lunes, 20 de octubre de 2014

Embrujo (6ta parte) by Antonia & Elena



Transcurrieron horas desde el momento en que Pedro fue trasladado a la habitación después de la intervención quirúrgica para remover la bala.

"Por suerte no toco órganos vitales. Unos días y podremos darle el alta. Solamente el tiempo necesario para evitar infecciones post-operatorias.”

El cirujano fue tan convincente, fuera del quirófano. Pero mirarlo inmóvil, la cara pálida, las cejas arrugadas como perdidas tras un mal sueño o un dolor persistente.. renueva en él el recuerdo de la conmoción que sintió al verlo en el piso cubierto de sangre.
La misma que  mancha aun la manga de su saco.
Nunca había imaginado perder su inmutable cabeza fría.. sin embargo se encontró gritando, desesperado, que se apuraran.. qué el chófer evitara los pozos porque a cada sacudida Pedro se desmayaba por el dolor.. qué lo atendieran pronto.. qué le dieran información..
Una larga lista de puteadas, de órdenes..qué termino con Pedro en una habitación privada y con él admitido fuera del horario de visita. Tentado de tomar aquella mano abandonada sobre la sábana.. de apretar los dedos largos, que lo empujaron apartándolo del tiro de aquella pistola, para salvarle la vida.

Arreglo todo, impartio las órdenes necesarias para descubrir y detener al hijo de puta que disparo.. pero todavía no esta satisfecho porque siente que algo se le escapa.

"¿Cómo hizo, Pedro, para saber que algo iba a pasar? De una cosa estoy seguro Pedro estaba serio, distraido.”

Por enésima vez le controla la temperatura, se sienta y por fin, cede al impulso de apretar aquella mano entre las suyas. La reacción de Pedro no se hace esperar, un movimiento de los párpados, los dedos que aferran los suyos y su mirada qué enseguida se calma en verlo sentado junto a su cama.

- ¿Por qué me empujaste? ¿Cómo supiste que querian matarme?
- Guille, escuchame, busca en mi celular, Carlos Fernandez, es un periodista amigo mio, el tiene toda la informacion, decile que haga publico el atentado, es la unica forma de que estemos a salvo, anda – agotado por el esfuerzo y bajo el efecto de los sedantes, cierra los ojos y se duerme. Guillermo llama al médico de turno y le recomienda no dejarlo solo por ningún motivo, llama al periodista para fijar el encuentro.
"¿Que informacion me esconde Pedro y por qué?”

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Se despierta por la presión de las manos  sobre la boca y el pecho – Vos te crees muy vivo, nene. Te puedo matar ahora mismo si quiero. – lo suelta y con una jeringa pincha la guia del suero – Decime que pongo en tu lapida
-Espera, espera!
-No tengo paciencia. Si sos tan inteligente ya deberias haberte dado cuenta, te pedi que investigues a Graziani.
-Hay una mujer, y algo de su pasado que le preocupa y esconde.
-Eso es muy poco.
-Necesito mas tiempo.
-Ya te di tiempo, decime algo mas.
-Alguien lo llamo y lo que le dijo lo asusto, pero no se quien, por favor...
-La mujer?
-Puede ser.
-Como es ella?
-Mas o menos de su misma edad, pelo castaño, estatura media – y por fin retira la jeringa.
Portate bien, nene, no te conviene hacerme enojar.
Cierra los ojos y suspira cuando lo ve salir, tiembla, estar al borde la muerte dos veces es demasiado. Se levanta, agarra su ropa, retira el cateter de su brazo,  se viste como puede y busca el celular.
-Guillermo, Pedro. Necesito que me vengas a buscar y me saques de aca.
-¿Qué paso? ¿Estás bien?
-No me hagas preguntas. Veni por favor, quiero que me lleves a mi casa.
-¿Quién esta con vos?
-Nadie...
-¿Te dejaron solo? ¿La puta madre, estan locos? Encerrate y esperame, estoy llegando.
No pasan ni diez minutos y los gritos de Guillermo lo alcanzan en la habitación.
-No me interesa.. dije que no lo dejaran sólo. ¿Se volvieron locos o que? Intentaron matarlo.. matarlo.. ¿Que parte no entienden? Y lo dejan a merced de cualquiera… No. No me interesa.. Ahora… Lo externan ahora.. Yo  asumo la responsabilidad.. Con o sin alta el Dr. Beggio deja enseguida este hospital.
Como un huracán entra en la habitación, hace sentar a Pedro sobre una silla de ruedas y lo empuja hacia la salida.
-¡Pablo busca la lista de los medicamentos que tiene que tomar, llévala a la farmacia y luego todo a mi casa!
-Quiero ir a mi casa, Guille.
No perdamos tiempo en discutir eso.. Pablo llevanos en el coche, es mejor que nos acompañes antes de ir a la farmacia.
En poco tiempo llegan al edificio de Pedro, un tercer piso sin ascensor en un edificio de época del barrio San Telmo. 

