martes, 16 de septiembre de 2014

Hostería (20vo capitulo) by Elena

Aferrado al timón resiste el embate del agua que barre la cubierta y mira alrededor – ¡¡Guille!! ¿¡Donde estas!?-grita....



-          Pedro! Acá, ayudame! – y entonces lo ve, apenas agarrado de las barandas, a punto de caer al rio. Lo iza con fuerza sin presta atención al tirón en su ingle derecha y lo empuja al interior de la embarcación – entra y quedate ahí!



Abre los ojos al conocido paisaje del cielorraso blanco y los sueros colgando. Se esfuerza en recordar, la tormenta, Guillermo. Intenta levantarse pero alguien se lo impide, Maidana – que paso?
-          Que sos un boludo nene. Como se te ocurre volver con esa tormenta?
-          Guillermo quería…donde esta?
-          Dos pisos más abajo. No podes levantarte se te abrió la herida y…
-          Alcanzame mi ropa y llevame con el
Apenas oye la voz de la enfermera – señor, solo familiares
-          Soy familiar
Y la de Maidana – no se moleste señorita, es inútil
Se abalanza sobre la cama – Guille! - y ocupa la silla que le deja Alberto – que tiene?
-          Bronconeumonía. Pedro vos no podes estar acá…
-          Un ratito Beto, dejame con él un ratito – vuela de fiebre, conectado a monitores y oxigeno lo escucha murmurar “una sonrisa así “, estrecha las manos entre las suyas, lo besa y lo abraza – tranquilo, mi amor, tranquilo
Un rato después - Agustín, vamos, tenes que descansar
Se levanta sin soltar la mano que reacciona estrechando sus dedos – Pedro… - abre los ojos – estas bien?
Sonríe y besa los labios agrietados por la fiebre – sí, mi amor…descansa



Entra con el almuerzo justo cuando la enfermera está terminando los controles de rutina, sonrisa y guiño cómplice, y el manotazo en su cabeza – vos estas coqueteando con la enfermera, te voy a matar!
-          Es la única que me deja quedarme más tiempo con vos, Guille – beso
-          Que trajiste?
-          La comida del hospital
-          Sopa y te
-          Y puré de calabaza y…
-          Y? – con un mínimo de esperanza
-          Compota
-          Anda a cagar



Escucha la voz en el pasillo – acá tenes la tarjeta de mi estudio, Alberto o Marcos pueden ayudarte – y lo ve entrar a su habitación
-          Trabajando?
-          Hola, lindo, que te dijo el médico?
-          Mañana me dan el alta
-          A mí también
-          Que te mandaron?
-          Antibióticos, curaciones…reposo…control en una semana – enumera leyendo las recetas – a vos?
-          Mas o menos igual
-          Te quedas a dormir la siesta conmigo?
-          Pedro… - pero se acuesta a su lado – te dije que éramos yeta
-          Qué?
-          Mira como terminamos?
-          Vos quisiste volver! Me rompiste bien las pelotas para que volviéramos!
-          Y yo que sé del clima y del rio? Para que me haces caso?
Una semana de pesadilla en casa o de reposo en cama entre pañuelos y antibióticos
-          No se le puede pedir a Maidana que compre otra cosa que no sea pizza?
-          Dejalo amor hace lo que puede…
-          Pasame mis pastillas…esas son las tuyas Pedro, las otras
De improviso tenso, presta atención al sonido de una lancha – ah no, es para matarlo! Que hace ahora acá!?
Ceja levantada de Grazziani, interrogando
-          Es el motor de la lancha de Juan
-          Con un poco de suerte viene a traerme algo decente de comer, cielito – y diez minutos después entra Brisa con un plato rebosante de decentes ravioles con salsa
-          Me dijo que gano la causa, papa
-          Está bien hijita, gracias
-          Vos esto no lo comes – sacándole el plato de la mano y apoyándolo en su mesa de luz
-          Pedro!
-          No! – le sostiene los brazos contra la cama y se sienta sobre el
-          Para, lindo, que te conozco, hasta que no te den el alta no – pero su cuerpo abajo del de Pedro desmiente sus palabras cuando aumenta el contacto inclinándose para besarlo. Hora de pedir refuerzos – Brisa! Traeme tus carpetas y las de tu hermano!
-          Ya hicimos la tarea, papa!
Sonrisa peligrosamente resplandeciente – no importa! Tráemelas igual! – y movimiento de caderas – correte – apartándolo con el brazo – gracias hijita
Vuelve a su lado de la cama con un bufido de frustración y agarra el plato – ah! no me dejaste comer a mí y…dame para acá!
-          No, dejame, tengo hambre yo también!
-          Dame! – y tironea con fuerza
-          Papas! Las carpetas!

Continuara….

6 comentarios:

  1. M encanta esta familia son maravillosos!! Gracias Elena por traerlos siempre!!

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  2. Esta historia es eterna!! me encanta como lo cotidiano (y no tanto) se vive a pura ternura y reencuentros!! Qué gran escritora Elena, creatividad infinita!! Felicitaciones! Susy

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  3. Me encanto Elena!!!!
    Leer hoy la continuación en la página de la Hostería realmente me fascinó!!! Cada vez más enamorada de ellos, por la virtud de tu pluma y por saberlos felices viviendo en este mundo!!! Gracias!!!

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  4. Gracias Elena por esa Flia. tan hermosa y por el amor que se tienen.Gracias,es hermosa Hostería.Mirta.

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  5. elena vuelvo a repetir hosteria encuentro huesos y todas tus historias son carisias para el alma

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