Viñetas: Nostalgia by Lupillar

No le gusta ir al cementerio, lo detesta; porque está lleno de recuerdos amargos, nostalgias de felicidades pasadas pero sobre todo por la verdad que grita aquel lugar: que la vida es una sola, y cuando te das cuenta de ella y decides tomar las riendas irremediablemente ya la has vivido en gran parte.

Toma el ramo de flores, las huele, las arregla. Él no es hombre para esto. 

- Deja el vaivén y vamos…
- No me gusta…no me gusta esto…
- Acá estoy Graziani…a tu lado…
- Lo se….pero no me gusta…no quiero.

A pasos lentos y con renuencia llegan a aquel sitio. Guillermo observa la placa blanca y un escalofrío le recorre el cuerpo. Deposita las flores y le da un beso a la lápida. Nada que decir, ya sobran las palabras. Aun Guillermo tiene nostalgia por ese tiempo en que estuvo Pedro Beggio… Pedro…nombre amado, nombre idolatrado.

Se suben al auto, su mente ausente y distante…recuerda el dolor de la separación, el dolor de su partida. Siente detener el coche y la mirada penetrante de su acompañante en un reclamo silencioso.

- Perdoname que me ponga así…no lo puedo evitar.
- Le diste un beso…a la lápida…
- Es que…no se… ¿cómo no darle un beso a Pedro?.
- Ese es... MI beso, me pertenece.

Guillermo lo mira asombrado y una sonrisa naciente ilumina su rostro.
- ¿Estas celoso?
- No- incomodo 
- No lo puedo creer… ¿vos...estas... celoso de una lápida?-
- ¿Entonces para que le das un beso a una tumba vacía, Si yo estoy acá….como siempre…entero?- el hombre joven contraataca en un berrinche.

Guillermo acaricia ese rostro conocido, amado. Ahora sin barba donde se ven más pronunciados esos hoyuelos…donde se ve delineada esa boca…

- Porque Pedro me despertó de una larrgoo tiempo donde no sentía nada por nadie, me despertó para que esos sentimientos afloraran y estuvieran listos para el amor de mi vida que sos vos: Agustín. Y eso se lo agradezco.
- Yo soy ambos- reprocha Agustín con los ojos cerrados dejándose llevar por la caricia en sus labios.
- Por eso: por vos y para vos son todos mis besos. Nunca dudés de ellos.

Guillermo se acerca, juega con su boca y por último se funden en un beso pasional infinito, cargado de amor, entrega, respeto. Se separan ansiosos, se miran, se acarician. Deben partir ya, para alcanzar a entregar el coche alquilado y llegar a tiempo al aeropuerto; de regreso a su destino desde hace algún tiempo…su hogar en algún lugar, lejano o cercano…eso a ellos ya no les importa.