-¿Paso un tornado por aca o siempre tenes este desorden?
-Basta Guille.. la segunda puerta a la derecha. No puedo dar un paso más.
No llega a acomodar la cama que Pedro ya esta acostado en ella.
-No podes quedarte con esa ropa, te va a molestar la herida. ¿Dónde puedo encontrar un pijama?
-¿Un pijama? Como querés que me cambie si apenas puedo moverme.
-¡Pedro! Seguro tenes una remera más cómoda no podes quedarte vestido así.
Después de cinco minutos, y tras haber revuelto en todos los cajones posibles, vuelve hacia la cama con un buzo en la mano.
-Éste es lo mejor que encontre.. te ayudo.. no podes hacer todo solo.
Lo ayuda a ponerse de pie y le quita el saco y la camisa, teniendo mucho cuidado para no tocar la herida.
-No me parece se haya abierto, a pesar de todo el movimiento que habrás hecho.

Luego la mano va al cinturón y allí tarda, por un instante, indecisa por el cambio en el rostro de Pedro, la respiración levemente alterada por el movimiento de la cremallera; levanta la mirada y nota la confusión en la mirada de Pedro.
Sin articular palabra, hace resbalar los pantalones al piso, evitando tocarlo más de lo necesario, lo ayuda a ponerse el pijama y, luego, a acostarse de nuevo.
Relajado pero exhausto, con los ojos cerrados, Pedro le pide algo de beber.
-Quizás sea mejor si comes algo.
La heladera completamente vacía, Guillermo mira alrededor buscando algo que pueda cocinar; después de diez minutos vuelve con un té verde y unas galletitas viejas que encontró en el fondo a un estante.
-Trata de tomar esto, te va a hacer bien.
Apoyado sobre cuatro almohadas, Pedro se esfuerza en beber el té.
-¿Por qué me empujaste, Pedro? Era para mí el disparo.. te diste cuenta de eso vos también. ¿Que me escondes?
-No te escondo nada.. no tengo fuerzas para discutir .. por favor..
-Esta bien, como quieras… pero vamos a hablar pronto. Ahora  descansa. Mientras vos dormís, voy a comprar algo de comer.
-¿No te vas,no?
-Te lo merecerías por ser tan testarudo, pero no me voy. Vuelvo enseguida.

Regresa cargado de paquetes, mientras cocina para él algo ligero, tratando de poner orden en el caos en que parece acostumbrado a habitar.
Dos horas y el departamento ya tiene un aspecto diferente.
Mira alrededor con satisfacción, seguido por las notas de la Suite No. 3 D-dur de Bach que encontró en las pilas de cd de Pedro, luego lo despierta.
-Riquísima esta la sopa.
-¿Me estas cargando?
-Dale Guille afloja un poquito. Te quedas aca esta noche?
-¿Querés que me quede?- la mirada atenta -¿Dónde puedo dormir? En el sillón no, es demasiado chico.
-No tengo otra cosa para ofrecerte.
-Si no queda otra entonces..
-Si no te querés quedar..
-Pedro, te dispararon, pensás que puedo dejarte sólo.. ¿crees que voy a estar tranquilo?
Espera hasta escuchar la respiración pausada que le indica que esta dormido, vuelve a controlar la temperatura y se recuesta contra el respaldo. En la medida que comienza, al fin, a relajarse, la tensión acumulada a lo largo del día cede paso al agotamiento mas absoluto, el atentado, la espera en el hospital, la pericia, la externacion forzada, imagenes que se repiten en su mente y casi sin darse cuenta, se acuesta también en la cama. La mañana después el sol invade la habitación y se despierta con la cabeza de Pedro apoyada sobre su hombro y su cuerpo acurrucado contra el suyo.

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Sube lento las escaleras de la oficina unos días después, y luego de varios “Si, si, estoy bien.” se encierra en su despacho. Hunde la cabeza entre las manos, todavía le duele bastante pero es mas peligroso quedarse en su casa, solo; y ademas, hay algo que tiene que averiguar. El tiro era para Guillermo, no para él, esta seguro, recuerda vivida la escena. 

“Pero, porque? Algo relacionado con la investigación,aunque en realidad no, tiene que ser algo relacionado con el Jefe de Gabinete, algo que no le dijo. La razón por la que lo enviaron a investigarlo.”

