lunes, 7 de julio de 2014

Lives (1era parte) by Elena

“Eran tres los sexos y de estas características, porque lo masculino era originariamente descendiente del sol, lo femenino, de la tierra y lo que participaba de ambos, de la luna, pues también la luna participa de uno y de otro (...) Eran también extraordinarios en fuerza y vigor y tenían un inmenso orgullo, hasta el punto de que conspiraron contra los dioses. Y lo que dice Homero de Esfialtes y de Oto se dice también de ellos: que intentaron subir hasta el cielo para atacar a los dioses. Entonces, Zeus y los demás Dioses deliberaban sobre qué debían hacer con ellos y no encontraban solución. Porque, ni podían matarlos y exterminar su linaje, fulminándolos con el rayo como a los gigantes, pues entonces se les habrían esfumado también los honores y sacrificios que recibían de parte de los hombres, ni podían permitirles tampoco seguir siendo insolentes. Tras pensarlo detenidamente dijo, al fin, Zeus: Me parece que tengo el medio de cómo podrían seguir existiendo los hombres y, a la vez, cesar de su desenfreno haciéndolos más débiles. Ahora mismo, dijo, los cortaré en dos mitades a cada uno (…) Dicho esto, cortaba a cada individuo en dos mitades, como los que cortan las serbas y las ponen en conserva o como los que cortan los huevos con crines(...) Así, pues, una vez que fue seccionada en dos la forma original, añorando cada uno su propia mitad se juntaba con ella (…) ¿Acaso lo que desean es estar juntos lo más posible el uno del otro, de modo que ni de noche ni de día se separen el uno del otro? Si realmente quieren esto, quiero fundirlos y soldarlos en uno solo, de suerte que siendo dos lleguen a ser uno, y mientras vivan, como si fueran uno sólo, vivan los dos en común y, cuando mueran, también allí en el Hades sean uno en lugar de dos, muertos ambos a la vez (...) Al oír estas palabras, sabemos que ninguno se negaría ni daría a entender que desea otra cosa, sino que simplemente creería haber escuchado lo que, en realidad, anhelaba desde hacía tiempo: llegar a ser uno solo de dos, juntándose y fundiéndose con el amado Pues la razón de esto es que nuestra antigua naturaleza era como se ha descrito y nosotros estábamos íntegros. Amor es, en consecuencia, el nombre para el deseo y la persecución de esa integridad. Antes, como digo, éramos uno, pero ahora por nuestra iniquidad, hemos sido separados por la divinidad (...) Yo me estoy refiriendo a todos, hombres y mujeres, cuando digo que nuestra raza sólo podría llegar a ser plenamente feliz si lleváramos el amor a su culminación y cada uno encontrara el amado que le pertenece retornando a su antigua naturaleza. Y si esto es lo mejor, necesariamente también será lo mejor lo que, en las actuales circunstancias, se acerque más a esto, a saber, encontrar un amado que por naturaleza responda a nuestras aspiraciones.” Extracto del discurso de Aristofanes. El banquete, Platón

Sobre una idea original de Assis, con el paciente intercambio de Lilita, la ayuda de mi querido amigo y los desconocidos caminos de mis sinapsis


Lives


Ajusto el nudo de la corbata a rayas sobre el cuello celeste de la camisa frente al espejo. Los brazos de Camila en su cuello y un beso en los labios – venis a desayunar?
-       Enseguida voy mi amor – termino de abotonar el chaleco y dio una última mirada. Perfecto. Toda su vida era prefecta últimamente. Una hermosa y complaciente novia con la que se casaría en unos meses, un buen ingreso, tendrían niños, ella quería solamente dos, un varón y una nena, ya habría tiempo de convencerla de que fueran más.
Se reunió con ella en la cocina, ante la mesa con el desayuno servido – que lees?
-       Una revista, hay un test “tu pareja y tu son almas gemelas?” lo hacemos?
-       Esas son pavadas Cami
-       Que vas a hacer hoy?
-       Voy a la oficina, después al juzgado por unos trámites y al club, vos?
-       Tengo que ir a ver los tulipanes para las mesas y buscar las invitaciones
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Camino por los pasillos un poco harto de llenar formularios, las manos en los bolsillos. El trabajo en la empresa estaba bien remunerado pero dejaba de resultar un poco aburrido. Papeleo y mas papeleo. Nada de defender inocentes o hacer justicia, ninguno de los ideales por los que había estudiado abogacía. Suspiro y consulto el reloj, 12.30. Estaba por empezar una audiencia en una de las salas. Tenía tiempo libre. Entro y se sentó en el fondo. El abogado defensor estaba pidiendo la absolución de su cliente antes de llegar a juicio. Un tipo con agallas. Sonrió. Increíble, falta de merito. El fiscal gritaba incrédulo, furioso.
Apoyo el mentón en la mano y se dejo envolver por la voz profunda y grave que leia y explicaba, presentando prueba tras prueba…..

