lunes, 4 de noviembre de 2013

Y si yo no quiero despedirme de vos By Nora

Los personajes pertenecen a sus autores y a Polka.

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La pregunta insiste en su cabeza mientras la voz de la cajera del  supermercado le recuerda el importe, ha pasado por allí a elegir personalmente algunos vinos de la marca que sabe le gustan a Guillermo, porque a pesar de todo lo hablado en el estudio, no quiere perder la esperanza de que asista al asado chiquito, piola donde no pasa nada, organizado por Marcos como despedida de soltero a su medida, intentando disipar esa angustia que se ubica centrada en su pecho cada vez que recuerda la charla y su silencio; lo atormenta no haber podido responder cuando Guillermo lo apuró con sus preguntas, esa frontalidad  áspera tan típica de su socio le hace transpirar las manos, escuchar los latidos de su corazón desbocado del  mismo modo que le ocurre cuando cabalga y logra alejarse de su vida, la que ya no responde a sus mandos naturales, la que buscó un atajo, el día en que aceptó trabajar en ese estudio jurídico.
Toma el vuelto, las bolsas con las botellas de vino y vuelve  al estudio, casi sin cruzar palabra con Marcos , las deja en la cocina, sabe que Guillermo ya no está en su escritorio.

Y sí, finalmente su socio va al  asado y él se avergüenza de ese nudo en el estómago que aparece cada vez que Guillermo entra a algún lugar después que él , qué es lo que me está pasando con este tipo, piensa, reconocer esa aceleración de su cuerpo cada vez que la cercanía de Guillermo se le impone, le provoca un temblor que teme va a delatarlo, tomar una copa, encender un cigarrillo, es un problema, las manos dicen, su cuerpo se adelanta y habla por él. Piensa que se está volviendo loco al ver señales parecidas a las suyas en Guillermo, como cuando lo mira ladeando ligeramente la cabeza, ese gesto tierno y viril tan típico en él que lo deja perplejo, y  si yo no quiero despedirme de vos, otra vez el recuerdo de esa pregunta y el deseo difuso, apenas cercado, pero Guillermo está casado, tiene un hijo, como puedo estar pensando en esa pregunta de este modo, insiste, y de pronto el brindis lo trae a la mesa, a esa noche que no quiere que termine porque están juntos, ahí en el patio y percibe que él lo mira de un modo distinto, con una insistencia grave, los ojos se posan en  los suyos mientras Guillermo se toma las manos y las hace descansar detrás de su nuca y no queda más remedio que esquivar, buscar otro par de ojos donde descansar de esa mirada que lo envuelve al escuchar que Guillermo pide, Guillermo casi ruega que no se case, y en el encuentro de sus ojos ocurre la verdadera despedida, la despedida de la amistad prefabricada de compañeros de trabajo, es una broma, dice, y el mundo se cae sobre la mesa porque descubre que si lo hubiese pedido así, en el despacho, durante la tarde, no hubiese quedado nada en pie: el casamiento, la fiesta, los invitados, Camila; la despedida sigue con  los rituales esperados, sacarle la ropa al novio, emborracharlo, abandonarlo en cualquier bar, él, un hombre joven con ropa escasa, la cabeza dada vuelta por el alcohol y las preguntas, solo, ahí, hablando con extraños cuando su palabra se suelta, Guillermo dice, Guillermo piensa, Guillermo propone y los acodados de siempre en la barra, se ríen diciendo que disfrute de esa noche de soltero cuando lo llama para que lo busque ,el frío lo encuentra sentado en el piso del baño,  lo ve entrar con esa frazada para cubrirlo mientras le acaricia la frente con la mano diciendo, mirá como estás, y él siente que la frente le arde mientras le da la mano con fuerza, se levanta y lo envuelve con la manta, piensa cómo será estar los dos así, cobijados bajo una manta, cualquier noche de invierno, ocultos de las miradas que interrogan y logran salir a paso lento cuando se decide, esta vez  él ruega, él dice no quiero volver a casa y el alcohol lo anima, le arroja lejos las dudas mientras suavemente acomoda su cabeza mareada en el hombro de Guillermo y el perfume en su cuello, el nuevo, le impregna su boca y no puede detenerse, comienza  a recorrerlo, un  beso tras otro, hasta mirarlo a los ojos mientras escucha su nombre susurrado al oído y los labios de Guillermo buscan los suyos cuando el abrazo que le quita la respiración le avisa que no, que esa noche no volverá a su casa, ni a otros brazos, y no hace falta una moneda que decida el destino, porque ya no hay despedida, cielito, sólo esta noche, esta manta y este beso que  no acaba, no termina.

14 comentarios:

  1. hermoso mujer! tantas cosas que se podrían haber hecho, tantas palabras que se podrían haber dicho....este momento donde ya no había reversa en sus sentimientos, muy lindo, gracias por este regalo.

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    1. gracias a vos por tu lectura, lupillar! me alegra que lo disfrutes, de eso se trata este espacio que abrió Lili... escritura, lectura y disfrute! Abrazo

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  2. Sin palabras ó si: "si lo hubiese pedido así, en el despacho, durante la tarde, no hubiese quedado nada en pie" fin de la cita diria Rajoy. Y el lector cae con la cabeza sobre el monitor preguntandose: Porque no fue asi!!!. Genia Nora, admiro tu trabajo!

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    1. gracias por tanto! y yo te admiro a vos por crear este espacio de encuentro, donde la ficción resiste y se va de boca... abrazo!

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  3. Noraaaaa!!! morí de amor. Gracias por "esto". "No hace falta una moneda que decida el destino", fantástico. Nunca como hoy necesitamos este texto, volver a pasar por el corazón diría Galeano aquellas escenas pero darle un giro y que suceda lo tantas veces deseado: Guille y Pedro amándose para siempre. Gracias otra vez. Un abrazo

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    1. acá estoy Gracielaaaa!!! Gracias a vos por tu lectura atenta, por compartir la cita de Galeano! Y por todo lo vamos construyendo desde la palabra aquí! otro abrazo para vos!

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  4. Nora, me encanta el ritmo de tu relato... esa cadencia suave y coloquial, pero arrolladora, que va haciendo que se deslicen las palabras, y uno cosa lleva a otra y a otra y a otra más... hasta verlos fundidos el uno con el otro... me encanta de verdad!! Y en el día de hoy... ni hablar!! Relato/momento indispensable!!

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  5. Gracias Ilgora por tu lectura y tus relatos! me alegra mucho que todos estos textos que vamos escribiendo, arrojen otra historia, otro final, otro destino para estos personajes tan queridos... un abrazo!

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  6. como haces para escribir asi mujerrrrrrr!!!!!! impactante!!!!!!! Gracias!!!!!!y espero que se repita

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  7. Nora, qué maravilla!! estos dos personajes ya son tan "nuestros", y vos logras que me pueda imaginar su gestos, sus tonos de voz, sus miradas... Genialmente relatado! Gracias!

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    1. gracias a vos por tu comentario! me alegro que hayas disfrutado!

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