Viñetas: La Señorita Vivi by Ilgora Blue

La señorita Vivi, maestra de Diego Grazziani-Beggio de 5 A, se retoca el maquillaje en el baño de maestros de la escuela, a las 8 de la mañana. Hoy citó al papá de Diego al horario de entrada. En la nota sólo puso: “el papá” pero cruzó los dedos para que fuera el joven. El joven era el que siempre venía… por dios, ¡qué bombonazo!, puto, sí, pero qué bombonazo! Un verdadero desperdicio pero un festín pal ojo… ¡qué haya andado alguna vez con una mina, por favor!... por la especie! Y si venía el viejo, le avisaba a Silvia, la de plástica, a punto de jubilarse, como para que al menos “alguien” disfrutara de la visita.

Un minuto antes del timbre, allí está: el bombonazo, lentes oscuros, con sus dos hijos, arreglándole las colitas a la nena, cariñoso, los despide a los dos con un abrazo… ¡una visión! No había “sujeto femenino” que no lo estuviera mirando, (y algún que otro masculino también). Timbre. Fila. Saludo a la bandera. La señorita Vivi saluda a sus chicos, se los “endosa” al profe de gimnasia, se mira al pasar en un vidrio de ventana y va al encuentro de Pedro.

-“Hola, Sr. Graz…”
-“No, yo soy Beggio, Pedro Beggio. Pedro, por favor”.
-“Encantada, Viviana… ya hablamos alguna vez; sígame por favor Pedro…”.
Y la señorita Vivi, conduce orgullosa a Pedro a la salita de reuniones, sintiendo que TODAS las miradas de la escuela están puestas en ellos… (bueno, sabrán Uds. muy bien, específicamente dónde) de Pedro.

Entran, se sientan a ambos lados de la mesa, (Vivi se siente parte de una publicidad de Dior pour l´homme) Pedro se saca los lentes y le dedica una mirada franca, con esos ojazos marrones acompañada de una sonrisa cordial: -“Y bien señorita Viviana, Diego no es de contarme mucho… ud. dirá…”
Pero la señorita Vivi, no dice nada: sentada, frente a su “visión”, de pronto no tenía ni la menor idea de para qué lo había citado… ¿importaba?