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Epílogo
Herencia (2da parte)
Para Lilita que me saco la palabrita “fin” tres veces.
Los relámpagos iluminan la noche mientras adentro se desata otra
tormenta cuando Fabián enfrenta a su hijo que regresa del cementerio.
-Explicame que
eso de que presentaste el curriculum en el hospital de Trelew.
-Ah…sí; y con
mi experiencia es muy probable que me acepten.
-¿Te das cuenta
que no vas a ganar ni de cerca lo mismo que allá?
-No me importa
-¿Y tu
desarrollo profesional, tu futuro, tampoco te importa? - intenta hacerlo razonar - te estás apurando en tomar decisiones, no podés dejar todo por un
capricho, hace unos días que estamos acá y ya te querés mudar.
-Es una
decisión tomada, papá – replica con firmeza.
Cambia de estrategia sabiéndolo terco como una mula - ¿Te das cuenta el quilombo que es mudar
todo desde Buenos Aires y Paris?
-Volve vos a
París, si querés, yo me quedo – desafía.
-¡No me hables
así! – contesta gritando - ¡teneme un poco de respeto! -
cierra los ojos un instante tratando de calmarse, suspira y explica - sos la única familia que tengo y vamos a
estar a miles de kilómetros, ¿para vernos cuando? ¿Un par de veces antes de que
yo ya no pueda viajar o me muera?
-Viejo…no te
pongas así…¿no lo ves? El abuelo hizo su vida acá, el también hubiera querido…
-¿¡Qué mierda
sabés lo que hubiera querido!? – aprieta los
puños y estalla cuando las palabras de Guillermo resuenan en su cabeza “Hijito, la ciudad ya está demasiado grande
y ruidosa para mi, y… tengo cosas que cuidar allá”. - ¡Raja de acá Daniel!
-Papá…
-¡Andáte antes
de que te cague a trompadas!
~•~•~•~•~•~
Lo encuentra tomando un café afuera, bajo el diáfano cielo azul claro
de la mañana siguiente.
-¿Podemos
hablar bien? – y continua ante la silenciosa y ceñuda figura de su
padre – mira… yo viajo a Francia y me
ocupo de mudar todo lo de allá, vos encárgate de la casa de la Capital, no es
tanto lío, dijiste que le podías ayudar a Manuel con la Administración de las
empresas y …
-Está bien ,
hijo, está bien – responde con tono cansino.
-Afloja, viejo… tenés el avión,
no me vas a decir que no te gusto volar el otro día, se te notaba en la cara.
-Ya te dije que
sí – contesta serio – ¡basta! – protesta sacudiéndose el
abrazo y las cosquillas de encima - ¡me
vas a hacer volcar el café! – lo aparta haciendo un esfuerzo por no reírse
- ¡termínala!
~•~•~•~•~•~
Las sabanas vuelven a cubrir los muebles de caoba y las cajas se
apilan en las habitaciones del casco de Orión – Ayudame a ordenar Daniel, que después te desapareces por ahí.
-¿Y estos
avioncitos?
-Un juego para
armar que me regalo papá.
-Son del año
del pedo – esquiva el manotazo riendo.
-Año del pedo… ¡te
voy a dar mocoso de porquería! ¡Tené cuidado, no los vayas a romper!
-Habría que
repintarlos y ponerlos en alguna de las vitrinas.
Y un par de meses después…
-Mañana empiezo
en el Hospital.
-Bueno.
-Voy a quedarme
en el pueblo en la semana para no viajar tanto.
-¿Me haces
venir al medio del campo y te vas?
-Es que si hay
alguna urgencia necesito estar más o menos cerca. No te enojes.
-No me enojo,
hijo – miente - pero
venís el viernes, y averiguame por algún hangar cerca para que pueda ir a
visitarte.
-¿Si usas el
coche no es más fácil? Sabias que hay un montón de cosas con el nombre del
abuelo y de…
-Pedro; me
imagino. En auto no tiene gracia.
Sólo en la enorme casa se concentra en la administración de las Estancias
e hilanderías, pide créditos para modernizar las maquinarias, reduce gastos y
optimiza la compra de insumos, entre vuelos y dilatados paseos por la finca.
~•~•~•~•~•~
-Sr. Fabián.
-Tutéame,
Manuel.
-Llego una
carta de la Universidad de La Plata, le van a otorgar el título de Doctor
Honoris Causa a Don Pedro y nos invitan a la ceremonia.
-Anda, vos,
después de todo lo conociste mejor que yo, y este año ya viaje más de lo que me
gusta – contesta mientras lee la tarjeta “Pedro D. Beggio” y pregunta – ¿la D de que es?
-Daniel
El recuerdo, como un rayo, lo inmoviliza en la silla “¿Puede el abuelo elegir el nombre?”, hasta
que la voz de Coliqueo lo devuelve a la realidad.
-Sería mejor
que un Graziani lo recibiera. ¿Se siente bien?
