domingo, 3 de noviembre de 2013

Y si la historia hubiera empezado mucho antes? By Graciela Liliana

Disclaimer: Los personajes pertenecen a sus autores y a Polka
Guille y Pedro
Y si la historia hubiera empezado mucho antes? 
(1ra. Parte)
 ******************************************


Año 2002

Guille tiene su estudio con Marcos, su amigo de toda la vida.
A poco de nacer Fabián su primera mujer lo abandonó. Luego se casó con Ana quien lo ayudó a criar a su hijo.
A sus cuarenta años siente que está en la plenitud de su vida pero que a la vez la está viviendo a medias. No ama a Ana, nunca la amó, si está con ella es por agradecimiento, por pena, no más.
Desde aquella vez que tuvo esa relación con Juan nada fue lo mismo, si bien aquello se terminó y quedó en un buen recuerdo. A pesar de haberse casado con Ana, lo hizo más que nada por Fabián, pero nunca pudo  estar con ella de la forma en que Ana lo deseaba, así las cosas comenzó a vivir una vida paralela a la de su familia, con relaciones circunstanciales con otros hombres que se cuidaba de mantener en secreto y sin que afectaran ni su trabajo ni a su familia.
Esto no lo hacía feliz pero era la única forma que fue encontrando para poder tener una vida sin exponerse demasiado, sabía el costo que podía pagar si esto llegaba a conocerse en el ámbito tribunalicio.
Hacía rato que Ana se había dado cuenta de todo esto y Guillermo lo sabía, pero tanto ella por necesidad de mantener la fábula de la familia feliz como él por la comodidad de esa pantalla que lo ponía a salvo de los rumores, habían decidido de manera tácita seguir con esa ficción de matrimonio. Igual Guille sabía que eso era como una camisa de fuerza que en algún momento lo iba a terminar ahogando. Pero intentaba no pensar mucho en el tema.
No era optimista sobre el amor, estaba convencido que por alguna jugarreta del destino le estaba vedado. Juan  fue lo más cercano a eso que tuvo pero aún así sabía que nunca se había podido entregar completamente a él.
Había un lugar en él al que nadie había podido llegar, donde estaba solo y quería seguir así, porque sabía que el día en que eso ocurriera iban a conocer su fragilidad y eso no se lo podía permitir. Pero estaba seguro que ya a esta altura de su vida no iba a suceder.

Es el año 2002 y Guille es invitado por el Decano de la Facultad de Derecho de la UBA a ponerse al frente de una cátedra optativa dentro del último año de la carrera de Abogacía, que es Investigación Penal y que está destinada a los estudiantes que han elegido para ejercer la rama penal del derecho.
A Guillermo lo atrae ese desafío que le permitiría abordar su vocación desde otro lugar, el de la formación de abogados a punto de recibirse. Siente que puede ser útil en eso y decide aceptar. Además al ser optativa no tiene gran carga horaria y eso le posibilitará seguir normalmente con el ejercicio de su profesión.

El primer día llega temprano. Todo el día ha estado ansioso, desconcentrado. Tiene taquicardia.
El decano ya lo ha puesto en antecedentes del grupo que tendrá a su cargo. Son veintitrés estudiantes y muchos de ellos están entre los mejores promedios.
Las semanas anteriores ha estado prácticamente inmerso en la preparación de las primeras clases, juntando material y estudiando mucho. Hace tiempo que se recibió y si bien nunca dejó de actualizarse, siente que le va a costar ponerse a tono con estudiantes tan avanzados y con una elección hecha hacia el área penal que es la que siempre le apasionó.  

El propio decano lo acompaña para presentarlo. Al ser un grupo no muy numeroso le destinan una de las aulas más pequeñas del edificio.
Cuando entran la conversación entre los estudiantes se interrumpe, pocas mujeres, aunque más que las que había cuando él se recibió.
Se produce un silencio, el decano lo presenta con conceptos elogiosos que incomodan a Guillermo, pero que a la vez le permite hacer un breve paneo sobre los rostros de sus futuros colegas.
Casi todos le resultan bastante neutros, “caras de abogados” piensa Guille, muchos no pasarán de ser secretarios y otros con más suerte y vínculos tal vez lleguen a fiscales.
Justo en el momento en que el decano termina su presentación repara Guille en un rostro que se destaca del resto, ojos enormes y luminosos que no miran al decano, lo miran a él, con mirada franca, directa.
No tiene tiempo de registrar su propia sensación ya que el decano luego de presentarlo se retira del aula.
Guille sonríe para ellos y para sí mismo, a ver de qué estás hecho Graziani, piensa.
Se presenta, les comenta detalles generales del funcionamiento de la cátedra, agradece que se hayan interesado en la Investigación Penal que es una de sus pasiones y les propone convertir a la misma en un espacio de estudio, investigación y discusión que la harán mucho más interesante.
Se disculpa pero tiene que tomar asistencia, son las normas y esta cátedra no está exenta.
Los apellidos van teniendo voces y rostros que él mentalmente va registrando.

