"Tomate todo el tiempo que necesites, mi amor".
Con estas palabras quiso tranquilizar a su socio, ese hombre descolocado ante
la realidad y la trampa, que intenta mostrarse fuerte delante suyo, con una
fortaleza que se ve frágil como el cristal. Y mientras lo ve alejarse en un
bote no hace más que recordar la noche de amor que pasaron juntos. Su primera
noche de verdadero amor. Y pensar que hasta hace un tiempo tenia miedos, dudas,
inseguridades... pero todo eso se esfumo cuando lo vio parado frente a la
puerta de su refugio improvisado en medio de la desesperación, tan indefenso
como el ante tanto amor. Entonces el tiempo se detuvo, el odio que los rodea y
quiere separar desapareció y el mundo se redujo a ellos dos y a esa casa en
medio de la nada. Se fundieron en un beso tan intenso como esperado, en
caricias suaves y llenas de ternura, de placer contenido y felicidad
anticipada. Recordaba el dulce sabor de sus besos, el calor de su aliento susurrando
su nombre cuando se entregaba entero a la pasión y se volvía uno con el hombre
que lo enamoro y cambio su vida para siempre. Y lo recordaba durmiendo a su
lado, con una expresión tan calma y serena que hasta ahora desconocía en el. Y
le llamaba la atención que pudiera dormir cuando él no podía hacerlo. ¿Cómo
dormir ante tanta felicidad ahora descubierta? ¿Frente a tanta libertad recién
nacida?. Entonces se dedicó a mirarlo, a guardar en su memoria cada rasgo, cada
gesto de su rostro, a guardar el sonido y la pausa de su respiración. A su lado
duerme el hombre que ama y nada ni nadie puede hacerles daño, juntos son
fuertes y juntos pueden hacerle frente a cualquier mal. A su lado duerme el
hombre que ama y ya no existen las
dudas, los prejuicios y el temor al que dirán. Ese hombre que tantas veces lo
acaricio a la distancia con sus palabras y consejos, lo beso con cada gesto de
amor cuando parecía que sus sentimientos no eran más que un juego prohibido. Lo
ve alejarse y sabe que aunque no estén juntos ya no van a poder separarse. Lo
ve alejarse y sabe que el vínculo que los une es eterno. Lo ve alejarse y no
puede evitar sentir una punzada de dolor frente a su nueva realidad, su exilio
forzado. Lo ve alejarse y sabe que van a estar juntos para siempre, esperando
volver a verse y que el tiempo, se vuelva a detener.
NOTA DEL AUTOR: Para los que como yo creen que "este
donde este" Pedro va a estar esperando por Guille para poder vivir su
historia de amor sin violencia, alejamientos y tristeza. Con absoluta libertad
como se lo merecen ellos y como lo hubiésemos querido nosotros.
Me hiciste llorar !!! Sobre todo con la nota del autor, es así, Pedro siempre va a esperarlo ,gracias y seguí por favor que nos hace mucho bien :-D
ResponderEliminarMuchas gracias! A seguir soñando historias, entonces!
Eliminar"Entonces se dedicó a mirarlo, a guardar en su memoria cada rasgo, cada gesto de su rostro, a guardar el sonido y la pausa de su respiración ...". Cómo me gusta esto, Guille durmiendo, Pedro que lo mira. Gracias Marisa por recuperar esa noche de amor de ellos y traerla para nosotros. A seguir escribiéndolos y haciéndolos vivir en nuestras historias. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras y el aliento para seguir.
EliminarBienvenida Marisa, cuanta emotividad contenida en cada frase, bello reclamo de libertad. Pedro esta acá, en nosotras a resguardo, como en un refugio, todos los dias lo traemos...no nos olvidamos un solo día de él, como tampoco lo puede olvidar Guille, digan lo que digan, cuenten lo que cuenten...Bellisimo!
ResponderEliminarBuenisimo Marisa me gusto un monton que bueno que puedan expresar en palabras todos lo sentimos este club de amigas enamoradas de guille y pedro ,gracias otra vez
ResponderEliminarBuenisimo. De verdad yo me he identificato totalmente.
ResponderEliminar"Tomate todo el tiempo que necesites, mi amor". hermosa esta frase que nos hiciste recordar, hermoso comienzo de un tiempo que se auguraba dichoso. gracias, Marisa!
ResponderEliminar"Lo ve alejarse y sabe que aunque no estén juntos ya no van a poder separarse". Me aferro a eso, Marisa, con todas mis fuerzas. Viven en nosotras, en tus palabras, en las palabras de este rincón... Gracias!
ResponderEliminarLloro desconsoladamente. Y si...Pedro lo esperará eternamente para poder fundirse en un abraxo...en un beso. . Y asi poder vivir... lo que se merecen... LO QUE NOS MERECEMOS!
ResponderEliminarAy Marisa, por un momento creí que me habían engañado con tantes frases y momentos maravillosos... pero no: vos los recuperás todos y cada uno y les das la fuerza y el amor que nunca debieron perder... Y gracias por darnos la intimidad de esa noche en el Delta, que nos habían negado!!!
ResponderEliminarHermoso Marisa! Muchas gracias por compartirlo!
ResponderEliminarCuánta verdad en esta frase: "Ese hombre que tantas veces lo acaricio a la distancia con sus palabras y consejos, lo beso con cada gesto de amor cuando parecía que sus sentimientos no eran más que un juego prohibido"
Me hiciste revivir todos los hermosos momentos en que Guille, sin poder evitarlo, contenía, protegía, amaba a Pedro en silencio, con pequeños gestos que fueron los que al "chiquitín lindo" perdieron por completo y lo hicieron reconocer que había un sentimiento tan grande e inevitable por Guille, que ya no podía ni quería controlar.
Espero más historias!!
Sol
Muchísimas gracias Marisa por acercarnos este bellísimo relato en el que has captado exactamente la esencia de esta historia que me conmueve y cuyo final todavía no termino de aceptar. Realmente admirable la emoción que hace sentir al que lo lee. Bravo!!!!
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