-Si.
-Se puso pálido
de golpe.
-¿Cuándo es?
-En Septiembre.
~•~•~•~•~•~
Respira hondo antes de abrir, por segunda vez, la puerta de la casa de
El Michay, necesita información para preparar el discurso de la entrega del
título. Se detiene un instante ante las fotos de las excavaciones y los dibujos
firmados por su padre, antes de dirigirse a la biblioteca. Revisa los nombres
de los libros en los estantes, paleontología, novelas, geología, Formaciones
sedimentarias del Cretáceo Superior y del Terciario de Patagonia de Florentino
Ameghino, algunos de autoría compartida Beggio- Linares, recoge el papel que
cae cuando abre uno de ellos, el dibujo de un zorro en el trazo inconfundible
de Guillermo.
Rodea lentamente el escritorio estudiando las fotos debajo del vidrio,
los dos junto al biplano, en las inauguraciones del Museo, las sierras de
Córdoba, montañas y paisajes de toda la Patagonia, su padre en la estancia
montando a caballo y haciendo asado… hasta que se desploma en la silla y hunde,
resoplando, la cabeza entre los brazos cruzados sobre la mesa. No sabe cuánto
tiempo permanece así hasta que el débil golpe en la puerta lo hace reaccionar y
levantar la vista.
-¿Necesita algo
Fabián?
-Estaba
buscando material para escribir el discurso para la ceremonia. Te pedí que no
me trates de usted, Manuel. Decime una cosa, ¿Pedro nunca se casó?
-No.
-¿Pero no vivió
con nadie? ¿No tuvo hijos? No veo fotos más que de …
El tono suave en la respuesta que demora en llegar, palabras que
cuentan lo impronunciable – después que
su padre falleció, él se dedicó a dar clases en la escuelita que tenemos para
los trabajadores de la estancia, enseñaba ciencias, dibujo y astronomía. Me
acuerdo que hablaba en mapuche con mi padre, “para practicar” decía, y nos
contaba los viajes que había hecho con Don Guillermo…
Levanta la mano interrumpiendo el relato - Traeme un whisky, por favor, y dejame sólo.
~•~•~•~•~•~
Llega la primavera y con ella las flores, el canto de los pájaros, la
parición de las ovejas y el viaje a La Plata.
-¿Seguro no
querés que te acompañe?
-No, hijo,
quedate, hay mucho trabajo, ayudale a Manuel, creo que lo volví loco con todas
las modificaciones que hice.
Recibe el diploma y las felicitaciones que no son para él y cruza,
después, el parque hasta el Museo. Camina por las salas del Departamento de
paleontología mirando los detalles que nadie más ve, la relación entre dos
hombres que cambio el destino de tres generaciones y la historia de toda una
región.
~•~•~•~•~•~
El auto lo recoge en el aeropuerto cuando regresa a Trelew – ¿Daniel?
-En el pueblo,
lo llamaron para una cirugía de urgencia.
-Hay que mandar
a enmarcar el título y las fotos, traje el video también para que lo veas,
salió todo muy lindo. ¿Las ovejas bien?
-Sí, con el
nuevo sistema de alimentación el porcentaje de corderos al pie parece que
aumento. El clima ayuda bastante, además, este año.
Se estira, relajado, en el asiento mientras ve el paisaje correr a
través de la ventanilla – Perfecto.
Tarde esa noche, da vueltas por la casa a oscuras sin poder dormir.
Piensa, parado frente a los cuadros con los dibujos de constelaciones, en el
hombre con quien jugaba a la pelota en el patio el día de su décimo cumpleaños,
su discreta presencia en casamientos y funerales, el mismo que esperaba en el
coche a su padre para volver a Trelew, cuando concluía cada visita a Buenos Aires.
Sin saber bien cómo se encuentra en la habitación de Daniel, buscando los
diarios de viaje de Guillermo. Suspira, se sienta en la cama y enciende un
cigarrillo. Exhala el humo intentando calmarse, antes de decidirse a abrirlo y
leer algunas líneas “Estudio Ciencias Naturales, Química, Farmacia, Geografía y
Dibujo en la Universidad de La Plata… Desayuna té o café y comparte su cena
conmigo. Por algo esta tan flaco” pasa el dedo por el borde de algunas páginas
arrancadas “según Pedro… creo que empiezo a acostumbrarme a este lugar… esta, a
veces, de un humor taciturno, algo hosco y callado… el zorro ya no volvió… 24
de diciembre de 1921. Espero que le guste a Fabián el juego para armar aviones que elegí para él. Me tendré que repartir entre extrañar a uno u a otro”.
El amanecer lo encuentra en el auto camino al viejo cementerio, se
detiene unos minutos para cortar algunas flores del cultivo de Michay.
Estaciona frente al portón de hierro y camina despacio por los cuidados
senderos. Sonríe cuando al fin localiza lo que busca– Se salieron con la suya nomás – dice mientras apoya una rodilla en
el suelo - Papá, volví - divide el
improvisado ramo y deja la mitad en cada una de las tumbas – Hola, Buscahuesos.
