Capitulo 5 - El vencimiento
El Sonic prácticamente se abalanzó sobre el cordón, frenando
con el hocico de punta. Guillermo miró de reojo, pero ante el gesto risueño del
conductor prefirió no emitir sonido. Cualquier declaración podría ser utilizada
en su contra.
Frente a la puerta, mientras intentaba ubicar el juego de
llaves perdido en alguno de los bolsillos del traje, sintió que algo se
abalanzaba sobre él y giró a tiempo de ver cómo era arrastrado con maletín y
todo sobre el césped escarchado.
‘¡Pero estás borracho...!’
Probó a quitárselo de encima, pero las manos estaban
aferradas a su cintura como las de Jack Dawson
a la tabla. En el revoleo ridículo de piernas y brazos, mientras buscaba
recobrar el equilibrio y la dignidad, lo escuchó reír. Levantando un poco el
codo, armó un ángulo que alcanzó para dos cosas: espiar el paraíso y borrarle
el enojo. Es obscenamente hermoso. Los mechones de pelo sobre los ojos
cerrados, la garganta temblando bajo los efectos de una risa ahogada y
contagiosa, dos medialunas tatuadas sobre las mejillas. El silencio y su falta
de resistencia hicieron que se detuviera y lo mirara, quitándose el pelo de la
frente y desnudando los ojazos marrones. El paraíso, sí. Pero ese de ahí abajo,
tirado sobre el pasto, ese que ahora dibuja una trompita y a modo de disculpa
dice ‘me resbalé Graziani’, es su pequeño demonio.
‘Dale, dale. Levantate, mirá cómo me pusiste.’
‘Y cómo te voy a poner...’
‘Terminala Pedro...’, pero la promesa lo emociona y su voz
lo delata.
‘Ayudame’, dice tirándole los brazos.
‘¿El chiquitín no puede solito?’
‘No seas malo Graziani, estoy flojito...’, pucherea.
‘Ponete firme entonces’, mandonea mientras lo sujeta por las
manos y de un envión lo pone de pie.
‘Firme es tu trabajo Graziani’, con malicia y aprovechando
el impulso que los deja boca a boca.
Cualquier declaración podría ser utilizada en su contra. Lo
supo siempre.
Se confiesa culpable y el primer beso de la noche lo castiga
en toda la boca. Húmedo, profundo.
No será el último.
**********
Entraron trastabillando, abrazados, uno queriendo besar y el
otro disimulando las ganas de ser besado.
‘Basta Pedro, basta, a ver si está Fabián...ya bastante con
la escenita de esta mañana’.
‘Fabián no está…pero parece que para que no nos olvidáramos
de él nos dejó este flor de quilombo’, señalando divertido el desparramo de
cajas que adornaban el living.
‘¿Pero qué carajo hizo? ¿Qué es todo esto?’, rezonga
Graziani mientras intenta poner un poco de orden.
Pedro se impacienta.
‘Guilleee... estoy creciendo yo... tengo hambre’, protesta mimoso
mientras lo amarra de nuevo por la cintura.
‘Yo también chiquitín, esto lo ordeno después. En veinte
está la cena.’
Resopla.
‘No entendiste, Graziani.’
Pero la carrerita veloz de Guillermo hacia la cocina le hace
ver que entendió perfectamente.
‘Lindo... ya
vas a caer’, y lo sigue con las manos enterraditas
en los bolsillos.
Guillermo lo ve venir con paso de turista domingueando por
Puerto Madero, y se prepara para el siguiente round.
‘¿Qué parte preferís?’
Desviar la atención hacia temas culinarios no va a ser
fácil, pero la peor gestión es la que no se intenta.
‘¿Qué parte quiero? Ya te dije que tengo hambre
Graziani...con una parte no me arreglás.’
‘Dale tontín, decime.’
‘Mmmmm... ¿la pechuguita?’, con la mirada fija en los tres
botones de la camisa que Graziani nunca aprendió a usar, enmarcados por la
corbata bordó a modo de bufanda.
Lo vuelve loco. Que lo desee de esa forma y que se lo
demuestre. Ni siquiera sabe porqué se está resistiendo. Tiene tantas ganas como
él. O más.
‘¿Por qué no vas a ver un poco de tele y me dejás terminar
con esto?’
‘Ufa, Graziani, la verdad es que a veces...’
Danger.
De otro tipo. A su precioso le cambió el gesto y la voz. Le da la espalda y lo
ve desplomarse en el sillón del living.
Encomendándole la cocción a Arguiñano, tira todo en la
cazuela y camina casi-que-corre a
buscarlo. Una cosa es tenerlo lejos porque es necesario, y otra cosa porque decide
estar lejos suyo. Lo primero puede manejarlo, lo segundo no.
‘¿Me hacés un lugarcito?’
‘Andá a hablar con las pechugas.’
Y claro, tiraste mucho de la soga Graziani. Y hoy viernes,
que es cuando...
‘Amorcito, no nos vamos a pelear hoy viernes... ¿no que no?’
