Capitulo 7
Las
manos y la frente contra la puerta, ocupan el lugar que hace un momento era de
Guillermo– La puta madre.
No
puede creer haber perdido el control de esa forma, pero cada vez que se refleja en sus ojos ó ve
su boca, tan cerca – ¡La remil puta madre!
– tiene que calmarse.
Mira
la puerta cerrada sin fuerzas para acercarse a echar llave. De todas maneras,
nadie se atrevería a entrar después de los gritos que escucharon. Suspira, se
sienta en su escritorio, intenta poner orden a las imágenes y sensaciones que
lo invaden. ¿Es posible que haya malinterpretado todo? ¿Las cenas, las charlas,
los días pasados en su casa después del hospital? Todo tan natural, tan…
Guillermo
salió apurado por alcanzar su propio despacho; quiere encerrarse dentro y
ahogar, en un vaso de whisky el nudo que está cerrando su garganta. Entender y
dominar el miedo en su mente. "¿Por
qué esto y por qué ahora?¿Porqué Pedro?”.
Comprende
que se miente a sí mismo, las señales fueron precisas... él se negó a verlas
del mismo modo que sucedió con Luis...
-¿Qué haces acá? ¿No estabas trabajando en el
ordenador de Mezcal? -pregunta apenas entra
al despacho.
-Te estaba esperando. Quise alcanzarte en lo de
Pedro pero... los escuche discutir y preferí esperarte acá.
Discreta
al extremo, Alma no pregunta las razones de la pelea con Pedro.
-¿Qué encontraste?... ¿Querés algo de tomar?
-No, gracias. Hay algo…puede ser importante. Encontré
una lista, una lista de expedientes y... haciendo un control cruzado me doy
cuenta de que falta algo. Quizás sea lo que necesitamos para hacer encajar
todos los pedazos de esta investigación.
-¿Tenés idea que puede ser?
-No. Lo revise toda la noche, pero no encontré
nada. No está en la notebook, ni en la computadora.
-¿Pensás que lo tenga Pedro?
-No sé qué pensar, pero falta algo. En alguna
parte tiene que estar...
-No
te preocupes, estoy seguro de que lo vamos a encontrar. ¿Le pediste ayuda a
Pablo?
-Sí,
pero tampoco él pudo descubrirlo. ¿Le digo a Pedro?
-Se
lo digo yo, no te preocupes… ¡el trabajo es trabajo después de todo!
El
ruido de la puerta que se cierra lo alcanza mientras vuelve a llenar el vaso,
"¡El trabajo es trabajo!.. ¿A quién quiero engañar?”
No puede tomar decisiones en este
momento, sale del despacho, se asoma al de Pablo para avisarle que se va, baja
las escaleras a la carrera seguido por la mirada de Pedro asomado a la puerta
de su oficina; que no tarda en buscar sus cosas y se dirige a su casa, agotado.
Cuando llega, tira todo arriba del sillón y
lo recoge y ordena después, recordando los comentarios de Guillermo.
Abre la ducha y se desviste, la piel erizada
por el recuerdo de sus manos ayudándolo a cambiarse y el calor de su cuerpo a
su lado en la cama.
Se
dirige a la oficina al otro día, decidido a aclarar, de una vez, la situación
con él. Después de todo es necesario seguir con la investigación. Ambos están
amenazados y en peligro. El tiempo corre en contra. Busca un café en el
dispenser y deja la puerta de su despacho entreabierta esperando el momento
apropiado para acercarse.
Acercamiento que Guillermo quiere evitar a
toda costa.
Guillermo,
llega, decidido a ignorarlo. Apenas entra en su despacho, se pone a
estudiar un expediente, hasta que el ruido de alguien que entra atrae
su atención.
-¿Estas más calmado?
-¿Por qué?
-Fue imposible ignorar los gritos de ayer en la
oficina de Pedro y después...el silencio -
Guillermo la mira curioso -Nadie sospecha
nada, no te preocupés.
-¿Y vos que sabés?.
-Te conozco bien. ¿Pedro te demostro lo que siente
por vos? ¿qué hiciste Guille?.
-¿Que?
-Te asustaste, ¿no?... no reaccionaste ¿es eso?.
Guillermo
se levanta, pone el legajo sobre el escritorio y la mira pensativo.