Biblioteca de Alejandría, Egipto, año 391 d. C
“Observa con disimulo a su ama Hipatia mientras escucha la clase en la que también ayuda  - …pero vosotros que conocéis lo que dijeron los sabios, sabéis que las estrellas ni suben ni bajan, solo giran de este a oeste siguiendo el curso mas prefecto jamás concebido, el circulo – conoce de memoria cada gesto y esta siempre atento a lo que necesite  – pero, y aquí? en la tierra? - Se apresura a recoger y devolver el pañuelo que cae al suelo – aquí los cuerpos sí caen y su movimiento no es circular – y demora su mirada tal vez un poco mas de lo prudente en bello rostro de ojos negros – mirad, mirad otra vez.- aprendió de ella a leer y escribir y lo poco que sabe de matemáticas y astronomía- bien, que misterioso prodigio creéis que se esconde bajo el suelo para que todas las personas, animales, objetos y esclavos este sobre él – la admira y la ama – que puede ser?
Contiene una sonrisa ante la respuesta incorrecta de Orestes – su pesadez, mi señora – si tan solo le estuviera permitido participar…”
-       Pido la recusación del perito de oficio Profesor Tomioso!!!
El grito lo saco de su ensimismamiento, miro hacia los costados, que raro…se había quedado dormido? Cuarto intermedio
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Lo recorrió entero con la mirada cuando lo vio acercarse por el pasillo mientras terminaba de discutir con el fiscal. Lindo. Algo en él le resultaba vagamente familiar, tal vez el cabello, los ojos
-       Felicitaciones Dr Graziani! Perdon, me presento, Beggio, Pedro Beggio
-       Gracias, muchas gracias – “y la imagen de su mano en la quijada de un alazán tostado”, que estupidez
-       Le borraste una pericia y un testigo, hay más?
-       Hay mas, hay mas
-       Bueno, me quedo entonces
El fiscal presento las pruebas caligráficas; contundentes. Cuando el juez le dio la palabra a la defensa de nuevo, la sorpresa
-       Si me permite su señoría suscribo lo que dice el fiscal…- y la distracción – y quiero agregar, un segundo, quiero entregar al secretario del tribunal un informe…
Escondió la cabeza entre los brazos apoyados en la barra para ocultar la risa; tomografías, apraxia, lesiones nerviosas….
Londres. A fines del siglo XIX
“Durante tres horas caminamos los dos, observando el caleidoscopio siempre cambiante de la vida, con sus mareas menguante y creciente a lo largo de Fleet Street y del Strand. Holmes se había despojado de su malhumor temporal, y su conversación característica, con su aguda observación de los detalles y sutil capacidad deductiva, me mantenía divertido y subyugado. Dieron las diez antes de que llegáramos a Baker Street. Un brougham esperaba ante nuestra puerta.
-¡Hum! Un médico... y de medicina general, según veo -comentó Holmes-. No lleva largo tiempo en el oficio, pero tiene mucho trabajo. ¡Supongo que ha venido a consultarnos! ¡Es una suerte que hayamos vuelto!
La luz de nuestra ventana, arriba, denotaba que esta tardía visita nos estaba efectivamente dedicada. Con cierta curiosidad respecto a qué podía habernos enviado un colega médico a semejantes horas, seguí a Holmes hasta nuestro sanctum.
Un hombre de cara pálida y flaca, con rubias patillas, se levantó de su asiento junto al fuego apenas entramos nosotros. Su edad tal vez no rebasara los treinta y tres o treinta y cuatro años, pero su semblante ojeroso y el color poco saludable de su tez indicaban una existencia que le había minado el vigor y le había despojado de su juventud. Sus ademanes eran tímidos y nerviosos, como los de un hombre muy sensible, y la mano blanca y delgada que apoyaba en la repisa de la chimenea era la de un artista más bien que la de un cirujano. Su indumentaria era discreta y oscura: levita negra, pantalones gris marengo y un toque de color en su corbata.
-Buenas noches, doctor -le saludó Holmes afablemente-. Me tranquiliza ver que sólo lleva unos minutos esperando.
-¿Ha hablado con mi cochero, pues?
-No, me lo ha dicho la vela en la mesa lateral. Le ruego que vuelva a sentarse y me haga saber en qué puedo servirle.
-Soy el doctor Percy Trevelyan -dijo nuestro visitante-, y vivo en el número 403 de Brook Street.
-¿No es usted el autor de una monografía sobre oscuras lesiones nerviosas? -inquirí.
La satisfacción arreboló sus pálidas mejillas al oír que su obra me era conocida.
-Tan rara vez oigo hablar de ella que ya la consideraba como definitivamente desaparecida -dijo-. Mis editores me dan las noticias más desalentadoras sobre su cifra de ventas. Supongo que usted también es médico...
-Cirujano militar retirado.
-Mi afición han sido siempre las enfermedades de origen nervioso. Hubiera deseado hacer de ellas mi única especialidad, pero, como es natural, hay que aceptar lo primero que se ponga a mano. Sin embargo, esto se sale de nuestro asunto, señor Sherlock Holmes, y me consta lo muy valioso que es su tiempo. Lo cierto es que ha ocurrido recientemente una singular cadena de acontecimientos en mi domicilio de Brook Street y esta noche las cosas han llegado a un extremo que me ha impedido esperar ni una hora más para venir a pedirle consejo y ayuda.
Sherlock Holmes se sentó y encendió su pipa.
-Gustosamente procuraré darle ambas cosas -repuso-. Le ruego que me haga un relato detallado sobre las circunstancias que le han inquietado.” (2)

