Disclaimer: Los personajes pertenecen a sus autores y a Polka
Guille y Pedro
Y si la historia hubiera empezado mucho antes?
(1ra.
Parte)
Año 2002
Guille
tiene su estudio con Marcos, su amigo de toda la vida.
A
poco de nacer Fabián su primera mujer lo abandonó. Luego se casó con Ana quien
lo ayudó a criar a su hijo.
A
sus cuarenta años siente que está en la plenitud de su vida pero que a la vez
la está viviendo a medias. No ama a Ana, nunca la amó, si está con ella es por
agradecimiento, por pena, no más.
Desde
aquella vez que tuvo esa relación con Juan nada fue lo mismo, si bien aquello
se terminó y quedó en un buen recuerdo. A pesar de haberse casado con Ana, lo
hizo más que nada por Fabián, pero nunca pudo
estar con ella de la forma en que Ana lo deseaba, así las cosas comenzó
a vivir una vida paralela a la de su familia, con relaciones circunstanciales
con otros hombres que se cuidaba de mantener en secreto y sin que afectaran ni
su trabajo ni a su familia.
Esto
no lo hacía feliz pero era la única forma que fue encontrando para poder tener
una vida sin exponerse demasiado, sabía el costo que podía pagar si esto
llegaba a conocerse en el ámbito tribunalicio.
Hacía
rato que Ana se había dado cuenta de todo esto y Guillermo lo sabía, pero tanto
ella por necesidad de mantener la fábula de la familia feliz como él por la
comodidad de esa pantalla que lo ponía a salvo de los rumores, habían decidido
de manera tácita seguir con esa ficción de matrimonio. Igual Guille sabía que
eso era como una camisa de fuerza que en algún momento lo iba a terminar
ahogando. Pero intentaba no pensar mucho en el tema.
No
era optimista sobre el amor, estaba convencido que por alguna jugarreta del
destino le estaba vedado. Juan fue lo
más cercano a eso que tuvo pero aún así sabía que nunca se había podido
entregar completamente a él.
Había
un lugar en él al que nadie había podido llegar, donde estaba solo y quería
seguir así, porque sabía que el día en que eso ocurriera iban a conocer su
fragilidad y eso no se lo podía permitir. Pero estaba seguro que ya a esta
altura de su vida no iba a suceder.
Es
el año 2002 y Guille es invitado por el Decano de la Facultad de Derecho de la
UBA a ponerse al frente de una cátedra optativa dentro del último año de la
carrera de Abogacía, que es Investigación Penal y que está destinada a los
estudiantes que han elegido para ejercer la rama penal del derecho.
A
Guillermo lo atrae ese desafío que le permitiría abordar su vocación desde otro
lugar, el de la formación de abogados a punto de recibirse. Siente que puede
ser útil en eso y decide aceptar. Además al ser optativa no tiene gran carga
horaria y eso le posibilitará seguir normalmente con el ejercicio de su
profesión.
El
primer día llega temprano. Todo el día ha estado ansioso, desconcentrado. Tiene
taquicardia.
El
decano ya lo ha puesto en antecedentes del grupo que tendrá a su cargo. Son
veintitrés estudiantes y muchos de ellos están entre los mejores promedios.
Las
semanas anteriores ha estado prácticamente inmerso en la preparación de las
primeras clases, juntando material y estudiando mucho. Hace tiempo que se
recibió y si bien nunca dejó de actualizarse, siente que le va a costar ponerse
a tono con estudiantes tan avanzados y con una elección hecha hacia el área
penal que es la que siempre le apasionó.
El
propio decano lo acompaña para presentarlo. Al ser un grupo no muy numeroso le
destinan una de las aulas más pequeñas del edificio.
Cuando
entran la conversación entre los estudiantes se interrumpe, pocas mujeres,
aunque más que las que había cuando él se recibió.
Se
produce un silencio, el decano lo presenta con conceptos elogiosos que
incomodan a Guillermo, pero que a la vez le permite hacer un breve paneo sobre
los rostros de sus futuros colegas.
Casi
todos le resultan bastante neutros, “caras de abogados” piensa Guille, muchos
no pasarán de ser secretarios y otros con más suerte y vínculos tal vez lleguen
a fiscales.
Justo
en el momento en que el decano termina su presentación repara Guille en un
rostro que se destaca del resto, ojos enormes y luminosos que no miran al
decano, lo miran a él, con mirada franca, directa.
