Hola
mi amor ¿te falta mucho? – dice Pedro entrando al baño donde Guille trata de
afeitarse, pero los nervios le están jugando una mala pasada.
Carajo
… estoy torpe … mmm … estoy nervioso Pedro, este caso me pone tenso y no me gusta – Suspira.
¿Me
dejás que te ayude? – pregunta Pedro con dulzura
Mmm?
… ayudarme? –
Si
– le sonríe – con la afeitada, dejame, a ver
Pedro
cubre la cara de Guille con espuma de afeitar y luego pasa la maquinita con
calma mientras Guille lo observa hacer, más calmado, casi dócil.
Te
divierte esto ¿no? –
La
verdad que sí – responde Pedro riendo, divertido – me encanta esto Graziani, me
gusta que dependas de mí – le dice secando con una toalla los últimos restos de
espuma y acariciando luego con el dorso de la mano el rostro de Guille que lo
mira serio, intenso.
Sos
un atorrante ¿cómo hago para irme ahora? – dice Guille tomando el rostro de
Pedro
Y
no te vayas … – Pedro cierra los ojos y le besa las manos
Se
besan apasionados, Guille acaricia la espalda de Pedro por debajo de la remera
y éste le afloja la bata mientras besa el cuello de su amante y sigue bajando
hasta su pecho ahora desnudo.
Pedro
– murmura con dificultad Guille – no precioso, no me hagas esto, me tengo que
ir
No
estoy haciendo nada – continúa Pedro mientras de nuevo busca la boca de Guille.
De
nuevo se besan, más profundamente esta vez.
Pero
Guille logra con dificultad separarse un poco.
Me
tengo que ir – dice suspirando con los ojos cerrados y apoyando su frente en la
del otro.
Que
tengas un buen día mi amor –
Ya
es un buen día - acaricia una vez más el rostro de Pedro y sale del baño
Beggio
lo sigue con la mirada
La
próxima no te me escapás Graziani – sonríe.
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Cuando
Pedro baja ya Guille se ha cambiado y preparado el desayuno, se detiene en la
escalera, ama mirarlo mientras él no se da cuenta y prepara el café, las
tostadas, acomodando todo prolijamente.
Pensé
que ya te habías ido –
No,
tengo un rato todavía y quiero que desayunemos juntos – dice Guille sirviendo
el café - Fabián! … dale Fabián! – le
grita a su hijo
Ya
va viejo! – se escucha la voz del aludido
Se
sientan a la mesa, Guille entrecruza las manos.
Está
mal acostumbrado … muy mal acostumbrado –
Acostumbrado
por vos – dice Pedro al mismo tiempo que se da cuenta de que esas tres palabras
pronunciadas casi sin querer van a
dividir el día.
Dale
– la respuesta no demora ni un segundo – decilo todo, no te quedes con las
ganas, vamos
Nada,
que Fabián es muy dependiente de vos … eso y … – lo mira y a pesar de que ve lo
que se viene continúa – eso tiene que ver con vos, te enojás con él pero sigue
haciendo lo que quiere porque de última sabe que lo vas a cubrir …
A
cubrir? … ah mirá vos … así que yo cubro a mi hijo – corre la taza y tira la
servilleta, parece que hubiera recibido una bofetada – y qué se supone que haga
a ver según vos
Nada
mi amor … -
No
… mi amor no … en estos momentos “mi amor” no, no me trates como a un pelotudo,
empezaste a hablar ahora seguí, te escucho – hace un visible esfuerzo para
contenerse
Pedro
trata de medir cada palabra - Fabián ya es un hombre pero vos muchas veces lo
tratás como a un crío pequeño, protestás pero él sabe que gritás un poco y
finalmente termina haciendo lo que él quiere. Es inteligente, listo, sensible …
y a la vez caprichoso y acostumbrado a que vos le salves las papas del fuego
siempre.
