(bellamente
recortado by Nora “Tijeritas”, bajo la atenta mirada de Grace y Lilita)
¿Se
acuerdan de GRIPE? ¿ Y de la promesa de Guille de volver para bañar a Pedro?
Cumplió.
Blue
se quedó en la sala con chicos. Yo no.
-y
para disfrutarlo, lean la primero GRIPE by Ilgora Blue-
*******
Habiendo
organizado la tropa en la planta baja, Guille regresa arriba salteándose
de a dos escalones, cargando todas las bolsitas refrigerantes del freezer que
encontró.
La
habitación principal, está vacía. “Hombre de poca fé”, pensó,” atolondrado”.
Pero
cuando entró al baño y también lo vio vacío, la cosa ya no le gustó. ¿Dónde se
había metido?
La
voz con acento dulce y muy griposo, casi inaudible, surgió de la nada misma,
-¿Guille?
Un
sudor helado le recorrió todo el cuerpo - ¡Pedro! gritó desesperado - ¡Pedro! -
Y moviéndose rápidamente dentro del estrecho baño, lo vio: tendido, boca arriba
en el suelo, desnudo, del otro lado de la bañera. Prácticamente se arrojó
sobre él.
-¡Ay
querido , por favor! –arrodillándose a su lado, levantándole la cabeza con sumo
cuidado – Pedro, ¡qué pasó! ¡Te caíste, te desmayaste! ¿te golpeaste, estás
lastimado? ¿Me entendés? ¡Contestame! Esperá que traigo algo- hiperkinético,
sin querer soltarlo.
Pedro
trataba de responder, pero sólo llegaba a toser, para nervios de Guille. Hasta
que pudo tomarlo fuerte del brazo para que parara. Su esposo entendió, se calló
y lo miró.
-Tranquilo
mi amor –tomándose su tiempo y tratando de sonar entero – estoy bien, bueno
estoy como estoy pero no me caí. Vine a acostarme acá, que el piso está fresquito.
Guille
se quedó petrificado. Se transfiguró -Te mato. ¿Vos estás loco Pedro? Casi me
da un ataque a mí ¿En qué estabas pensando?
-Estoy
enfermo, y el piso acá está más fresquito.
Tuvo
que reconocer que el chico tenía un buen punto. Por otra parte, se sonrió. La
escena no estaba para nada mal: su marido desparramando su bella humanidad por
el suelo, tratando de estar lo más en contacto posible con el piso de mosaico
blanco y frío, para apagar ese delicioso fuego que lo recorría y lo bañaba en
un fino sudor que le perlaba la piel. Una visión.
Y
el hombre sacudió la cabeza, para sacudirse esos pensamientos, al menos hasta
más tarde y ahora entrar en acción.
-A
ver, dale, vení - tomándolo del brazo – a ver si logro bajarte la temperatura,
y de paso me la bajo un poco yo.
-No,
no- se quejó Pedro , resistiéndose a moverse - Dejame un ratito más.
Otra
vez el chico tenía un punto: al menos del piso no iba a pasar.
Ordenadamente,
(y sin pisarlo), Guillermo abrió la canilla bien caliente, dispuso toallas y
las bolsitas refrigerantes sobre un banquito, sumergió dos aromáticos
saquitos de hojitas de romero en el agua, chequeó la temperatura, amorosamente
le puso un poco de crema de menta en las sienes a Pedro ¡y un toque en la
nariz! Y se sentó junto a él poniéndole su pierna como almohada y acariciándole
suavemente el pecho. Cuando el baño de inmersión estuvo listo, lo ayudó a
ponerse de pie y a entrar en la bañera.
-¿No
quema esto? Dale, metete vos también.
Guille
le dio un piquito y salió del baño.
Pedro
levantó la cabeza, sorprendido, pero sonrió chiquito cuando escuchó el giro de
llaves de la puerta del dormitorio.
-Ay
querido, mirá cómo me hacés trabajar, vos – se “queja” Guille mientras se
desnuda y empujándole delicadamente la espalda, se desliza debajo de él en el
agua tibia.
Abrió
ligeramente las piernas, para que su hombre se acomodara mejor y se recostara
completamente sobre él, los brazos apoyados sobre los borde de la bañera.
-Che,
¿vos no estás más pesado?
