Silencio
Así como del fondo de la música
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
Octavio Paz
brota una nota
que mientras vibra crece y se adelgaza
hasta que en otra música enmudece,
brota del fondo del silencio
otro silencio, aguda torre, espada,
y sube y crece y nos suspende
y mientras sube caen
recuerdos, esperanzas,
las pequeñas mentiras y las grandes,
y queremos gritar y en la garganta
se desvanece el grito:
desembocamos al silencio
en donde los silencios enmudecen.
Octavio Paz
QUINCE - IGUALES…
- No quiero, no ahora. Así no me gusta, ¿qué querés que te diga? No me gusta.
- ¡Dale pa!
- Fabián, por favor.
- ¿Qué tengo que hacer? ¿Chocar de nuevo el auto?
- ¡Dejame de joder!
Ya han pasado algo más de siete meses. Fabián se recuperó perfectamente y ha vuelto a practicar con más ánimo y más entrega. Se avecina un nuevo Torneo en Uruguay. Está extremadamente nervioso, es la oportunidad que está esperando para dar un gran paso en su carrera. Quiere tener a su padre a su lado en ese momento, pero Graziani parece no querer acompañarlo.
Pedro entrena cada vez a menos alumnos, ya casi se dedica con exclusividad a Fabián. Los sponsor lo miman y reparten entre profesor y discípulo las ganancias de las presentaciones locales. Sus nervios no son menores, Fabián está llegando a donde él no pudo. Ve reflejado en él sus sueños. Lo cuida más que como amigo o profesor, como un verdadero padre. También quiere que Guillermo este con ellos en el torneo y no sabe como pedírselo.
El estudio jurídico no ha dejado de crecer y eso complica los tiempos del abogado. Algunas demandas están fuera de control y por la causa de narcotráfico tiene sobre si una restricción para salir del país. Debió pedirle ayuda a su amigo Juan para resolver varios casos y extenderle la asociación a Matías, quien ya le pide que lo incorpore como socio. Cuida celosamente cada detalle para que ni su hijo, ni su pareja sepan las excesivas presiones a las que se enfrenta.
- Hola – Pedro taciturno entra a la cocina, notando el denso clima.
- Hola… – Saluda Fabián fastidiado y sale abruptamente.
- ¿Por qué discutían?
- No discutíamos. – Afirma Guillermo mientras hunde la vista en el expediente que pretende leer. – ¿Qué querés que cenemos?
El Profe lo mira, sus fantasmas hacen que su mente funcione a un millar de revoluciones por segundo. Un escalofrió le recorre la espalda y le incomoda la situación. El sólo hecho de pensar que puede llegar a perder todo lo que vive desde hace meses lo atormenta. Quiere y necesita que se prolongue la armoniosa y placentera relación que ha entablado con Guillermo, pero es consciente de que tarde o temprano, la realidad puede cambiar.
- Algo de lo que pasa… les pasa, ¿tiene que ver conmigo?
- ¿Qué? No se de qué hablas.
- Vamos Guille! Que me calle y no les diga nada no quiere decir que no me dé cuenta que algo pasa.
Graziani se saca los lentes. Lo mira desafiante, intentando, sin éxito, contener los nervios del cruce con su hijo:
- Decime vos, qué es lo que crees qué está pasando?
- Conmigo no, eh! Yo no soy ni tu hijo ni tu empleado, con esos jueguitos a mi no me conformas…
- No sé de qué estás hablando.
- Estas mintiendo Graziani, te conozco.
- Mira… mejor… pidan algo, a mí, me dejan de joder. – Se levanta exasperado. No tiene ganas de abordar esta charla. No con Pedro, no ahora. Porque no sabría ni por donde empezar.
El Profe lo agarra del brazo fuertemente y lo encierra con su cuerpo contra la mesada, apoya una mano en su pecho, con sus piernas lo inmoviliza, apuntándolo con un dedo, le susurra a centímetros de la boca:
- Vos… a mi… así… no me dejas…
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A la mañana siguiente…
- Uy! Otra vez con lo mismo!!
- Si, una y mil veces viejo! Hasta que no te decidas a venir con nosotr…
- Pero por favor hijo! No entendes que tengo mis motivos. Que no me es fácil dejar todo para salir corriendo detrás de ustedes…
- Si no quiere ir Fabián, dejalo. – Pedro los interrumpe con un tono por demás frio. – No podes obligarlo a pasar tiempo con nosotros.
- No es que no quiero, no puedo… uno no siempre hace lo que quiere, hace lo que puede.
- Pa, sos el jefe…
- Por favor hijito!