En ese mismo momento Guillermo está en su despacho, como de costumbre llego temprano en un intento de afrontar el recuerdo de los días pasados en casa de Pedro.
No sé puede mentir, si se quedo en su casa es porque le interesa..
Sólo sabe que pudo ver el reflejo de la mirada de Luis cada vez que descubrió a Pedro mirándolo a hurtadillas.. y se sintió sereno, como jamas en la vida, escuchando música o cocinando por él.. y que encontró completamente natural, despertarse con el cuerpo de Pedro acurrucado contra él. 

El sonido del teléfono lo trae a la realidad.

-Deja de investigar si no queres que la próxima vez el tiro sea más preciso.
-¿Crees que me das miedo? Sos un cobarde..
- Deberías tener miedo.. ¡En tu lugar yo lo tendría!
-¿De qué debería tener miedo? ¿De alguien que no sabe ni siquiera hacer su trabajo? ¿Pensas que una bala puede pararme?
-Una bala no.. ¿pero tu pasado?
-¿El pasado? ¿Que pasado?
-Lo que podría contar la mujer que te va a buscar al despacho… tal vez, quizás en lugar de una bala.. tu pasado..
-¡Hijo de puta! Quien te dijo..
-Pénsalo.. sos tan inteligente Graziani… acordate, pará las investigaciones. De lo contrario vas a  pagar las consecuencias..
No, decididamente algo no cierra en esta historia, y todo lo lleva a Pedro.
"¿Quién pudo saber de Maria? ¿Quién mas pudo estar interesado en mis movimientos y en las personas que entran en mi despacho?”
Decidido a aclarar las cosas, con paso rapido se dirige al despacho de Pedro y al entrar lo encuentra levantandose del escritorio mientras murmura -Despues de todo, todavia  no confia en mi.
-Y porque iba a confiar en vos? Si te pusieron acá para investigarme.
-Me obligaron a tomar este puesto, pero no les dije nada.
-Mentis Pedro, me amenzaron. ¡Me amenazaron con cosas que solamente vos podes saber!
-¡Intentaron matarme en el hospital por eso te pedi que me saques!
-Eso no te da derecho...
-Vos tambien me mentis, el tiro era para vos, por algo de la investigacion que no me dijiste, yo te di toda la informacion que tenia, decime que me ocultas! – grita y avanza obligandolo a retroceder contra la pared -  no soy un boludo!
-Eso no te da derecho a hablar de mi vida privada!
-¡Tu vida privada! –puede sentir el aliento humedo y calido rozando su cara - ¡me tenes las bolas por el piso con tu vida privada! Trataron de asesinarme dos veces y a vos no te importa nada mas que tus malditos secretos!
-Es mi vida privada no la tuya. ¡Sin contar que me escondes algo.. y yo quiero saber que y por qué!

Embrujado por el brillo de los ojos negros y embriagado por su perfume, Pedro toma por asalto su boca, sin pensar en las consecuencias.

Guillermo arrasado por el brillo apasionado de su mirada, con la realidad literalmente evaporada por la sensación de los labios carnosos sobre los suyos, se deja transportar por ese torbellino impetuoso.. pero el miedo toma ventaja y lo deja paralizado.

Como una tempestad que cambia de intensidad, toma conciencia de la inmovilidad de Guillermo.. de sus brazos que no lo retienen… y se aleja.

-¿Pedro qué...
-Perdoname, perdoname..

-Continuará-


8 comentarios:

  1. Hermoso capítulo, con muchos guiños y condimentos, van cayendo rendidos pero todavía tienen que asumir que están enamorados. Me va a costar esperar al próximo capítulo! Chicas este trabajo a dúo que están haciendo es espectacular, gracias!!! María Elena

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  2. Hermosa historia!! felicitaciones a sus autoras, cuanta creatividad! la intriga, los miedos, el acercamiento lento, suave, temeroso... una genialidad esta historia!!Gracias por compartirla!! ansiosa por que llegara este, cuesta esperar el siguiente capítulo! Susy

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  3. Antonia,Elena son de maravillas....muy buen capítulo...tiene todo lo necesario....todos los condimentos....Que largo hasta el próximo capítulo.....se están dando cuenta que se aman y eso es lo más hermoso......Gracias por devolver algo que nos robaron.....la ilusión de "verlos" juntos.Eso no tiene precio.....Mirta Ardemagni..

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  4. Seis capítulos total y completamente intrigada!!! Espectacular Elena y Antonia!!! Me quedo comiéndome las uñas hasta el próximo!!

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  5. Bellísimo relato y cuanta intriga! las felicito, espero ansiosa el próximo. Gracias!

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  6. Guillermina Belardi23 de octubre de 2014, 2:03

    Esta historia cada vez se pone más buena! La adoro! Felicitaciones chicas por el modo en que la van llevando.

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  7. Genial esta historia, me tiene totalmente intrigada.Ellos se están enamorando .... y a su vez nos enamoran a nosotras. Porfi pronto su continuación.

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