-No sé qué hacer. Por primera vez en mi vida no se
que me pasa.
Tierna,
Lourdes se acerca y lo abraza.
-Guille a veces son tan inseguro –dice mientras lo toma de la cara buscando el contacto visual- sabés que te respeto y te quiero, pero si
no cruzas esa puerta por miedo, te voy a dar unas cuantas patadas…allá, donde,
bueno, sabés de lo que te hablo.
Un
ligero ruido en el pasillo le revela la cercanía de Pedro. Seguro vio a Lourdes
entrar y quiere aprovechar su presencia para acercarse a él.
-Voy a
hacer lo que me decís. Otra opción no me queda ¿no es así? Además le tengo
miedo a las punteras de tus zapatos - y la abraza, con gratitud.
Sólo
después de haberla abrazado se da cuenta, por la expresión de Pedro, en el
umbral, que la escena pudo ser malentendida. Justo él, tan poco propenso a los contactos
físicos, un abrazo de ese tipo, hasta puede parecer que está besándola... “quizás eso sirvan para alejarlo” y se
da cuenta, inmediatamente que se equivoca…de nuevo, se libra del abrazo y se
vuelve hacia la puerta.
Pero,
está cerrada.
- Anda Guillermo, aclara las cosas…ya es hora, de
asumir la verdad.
Encerrado
en su despacho Pedro descarga su furia contra el escritorio. Lourdes… como no
se dio cuenta antes – ¡Que boludo! –
siempre metida en su oficina, la confianza implícita en las risas, las bromas
compartidas y los almuerzos, una excusa para estar…con ella.
Enciende
un cigarrillo con manos temblorosas y atiende el celular que suena, insistente
– No te olvides de lo que te pedí, nene.
– escucha antes de estrellarlo contra la pared. Deja escapar un quejido, la
cabeza sobre los brazos, los ojos llenos de lágrimas – ¿Porque no me matan de una vez?
Capitulo 8
Una mirada al reloj le confirma que solo pudo
resistir treinta minutos antes de ser atraído, a la puerta cerrada, como por un
imán.
Se dice que es porque deben, absolutamente,
terminar de examinar los documentos dejados por Mezcal... qué tiene que decirle
lo que descubrio Alma... qué el que les disparo podría intentarlo de nuevo, y
tener mas suerte, antes que logren encontrar la llave de todo ...pero se miente
a él mismo, son sólo excusas y lo sabe..
"¿Llamar?...
no, mejor entrar...”
El ruido sordo un objeto estrellado contra una
pared pone punto final a sus dudas.
Entra y ve... el celular de Pedro, en mil pedazos,
en el piso y él, sentado al escritorio,
con la cabeza apoyada sobre los brazos.
-¿Qué paso?
Se incorpora sobresaltado y enjuaga rápido las
lágrimas antes de darse vuelta y contestar
-Nada….
-¿Y el
celular?
- No me
gustaba el modelo. - sostiene su mirada apenas por un instante y luego abre su
agenda y empieza a pasar las páginas -¿Qué querés?
-Venia a decirte lo que Alma descubrió...
-Ahora
no. Tengo otras cosas que hacer.
Cierra la agenda y revisa los papeles apoyados
sobre el escritorio.
-¿Trabajamos
más tarde?
-No. Hoy
no... no tengo tiempo ni cabeza para la
investigación. Mañana... mañana hablamos.
-¿Mañana?
Asiente, sin mirarlo -Sí, mañana. Cerra la puerta cuando salgas por favor
Un muro, sobre el que le parece resbalar... sin asideros;
un rechazo que comprende pero que no sabe cómo superar.
Por primera vez, no sabe como salir de una
situación, en la que él mismo se metió; no lo miro a la cara en todo el tiempo
que se quedo en su oficina con la sola excepción de ese instante…y lo que vio
en sus ojos lo aniquila. Una sensación amarga, que no comprende pero que
absorbe todo de él.
Deja semiabierta la puerta de su despacho...
sonríe al descubrir cuantas costumbres de Pedro asimilo... y lo ve irse, a toda
prisa, sin saludar a nadie.
Comienza a pensar que recuperar el terreno perdido
va a ser dificil... y toda la noche se pregunta que debe hacer... nunca se
encontro en una situación parecida.