Guille
entrecierra los ojos en silencio sin decir palabra
Te
lo tenías guardado, cómo te lo tenías guardado!, ¿así que eso pensabas de mi
como padre? –
No,
yo no dije eso –
Claro
que dijiste eso – estalla – claro que dijiste eso! …
No,
yo creo que sos un padre maravilloso –
Ah!!!
no la arregles!, no me ofendas encima tratándome como a un estúpido –
Jamás
te trataría así porque no pienso eso – intentando que lo escuche – simplemente
digo que Fabián necesita crecer, cortar un poco el cordón umbilical con vos,
hacerse cargo de su vida …
Dejame
de joder con esa psicología de mierrrrda … ¿me escuchás? … dejame … de … joder,
no tenés ni la más puta idea de lo que es criar un hijo solo y bastante bien lo
crié, no tenés la más puta idea así que no me vengas con frases fáciles de
revistas de peluquería. Cordón umbilical! Pero dejame de joder!!! –
Nunca
dije que lo hubieras criado mal yo … -
Basta!
Se acabó! – acompaña el gesto con la mano
No
te podés poner así! Estamos hablando no me podés tratar así –
Yo
te trato como se me canta las pelotas y más cuando te metés en la relación
entre mi hijo y yo –
Furioso
– Perdoname, pero me meto porque si mal no recuerdo soy tu pareja y vivimos
juntos, ¿o estoy equivocado? … así que tampoco me vas a tratar como se te
cantan las pelotas, eso se terminó –
Y
para mí también se terminó esta conversación – Guille se levanta
Todavía
no dije todo –
A
mirá vos!, no querido, catarsis en el desayuno no –
Pedro
no se amedrenta, ya comenzó y aunque salte todo por los aires nada lo va a
detener.
Quiero
que nos mudemos –
El
silencio casi se puede oir
Escucha
a sus espaldas la voz de Guille llena de ira
Qué
dijiste? –
Esta
es tu casa, es la casa tuya y de Ana y de Fabián, es tu casa de antes de
conocerme, es la casa de tu vida anterior a mí. Quiero que vivamos en un lugar
que sea de los dos, no me importa dónde pero … -
Y
vos te creés que yo tengo cabeza para pensar en esa pelotudez ahora? –
Lo
vas a tener que pensar, porque yo no quiero seguir viviendo más acá y esta
discusión me demuestra que tengo razón. Vas a tener que decidir Guille –
Me
estás amenazando?, yo no te lo voy a permitir … no te lo voy a permitir! –
Vas
a tener que decidir … -
No
decido un carajo! Andate a la mierda Pedro!, si querías cagarme el día lo
conseguiste, estate contento –
Vas
… a tener … que decidir. Yo no voy a seguir viviendo acá –
Ah
no? … ah no? – haciendo un esfuerzo para contener su ira, se acerca a Pedro y
le habla casi al oído – andate entonces …
Pedro
traga saliva, tiene un nudo en la garganta y no hay lugar del cuerpo que no le
duela. Se levanta despacio y sin mirar a Graziani toma su celular, su saco y su
maletín y se va en silencio.
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Guille
no atina a moverse, la mirada perdida, tratando de recuperarse pero sin
lograrlo.
En
eso baja Fabián, todavía sin cambiarse, se rasca la cabeza y bosteza.
Buen
día viejo –
Se
sirve el café. Guille permanece en el medio de la cocina sin moverse.
Finalmente
Fabián repara en la situación
Pedro?
… - pregunta mirando a su padre
Pedro
… - apenas murmura Guille – Pedro se fue …
Ah!
… qué raro … en general siempre se van juntos … pasó algo? –
Si
– lo mira directo a los ojos – vos …
Yo?
– ahora presta atención – qué tengo que ver yo?
Que
ya está hijito, ya está, hasta acá llegó mi amor. Tenés que crecer Fabián, ¿te
das cuenta de eso hijo?, mirate, ya tenés 21 años, ¿qué vas a hacer de tu vida
hijo? –
Qué
te pasa viejo, ¿por qué me venís con esto ahora? –
Es
que no podés seguir así Fabián!, no podés seguir así hijo!, mirate por favor,
volviste a la universidad y para qué ... ¿pensás que soy boludo? … sé que estás
cursando una sola materia y que prácticamente no estás yendo, estás haciendo lo
mismo que antes, me voy yo y te quedás todo el día acá sin hacer nada … -
No
es así viejo –
Fabián!!!