-Quejas
hasta las 17, Graziani.
Se
sonríe, el peso de su amor es el más delicioso que soportó en su vida.
Tomándolo
por los hombros, lo manipula, lo acomoda. Lo siente tan vulnerable. Con culpa,
le encanta. Está enfermo.
-Estás
ardiendo, querido-.
-No
es la fiebre la que habla, Guille…
Su
cuello “es uno de sus lugares en el mundo” y allí se instala. El sólo contacto
con su piel, apenas más caliente que el agua, lo enloquece.
Perdiéndose
en su cuerpo se siente libre, joven, dueño. El chico es su jardín secreto. Una
y otra vez se maravilla del sincro de los cuerpos, del encaje perfecto. Están
hechos el uno a la medida del otro.
-Relajate
Pedro.
-Relajate
debería decirte yo a vos, amor.
-Pelotudo.
En
el denso vapor que ya inunda el cuarto de baño, respirar en armonía con la
firme ondulación del pecho de Guille. Cada vez más rotunda, cada vez más lenta.
¡Se había vuelto loco del deseo de llegar a tocar lo que había debajo de esa
camisa desabotonada! Todavía lo sonrojaba la idea.
-Dale
precioso, ayudame, guiame vos, me gusta cuando lo hacés vos.
-Y
vos no me dejes afuera, amor.
-Afuera
no es precisamente la palabra, precioso – le susurró directo al centro de todo.
Les
gusta así. Les gusta de muchas maneras, pero también les gusta así, despacio,
natural, quieto. Absorbiendo cada palmo del cuerpo del otro que es el propio,
mezclados, desnudos: el uno totalmente desarmado, abierto, sin barreras. Y el
otro sin moverse, bellamente detenido. Sin intención, sólo instinto, pasión por
el otro. Soberano. Descubrir su carne audaz, que se erguía orgullosa y vital.
Jugando
con el agua, con una mano lo va armando, ojos, boca, barbilla, su hermoso
cuello, sus hombros amplios y fuertes, reconoce su pecho, deteniéndose en cada
detalle, su vientre, dibuja de memoria su tatuaje, y con la otra lo agarra tan
suave y tan fuerte, y lo amasa, marcándole el ritmo a su corazón.
Estar
en Pedro. Estar en Guille. La experiencia más arrasadora que hayan vivido
jamás. Que reinventan cada vez. Desaparecer en el otro. Y hoy es Guille el que
lo arrastra. Ya no sabe ni le interesa llegar a ningún lado donde no esté con
Pedro.
Profundo.
Azul.
-Te
amo - escuchan sin decirlo.
Guille
es el primero en volver a la superficie, abre de a poco la canilla de agua fría
y empieza a sumergir las bolsitas refrigerantes. Pedro, en cambio, sólo respira
porque siente a Guillermo respirar.
Lo
conoce muy bien en este estado y pacientemente lo va enfriando, acariciándolo,
le dice contra su cuello cuanto lo ama, lo hermosos que es, el sinsentido
inconcebible de no tenerse… y siente como Pedro se expande, ¡se hace más
liviano que el agua! Y lo abraza más, para que sepa que está ahí, para él,
mientras se deshace de los últimos fueguitos, que se deshilachan en el agua…
-Me
devolvés la vida, Guille.
Touché.
………………………………………
-Vamos,
hermoso, que me voy a pasar y vas a empezar a tiritar.
-¿Y
mi baño? – rezonguito de Pedro mimoso que quiere seguir -¿Y el jabón? Ya nos
parecemos a los chicos… ¡Aya! No me muerdas, que estoy enfermito.
-Dale,
atorrante, salí, que ese comentario, en la escala sexy del uno al diez,
califica menos ciento cuarenta y cinco. Vení que te seco y te dejo en la cama.
Enfermito…
Incorporándose,
mientras su hombre lo envuelve en un toallón blanco. -¿Todavía usás una “escala
sexi”? – se ríe, buscando el abrazo con hueco – mi escala sexi reventó a la
mierda el día que te conocí, Graziani.
……………………………………………………………..
Preparó
y le llevó un humeante plato de sopa a Pedro.
Cenó
con los chicos. Dejó los trastos para lavar al día siguiente, “por única vez”
declaró solemne.