La mañana después llega, como cada día, muy temprano,
espera, tranquilo, que lo alcance con el café.
Advierte su presencia antes de escuchar el ruido
de sus pasos en las escaleras... la puerta de su despacho que se cierra lo alerta,
los minutos que corren lentos sin que se haga ver... empiezan a preocuparlo.
Cinco minutos después, dos cafés en mano, entra en
el despacho de Pedro sin pedir permiso.
-¿Trabajamos?
Se sorprende al comprobar
que no tenía intención de buscarlo, no están los expedientes de la
investigación sobre el escritorio... indudablemente no lo esperaba – dulce – agrega apoyando la taza frente a
el. Lee, en su mirada, un dolor sordo, enseguida velado por sus párpados
– Haceme lugar, me olvide los anteojos; usemos
tu notenook y pongamos en orden la situación.
-¿De qué
sirve si no se das la información que tenes? Si no haces otra cosa que acusarme...
-Basta
ya. No podemos seguir así. Vos tuviste tus razones, yo las mías. No vamos a
ponernos de acuerdo nunca sobre eso. Si queremos seguir trabajando juntos,
tenemos que poner un punto final a lo que paso y compartir la información que tengamos...
aún lo que nos parezca menos relevante.
-Ya te
dije todo lo que se...
-¡Aflojame
un poquito, che!... Los dos nos equivocamos - y al decirlo apoya una mano sobre el antebrazo de Pedro – porque no empezamos otra vez.
La mirada fija en la pantalla vacía de la
notebook, la postura rígida, después de un instante de incertidumbre, libera el
brazo de su apretón con la excusa de tomar una lapicera con la que juguetea sin
saber qué hacer.
Intrigado por esta reacción, se acerca más
rozando, con su muslo, el de Pedro.
-Abrí tu cuenta
de correo electrónico, te mande un mail.
Se aleja simulando acomodarse mejor frente al
ordenador y hace lo que Guillermo le indica.
Apoya el brazo izquierdo en el respaldo de la
silla y se aproxima más, reclinándose sobre su hombro.-Éste es el expediente. Abrilo.
- Este? -
La mirada siempre fija sobre el monitor, el rostro ligeramente sonrojado
- Aja - Puede
percibir el cuerpo tenso, y advertir el ritmo más controlado de la respiración
cuando se aleja, antes de perder el control de los latidos de su corazón - Alma encontró una lista, es un expediente en
Excel, una lista de pagos. Hizo un control cruzado con Pablo y descubrió que
falta un expediente. Quizás sea el más importante, el que da sentido a todo lo
que ya examinamos.
-No
podemos seguir con la investigación, entonces.
-Podemos
controlar la información que tenemos.
-Dejame decirte algo primero…el día que te…nos dispararon, esa mañana,
mientras buscaba los cafés, vi al empleado de la fotocopiadora hablando con un
tipo. El mismo que me contacto la primera vez y que después, intento matarme en
el hospital, supongo que es el mismo que disparo y el que te amenaza también.
No sé quién es, pero por fuerza tiene que ser alguien que responde al Jefe de
Gabinete. Y el empleado el que filtra la información de la fiscalía.
Está esperando su reacción, lo sabe
por su mirada por fin fija en la suya; continua sin recriminaciones, como decidió
durante la larga noche insomne - Bien. Ésa
es una buena noticia porque, así, sabemos de quien tenemos que cuidarnos.
Faltan pruebas para acusarlo de algo,
pero podemos manipular la información
que podría pasar a quien nos chantajea.
-¿Manipular?
-Él no sabe de que lo descubrimos, va a pensar que es verdadera
toda la información que le pasemos. Una cosa es segura. El que nos chantajea sabe
que trabajamos juntos por lo cual piensa que tenes conocimiento de toda la información
que tengo y qué vas a tener, a partir de hoy... empecemos con la investigación
de Mezcal. ¿Cuáles son los datos sobre los que podemos trabajar?
-Ya sabes
todo… una serie de movimientos bancarios, de diferentes cuentas sin aparente
conexión, cuentas en el extranjero, pagos hechos a personas desconocidas y sin
aparente motivo, sociedades que registran pagos sin contraprestación... nada
más ... falta quien mueve los hilos y porque … sobre todo no esta claro que une
esta investigación con la tuya que..
