miércoles, 27 de agosto de 2014

Hosteria (19va parte) by Elena

Capitulo Anterior: http://actosdefeylibertad.blogspot.com.ar/2014/07/hosteria-17va-parte-by-elena.html

Una sonrisa así
En complicidad con Paula



Sujeta sus manos contra la pared ni bien entran a la habitación del hotel – ¿Cómo hiciste los trámites para salir con la lancha si…
-          No sos el único que puede falsificar una firma
-          Pero son personales y me conocen
-          Callate…
Y comienza la milimétrica tarea de desvestirlo y recorrerlo lo más lento que puede. Conoce su cuerpo tan bien como al propio. Y siempre encuentra un detalle diferente. Sabe dónde y con qué fuerza besar, donde rozar con el borde de las uñas, las yemas de los dedos o acariciar con la palma plena. Puede anticipar el cambio en el ritmo de la respiración – cielito, esos puntos son lo más anti… - La lengua en su boca lo interrumpe – shhhh…seguí – Donde alcanza solo con el aliento o hacen falta los dientes para arrancar el primer gemido. Y como hacer que los músculos se tensen y el cuerpo se cubra de una fina capa de sudor antes de volver a los labios entreabiertos y los ojos cerrados. Se separa solo lo suficiente para que un poco de aire lo estremezca de frío, apenas sostenido por la pared y los puños crispados – Guille, que esperas
-          ¿Qué esperas, vos?

Lo ve abrir los ojos ennegrecidos por las pupilas dilatadas y estirar los labios en una sonrisa ancha y se deja arrastrar a la cama, sacar la ropa a tirones y envolver en el ritmo siempre cambiante de las caderas de Pedro, una tormenta indómita que se derrama sobre él y se acurruca, después, mansa entre sus brazos.
-          Amor
-          Mmmm
-          ¿Porque Colonia?
Besa en silencio el pelo, la frente y las mejillas
-          Guille
-          Mmm
-          No me vas a distraer tan fácil
-          Me esmero mas entonces…

Se despierta con el olor del desayuno y la vista de Graziani vestido y estudiando folletos de turismo
-          ¿Tan temprano? – se despereza
-          Es cerca del mediodía, levantate que se enfría
-          Mira que no me olvide eh!
-          ¿De que, lindo?
-          ¿Porque Colonia?
-          Te contesto si me decís a que rubia se refería Marcial el otro día – responde sin levantar la mirada
Abre la boca y, tras un instante de pensarlo mejor, la cierra, exhala un bufido y se refugia en el baño – que no te vea reírte.

Caminan por las calles del casco antiguo, el pulgar de Guillermo en el bolsillo trasero del pantalón de Pedro. Esta bastante acostumbrado a que las mujeres y algún que otro hombre se volteen a verlo, pero lo de esa pelirroja de allá es demasiado. Estrecha el abrazo cuando la ve acercarse.
-          ¿Que pasa, amor?
-          ¿Agustín?
-          ¿Katia?
La abraza. Bingo.
-          Te presento, el es Gui…
-          El famoso Graziani, un gusto
-          Igualmente
-          ¿Que haces acá?
-          Trabajando, cuidando algunos… detalles…
-          Te dejo la dirección de casa – sin hacer caso a la mirada furiosa de Guillermo – así pasas a visitarnos
-          La tengo, Marcial me la dio, un día de estos voy
Se despiden y siguen camino, o más bien prácticamente lo arrastra a una calle desierta y lo arrincona contra la pared – Guille creí que en público no…
-          No seas boludo. Me explicas YA quien es esa mujer y que es eso del famoso Graziani
-          Te dije que con el quilombo que arme con la causa Moravia eras más famoso que James Bond – beso
-          ¿Y ella?
-          Investigaba la conexión acá en Uruguay, se encontró con Marcial en Paris y… bueno…
-          Creí que estaba con…
-          Rompieron, por eso dejo el estudio y se fue a Chile
-          ¿Porque no me contaste?
-          Siempre me decís que no te interesa la vida privada de los demás
-          ¿Y desde cuando me haces caso?
-          Siempre – otro beso – casi. ¿Vamos a la playa?
-          Sabes que no me gusta la playa
-          Dale, vamos…por favor...

