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CAPITULO
TRES
Guillermo
tardo en desenmarañar el “teatro” en el cual se encontró sumergido todo este
tiempo. El dolor lo dejaba por momentos paralizado, sin saber qué rumbo tomar.
Su cabeza, sin embargo, le daba destellos que lo hacían salir de ese letargo y
volver a tener una esperanza, la de ordenar todo el alrededor, intentando así,
ordenarse el mismo, y sobrellevar ese destierro que la ausencia de Pedro lo
marcaba día a día.
La
culpa y solo la culpa de saberse responsable de no estar lo suficiente mente
concentrado en todo momento lo circundaba como el aire mismo. Intentando
mantener una frialdad mayor a la acostumbrada, con la ayuda de su gente y con
la cabeza puesta en un solo objetivo, se determinó en arreglar lo que “sabia” era su responsabilidad. Al
menos, así sus ansias parecían calmarse.
Las
pruebas adquiridas no le fueron suficientes para enfrentar y lograr
desenmascarar a Miguel Ángel y a José, pero sí logró dejar en evidencia a parte
de los narcos.
Una
vez que éstos cayeron le fue menos difícil conseguir acomodar las cosas. Miller
se quebró ante un Graziani enfrentándolo con el más vehemente e
irónico de sus interrogatorio, frente al nuevo Juez de Garantía, que debido al
tamaño y proporción de las denuncias que Graziani había manifestado y a la
incriminación de Miller y de Mendoza, decidió unificar las causas y elevarlas
al Tribunal Superior.
De
ahí en más solo se dedico a observar y controlar el proceso, no muy confiado de
que la Justicia se auto extirpara el cáncer que se había apoderado de buena
parte, y que casi había logrado fagocitarlo.
Finalmente,
y con una celeridad casi inadmisible en aproximadamente dos meses, el Tribunal
da por finalizado el proceso, haciendo caer a Miller, a Miguel Ángel, a Fontana
y a todo el arco jurídico que le habían sido serviles en sus propósitos, como
tapando las huellas, para que no volvieran por ese camino, ni Graziani, ni
cualquier otro que intentara revisar ese proceso.
La
desvinculación, a regañadientes, de Camila de los negocios de su padre. El esclarecimiento
de la muerte de Moravia. La complicidad tácita entre el fiscal y las
incriminaciones que pesaron sobre Pedro. Todo
parecía llegar a su fin, pero…“Si antes
no pude, juro Cielito, que ahora te voy a encontrar”; porque habiendo
saciado su sed racional, logrando que sus deducciones e intuición salieran a
relucir como en los mejores tiempos, la ausencia no resuelta le partía el alma.
El
vacio que le quedaba era tan grande y tan hondo, que no lograba salir de ese continente.
Con lo legal arreglado ahora no tenía más que padecer la ausencia de Pedro.
Desparramado
en el sillón de su casa, recordaba con un desgarrador tormento. La última vez que
había sabido de Pedro – “Fue esa maldita
tarde”- cuando había pedido que le quitaran la guardia para ir a verlo en
el Delta, porque Pedro lo reclamaba. Y al intentar salir habían llegado Fabián
y Silvina. Con la demora que el almuerzo le había impuesto, no pudo llegar a
verlo, y una vez en allá, se encontró con tantos policías… y con Miller…
La
furia que sentía consigo mismo, lo dejaba lleno de ira. “Como no me di cuenta antes” – se recriminaba a viva voz; si tan solo hubiera podido hacerle caso
a Juan, cuando le decía que el fiscalito estaba muy cerca, que no confiara
tanto en él. Había estado tan sobresaltado, tan próximo a quebrarse, mirando el
celular a cada rato, que se dejo “ayudar” con la única ilusión de estar con
Pedro.
Al
no poder encontrar el cuerpo, dejaron de buscar y los días se convirtieron en
semanas y las semanas en... meses – “tal
vez intencionalmente” - llegó a pensar, pero su frialdad apagó ese destello
de esperanza.
Si
bien no quería darle mucho crédito ahora, no dejaba de sentir como su corazón anhelante
volvía latir, anticipando algo que su razón no entendía. No pudo creer que le
llevara tanto tiempo dar con todo lo que habían hecho, perdiendo a la vez, la
única razón de su existir.
