-¿Qué mierda querés?- grita furioso
-Eh, Graziani, que vengo en son de paz - sonríe y levanta las manos conteniendo sus propias ganas de mandarlo a la mierda.
Guillermo lo mira un instante, no se puede dar el lujo de mostrarse débil “Todo mi pasado se presenta esta noche, cinco minutos antes y Pedro hubiera sido testigo de la culpa que me persigue…suficiente con vivir chantajeado por una mujer llena de odio, para también sentirme amenazado por este pendejo de mierda”.
-¿Qué querés?
- Quiero que Alma revise mi computadora, tengo la impresión que hay archivos perdidos – y juega su primera carta – sospecho que la muerte de Mezcal no fue un accidente pero no logro entender que investigaba, tal vez si podemos recuperar la información.
Guillermo lo escucha en silencio sopesando la posibilidad de encontrar tambien un nexo con las investigaciones hechas por Pablo.
Unas horas antes...
-Probamos de todo, ni Alma ni yo logramos encontrar nada más que los expedientes que están en este pen drive.
Los controla rápidamente mientras sigue hablando con Pablo.
-No tienen un hilo lógico, parecen un recorte de la investigación. Mezcal siempre fue un tipo preciso y metódico, no entiendo de dónde partió, que hizo y adonde quiso llegar.¿Crees que lo puedan haber formateado, o borrado información con algun programa mas nuevo?
-No, no creo. Siempre queda huella del contenido; por eso le pedí ayuda a Alma.
-Es peor que un rompecabezas.
-Solo que haya trabajado directamente sobre un pen drive, en ese caso no quedaria huellas en el disco. Pero, para que deje de ser solo una hipotesis tenemos que encontrar las piezas que nos faltan.
-El pen drive tiene que estar, en alguna parte de la oficina de Mezcal ¿No viste nada cuándo agarraste la notebook?
-No, nada. Todo fue muy rápido, no puedo jurar haber revisado todo.
-Tenemos que hacerlo de nuevo.
-¿En la oficina de Beggio?
-No tenemos alternativa.
-¿Cómo entramos?.. Por poco Beggio no se queda a dormir en su despacho.
-¡La puta madre! Necesito pensar.. Habrá un modo...
* * *
“¿Qué dijo? ¿Quiere la ayuda de Alma para recuperar un archivo borrado?”
Su cólera cede lugar a la curiosidad atenta.
-¿Querés la ayuda de Alma?
Sin saberlo, le da el acceso que necesita al despacho de Mezcal sin despertar sospechas.
-¿Por qué la ayuda de Alma y no de Pablo?- algo, en la mirada de Pedro, lo impulsa a provocarlo -Porque también Pablo es bueno en su trabajo.
Pedro siente que tocó un punto sensible en Guillermo y espera el ataque…
-Si tienes en mente alguna otra cosa, olvidate. Tu fama te precede y no sos santo de devoción de Alma. Ni de ella, ni el mio. No me gustas, tu modo de trabajar no me gusta, y no confio en vos. Pedí la ayuda de Alma, si querés, pero no esperes ayuda mía; dudo que alguna vez trabajemos juntos en algo.¿Quién sos y que es lo que tenes que hacer?
Pedro apoya las manos en el escritorio y se levanta, despacio, acerca su rostro a centímetros del de Graziani – No me hables así, no me conoces – el tono frío y cortante – por muchos informes que hayas pedido, no sabes nada de mí. Si tanto te interesa la muerte de Mezcal harías bien en trabajar conmigo – se aparta un instante antes de ahogarse en los sorprendidos y furiosos ojos negros – puede que acá todos te tengan miedo, pero yo no – y golpea, con cierto placer, la puerta al irse.
Trabaja toda la noche en su casa. La declaración patrimonial del Jefe de Gabinete tiene algunas incongruencias menores, nada de importancia aparente. Estudia la lista de empresas marcadas por Mezcal, socios en común, posibles testaferros, movimientos a cuentas en paraísos fiscales, propiedades…una red interminable…sonríe recordando la cara de Guillermo…¿Qué sabe él? ¿De qué lado está? Su instinto lo impulsa a confiar…tal vez esta también amenazado, o en peligro sin saberlo.
Temprano a la mañana se dirige al Banco, y luego despacha la memoria con los datos a su amigo periodista, con una nota “Guardalo, me vigilan, es una buena primicia”. Llega poco antes del mediodía a la oficina – Alma, ¿podés venir?
Cierra la puerta tras ella “demasiado fácil” – Necesito que revises la computadora. Tengo la sospecha que borraron archivos, y si podemos recuperar algo, tal vez, tengamos una pista de la investigación de Mezcal
-Si claro, déjamelo a mí, no te prometo nada pero si quedo algo, soy. ¿La vas a utilizar hoy?.
-No, uso la notebook mientras tanto.
La mira trabajar durante más de una hora sin moverse de la computadora, en silencio. Se levanta y busca un legajo en el archivo. La reacción de ella es inmediata, busca un cigarrillo y se acerca – ¿Me das fuego?.
Lo hace mientras continua el simulacro, escanea los papeles, los pasa al pendrive y los destruye. Mascullando una excusa inentendible Alma se escabulle en el baño, alcanza a escuchar algunas palabras “ no, no puedo, no se mueve” antes de volver a su escritorio.
-Si tenes que salir puedo volver después
-No te preocupes, no tengo nada que hacer, aprovechemos que el gran Graziani nos deja trabajar juntos
- ¿No te cae bien Graziani?
- Yo no le caigo bien
- ¿Por qué decís eso?
- Se puso furioso cuando le pedí tu ayuda
- ¿Qué?