No
tiene tiempo de registrar su propia sensación ya que el decano luego de
presentarlo se retira del aula.
Guille
sonríe para ellos y para sí mismo, a ver de qué estás hecho Graziani, piensa.
Se
presenta, les comenta detalles generales del funcionamiento de la cátedra,
agradece que se hayan interesado en la Investigación Penal que es una de sus
pasiones y les propone convertir a la misma en un espacio de estudio,
investigación y discusión que la harán mucho más interesante.
Se
disculpa pero tiene que tomar asistencia, son las normas y esta cátedra no está
exenta.
Los
apellidos van teniendo voces y rostros que él mentalmente va registrando.
-
Beggio, Pedro
-
Soy yo – la mano
alzada delante de los ojos enormes y el pelo desprolijo, la mirada franca y
directa.
Pedro
Beggio, se repite a sí mismo, pero no es cualquier voz y no es cualquier
rostro. Eso lo sabe en ese mismo instante con una claridad meridiana. Como sabe
también que el destino del que siempre huyó lo ha encontrado.
Pedro
cursa el último año de una carrera que ha llevado de manera brillante siendo
uno de los estudiantes más destacados.
Nació
en Chile pero desde los siete años que sus padres se mudaron vive en Buenos
Aires y a pesar del tiempo nunca ha perdido su acento.
Tiene
veinticuatro años y desde los diecisiete que vive solo, se fue de la casa por
decisión propia y porque ya no soportaba más vivir con sus padres, con los que
desde siempre mantuvo una relación conflictiva, especialmente con su padre, un
hombre violento del que Pedro no recuerda ningún gesto de amor.
Pasó
por pensiones, alquileres compartidos con compañeros de estudio y ahora ha
logrado alquilar su propio departamento solo.
Ha
podido pagar sus estudios trabajando en una de las fotocopiadoras de la Facultad
y transcribiendo apuntes de cátedra de algunos profesores que cuando puede pasa
a la computadora en casa de algún amigo que se la facilita.
Está
terminando la carrera y eso lo llena de orgullo porque sabe que lo logró con su
propio esfuerzo y sin deberle nada a nadie, en especial sin deberle nada a sus
padres.
Quiere
comenzar cuanto antes a ejercer aunque sabe que eso le llevará tiempo pero se
siente lleno de confianza. También sabe que no quiere ser un abogado mediocre,
a medias, quiere ejercer la abogacía pero desde un profundo compromiso personal
con la gente a quien preste sus servicios. Quiere ganar para vivir bien pero no
a costa de cualquier cosa y dentro de sus sueños está poder organizar alguna
asesoría barrial para poder orientar a la gente de pocos recursos sobre sus
derechos porque está convencido que de esa manera podrán enfrentar la compleja
y verticalista organización de la justicia.
Tiene
fama de mujeriego aunque ha tenido pocas novias.
No
recuerda haberse enamorado jamás y esto es algo que internamente le provoca
cierto desasosiego. Como una deuda que la vida tiene con él. Sabe que es joven
pero siente que se está perdiendo de algo y a veces observa con cierta envidia
a amigos de él que han encontrado a esa persona que les ha cambiado la vida. No
sabe por qué a él nunca le ha pasado.
En
este momento está saliendo con Mariana, que estudia con él y que por seguirlo a
él está también haciendo esta especialización. Pedro no está muy a gusto con
esta situación porque no le gusta que ella esté siempre sobre él, pero acepta
resignado porque le tiene cariño, aunque internamente espera que desista y
abandone.
Tiene
muchas expectativas con esta especialización y ha escuchado hablar mucho sobre
Guillermo Graziani, y todos los comentarios coinciden en que es un abogado de
gran carácter y muy prestigioso aunque también conflictivo. Ese fue otro de los
motivos por los cuales se inscribió en la especialización a pesar de que no le
sobra el tiempo entre el trabajo y las cursadas.
Está
conversando con Mariana y con otros compañeros cuando entra el decano, de
inmediato hacen silencio.
El
académico presenta al profesor Guillermo Graziani quien se hará cargo de la
cátedra.
Es
un hombre de mediana edad, Pedro calcula que cerca de los cuarenta. Repara de inmediato
en sus ojos, oscuros, penetrantes y una mirada que revela una inteligencia muy por
encima de la media. Se lo nota incómodo ante los elogios del decano. Tiene una
actitud concentrada, expectante y a la vez reveladora de un absoluto dominio de
su persona. Un tipo fascinante piensa Pedro, fuera de lo común. En una multitud
no pasaría desapercibido.