‘Mirá vos...así que te acordaste de que hoy es viernes.’
No sabe porqué, pero de repente siente que no fue buena idea
mencionarlo.
‘¿Sabés que si esperamos dos días más cumplimos el
semenario?’
Está a punto de largar una carcajada rotunda, pero se
contiene. El horno está para las pechugas, no para bollos.
‘¿Semenario...?’
‘Sí, semenario. El lunes que viene cumpliríamos siete días
sin tocarnos el pelo Graziani. Y no me vengas con el chiste fácil’, remata
fulminante mirándole la cabeza.
¿Una semana sin tocar...? Pedro enloqueció. Eso es
humanamente imposible. Y él con su chiquito es muy humano.
‘El lunes lo perdimos enterito en La Plata con ese favor que
nos pidió tu amigo Juan.’
Detecta los eternos celos, pero hoy no se va a detener en
eso. La enumeración sigue.
‘El martes tuviste que reemplazar a tu adjunto de cátedra y
para cuando volviste yo ya estaba en el Olimpo; el miércoles hubo que ir a
buscar a Fabián por el palo que se puso con la camioneta; el jueves Beto cayó
adentro y tuvimos que salir con las mangueras al rescate; y hoy la cumbre con
Baunes. Sé perfectamente qué día es hoy Graziani, sé lo que hicimos y sé
todavía mejor lo que no hicimos. Pero
parece que soy al único que le importa.’
La recopilación de la lista negra semanal hizo que Guillermo
pasara de sentirse Mucio a SuperMucio. Cinco días sin arrinconar a su cielito
es top five en la escala de la vergüenza.
Se deslizó sobre el sofá hasta quedar a la misma altura y
apoyó la barbilla en su hombro, mirando directamente a esos ojos que lo
esquivaban. Iba a echar mano del tono azucarado, pero prefirió el firme.
‘Subí a darte una ducha Pedro. Ya. Diez minutos, mientras yo
ordeno el quilombo que dejó Fabián. Si tardás más, entro a buscarte.’
Le encanta. Guiño y huida veloz por la escalera, mientras
evalúa demorar de quince a veinte minutos...
Continuará...
Me encanto!! Espero que Cielito tarde demasiado en ducharse así sube Guille y quizás; quien te dice; concreten!! Porque al paso que van llegan al mensuario en vez de semenario!! Gracias por escribir esta deliciosa historias!!
ResponderEliminarAyyyyyshhhh chikis... tanta interrupción, evasiva y promesa me tienen a mí al horno...!!! "¿Una semana sin tocar...?" Ya sería hora de que concretennnn...nop?! Digo...por nuestra salud física y mental...Genial cpítulo Las felicito ! Besos
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Pedro, una semana es bastante tiempo.. tenemos que hacer algo para propiciar el encuentro... ¿un piquete delante de la puerta para evitar que alguien entra? ¿alguien que conteste al teléfono? ¿una voluntaria que cocine una cena romántica? entonces, tenemos que hacer algo... ni ellos pueden continuar así y ni nosotras podemos continuar así .. es un empasse embarazoso aunque mucho divertido. me viene una duda.. ¿después de todo esto tiempo recordarán como se hace? qué alguien les haga el dibujo.. de otro modo quedamos a esperar por días y días..
ResponderEliminarese continuara me da "mala espina" no se porque.....
ResponderEliminarPor favor Graziani,no podes tener a esa cosita y no tocarle un pelo por cinco días!!! Jajajaja excelente capitulo chicas. Espero el próximo....
ResponderEliminarYa ya ya ya la siguiente por favor! Entro a cada rato a la pagina a ver si esta!!!
ResponderEliminarNENAS,NENAS,NENAS, IMPERDIBLE CAPITULO, NO NOS PUEDEN DEJAR ASIIIIII!!!!
ResponderEliminarGRAZIANI QUE TE PASA, CIELITO ESTA PARA ARRINCONARLO CINCO VECES POR DIA.
HISTORIA SIN DESPERDICIO CON LOS CONDIMENTOS NECESARIOS PARA HACERLA I-NOL-VI-DA-BLE,ADORADA, ELLOS SON INOLVIDABLES Y ADORABLES, AMARLOS ES POCO,GRACIAS POR TANTO
ESPERO,NO MUY TRANQUILA EL PROXIMO CAPITULO, YAAAAAA, PLEASE,PLEASE.
P/D: BAÑO, DUCHA, DESEO , AGUA CALIENTE DESLIZANDOSE POR UN DIAMANTE QUE ES LA MISMISIMA GLORIA, UFFFF!!!!!
PAULA, ASSIS NO DEJEN DE ESCRIBIR , SON PURA DINAMITA.MONICA DE LANUS
Hermosa historia. Esperando la continuación, que estoy segura, va a ser tan buena como esta.
ResponderEliminar¡Tiempo! ¡Tiempo! Minuto referí! ¿Esto va a seguir así muchos capítulos más? Avisen, así leo preparada... #Aguantadora
ResponderEliminar