- Dale Fabi, vamos que se nos hace tarde. – Pedro cabizbajo agarra el bolso y saca a su alumno a los empujones sin mirar a Guillermo.
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- Y… qué pasó Guillote? Hace tiempo que no se te ve tan malhumorado. – Juan lo interroga sabiendo de antemano que la respuesta tiene nombre.
- Pedro…
- Qué hizo el profe?
- Se fue sin saludarme.
- Por?
- Juan necesito salir del país, unas semanas, cómo podemos hacer para…
Y entre ambos planearon la estrategia para encarar al Fiscal y el Juez de la causa, y así conseguir el bendito permiso, sin tener que comprometer más al estudio.
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- Terminemos por hoy, por favor.
- Qué pasa Pedro?
- No me siento muy bien, me duele la cabeza.
- Hace tiempo que no te dan “esos” dolores, en qué andarás pensando vos?
Por respuesta le otorga una sonrisa triste, no quiere abrir esa puerta por no ahogarse en el mar embravecido de sus miedos.
Guillermo baja apurado del taxi y casi se los lleva por delante cuando van saliendo de los camarines.
- Cuidado pa! - Le dice Fabián sorprendido.
- Hola hijito, vine a buscarlos. - Le contesta mientras intenta calmarse buscando refugio en los ojos pardos que lo miran asombrado.
- Yo aprovecho que terminamos temprano y me voy a estudiar con unos compañeros. - Aclara Fabi, despejándoles el camino.
Avanzan a la par sin pronunciar palabras. Pedro tiene un extraño sentimiento de remordimiento. Guille no sabe como pedir disculpas. No le es fácil reconocer que necesita exteriorizar el torbellino que le atraviesa el pecho. Y mientras en su cabeza las cosas corren en mil sentidos, ve de reojo, como “su” Pedro, parece evaporársele.
Al cabo de unas cuadras se para, suspira y lo enfrenta:
- Nunca, nunca más te vas sin saludarme, está?
Pedro asiente. El nudo en la garganta le impide hablar.
- Mirame, entendiste?
- Sí, claro.
Siguen hasta llegar a su casa. Entran en silencio y eso está destruyendo a Guillermo. Su incapacidad para decir lo que siente libremente y el mutismo del Profe lo están acabando.
- Por favor Pedro, habla!
Éste lo abraza tan fuerte que cree que lo va a dejar sin aire y con urgencia incontenida comienza un rosario de incoherencias, entre las cuales no deja de pedir perdón. Guillermo empieza a entender que los miedos de Pedro, sus problemas en el estudio y lo del torneo, están desgastando, poco a poco, la pareja.
- Es hora de que hablemos…
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Aún estaban en el sillón cuando el sonido del celular los sorprendió. Fabián llamaba para avisar que pasaría la noche en la casa de un amigo. Su padre, con monosílabos le hace entender que está todo bien.
- Qué va a pasar ahora?
- Si Juan logra convencer al Juez… los acompaño.
Pedro lo abraza evitando la mirada. Guillermo suspira con la vista al techo, no desea afrontar esos ojos, por temor a lo que va a encontrar. Sabe que está en falta, por haber callado, pero por sobre todo, por no saber compartir a tiempo.
El silencio, sutil enemigo, se instala otra vez durante la cena a solas. El Abogado es consciente de que podría soportar el mayor de los escándalos, los planteos más irónicos y las verdades más crueles que Pedro le quisiera recriminar, pero no tolera que no hable. Que se encierre.
- Qué pasa?
- Nada…
- Aja…
Lo mira intentado entender
- Te pregunte hace rato que va a pasar con nosotros, y me respondiste con lo del viaje…
- Qué? Pedro, por favor. Por una discusión sin sentido, vos pensas que va a cambiar algo entre nosotros?
- Algo tiene que cambiar… Vos no confías en mí y encima me gritaste en la calle…
- Cielito… siempre grito, cuando estoy enojado, cuando tengo miedo, cuando algo no me gusta… creí que te habías dado cuenta, chiquito.
- Si eso lo sé, pero nunca me habías gritado a mí. No desde que estamos juntos.
Guillermo se sintió un imbécil. Pretender que sea su pareja y no confiarle sus problemas, minimizarlo e intentar arreglar sus errores con gritos era lo que a Pedro lo estaba enajenando.
- Tenes razón…
- Quiero que entiendas que no me gusta sentirme excluido, de vos ni de tus problemas. Me duele que no confíes, que pienses que soy tan obtuso, como para no entenderte.
- No es eso Pedro, es una jodida forma de sobreprotección.