Acostó
y le leyó un cuento de “Amistad Divino Tesoro” a Brisa. Uno de amor, obvio.
Ajedrez
con Dieguito. Tablas. -Por ahora- advirtió Guille – que tengo preparada la gran
“Bobby Fisher”!
Y
bichos.
–
Sí Dieguito, no me gusta como lo veo a papi. Me voy con él, total, “sus”
bichos, en cualquier momento me inician una demanda por paternidad.
………………………………………………………………….
Hace
tiempo que Guillermo sabe y no se preocupa en hacer ruido o no al entrar a la
habitación. Dormido o despierto, Pedro siempre sabe cuando él se acerca.
Acusador,
divertido: -Che Graziani, ¿así que un beso chiquito, suave, de nada…? Estoy
pachucho pero tomé nota…
-¡Ay
precioso!, estaban los chicos – regalón, Guille, acariciando la carita de su
marido, afiebrada como aquel día, recordando con el corazón.
-Bien
que te voló la peluca, ese besito de nada… ni supiste que hacer - provocador.
Guille
se ríe y se deja caer en el túnel del tiempo de esos ojazos. Y lo mira, sin
pensarlo, con el mismo gesto de aquel momento amado. – Y que esperabas,
chiquitín, ¿qué te comiera la boca?
Y
Pedro ve exactamente lo mismo que vio en ese instante: la cara del hombre que
amaba, enamorándose de él.
Lees este Fic y al final te derrites de amor.. de ternura.. de melancolía por lo que habrías podido tener y que te han sustraído. Menos mal qué Ilgora, con su magia, nos regala estas imágenes perfectas.. de una familia perfecta.. de un amor perfecto. Pedro y Guille para siempre unidos.. y nosotras con ellos.
ResponderEliminar¡Qué lindas palabras Antonia! Sos muy generosa, amiga... eso, es exactamene, lo que quería trasnmitir...
Eliminarmuero de amor siempreeeee , graciasssssssssss de verdad , ternura total
ResponderEliminar:)
EliminarEstoy desmadrada! Ilgora!!!! Amo la forma en que se aman... los amo amandose... gracias por "El Baño" mas bello del mundo! Cande
ResponderEliminar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
EliminarMe encanto Ilgora siempre transportándonos a esa cotidianidad de la familia Beggio Graziani super tierna y llena de ese amor único (que por más que intentaron quitárnoslo ya es tan suyo como nuestro), ya que ellos Guille y su Pedro son nuestros ya que su amor trascendio y nos impacto directamente en el alma y se quedo a vivir alli
ResponderEliminar100% de acuuerdo con vos Romina!
EliminarPor favor me encantoo...!!Ílgora sos una genia,como me encantan tus historias,son fantastica!!Jesica
ResponderEliminarGracias Jésica!
Eliminar...Desaparecer en el otro..Bueno luego de haber llegado hasta ese renglón, crei que ahí me quedaba, sentí que había llegado a un lugar fabuloso, que nunca habia podido pensar que una narración me transportaía. Me encanta esta hermosa historia!! Es muy sensible, tierna, y bella. Muchisimas gracias por este hermoso regalo que me brindas un jueves por la tarde!!
ResponderEliminarY muchísimas gracias por este hermoso comentario, Adriana!
EliminarSensual y tierno. Una maravillosa visión de la vida diaria de Guille y Pedro. Gracias por compartirla con nosotras.Me encanto.
ResponderEliminar¡Qué bueno que te gustó, Alicia!
EliminarIlgora , precioso , y ese parrafo final .... Lo dice todooooo .... Graciela CT
ResponderEliminarGracias!
EliminarIlgora Ilgora...sos tan genia y transmitis tanta ternura sin importar de qué color estés! Adoro compartir con ustedes la cotidianeidad de Guille y Pedro como familia y como pareja. Hoy particularmente leer este relato me hizo suspirar y sonreir y me llenó el calma de alegría y de paz. Te lo agradezco mucho de corazón! María Elena
ResponderEliminar¡Gracias Elena, bellísimo!
EliminarQué párrafo final !!! Un placer leer todo lo que escribís... Desmayada de amor... quedé !! Andrea.
ResponderEliminarGracias Andrea!
