#FragmentosdelavidacotidianaGuilledro
Diálogos con uno
mismo. La gripe de Guille.
Sintió el motor de la lancha
que se acercaba y se levantó. Tanteó los anteojos en la mesita de luz y puso el
saco grueso sobre los hombros. “…Que
duros son los días de invierno acá todavía no me acostumbro; la humedad, el sol
débil y el frio que te flagela los huesos.”
Lentamente
caminó hacia la ventana y miró atento el muelle. “…Y me sigue asombrando el agua que siempre se mueve… Pasa y pasa, indiferente, soberbia, segura de
que nunca volverá; con ese aire de infinito, nada la detiene… como la vida,
como los años…”
Después
lo observó acercarse, caminar ágil hacia la casa, cargar las bolsas con alegría,
tirarle el palito a los perros. Su juventud, sus largos brazos, su risa, esa
que tan bien le hace, esa que es suya sin contratos, la que siempre aparece en
el encuentro, el sello indudable del amor que habitan. “…Quien me viera y quien me
ve, la pucha! Si hasta parezco un adolescente enamorado. Me siento como llevado
por una ola que me arrastra sin opción; como un niño pequeño cuya vida depende
totalmente de la atención cercana del otro.”
Respiró
hondo, bebió un trago de agua y se desplomó en el sillón junto a la ventana. “…Y esta gripe de mierda que no se va… ya
estoy harto de estar encerrado… ¿Cuánto dura esto? Tal vez deberíamos llamar un
médico… si no fuera por sus cuidados ya me hubiese ido a la ciudad hace rato.”
En ese
momento la tristeza lo invadió palpable; la sensación contradictoria tantas
veces experimentada de dolor en el punto justo de mayor dicha. Ese temor a la
pérdida que acompaña a la entrega sin condiciones. “…Siempre lo mismo, che! Creo que no hay nada en la vida que dé más
miedo que el amor. La mezcla perfecta de plenitud absoluta y desgarro profundo.
La sensación de no necesitar nada más en el mundo y al mismo tiempo el terror
de estar de pie, solo ante el abismo...”
Abrigado
por el sol de la tarde en su espalda, se acomodó con los pies sobre la mesita y
buscó el libro, mientras lo escuchaba silbar un tango y ordenar las compras en
la cocina. “…Al final, tenía razón la
vieja cuando declamaba que el amor, siempre es como una montaña rusa donde se
junta el estremecimiento de la piel, con el fondo más hondo de la ausencia.
Euforia y parálisis… Y yo, que me reía mientras la trataba de cursi… Cómo te
estás vengando viejita...”
Todavía
no había abierto el libro cuando escuchó los escalones que crujían y los pasos
que se acercaban. Inclinó su cabeza, bajó mínimamente sus anteojos y lo miró
fijo, vidrioso, con los ojos abiertos desde el fondo del alma. “…Pero si estoy tan mal que me parece lo más
hermoso que vi en la vida! ¿Adónde me llevará esta locura?... Algo muy bueno debo haber hecho en las vueltas pasadas
para que ahora me toque este premio...”
Y el
pensamiento que se corta con los brazos que lo aprietan y el cuerpo dócil que
se acurruca en su pecho dándole calor.
- ¿Cómo
te sentís mi amor? Traje vino, café y la mermelada que te gusta. ¿Qué es esa
mirada… en qué estabas pensando?
- … En
nada, en que hace tres semanas que esperamos que vengan a arreglar el cobertizo
y…estamos acá, abandonados a merced de la ola y en plena montaña rusa; en fin…
prefiero el vino, para empezar…
Muy feliz de estar en la trinchera!
ResponderEliminarMuchas gracias por el espacio y el amor.
Y gracias a Ellos, claro, siempre gracias.
Mina.
Gracias Mina por esta hermosa viñeta, por la reflexión y la ternura. Y sí que da miedo el amor! pero es el miedo más hermoso y más digno de ser vivido. Gracias de nuevo, un lujo leerte. María Elena
ResponderEliminarMuchísimas gracias Mina por este bello relato que los describe de pies a cabeza., y este bella frase que para mi es como un todo
ResponderEliminar...el amor, siempre es como una montaña rusa donde se junta el estremecimiento de la piel, con el fondo más hondo de la ausencia..
PURA BELLEZA, LINDA, LINDA. GUILLE SIEMPRE CON ESE MIEDO... Y PEDRO, TAN DULCE, ENTREGADO ,AHOGANDO TODA LA PREOCUPACION DE ESE HOMBRE AL QUE AMA, IRREMEDIABLEMENTE, ETERNAMENTE, SIN RED. GRACIAS POR TANTO.ESPERO LA CONTINUACION
ResponderEliminar"MIRAN AL CIELO Y PIDEN UN DESEO CONTIGO LA NOCHE MAS BELLA" MONICA DE LANUS
"La mezcla perfecta de plenitud absoluta y desgarro profundo" que maravilla.....Gracias Mina por este bello regalo....GRACIAS.
ResponderEliminarPura ternura!!! una viñeta simple que toca el alma... gracias, por la descripción de este amor sin espacio ni lugar...
ResponderEliminarmi favorita "en qué estabas pensando?
ResponderEliminar- … En nada, en que hace tres semanas que esperamos que vengan a arreglar el cobertizo y…estamos acá, abandonados a merced de la ola y en plena montaña rusa; en fin… prefiero el vino, para empezar… " autentico Graziani
Q hermosa sintesis.Ese sentimiento sublime tan elocuente frente a la sorpresa por ser tan afortunado. Te felicito y agradezco tanto talento ..Manuela Valle
ResponderEliminarMina, una belleza lo tuyo. Un encanto esta viñeta, que nos trae a un Guillermo pensante y reflexivo. “Al final, tenía razón la vieja cuando declamaba que el amor, siempre es como una montaña rusa donde se junta el estremecimiento de la piel, con el fondo más hondo de la ausencia. Euforia y parálisis… Y yo, que me reía mientras la trataba de cursi… Cómo te estás vengando viejita...” Gracias Mina por este regalo. Gladis
ResponderEliminarMuy linda vinieta MIRNA creo que es la primera vez que te leo, es lindo esto que has escrito, ellos dos son tan lindosssssssssssssssssss ELDA
ResponderEliminarMina,pprecioso tu Guille miedoso enamorado!!!
ResponderEliminarBellísima muchas gracias
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