-          Beggio, Pedro
-          Soy yo – la mano alzada delante de los ojos enormes y el pelo desprolijo, la mirada franca y directa.

Pedro Beggio, se repite a sí mismo, pero no es cualquier voz y no es cualquier rostro. Eso lo sabe en ese mismo instante con una claridad meridiana. Como sabe también que el destino del que siempre huyó lo ha encontrado.

Pedro cursa el último año de una carrera que ha llevado de manera brillante siendo uno de los estudiantes más destacados.
Nació en Chile pero desde los siete años que sus padres se mudaron vive en Buenos Aires y a pesar del tiempo nunca ha perdido su acento.
Tiene veinticuatro años y desde los diecisiete que vive solo, se fue de la casa por decisión propia y porque ya no soportaba más vivir con sus padres, con los que desde siempre mantuvo una relación conflictiva, especialmente con su padre, un hombre violento del que Pedro no recuerda ningún gesto de amor.
Pasó por pensiones, alquileres compartidos con compañeros de estudio y ahora ha logrado alquilar su propio departamento solo.
Ha podido pagar sus estudios trabajando en una de las fotocopiadoras de la Facultad y transcribiendo apuntes de cátedra de algunos profesores que cuando puede pasa a la computadora en casa de algún amigo que se la facilita.
Está terminando la carrera y eso lo llena de orgullo porque sabe que lo logró con su propio esfuerzo y sin deberle nada a nadie, en especial sin deberle nada a sus padres.
Quiere comenzar cuanto antes a ejercer aunque sabe que eso le llevará tiempo pero se siente lleno de confianza. También sabe que no quiere ser un abogado mediocre, a medias, quiere ejercer la abogacía pero desde un profundo compromiso personal con la gente a quien preste sus servicios. Quiere ganar para vivir bien pero no a costa de cualquier cosa y dentro de sus sueños está poder organizar alguna asesoría barrial para poder orientar a la gente de pocos recursos sobre sus derechos porque está convencido que de esa manera podrán enfrentar la compleja y verticalista organización de la justicia.
Tiene fama de mujeriego aunque ha tenido pocas novias.
No recuerda haberse enamorado jamás y esto es algo que internamente le provoca cierto desasosiego. Como una deuda que la vida tiene con él. Sabe que es joven pero siente que se está perdiendo de algo y a veces observa con cierta envidia a amigos de él que han encontrado a esa persona que les ha cambiado la vida. No sabe por qué a él nunca le ha pasado.
En este momento está saliendo con Mariana, que estudia con él y que por seguirlo a él está también haciendo esta especialización. Pedro no está muy a gusto con esta situación porque no le gusta que ella esté siempre sobre él, pero acepta resignado porque le tiene cariño, aunque internamente espera que desista y abandone.

Tiene muchas expectativas con esta especialización y ha escuchado hablar mucho sobre Guillermo Graziani, y todos los comentarios coinciden en que es un abogado de gran carácter y muy prestigioso aunque también conflictivo. Ese fue otro de los motivos por los cuales se inscribió en la especialización a pesar de que no le sobra el tiempo entre el trabajo y las cursadas.

