rompieron, por eso dejo el estudio y se fue a Chile
- ¿Porque no me contaste?
-
Siempre me decís que no te interesa la vida privada de los demás
- ¿Y desde cuando me haces caso?
-
Siempre – otro beso – casi. ¿Vamos a la playa?
-
Sabes que no me gusta la playa
-
Dale, vamos…por favor...
Suspira;
no, todavía no puede decirle que no casi a nada cuando sonríe así, y ya está
arrastrándolo por las calles de la ciudad hacia la costa – ¿podemos caminar como
gente normal? – pésima frase porque lo rodea con sus brazos atrayéndolo y lo
besa dulce y apasionado como solo él puede hacerlo –Pedro, esta todo el mundo
mirándonos – y los labios otra vez peligrosamente cerca – está bien, está bien,
ya entendí, vamos.
Contempla
el rojo atardecer sobre el rio, de pie en la playa, apoyado contra el pecho de
Pedro
- ¿No nos podemos quedar unos días más?
-
Tenes turno con el médico el lunes y yo…
- ¿Qué?
-
Nada
Lo
obliga a incorporarse y a mirarlo, las cejas fruncidas sobre los ojos marrones
– tengo una audiencia en la causa del cliente de Juan.
- ¡Tenes una capacidad tan grande de arruinar cualquier momento!
- ¡Espera! ¡No me hagas correr! ¡Pedro! – lo alcanza, agitado, bastantes
metros más adelante – te invito a cenar, ¿queres?
-
A cenar ¿y que mas?
Le
agarra el mentón y besa los labios perfectos, sonrisa – no me provoques…
- ¿Nos podemos quedar?
Entrecierra
los ojos y responde – depende como te portes
Y,
demás está decir, que se porto muy bien. No protesto por la elección del vino y
dejo que elija el postre, claro que a esa altura de la noche, pidió su
favorito. Y llegados al hotel… - dijiste que te podias soltar de casi todo?
-
Guille no…
-
Amorcito, ¿vos te queres quedar unos días más?
Y no se
desato.
Duerme
intranquilo, agitado por una pesadilla…el departamento ocho…sangre en la pared…
la bolsa negra…y se despierta sentado en la cama, temblando, sofocado y
transpirado, estira la mano para tocarlo sin animarse a mirar y al fin respira
y reconoce la habitación del hotel en Colonia. Ata cabos a toda velocidad,
Camila, la casa de Orestes en Montevideo, la conexión en Uruguay, “trabajando,
cuidando unos detalles” – Pedro, despertate
- ¿Que pasa, amor? – se despabila de golpe cuando ve el estado en el que
esta – ¿te sentís bien? ¿Te traigo agua?
Lo
aferra de la muñeca – te quedas acá, decime la verdad
-
No te entiendo
- ¿Quien es Katia? ¿Que hace acá? Y no me mientas
Traga
saliva y explica balbuceando – el ultimo domicilio de Camila era en Montevideo,
pero hace unos días le perdieron el rastro, tal vez no sea nada, pero estando
tan cerca…
- ¿¡Sabias que veníamos a Colonia y así y todo me hiciste creer que te
estaba dando una sorpresa!? – grita
-
No, no. Me aviso Marcial esta mañana
- ¡Se supone que tengo que creer eso!
-
Revisa mi celular si queres, tranquilizate
- ¡No tengo que revisar tu teléfono para saber cuándo me mentís!
- ¡No estoy mintiendo! Prefectura le aviso de la salida de la lancha y…
- ¡No me trates de estúpido! Desde cuando Prefectura le informa a Marcial
nuestros movimientos!
-
A Marcial o a Maidana mi amor, siempre, por seguridad, y mandaron a
Katia por …
- ¡Y cuando pensabas decírmelo! No necesito que me cuiden vos ¡y tu
dichosa agencia!
-
Guille…no…se preocupan por nosotros nada mas
-
Nos volvemos, ¡ahora!
-
Dijiste que nos podíamos quedar…
-
No me importa, levantate y vestite
-
Hay aviso de tormenta
- ¡Ya, Pedro! ¡Ya! ¡Después soy yo el que arruina las cosas…la puta que te
pario!
-
Guillermo… la lancha no puede cruzar el rio con tormenta
- ¡Levantate, ahora!
La
tormenta los alcanza a mitad de camino. Las olas inclinan peligrosamente la
lancha hacia uno y otro lado amenazando volcarla, la lluvia cae torrencial y el
viento azota
- ¡Andate adentro!
- ¡Decime en que te ayudo!
- ¡Entra! ¡No puedo controlar la tormenta, la lancha y a vos!
- ¿¡Busco la bomba de achique!?
Aferrado
al timón resiste el embate del agua que barre la cubierta y mira alrededor – ¡¡Guille!! ¿¡Donde estas!?-grita
Continuará...