… no me trates como un boludo por favor! … teneme un poco de respeto! –
No
te trato como un boludo! … yo no tengo la culpa si discutiste con Pedro …
Sacalo
a Pedro de esta conversación te lo pido por favor, respetame carajo!, soy tu
padre!-
Fabián
se mantiene en silencio
Se
terminó hijo, hasta acá llegué –
Qué
querés decir con “hasta acá llegué” –
Fabián,
si yo sigo así vos vas a seguir así, haciéndote el boludo, no haciéndote cargo
de tus cosas, culpándonos de todo a Ana y a mí. Y ahora cada vez que podés nos
atacás a Pedro y a mí por ejemplo dándole las llaves a Ana para que entre y se
meta en nuestras vidas y después cuando hay quilombo vos ponés tu mejor cara de
yo no fui como que no tenés la culpa de nada … tenés 21 años hijo, hacete cargo
de tu vida Fabián de una buena vez! –
Y
que querés que haga? –
Lo
que quieras, pero hacé algo hijo!, estudiá, laburá, trabajá de streaper si
querés pero hacé algo con tu vida … yo te voy a ayudar en lo que decidas pero
no te voy a bancar si seguís así … -
Qué?,
¿me estás amenazando con cortarme los víveres?, ¿es eso? –
Te
das cuenta de cómo me hablás? … no … no te voy a “cortar los víveres” como vos
decís … por ahora … pero las cosas van a cambiar … no pueden seguir así –
Y
cómo van a seguir? –
Guille
suspira cansado
Van
a seguir con vos viviendo en esta casa, si querés con tu madre viviendo con vos
en esta casa … -
Vas
a volver con mamá? – incrédulo
Vos
creés de verdad que yo puedo volver con tu madre? –
No,
pero estás diciendo que mamá puede volver a vivir acá conmigo … y Pedro y vos?,
¿qué onda? –
Ninguna
onda … Pedro y yo nos vamos –
Adónde?
–
No
sé … a cualquier lado … no importa eso – Guille se deja caer en la silla junto
a Fabián y hablando para sí mismo – Dios mío! … es increíble …
Qué?
–
Pedro
… - pronuncia el nombre emocionado
Estás
bien? –
Voy
a estar bien … - sonríe – voy a estar bien …
Acaricia
el rostro de su hijo
Pensalo
hijo, pero hacelo pronto y usá la cabeza –
Le
da un beso, toma sus cosas y sale.
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Todo
el día Guille lo pasa en Tribunales.
De
Pedro ni noticia. Llama a su celular pero lo tiene apagado.
Finalmente
la audiencia por el caso de estafa pasa a un cuarto intermedio para alivio de
Guille que siente que el día le da una tregua para reponerse de tantos frentes
que se le han abierto hoy.
Vuelve
a la casa. Fabián no está y aunque mantenía alguna esperanza Pedro tampoco.
Va
al estudio donde Beto y Gaby lo están esperando para hablar sobre la estrategia
a seguir con la audiencia aplazada para el lunes siguiente.
Guille
les dice que lo planifiquen ellos, que por hoy ya no tiene cabeza para más.
Nota
que Pedro no ha ido al estudio y tratando de preservar su intimidad decide no
preguntar.
Agotado
se sienta en el sillón de su despacho
Beto
olfatea que algo pasa y se acerca silencioso
Pasa
algo Guille? –
No
… ¿por? … -
No
sé, hoy lo vi a Pedro que estuvo un rato y se fue sin decir palabra, ahora te
veo a vos así, preocupado … pregunto viste … no te quiero joder … -
Nada,
no pasa nada Beto, estate tranquilo –
Si
querés charlar estoy acá cerca, ya sabés –
Ya
sé Beto … ya sé, traten de resolver con Gaby lo de la audiencia, eso me va a
ayudar, yo estoy agotado –
Ta
– se queda mirándolo sin decidirse
Guille
lo mira impaciente - ¿qué pasa? –
Nada
nada … me voy –
Chau
– auyentando la posibilidad de una confidencia
Guille
se estira en el sillón y cruza las manos por detrás de su cabeza.
Se
queda así unos instantes y de repente como levantado por un resorte toma el
teléfono y llama un taxi, acto seguido agarra su saco y se va tan rápido que
Beto y Gaby no alcanzan a preguntarle nada … esa era la idea.
(continuará …)