-Qué no conoces. Tampoco yo entiendo que encontró Mezcal. Porque si la
documentación que tenemos me lleva a suponer enriquecimiento ilícito y tal vez,
monopolio, en el estado actual no logro encontrar la conexión con la
investigación que alarmo a la persona que trato de matarnos. Una denuncia por
un robo de poca importancia, si no hubiera sido por el hecho de que, el
denunciante es el mejor amigo del ministro que te puso en el puesto de Mezcal… descubrí,
en el curso de las investigaciones, que la chica es la amante del ministro y
que, probablemente, actuó bajo el efecto
de drogas consumidas durante una fiesta.
-Pero qué
conexión puede tener...
-Ninguna,
aparentemente ninguna. El hecho es que, de repente, todo quedo parado... nadie
quiere hablar... desaparecieron testimonios... y falsearon declaraciones
Suena el celular y Guillermo se apresura en
contestar.
-Sí,
Pablo, ahora voy. - luego
se levanta y se dirige hacia la puerta -Tengo
que ir a ayudarlo con algo. Cinco minutos y vuelvo.
Pasan unos minutos cuando vuelve a sonar el
teléfono que Guillermo olvido sobre su escritorio Sobre el display lee un
nombre desconocido: María.
- ¡Hijo
de puta! Faltaste a la cita! Te advertí! Todos van a saber quién Guillermo
Graziani y lo que le hiciste a Luis!...
Corta y sostiene, pensativo, el teléfono en su
mano.
-¿Qué
estás haciendo con mi celular?
-continuará-
Antonia,Elena....me encanta esta Fics...tiene todo ....encanto,locura,peleas,desencuentros,misterio y ya aparece "el amor",ya se ve a lo lejos ese amor que tanto nos gusta.....Gracias.de corazón gracias,por darnos MAS de Guille y Pedro dos seres a los que amamos....Espero el siguiente capítulo con esperanza de una escena amorosa......Mirta.
ResponderEliminarGracias por leer y dejar comentarios. Encantó, también, a mi y Elena escribirla.
EliminarMuchas gracias chicas!! Me encanta esta historia de encuentros , desencuentros y mucho pero mucho amor!! Nuevamente gracias!!
ResponderEliminarDe nada Adriana, es un gusto escribir y leer.
ResponderEliminarAntonia, Elena, disfruto mucho esta fic, les agradezco el capítulo doble, lo estaba esperando ansiosa! Adoré la escena de la oficina en la que Guille se le sienta a Pedro al lado (con la excusa de los lentes...) y empieza con el jueguito de los roces. Es provocador este Graziani eh! pero a la hora de la verdad le puede la cobardía. Y bueno, esperemos que no tarde mucho en jugarse porque cielito está sufriendo demasiado. Las felicito, ojalá continúe pronto!!! María Elena
ResponderEliminarUn placer disfrutar de estos nervios q me generan, ni un instante de paz nos dejan. En buena hora!! Felicitas
ResponderEliminarbueno, como en colombia suena tanto el tema de enriquecimiento ilicito...podria asegurar que enlace es lavado de dolares para algun politico, algun empresario ...en fin. me encanta la tematica. y calro, ellos...guillermo dudando y jugando con los pobres nervios de pedro...sera que le devolvera el beso? . gracias anto y elena. me subio el animo leerlas.
ResponderEliminargracias!
ResponderEliminarComo esperábamos esta continuación!!! Felicitaciones grandiosa Elena... Es pura ansiedad la espera... seguimos leyéndote! Gracias por compartir!
ResponderEliminarAy mi madre querida!! còmo sgue esto! Vamos chicas, me tienen completamente atrapada!
ResponderEliminarBuenisimo capitulo las felicito espero mucho mas de esta historia y no tarden en escribir por fi
ResponderEliminarExcelente capitulo Antonia y Elena. Estoy súper enganchada con esta historia. Por favor pronto la continuación. Gracias x su generosidad al compartirla.
ResponderEliminarMaravillosa mezcla de detective y de una hermosa historia de amor con mis adorables Guille y Pedro. cada capitulo leo 3-4 veces y siempre espero continuacion con mucha ansiedad. Elena, Antonia gracias por este regalo para todas Guilledras.
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