Soñó
mucho con Pedro, a veces hasta despierto, a veces como recuerdos, otras llegó a
pensar que se estaba volviendo simplemente loco.
En
uno de ellos, mientras cocinaba creyó que lo veía hablándole, diciéndolo que se
quedara tranquilo, que el “solo estaba al
otro lado del camino”, y otra vez se acordó - San Agustín!!!
Casi
corriendo entró en la Iglesia donde estaba su amigo Jorge, y después de un
fuerte abrazo le dijo que necesitaba que le aclarara unas dudas. Si bien ni él
entendía que es lo que lo había llevado ahí, e intentando hilar entre sus
recuerdos y sus visiones, Jorge le dijo que se calmara, que lo estaba
asustando.
“Necesito… lograr… intentar… aclarar…
encaminar… estas visiones Jorge” con un hilo muy fino de
voz, tan fino reputó como la cordura que sentía desvanecérsele día a día.
Su
amigo brevemente le intento explicar el significado de la Oración de San Agustín
- “Vas a necesitar mucha ayuda”- le
dijo, arrepintiéndose en el momento, porque entendió que estaba allí buscando
esa ayuda.
Al
ver la cara del cura, sintió nuevamente cerrársele la garganta, y sabiendo que
la charla no le serviría, se creyó agonizar otra vez, saludo levemente a su
amigo, entendiendo que el mundo se le acababa.
De
vuelta en el sillón apresuró un sorbo de whisky, una punzada en la boca del
estomago lo dejó casi sin respiración, todo se le nublo, y se dejó caer.
Se vio entre nubes y
escuchó tan clara como dolorosamente “Yo te espero como siempre tranquilo… entero.
Tomate todo el tiempo que necesites yo… yo te espero aquí mi amor.”
y los ojos mas enamorados que alguna vez lo miraron, se le filtraron nuevamente
en cada rincón del alma.
Cuando
volvió en sí, se encontró solo, no había nadie, solo un pequeño haz de luz se
filtraba entre las cortinas, en la oscuridad de la noche se observó vencido, y
se dijo así mismo que tenía que parar, porque de seguir así, iba a terminar con
un infarto o en un psiquiátrico.
Con
lo poco de fuerzas que le quedaba se puso de pie, y casi arrastrándose logró
llegar hasta el teléfono que desde hacía unos minutos no dejaba de sonar.
En
la línea escuchó a Jorge que eufórico lo decía: “ya entendí, venite, ya lo encontré…”
continuará....
..."ahora no tenía más que padecer la ausencia de Pedro." Ay, Guille, me parte tu dolor!!! Tantos reproches, tantos lamentos, tanto sufrimiento, espero que se vuelvan a encontrar pronto del mismo lado del camino. Una historia q me encanta Adriana, gracias!!!
ResponderEliminarGracias Paula!! me alegra que te guste... no te preocupes por Guille "esto también va a pasar"...
EliminarTe felicito. Esto es perfeccion. Ojala los autores del programa hubieran tenido tu talento y creatividad.
EliminarMas!!!! Porfis!!! Estoy ansiosa . Pobrecitos como sufren,!
Hermosa Adriana, muy buena, felicitaciones.
ResponderEliminarMuchas gracias!!
EliminarAyy Dios mío, como es este amigo que no se dio cuanta lo mal que estaba y que necesitaba toda la ayuda que el pudiera darle? Yo casi me infarto!! Muy bueno Adriana, estoy ansiosa por saber como sigue. Gladis
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras Gladis!!
EliminarEXCELENTE !! SUBLIME ESPERANDO LA CONTINUACIÓN!! GRACIAS!!
ResponderEliminarTocaya!! gracias por sus palabras!!
EliminarLa forma en la que está escrita esta historia es completamente propia y distintiva. Y tan linda. Disfruto mucho de leerla y me entusiasma más cada capítulo. Es perfecto como se desarrolla el devenir de acciones, pensamientos, sentimientos y descripciones de manera tan sutil y sin fisuras. Felicitaciones y gracias. Valeria
ResponderEliminarMe puse colorada!! Gracias Valeria por tu lectura y por tus palabras!!