EliminarAy, Ilgora! Tenés el don de la ligereza, de la suavidad ... donaste, una vez más, alas a mi alma.
ResponderEliminarLa tuya es una alquimia perfecta de sensualidad, ternura y puro Amor, un mimo para el corazón!
<3 <3 <3
Dulcísimo Monica!
EliminarSuspirar y sonreir, muy cierto. Hermosa historia que nos hace vivir el amor que es y el enamoramiento que fue. Muchas gracias por escribirla y compartirla.
ResponderEliminarY por leerla... y comentarla!
EliminarEl privilegio que nos regala Ilgora de espiar por la cerradura y sorprenderlos en su amor cotidiano...precioso!!
ResponderEliminarSi, sí...
EliminarQue te puedo decir, esto es un peligro para la salud!!! Son sensuales, son divertidos, son tiernos... Son ellos!!! Como deberían haber sido en su final feliz!!! Los leo así y me deja ese gusto a nostalgia por lo que no fue... Gracias x hacerlos felices como se merecen!!! Abrazo,
ResponderEliminarAbrazo Paula!
EliminarTERNURA Y AMOR.....AMOR Y TERNURA......tal cual las palabras de Antonia.
ResponderEliminarExelente ficción.....nos quedamos con ganas!!!!!Gracias Ilgora Red!!!
Gracias por leer!
EliminarQuerida Ilgora solo hay una palabra para tu relato: Perfecto. Te quiero, Marisa.
ResponderEliminarExagerada Marisa!
EliminarIIGORA,RED, BLUE, DEL COLOR QUE QUIERAS, NO PODES "EL PESO DE SU AMOR ES EL MAS DELICIOSO QUE SOPORTO EN SU VIDA", MUERO DE AMORRR Y TAMPOCO PODES " Y PEDRO VE..."
ResponderEliminarSUBLIME LO SUYO¡QUE LINDO TRANSMITIR TANTAS SENSACIONES EN UN RELATO!
LO TUYO ES REALISMO PURO, MAGIA PURA, BUENO EN CONCLUSION" REALISMO MAGICO".
TE FELICITO.ESTA SEÑO SE LAS TRAEEEEE!!!!!!! MONICA DE LANUS.
¡Gracias Mónica, y saludos a 5to C!!
EliminarIlgora Bellisimo, muy poetico, precioso, muy tierno. Y hot. Te felicito.! Gala Erre
ResponderEliminarGracias Gala!
EliminarHermoso como siempre!! este relato es un sube y baja de emociones, ternura con los chicos, hot en el baño, gracioso "Quejas hasta las 17, Graziani" jaja una hermosa mezcla como siempre!! Felicitaciones!!!
ResponderEliminarGracias Cele
EliminarPedro, en cambio, sólo respira porque siente a Guillermo respirar........ puro romanticismo.... Hermoso Ilgora!!!!!! Besos
ResponderEliminarGracias María Laura!
EliminarAy Ilgora què belleza este relato, cuanta sensualidad, cuanto romanticismo, cuanto amor. Gracias por estos momentos preciosos!!!
ResponderEliminar¡Gracias Marcela!
Eliminarahhh!! que hermosura de relato....lleno de ternura y romanticismo me encanto Ilgora....las partes que mas me gustan...."Su cuello “es uno de sus lugares en el mundo” y allí se instala. "....." La escena no estaba para nada mal: su marido desparramando su bella humanidad por el suelo, tratando de estar lo más en contacto posible con el piso de mosaico blanco y frío, para apagar ese delicioso fuego que lo recorría y lo bañaba en un fino sudor que le perlaba la piel. Una visión."....."Su cuello “es uno de sus lugares en el mundo” y allí se instala. El sólo contacto con su piel, apenas más caliente que el agua, lo enloquece."....que indo FELICITACIONES!
ResponderEliminarGracias!!
Eliminarmuy lindo Ilgora!
ResponderEliminar¡Gracias Elena!
EliminarExcelente, sin palabras, puro amor, sensualidad, complicidad, ternura, con una pizca de erotismo, relatado con sutileza y calidad. "Te amo-escuchan sin decirlo" y el final, para el recuerdo, la emoción, el disfrute. No podía no pasar. Gracias por tanto.
