miércoles, 5 de marzo de 2014

Viñetas: Hilo rojo (3era parte) by Lupillar

Capitulo anterior: http://actosdefeylibertad.blogspot.com/2014/03/2008-hilo-rojo-guillermo.html

2008 
Hilo Rojo
Instante.

Pasaron pocos días, para Guillermo teñidos de momentos extraños, de un sentimiento en el aire que lo ahogaban. Desde su sueño casi real con el recuerdo del hombre que vio esa noche los días sucesivos no fueron los mismos. Vivía con una sensación de espera latente y no sabía por quién ni de que, cerraba los ojos en las noches y se hacían presentes aquellos ojazos que lo atrapaban vivo, se hacía presente un deseo para él desconocido. Le llegaban de golpe aromas, sensaciones a flor de piel y sonidos que lo estremecían, como los recuerdos de las manos perdidas de aquel hombre en ese bar hace tantísimo tiempo, o los ojos inmensos que vio entre aquellas rendijas, mezcladas con el cuerpo flexible que sintió bajo su cuerpo, con la voz ronca que lo llamaba. Se sentía en llamas, todo lo alteraba, no hallaba paz y la certeza que ese hombre en las sombras tenía la respuesta lo empujo aquella noche a recorrer ese mismo camino en busca de alguna respuesta… 

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Pedro ahora buscaba la soledad para tener tiempo y dejarse enredar en las sensaciones causadas por aquella noche, buscaba atrapar de nuevo la electricidad en la piel cuando se sintió acariciado por aquellas manos, buscaba encontrar ese aroma amaderado y sutil que olio tan vívidamente, buscaba encontrar aquellos ojos profundos, aquella voz que retumbaba potente en su oído y que con solo pronunciar su nombre le erizaban la piel. Se vio en algún momento en medio de un almuerzo ensimismado con el destello de un recuerdo que creía olvidado: aquel hombre del bar de hace muchísimo tiempo, el dueño de esos ojos que ahora se hacían nítidos y cobraban vida en el cuerpo del hombre desconocido. Ese hombre de las sombras. Tenía la imperiosa necesidad de salir corriendo, solo atino a prestar atención cuando le entregaban en sus manos un tiquete de viaje para esa misma tarde, un cliente especial, alcanzo a escuchar… 
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Era la quinta noche que rondaba aquella calle, acechando, observando, ansiando ver de nuevo al hombre del balcón. Lo llevaba soñando las noches; repetitivo, intenso, enloquecedor. Aquellas ventanas nunca se abrieron. Como si se hubiera esfumado. Se juró que esa noche sería la última. La racionalidad de la que siempre alardeaba comenzó de nuevo a ser su bastión. Se recrimino su locura atribuyendo todo lo sucedido al licor tomado, a su naturaleza propia, muy sexual y algo desbordada. Resuelto se va del lugar, un día, una noche más, dispuesto a olvidarse de aquella locura momentánea de la que había sido víctima.