-       Por eso desde ya está dispuesto a hacerse cargo de la deuda con un plan de pago fijado por el tribunal competente en la causa, una vez que sea absuelto del delito que se le imputa. Nada más.
-       Recontra felicitaciones Dr Graziani! – otra vez el joven, extendiéndole la mano
-       Gracias
-       Me sorprendiste
-       Ah sí?

Galicia, España,  16 de abril de 1061
Firmo y estrecho la mano de su amigo legalizando el contrato que acababa de leer el párroco:
"Pedro Díaz y Muño Vandilaz pactamos entre nosotros y para conocimiento de los demás, por escrito legal firmado el 16 de abril de 1061, en lo relativo a la casa y a la iglesia de santa maría de órdenes, que poseemos los dos y en la cual somos iguales en trabajo, en acoger visitas, en cuidarla, decorarla y gobernarla, así como plantar, edificar y trabajar en la huerta. somos también iguales en el cuidado al vestirnos, en alimentarnos y beber. y que uno no dé nada a nadie, ni extranjeros ni huéspedes, sin el consentimiento del otro, por honor a nuestra amistad y a la de ellos. y dividiremos a partes iguales el trabajo de la casa y encomendaremos por igual y sostendremos a nuestros trabajadores por igual y con dignidad. y seremos uno para los demás buenos amigos con fe y sinceridad, teniendo por igual los mismos amigos y enemigos todos los días y todas las noches, para siempre. y que habitemos dicha casa en igualdad. y no permitamos que uno mande sobre el otro en aquella casa de la villa de santa maría, ni que tengamos malos augurios con ningún dueño o dueña, ni que tengamos a ningún hombre vivo en menos estima por su causa durante toda nuestra vida. y que no tengamos ningún pleito por los límites de la casa, y si mintiésemos alguno a los demás, y por causa de la mentira enviásemos malos augurios a los otros y rompiésemos lo acordado, quien tales cosas hiciese pague 100 sueldos y tenga su verdad. y si Pedro muriese antes que Muño, dejará a Muño la propiedad y los documentos. y si Muño muriese antes que Pedro, le dejará la casa y los escritos.” (3)

Firmaron luego los testigos y se dirigieron todo al patio donde estaba la mesa ya preparada para el almuerzo. Roxons de entrada, luego lacon con grelos y chorizos que hervía suavemente en el fuego crepitante y filloas de postre, todo regado con abundante bebida para pasar la tarde entre amigos y gentes del pueblo. Le alcanzo un vaso de vino en la cocina, con un cómplice roce de sus dedos le quito el cuchillo de entre sus manos  – dame, te vas
a cortar – y apenas un breve beso en la mejilla – te están esperando para que cuentes no se qué anecdotas…

Soltó confundido la mano retenida quizás más tiempo de lo debido – en todo caso el fiscal te la hizo difícil, no?
-       Sí, me la hizo difícil – restándole importancia – Beto! Ya terminamos acá. Ah, los presento…Alberto, el Dr Beggio, me llevas al estudio?
-       Si, Guille
-       Bueno, Pedro, nos vemos

Continuara…

Referencias
(1) extracto de la película Agora de Alejandro Amenabar
(2) Amigos e sodomitas. A Configuración da homosexualidade na Idade Media. Carlos Callón
(3) El paciente interno. Arthur Conan Doyle

Recetas http://www.abc.es/local-galicia/20130202/abci-diez-platos-cocina-gallega-201301311406_1.html

6 comentarios:

  1. Oh. Oh. Oh. Tu talento Ele... Traer a Hipatia como testigo de esto -lo nuestro-, es algo que te ha valido mi eterna admiración. Aplausos beggia!!!

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  2. Esto es sencillamente una genialidad!! Día a día no dejan de sorprenderme niñas!!

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  3. Elenita, solo vos podés escribir esta maravilla, haciendo fácil lo difícil!!!! Hoy sí, Platón se lleva mi admiración!!! (que se quede tranquilo que su cabeza por un tiempito está a salvo). Gracias!!!

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