EliminarNooooooooo, nos podés dejar así!! necesito eufóricamente saber como sigue!!!! hermoso relato, qué lindo que escribís, felicitaciones y gracias!!! Susy
ResponderEliminarGracias Susy!
EliminarDebo reconocer que a mi pequeño instinto sádico le gusta ver sufrir a Guille por Cielito :P pero cuando todo se estaba poniendo muy oscuro llega ese ring!! para iluminar todo... Gracias Adri, ansiamos el reencuentro!
ResponderEliminarGracias An por tus palabras. Ahora... no deberíamos nombrar la palabra con #R, que si lo ve Paula le agrega otra hoja de sufrimiento a Cielito!!
Eliminarups! Hay forma de editar los comentarios? jajjajajaaaa!
EliminarAy, que lindas!!!! Leo los comentarios y me encuentro con "esto". Insisto, les gusta verlo sufrir a Cielito, jajajaja
EliminarAdriana es un placer leerte, me encanta esta historia. Espero con ansias que pronto vuelvan a estar los dos juntos del mismo lado del camino ! Gracias
ResponderEliminarGracias a vos Cecy!!
EliminarAdriana, me quede con el corazón en la boca, este capitulo fue duro, fuerte, pero cuando sentíamos caer los brazos sono ese telefono para devolvernos algo de cordura. Miles de gracias por el trabajo y la hermosa escritura, Felicitas
ResponderEliminarGracias por tu lectura y tus lindas palabras Felicitas, es un placer poder compartir con ustedes el amor, el cariño y el sufrimiento de ellos dos.
EliminarADRIANA,QUE CAPITULO, Y NOS DEJAS ASI... AMO A ESTE GUILLE QUE YA NO PUEDE MAS SIN SU CIELITO, A SU MANERA TODO TERNURA.
ResponderEliminar¡QUE INTRIGA! COMO SEGUIRA. ALGO ME DICE QUE EL ENCUENTRO NOS VA A DERRETIR EL CORAZON, QUIERO ROMANTISISMO A FULL, PUEDO IMAGINAR LAS MIRADAS, LAS CARICIAS, LAS PALABRAS POR DECIR, LOS AMOOOOOO.
"SI ANTES NO PUDE,TE JURO CIELITO, QUE AHORA TE VOY A ENCONTRAR" GULLE JURANDO, MI AMORRRR.PREPARA TODOS LOS BESOS Y LOS ABRAZOS PARA TU CHIQUITIN LINDO.
GRACIAS, ADRIANA POR TU BELLISIMA HISTORIA, SIGO PENSANDO QUE EL CIELO DE MENDOZA VA A SER TESTIGO DEL MAS BELLO Y AMOROSO AMOR.
"MIRAN AL CIELO Y PIDEN UN DESEO..." SIIIIIIIII.MONICA DE LANUS.
Gracias Monica por tus palabras, espero poder estar a la altura!!
Eliminar"Y en la oscuridad de la noche se observo vencido....." ahi mi corazoncito dijo stop, pero seguí leyendo y volvió a latir!! Noo Guille no estas vencido, no cuando tu cielito t esta esperando!! Y nosotras claro, esperamos la continuación!! Q no tarde mucho please!! Besoos me encanta esta historia!!
ResponderEliminarGracias Cele, me alegra que te guste!!!
Eliminar"TENGO LOS OJOS VENCIDAOS
ResponderEliminarDE ANDAR TANTA NOCHE, TANTA SOLEDAD
Y SI IMAGINO TU CUERPO
MIS CINCO SENTIDOS SE DESPERTARAN
COMO PASO TANTO TIEMPO,
TANATA PRIMAVERA, SIN NINGUNA FLOR
Y SI MAÑANA TE ENCUENTRO,
TE ABRAZO Y TE CUENTO, MI HISTORIA MEJOR
TE NECESITO COMO EL JUEZ A LA VERDAD,
TE NECESITO SIN PERDON SIN VANIDAD
TE NECESITO SIN TEMOR, SIN VACILAR
TE NECESITO, SINGULAR"
(COMO EL JUEZ A LA VERDAD, SANDRA MIHANOVICH, FRAGMENTO).
DE GUILLE PARA PEDRO, DE PEDRO PARA GUILLE.MONICA DE LANUS.