Está conversando con Mariana y con otros compañeros cuando entra el decano, de inmediato hacen silencio.
El académico presenta al profesor Guillermo Graziani quien se hará cargo de la cátedra.
Es un hombre de mediana edad, Pedro calcula que cerca de los cuarenta. Repara de inmediato en sus ojos, oscuros, penetrantes y una mirada que revela una inteligencia muy por encima de la media. Se lo nota incómodo ante los elogios del decano. Tiene una actitud concentrada, expectante y a la vez reveladora de un absoluto dominio de su persona. Un tipo fascinante piensa Pedro, fuera de lo común. En una multitud no pasaría desapercibido.
Mientras el decano habla ve a Graziani recorrer con la mirada a sus alumnos. Por un instante sus ojos se detienen en él. Son segundos pero algo ocurre dentro de Pedro, algo que trata de descartar de inmediato, como un sentimiento que no alcanza a explicar pero que lo recorre y lo inquieta.
El decano se va y Graziani queda al frente de la clase, Pedro lo escucha presentarse, hablar de la cátedra, retiene cada una de las palabras, le agrada su voz, seduce a su auditorio, no es condescendiente ni tampoco distante, persuade sin necesidad de imponerse. Mariana comienza a hacer un comentario pero Pedro la fulmina con la mirada, en ese momento no se percata ni de la expresión de su joven novia ni de él mismo que no puede apartar su vista de los ojos de Graziani. 
El abogado toma asistencia.
El pulso de Pedro se acelera.

-          Beggio, Pedro – su voz.
-          Soy yo – y lo mira directo a los ojos, esos que ahora lo miran a él, sólo a él, y por un instante, muy breve, su alma tiembla.

Algo inesperado y revelador sucede dentro de él, algo que la vida le debía y que nunca le había pasado. Algo para lo que Pedro no encuentra palabras … todavía.


(Continuará …)

13 comentarios:

  1. wow!!!! que bien escrito!!!, lo he leido imaginándome cada trazo, cada punto, divinisimo , como describes de bien la postura de Guillermo, un hombre con todas sus letras, que ve un par de ojos inmensos.....me encanto esa descripción, fabuloso....estare super pendiente de tu actualización.
    lucero.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Lucero! Me alegra que te haya gustado. Qué suerte que está este espacio y más en este momento, porque nos permite inventar historias diferentes para Pedro y Guille que las que se están planteando en estos días. Un abrazo y a seguir ...

      Eliminar
  2. Muy bueno Graciela! me gustó mucho lo que planteaste, otro comienzo para la historia, otra puerta por donde ingresar... Esperamos más de estos nuevos encuentros!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Nora! Me agarré de una frase que no sé si la dijeron ellos, la leí o la pensé: "¿por qué no apareciste antes en mi vida?", y me pregunté cómo sería una historia donde Guille y Pedro se hubieran conocido antes, en otra etapa de sus vidas. Como vos decís, otra puerta por donde ingresar. Un abrazo y gracias de nuevo.

      Eliminar
    2. sí, en ese encuentro que creás, hay otras variantes posibles para recorrer, porque seguramente, el lazo maestro- alumno, va a lanzar una historia distinta a la de pares, colegas ( más allá de la diferencia de edad) que son en la historia "oficial" .. un abrazo

      Eliminar
  3. Este es el universo de Pedro y Guille que adoro, donde no hay límite!! los personajes se han escapado de la historia original, con vida propia. Graciela, me encanta como los manejás, como los acariciás con tus palabras... me encanta verlos como me gusta verlos. Espero ansiosa ver cómo sigue... maestro-alumno... lindo :)...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Ilgora!. De eso se trata, de que nos podamos escapar de la historia original que además en estos días nos tiene de bajón, así que para qué seguir atados a esa tragedia cuando podemos convertir el amor de Guille y Pedro en miles de historias donde puedan amarse?. Y en esa estamos todas aquí no?, inventando historias para que nunca muera este amor de Guille y Pedro que nos enamoró a todas. Un abrazo y a seguir con nuestro acto de fe.

      Eliminar
  4. Muy buena la nueva forma de conocerse. Maestro y alumno, va a estallar la pasiòn. Espero con ansias la continuaciòn de esta historia. Te felicito Graciela, escribìs genial!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Marcela. Me interesó ese vínculo distinto en una etapa diferente de los dos. Veremos cómo lo sigo.

      Eliminar
    2. ...ya lo dijo Guille: Ésto estalla!!!... Bellísimo, Graciela!!

      Eliminar
  5. Me encanto. Te felicito. Escribes muy bien. gracias por hacerlo. Esperamos con ansias la segunda parte. Saludos

    ResponderEliminar
  6. Muy bien escrito y realmente original. Me lo imagine todo. Gracias por escribir esta historia hermosa

    ResponderEliminar
  7. q barbaridad d talento tienes para escribir, todo todo todo bien detallado y tan hermoso - felicidades y gracias GLP x darnos essssssto, tan bello, tan Beggio, tan lindo

    ResponderEliminar