- Pues no lo hagas, no lo necesito. Por primera vez comparto mi vida, te amo por darme “esto”, que para mí es un hogar, como siempre quise. Con vos, me siento fuerte y libre de poder decir y hacer lo que quiero, por que estas aquí conmigo. Pero estos días me sentí fuera de todo, pensé que ya no querías que estuviera acá, con vos.
- No cielito, por favor…
Nunca Guillermo podrá expresarle con palabras todo lo que siente. No sabe cómo. Jamás tuvo que demostrarle a alguien ese tipo de afecto. Pero al hombre que le había regalado las sonrisas más hermosas, las mañanas más felices y las noches más apasionadas no se lo podía negar. Por ahora, el lenguaje que entre ellos existe caricias, besos, ternura, amor y pasión alcanzan para despejar las dudas de Pedro.
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- Buenas…
- Hola Fabi!
- Todo bien por acá?
- Si, tu papá está hablando por teléfono, ya baja.
- Hola hijito.
- Y viejo, vamos o no vamos los tres a Uruguay?
- Vamos, Fabi, vamos. Juan arregló todo. – Afirma mientras con una guiñada le confirma a Pedro que todo está bien.
Continuará…
Este sequel me gusta mucho, mismos personajes que afrontan problemas dejados no resueltos. tengo que confesar que la inseguridad y el sufrimiento de pedro me mata tal como siempre me irrita la falta de ánimo de guille en el afrontar los mismos sentimientos, que considera casi una debilidad. ¿dónde llevará esta historia? me dejo ir, habrá un poco de policíaco, un poco de celos pero, sobre todo y soy segura de esto, mucho amor. Gracias Adriana.
ResponderEliminarLa continuacion del profe ..... Que gusto ... Leer lo que escribis me levanto el animo ... Que dulzura Pedro no puede ser mas tierno .... Como no amarle !! Fabuloso Adri !! Graciela CT
ResponderEliminarmmmm tormenta en puerta? Buena Adri!
ResponderEliminarMuchas gracias por estas historias tan bellas y tiernas pero sobre todo con mucho , mucho amor para dar y recibir!! Abrazo!!
ResponderEliminarMe gustó mucho Adri! Qué lindo saberlos ya juntos, porque lo que tenga que pasar de ahora en más los encontrará seguros de lo que uno siente por el otro! Esperamos por ese torneo...y el quince-treinta o viceversa! ;)
ResponderEliminarMe encantó esta fic, continuación de El profe...En esta etapa nueva donde la rutina muchas veces amenaza los vínculos seguramente nuevas situaciones se presentarán sólo para confirmar que ESTO DOS nacieron para ESTAR JUNTOS...A esperar...Felicitaciones
ResponderEliminarLindo capìtulo Adriana. Los silencios enmudecen...en Graziani. Que manìa tiene de no hablar, de exigir..hay que darle una lecciòn. Espero el pròximo. Me encantò. Marlene Rodrìguez
ResponderEliminar"MIRAN AL CIELO Y PIDEN UN DESEO CONTIGO LA NOCHE MAS BELLA"
ResponderEliminarCON ELLOS TODAS LAS NOCHES SON BELLAS, ETERNAS Y DESBORDAN AMOR.
LINDISIMO CAPITULO ADRIANA.
ESTE GRAZIANI, COMO LE CUESTA DEMOSTRAR LO QUE SIENTE.CIELITO YA SABEMOS, PURO AMOR.
MUERO POR ESOS DIAS EN URUGUAY LOS TRES JUNTOS, AUNQUE CREO SE AVECINA UNA TORMENTA,PERO EL AMOR DE ESTOS DOS, RESISTE HURACANES...
GRAZIANI NO LE GRITES A CHIQUITIN LINDO, PEDRO ES PEDRO.
P/D A MATIAS DE SOCIO, NOOOOOO CIELITO SE NOS MUERE DE CELOS,PRECIOSO.
GRACIAS POR TANTO, NO PODIA NO PASAR. MONICA DE LANUS
Hermoso capítulo!!! gracias por seguir escribiendo, totalmente atrapante tu pluma... Felicitaciones!!!!!!!!!! Susy
ResponderEliminarMe alegra que les gustara esta continuación, gracias por los comentarios!!
ResponderEliminarMuy bueno!! Me matan las inseguridades de Pedro!! Y Guille falta como siempre de un poco de sensibilidad y es incapaz de expresar lo que siente!!
ResponderEliminarMe encantan Pedro y Guille en todas sus versiones. Y leyéndolas chicas, van a terminar haciendome aficionada a todos los deportes! A ver cómo navegamos esta tormenta!
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