ResponderEliminarAsí es, no podía no pasar... :)
EliminarSIMPLEMENTE GENIAL!!! ME DERRITEN ESTOS DOS GENOS!!!QUE RELATO!!CUANTA TERNURA, SENSUALIDAD, PASIÓN, Y CUANTO AMORRR!AMOR DEL BUENO!!SON EL UNO PARA EL OTRO!!LO CONTÁS TAN BIEN, ES UN FIC ABSOLUTAMENTE DELICIOSO, DIRIA GUIIIE!GRACIAS!!!QUEREMOS MÁS!!ja
ResponderEliminarMori c este relato! tanta complicidad,amor y un juego de palabras impecable para describir su intimidad.Mis partes favoritas: "...para apagar ese delicioso fuego que lo recorría y lo bañaba en un fino sudor que le perlaba la piel. Una visión..." "El sólo contacto con su piel, apenas más caliente que el agua, lo enloquece..." " ¡Se había vuelto loco del deseo de llegar a tocar lo que había debajo de esa camisa desabotonada!" "dibuja de memoria su tatuaje" "Y Pedro ve exactamente lo mismo que vio en ese instante: la cara del hombre que amaba, enamorándose de él..."
ResponderEliminar¡Muchas gracias!
EliminarIlgora veo que cumple sus promesas..
ResponderEliminarEste baño reparador es inolvidable.
Pura pasión y erotismo al mejor estilo Ilgora Red.
Una vez más, agradecido.
cheers.
"Ud. es el culpable..." no sé se está familiarizado con este tipo de música, caballero. Pero sí, recogí el guante, y me ha hecho muy feliz... Cheers!
EliminarIlgora.....ya se me terminaron las palabras elegantes para alabar tu trabajo, ya te dije q es magia pura, de la mejor, perfecta. Lo q no se me termina nunca es la revolucion de sensaciones q me generas cuando te leo. Espero, de todo ♥ q seas conciente de las hermosuras q generas!!!! Gracias, con todo el cuerpo la mente y el corazon, gracias!!!!
ResponderEliminarY muchas gracias a vos por leer y comentar tan bellamente!!! dan ganas de seguir escribiendo!
EliminarPreciosa historia, acorde a sus protagonistas, con un Graziani autentico, sobreprotector, vulnerable..." y lo abraza mas, para que sepa que esta ahí...".Un Pedro, pura entrega, dulzura, ternura, tan enamorado que duele, "Me devolves la vida" Esta todo dicho, tus relatos nos derriten de amor.
ResponderEliminarSí, esas dos frases los definen... Gracisa!
Eliminar"lo conoce muy bien en este estado y pacientemente lo va enfriando, acariciándolo, le dice contra su cuello cuanto lo ama, lo hermosos que es, el sinsentido inconcebible de no tenerse… y siente como Pedro se expande, ¡se hace más liviano que el agua! Y lo abraza más, para que sepa que está ahí, para él, mientras se deshace de los últimos fueguitos, que se deshilachan en el agua…"
ResponderEliminarCreo que podríamos releer el maravilloso fic inicial de Ilgora Red, "El mapa", para encontrar el antecedente de esta érotica y bella escena que describe cómo Graziani conoce íntimamente el modo de entrega absoluta de Pedro, cómo sabe esperarlo, contenerlo, estar ahí para él.
Ilgora lo cuenta de un modo irresistible. Erótico, sensual, con una ternura depurada, en su mejor estilo.
Me encanta.
Muchas gracias, Norita, por taer de vuelta al Mapa, que me encantó escribir y reescribir con vos... y sí, estos dos siempre se amand del mismo bello modo... siempre diferente...
EliminarPor favor! què divino lo que escribiste...y al igual que el comentario anterior de "Nora" recordè "El Mapa",un relato que en pocas lineas logra ser tan complejo,con tantos layers que se entremezclan...de amor,erotismo y ternura que para mi,ya es uno de los mejores.
ResponderEliminarGracias por tu lectura!!
EliminarUfffffff!!!!! Por favorrr, un poco de aire... continuación yaaaaa, corta la bocha ¡Que final! Puro romanticismo.
ResponderEliminarIIgora, relato cargado de pasión y erotismo como me parece, a vos te gusta y a nosotros ni te cuento.Felicitaciones
¡Claro que me gusta! Y me alegra que a vos también!
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