Suspira; no, todavía no puede decirle que no casi a nada cuando sonríe así, y ya está arrastrándolo por las calles de la ciudad hacia la costa – ¿podemos caminar como gente normal? – pésima frase porque lo rodea con sus brazos atrayéndolo y lo besa dulce y apasionado como solo él puede hacerlo –Pedro, esta todo el mundo mirándonos – y los labios otra vez peligrosamente cerca – está bien, está bien, ya entendí, vamos.
Contempla el rojo atardecer sobre el rio, de pie en la playa, apoyado contra el pecho de Pedro
-          ¿No nos podemos quedar unos días más?
-          Tenes turno con el médico el lunes y yo…
-          ¿Qué?
-          Nada
Lo obliga a incorporarse y a mirarlo, las cejas fruncidas sobre los ojos marrones – tengo una audiencia en la causa del cliente de Juan.
-       ¡Tenes una capacidad tan grande de arruinar cualquier momento!
-       ¡Espera! ¡No me hagas correr! ¡Pedro! – lo alcanza, agitado, bastantes metros más adelante – te invito a cenar, ¿queres?
-          A cenar ¿y que mas?
Le agarra el mentón y besa los labios perfectos, sonrisa – no me provoques…
-          ¿Nos podemos quedar?
Entrecierra los ojos y responde – depende como te portes
Y, demás está decir, que se porto muy bien. No protesto por la elección del vino y dejo que elija el postre, claro que a esa altura de la noche, pidió su favorito. Y llegados al hotel… - dijiste que te podias soltar de casi todo?
-          Guille no…
-          Amorcito, ¿vos te queres quedar unos días más?
Y no se desato.
Duerme intranquilo, agitado por una pesadilla…el departamento ocho…sangre en la pared… la bolsa negra…y se despierta sentado en la cama, temblando, sofocado y transpirado, estira la mano para tocarlo sin animarse a mirar y al fin respira y reconoce la habitación del hotel en Colonia. Ata cabos a toda velocidad, Camila, la casa de Orestes en Montevideo, la conexión en Uruguay, “trabajando, cuidando unos detalles” – Pedro, despertate
-          ¿Que pasa, amor? – se despabila de golpe cuando ve el estado en el que esta – ¿te sentís bien? ¿Te traigo agua?
Lo aferra de la muñeca – te quedas acá, decime la verdad
-          No te entiendo
-          ¿Quien es Katia? ¿Que hace acá? Y no me mientas
Traga saliva y explica balbuceando – el ultimo domicilio de Camila era en Montevideo, pero hace unos días le perdieron el rastro, tal vez no sea nada, pero estando tan cerca…
-          ¿¡Sabias que veníamos a Colonia y así y todo me hiciste creer que te estaba dando una sorpresa!? – grita
-          No, no. Me aviso Marcial esta mañana
-          ¡Se supone que tengo que creer eso!
-          Revisa mi celular si queres, tranquilizate
-          ¡No tengo que revisar tu teléfono para saber cuándo me mentís!
-          ¡No estoy mintiendo! Prefectura le aviso de la salida de la lancha y…
-     ¡No me trates de estúpido! Desde cuando Prefectura le informa a Marcial nuestros movimientos!
-          A Marcial o a Maidana mi amor, siempre, por seguridad, y mandaron a Katia por …
-          ¡Y cuando pensabas decírmelo! No necesito que me cuiden vos ¡y tu dichosa agencia!
-          Guille…no…se preocupan por nosotros nada mas
-          Nos volvemos, ¡ahora!
-          Dijiste que nos podíamos quedar…
-          No me importa, levantate y vestite
-          Hay aviso de tormenta
-          ¡Ya, Pedro! ¡Ya! ¡Después soy yo el que arruina las cosas…la puta que te pario!
-          Guillermo… la lancha no puede cruzar el rio con tormenta
-          ¡Levantate, ahora!
La tormenta los alcanza a mitad de camino. Las olas inclinan peligrosamente la lancha hacia uno y otro lado amenazando volcarla, la lluvia cae torrencial y el viento azota
-          ¡Andate adentro!
-          ¡Decime en que te ayudo!
-          ¡Entra! ¡No puedo controlar la tormenta, la lancha y a vos!
-          ¿¡Busco la bomba de achique!?

Aferrado al timón resiste el embate del agua que barre la cubierta y mira alrededor – ¡¡Guille!! ¿¡Donde estas!?-grita


Continuará...

10 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Es tan interesante la historia de estos dos hombres siempre en medio de tiempos revueltos donde el amor reina a pesar de todo ... ¿pero sabes que?... me apasionan y me siguen enamorando como el primer día. Gracias por compartirla!!

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  3. Ya se esperaba la continuación! hermosa historia, como siempre con todos los ingredientes... Felicitaciones, nos haces ir de la admiración por ese amor, la pasión, el temor, al terror y el dolor... nos quedamos esperando, para nada tranquilas... Gracias!!! Susy

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  4. Excelente Elena!!!! Es maravillosa la forma que los describís, que los relatas, con sus celos, sus diálogos!!! Solo una pregunta: era necesario llevar al #SadicClub a Colonia!!??
    Felicitaciones y gracias por seguir compartiendo!!!

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  5. Excelente Elena!!!! Es maravillosa la forma que los describís, que los relatas, con sus celos, sus diálogos!!! Solo una pregunta: era necesario llevar al #SadicClub a Colonia!!??
    Felicitaciones y gracias por seguir compartiendo!!!

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  6. hola muy bueno es este capitulo creo que es la primera vez que lo leo pero esta muy bueno espero pronto la continuación ELDA

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  7. Elenita, un peligro que hayamos complotado, me estoy comiendo los codos. Pobres tesoros me los dejaste en medio del río!!! Y ahora que hacemos con estooooo????

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  8. Chicas, ¿ya les dije que son increíbles? ¡¡Esta historia es increíble!! Y nos tenemos que quedar con la historia escrita nomás, porque el presupuesto para hacerla peli sería impresionante... y no vengan que por cuestiones de presupuesto a Pedro lo tiene que interpretar Brad Pitt y a Guille Clive Owen o alguna estupidez así...no no no. ¿Y la intervención estelar del #SadicClub? Esas son más rápidas que el #TeamCielito, que las parió...
    Hablá con tu #SadicEditor : contar hasta 20? Pregúntenle a Brisa!!!

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  9. Oh, oh! Esto me dejó muyyyyy preocupada.

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