Fin
Amarte Elena!!! (cuando deje de llorar vuelvo a comentar)
ResponderEliminarTengo una predilección por los epílogos y se me hace difícil decir todo lo que me transmiten. Este es un cierre perfecto, que nos lleva con calma hacia el momento final que irremediablemente me hizo llorar. Muchas gracias por esta historia. Valeria
ResponderEliminarTRATANDO DE RECUPERARME, VUELVO A ESCRIBIR, MAS SEGURA QUE NUNCA¡ QUE PEDAZO DE HISTORIA TE MANDASTE !
ResponderEliminarNO ME SALEN LAS PALABRAS , ASI QUE CUANDO EL CORAZON SE CALME, AQUIETE SU EMOCION ,VOLVERE A COMENTAR.
POR AHORA, TODAS LAS GRACIAS TODAS. MONICA DE LANUS.
Estoy muy emocionada...que lindo leerte Elena esta historia es sublime! Gracias
ResponderEliminarElena , me emociono esa frase final de Fabian ....mas tierna no puede ser . me encanto, todo , y este final tan dulce ..... gracias Elena , sos excelnte escribiendo !!!!! Graciela CT
ResponderEliminarAhora sí, broche de oro, esta vez sin llanto de mi parte, solo emoción y sonrisa de oreja a oreja por saber todo lo que compartieron y lograron, y cómo se reunieron nuevamente en otro lugar...Mi frase preferida:"...mirando los detalles que nadie más ve, la relación entre dos hombres que cambio el destino de tres generaciones y la historia de toda una región...". Gracias por traer de nuevo al zorro, gracias por Daniel y por la grandeza de Fabián de animarse a descubrir y a aceptar. Y si, se salieron con la suya nomás! María Elena
ResponderEliminarNo se puede escribir llorando.Tal vez después.Solo diré GRACIAS.Mirta.
ResponderEliminarEl fin de semana me encontré como tantas veces en mi vida mirando el cielo y repasando las constelaciones (costumbre de la infancia), y de repente pensé que en alguna suerte de "dimensión paralela", ellos dos estaban también mirando el mismo cielo.
ResponderEliminarY debatí con mi razón y mi locura el pensamiento extraño, hasta que encontramos un espacio común y cómodo, en el que todas las historias, las vividas, las imaginadas, las contadas; todas tienen una dimensión de realidad que les pertenece. Y ninguna es más real que la otra, es sólo una cuestión de "dimensiones".
Total, estamos rodeados de infinito que nos atraviesa, no? Como el amor de esta historia.
Mina.
que hermoso y que triste........ lloro mientras escribo, Elena, que amor tan grande vivieron ellos dos, por favor, estoy muy emocionada. Gracias!
ResponderEliminarSencillamente una meravilla! Gracias #PuroAmor
ResponderEliminarAmé toda la historia, lo sabés y este Epílogo es sencillamente genial. "Se salieron con la suya" el mejor final para una historia fantástica! Gracias Ele por haberla compartido!!!!
ResponderEliminarEsta es sin duda la historia mas hermosa que leí...y soy una ams que mientras escribo lloro...perfecta historia de amor...magaly
ResponderEliminarElena en realidad no es mucho lo que se puede decir desde el llanto y la emoción.......Increíble,fantástica,maravillosa,irresistible(leí más de 10 veces cada capitulo),atrapante y sobre todo de una ternura y una dulzura pocas veces vista.De todo ♥ te felicito.....sos increíble escribiendo....lo que esta Fics me transmitió es innarrable.Si ya amaba a Guille y a Pedro ahora los idolatro....Tu forma de contar,narrar,describir,situar,transcurrir es MAGNIFICO.Hiciste una ""OBRA DE ARTE"".Gracias. Mirta.
ResponderEliminarGracias a todos! Gracias Lili!
ResponderEliminarNuestros Pedro y Guille sòlo pueden salirse con la suya, en un universo que los vea felices. Creaste ese universo para ellos, Elena, y para nosotras. Y se salieron con la suya. Bellìsimo!!
ResponderEliminarELLOS SE SALIERON CON LA SUYA Y VOS TAMBIEN elena imposible dejar de leerte .....ame el marco historico adore la historia ....gracias mil veces mas ............majo
ResponderEliminarElena, yo necesito decir esto: esta es la historia más perfecta. Me flashió al mismo nivel que cuando conocí a los Guille y Pedro originales. O sea, de "esto" no tengo retorno ;-)
ResponderEliminarElena, amé esta historia! Lamento que haya terminado. No podría haber sido más perfecto este final "Se salieron con la suya" "No podía no pasar" Gracias por tu generosidad al escribir.
ResponderEliminarFelicitaciones que mas se te puede desir ya todo lo dijeron los demás es un honor leerte
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