Mientras
el decano habla ve a Graziani recorrer con la mirada a sus alumnos. Por un
instante sus ojos se detienen en él. Son segundos pero algo ocurre dentro de
Pedro, algo que trata de descartar de inmediato, como un sentimiento que no
alcanza a explicar pero que lo recorre y lo inquieta.
El
decano se va y Graziani queda al frente de la clase, Pedro lo escucha
presentarse, hablar de la cátedra, retiene cada una de las palabras, le agrada
su voz, seduce a su auditorio, no es condescendiente ni tampoco distante,
persuade sin necesidad de imponerse. Mariana comienza a hacer un comentario
pero Pedro la fulmina con la mirada, en ese momento no se percata ni de la
expresión de su joven novia ni de él mismo que no puede apartar su vista de los
ojos de Graziani.
El
abogado toma asistencia.
El
pulso de Pedro se acelera.
-
Beggio, Pedro –
su voz.
-
Soy yo – y lo
mira directo a los ojos, esos que ahora lo miran a él, sólo a él, y por un
instante, muy breve, su alma tiembla.
Algo
inesperado y revelador sucede dentro de él, algo que la vida le debía y que
nunca le había pasado. Algo para lo que Pedro no encuentra palabras … todavía.
(Continuará …)
wow!!!! que bien escrito!!!, lo he leido imaginándome cada trazo, cada punto, divinisimo , como describes de bien la postura de Guillermo, un hombre con todas sus letras, que ve un par de ojos inmensos.....me encanto esa descripción, fabuloso....estare super pendiente de tu actualización.
ResponderEliminarlucero.
Gracias Lucero! Me alegra que te haya gustado. Qué suerte que está este espacio y más en este momento, porque nos permite inventar historias diferentes para Pedro y Guille que las que se están planteando en estos días. Un abrazo y a seguir ...
EliminarMuy bueno Graciela! me gustó mucho lo que planteaste, otro comienzo para la historia, otra puerta por donde ingresar... Esperamos más de estos nuevos encuentros!
ResponderEliminarGracias Nora! Me agarré de una frase que no sé si la dijeron ellos, la leí o la pensé: "¿por qué no apareciste antes en mi vida?", y me pregunté cómo sería una historia donde Guille y Pedro se hubieran conocido antes, en otra etapa de sus vidas. Como vos decís, otra puerta por donde ingresar. Un abrazo y gracias de nuevo.
Eliminarsí, en ese encuentro que creás, hay otras variantes posibles para recorrer, porque seguramente, el lazo maestro- alumno, va a lanzar una historia distinta a la de pares, colegas ( más allá de la diferencia de edad) que son en la historia "oficial" .. un abrazo
EliminarEste es el universo de Pedro y Guille que adoro, donde no hay límite!! los personajes se han escapado de la historia original, con vida propia. Graciela, me encanta como los manejás, como los acariciás con tus palabras... me encanta verlos como me gusta verlos. Espero ansiosa ver cómo sigue... maestro-alumno... lindo :)...
ResponderEliminarGracias Ilgora!. De eso se trata, de que nos podamos escapar de la historia original que además en estos días nos tiene de bajón, así que para qué seguir atados a esa tragedia cuando podemos convertir el amor de Guille y Pedro en miles de historias donde puedan amarse?. Y en esa estamos todas aquí no?, inventando historias para que nunca muera este amor de Guille y Pedro que nos enamoró a todas. Un abrazo y a seguir con nuestro acto de fe.
EliminarMuy buena la nueva forma de conocerse. Maestro y alumno, va a estallar la pasiòn. Espero con ansias la continuaciòn de esta historia. Te felicito Graciela, escribìs genial!!!
ResponderEliminarGracias Marcela. Me interesó ese vínculo distinto en una etapa diferente de los dos. Veremos cómo lo sigo.
Eliminar...ya lo dijo Guille: Ésto estalla!!!... Bellísimo, Graciela!!
EliminarMe encanto. Te felicito. Escribes muy bien. gracias por hacerlo. Esperamos con ansias la segunda parte. Saludos
ResponderEliminarMuy bien escrito y realmente original. Me lo imagine todo. Gracias por escribir esta historia hermosa
ResponderEliminarq barbaridad d talento tienes para escribir, todo todo todo bien detallado y tan hermoso - felicidades y gracias GLP x darnos essssssto, tan bello, tan Beggio, tan lindo
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