- Como te digo…él…y vos…¿tienen algo?
- ¿Yo? ¿Con Graziani? ¿Estás loco?
- Me pareció…
- Mejor dejemos esto acá, yo no salgo con Graziani…el no sale con nadie…
- ¿Con nadie? – “y la mujer que vio salir de su despacho entonces ¿quién es? Estaba visiblemente alterada ¿una ex amante, tal vez?”
- Mira Pedro, yo no tengo por qué hablar de esto con vos, ademas no es algo que me importe. Reviso una vez más este disco a ver si consigo algo, porque hasta ahora nada. Vos seguí con lo tuyo
Escanea un par de documentos mas, guarda el pendrive en un cajón y cierra la notebook – me voy a buscar un café, ¿vos queres?
- No gracias, prefiero terminar esto. Tengo más cosas que hacer
Unos minutos después vuelve, taza en mano – ¿y? ¿encontraste algo?
- Nada, el que borro esto hizo un muy buen trabajo
Resopla con fastidio – Bueno, gracias de todos modos
Espera a estar solo y revisa los cajones, el pen esta cambiado de lugar. ¿Para quien lo espía Alma? ¿Para Graziani? ¿O alguien más?
* * *
Una noche entera examinando expedientes aparentemente sin sentido, sin ninguna importancia, ninguna relación con los datos recuperados por Pablo.
De mal humor, Guillermo sube las escaleras a la carrera y casi no se da cuenta de la presencia de Pedro, cerca de la puerta de su despacho, que lo observa sin decir nada. Apenas lo saluda y cierra dando un portazo “la puta madre…todo esto no tiene sentido…¿por qué destruir los documentos originales si no sirven de nada?”
- Tomate el café, hoy estas de un humor…
- ¿Y como querés que este? Toda la noche controlando expedientes de mierda, que no sirven para nada! O es estúpido o me está tomando el pelo
- ¿Estas hablando de Pedro?
- ¿De quien si no? El perfecto Dr. Pedro Daniel Beggio, nombrado para…
- No sabes porque ni para que lo nombraron. Hasta hoy no dio ningún motivo para sospechar de él. Trabaja bien, es incansable, serio, confiable
- Epa! ¿Todo eso? ¿No es mucho? Ahora tengo que agradecer tenerlo en la fiscalía! – los ojos brillantes de furia, Lourdes se sorprende de verlo perder el control de esa forma
- Te estás equivocando con él Necesitas los datos que él tiene, no tenes alternativa
- ¿Y que pretendes que haga? ¿Invitarlo a cenar?
Una mirada y se echan a reír en el mismo instante
- ¿Porque no?
A las diez de la noche aun continúa trabajando sobre los expedientes copiados por Alma. ¿Algo se le escapa, pero qué?
Junta sus cosas y sale, la puerta frente a la suya esta entrecerrada, pude ver la luz difusa del interior filtrándose, alguien está en el despacho de Beggio. A quien quiere engañar?. Sabe perfectamente que Pedro esta todavía trabajando.
Está a punto de bajar las escaleras, aprovechando su ausencia para irse sin encontrarlo, aunque pensándolo bien, es la primera vez que no lo encuentra rondando su despacho, casi esperando para verlo, cada tarde cuando termina de trabajar, que no siente su mirada sobre los hombros, siguiéndolo, mientras baja las escaleras.
Después de aquella primera discusión, no volvió a preguntarle si quería que lo lleve a su casa, y eso, para ser honesto, le molesta. Sacude la cabeza, vuelve a subir y sin saber bien el porqué, se encuentra llamando a la puerta de la oficina de Pedro; abre sin esperar respuesta y lo ve inmerso en el examen de algunos papeles esparcidos sobre su escritorio –¿querés que vayamos a comer algo?
* * *
Gira en su silla y lo escudriña a través del humo del cigarrillo – ¿cenar con vos? ¿Para qué? –se levanta y se acerca, despacio – ¿que pasa? – pregunta sin detenerse, obligándolo a retroceder hacia el pasillo – ¿los datos que te pasó Alma no te sirven? ¿No concuerdan? ¿Queres saber por qué? Son falsos; yo los hice, no soy estúpido Graziani, no me investigues, no me espíes, si hay algo que quieras saber, pregúntamelo – concluye cerrándole la puerta en la cara. Se apoya de espaldas y suspira. ¿Como saber en quien puede confiar? Tiene que tomar una decisión. Apaga el cigarrillo, cierra la computadora, recoge su saco y sale. Guillermo sigue parado en el mismo lugar donde lo dejo, deposita las llaves en su mano – sabes que, yo me voy, necesito dormir, revisa lo que quieras.
Continuara…
nooooooooooo estoy "embrujada""" una vez masssss !!! quiero masssssss
ResponderEliminarUyyy chicas se esta poniendo buenisimo. Me encanto la reaccion de Pedro del final! Me parece q este Graziani necesita un poco de caracter. Me quedo esperando la continuacion! M. Elena
ResponderEliminarPoniendo las cosas en su lugar! que Pedrito bravo tenemos, se pone bueno. A ver como se las arregla este Graziani que tanto, no manda. Me encanta la historia. Espero la continuación intrigadísisma!!! Marlene Rodríguez
ResponderEliminarMe encanta , me fascina verlos así en veredas opuestas o no para comenzar este hipnotizante historia !!
ResponderEliminarGracias!!
Aaaahhhh chicas que maravilla...estoy extasiada......que mal se llevan.....jajajaja me parece que aquí ,cuando se junten explota todo......va a ser para alquilar balcones......gracias,gracias .Mirta.
ResponderEliminargracias!
ResponderEliminar¡Ese es mi cielito! Me encantó!
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