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Regresa una semana después. Abre desesperado el departamento, necesitaba de sus espacios y más ahora que su mente nunca dejo de maquinar volverlo a ver. Pasa la noche insomne, con la ventana de la calle abierta y él atrincherado en una silla a la espera de alguien que definitivamente nunca llegaría, un dolor pequeñito pero muy agudo se hace espacio en su corazón, tenía la certeza total que el hombre volvería, ¡que locura! Haber estado tantos días con una idea tan descabellada rondándole la cabeza. Y se jura a si mismo de un plumazo quitarle importancia a un evento tan aislado y enfocarse de nuevo en lo que cree valioso para él.
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Llega otra época del año y con ella cambios en su vida; el cambio a otras oficinas, la compra y el traslado a su departamento. Hoy se levanta un poco más temprano, deja el carro al mecánico para mantenimiento y toma el subte. Hora pico. Hace mucho no transitaba por allí, le gusta aquella marea de gente.
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Siempre odia trasladarse a sitios diferentes que no sean su estudio o su casa, pero hoy haría una excepción, el hombre al que asesorara se encuentra postrado en cama, es un caso difícil pero con un buen trabajo y plena convicción lo desarrollara a su favor. Por alguna razón así odie los tumultos de gente decide tomar el subte. Hora pico. Putea por lo bajo y se recrimina su arranque.
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Agarrado de cualquier soporte trata quedar cercano a la puerta, otra parada y a su espalda siente aquella marea entrar y salir. Recuerdos gratos de la universidad lo hacen sonreír; cuando aún de pie o sentado en cualquiera de aquellas sillas se quedaba dormido o leía para alguna prueba. Suspira, hace una mañana particularmente fría, se lleva las manos a su boca para calentarlas un poco, de nuevo arranca el subte, de nuevo busca soporte y se tropieza con otras manos, el hombre se acomoda a su espalda y Pedro toma aire…amaderado, fresco, varonil, el aroma lo sorprende de golpe, es exactamente igual a la de su sueño y con temor de girarse observa la mano del hombre que esta a su espalda, lo huele, lo aspira sutilmente cerciorándose que es ese aroma, SU aroma…es él…abre aún más los ojos nervioso y repasa con la mirada aquella mano, grande, fuerte, de uñas pulcras. Reconoce esa mano. Busca ver el reflejo de ese rostro sobre los cristales de la ventana, oculto tras él le es imposible verlo….
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Prácticamente el tumulto de gente lo arrastra al lugar, arrepentido de haberse dejado llevar por esos arranques ya se ve dentro, por lo menos es rápido y en poco tiempo estará en su destino. Lo agobian esos espacios cerrados donde se concentran olores, energías diferentes, menos mal es el inicio del día otro será el cantar de la noche. Busca algún soporte cercano antes que arranque la máquina de nuevo, se aferra al primer tubo que ve, quedando cerca de un hombre, rodeándolo con su brazo, pero que se puede hacer, él entenderá… lo empujan un poco más y su nariz casi se entierra en la nuca del joven…un aroma casi olvidado le despierta todos los sentidos, tabaco y frutas en un cuello largo, blanco, ese cuello que recuerda palpitante. Traga saliva nervioso y siente la mano del hombre rozar la suya, la mira a través de ese cabello: dedos largos, finos, esculpidos…reconoce esa mano. Cierra los ojos y se devora con el olfato ese olor a limpio, temeroso de moverse un centímetro y que su figura se desvanezca, los abre de nuevo y estático se come con la mirada la tersura de la piel de ese cuello…

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Pedro sofocado por los nervios pero sobre todo por la cercanía de aquel extraño siente el calor fluir a través de la ropa, se marea ante la persistencia de ese perfume particular, no es una visión, ni la imaginación que lo enloqueció en meses anteriores, está allí rozando su piel. Se fija de nuevo en la mano, y atrevido la roza más y como respuesta percibe ese aliento en su piel…como en el sueño…


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No reconoce donde se encuentran, no registra la gente que los rodea, Guillermo solo sabe que allí está el hombre que “conoció” esa noche de sombras, sin reconocer su rostro sabe inequívocamente que es él, le encanta olerlo y ver que aquella figura delineada la tiene palpable delante suyo, sabe que se sienten pero un temor de verse reflejado a través de los cristales lo hacen ocultarse tras el hombre.
Pedro se mueve un poco, buscándolo, tratando de ver a Guillermo, pero éste posa su otra mano en la espalda impidiéndole girarse, Pedro queda estático sintiéndolo en la columna, un ramalazo de nervios y excitación le quitan el aire, no se atreve siquiera volver a moverse, quedan allí. Ambos perdidos en una bruma de sentidos exacerbados conectados por aquellas manos apenas rozándose…
Van perdidos en un mar de sensaciones. Ya hace mucho la estación destino de cada uno pasó, pero aquel momento mágico se rompe en la siguiente estación cuando Guillermo siempre racional, frio y calculador, lleno de terror ante la grandeza de lo que ve venir se suelta del soporte, deja de sentir aquella mano, retrocede y poco a poco se deja ir en medio del gentío.
Pedro sorprendido por ese abandono lo asaltan las dudas, que si el hombre no fuera aquel que creyó, o que si unos simples roces lo confundieron con una fantasía de algo que no exista y no existirá jamás. 

Pedro se gira y antes que Guillermo se pierda en medio de aquella masa humana se miran a los ojos, por primera vez real, segundos, un instante que no alcanza para que ninguno reaccione, para que Pedro se decida a bajar o para que Guillermo se decida a quedarse.


Demasiado tarde o demasiado pronto caen en cuenta que las puertas se cierran. Guillermo casi inconsciente se quiebra al ver alejarse a Pedro en medio de un millar de personas y Pedro aun sin digerir la realidad mira a su alrededor, el vagón casi vacío y él solo, nunca la soledad a los dos les pegó la bofetada de aquella manera, dolorosa e implacable.


La noche los encuentra aturdidos, a Pedro con una sensación de abandono inexplicable mezclada con una rabia producto de su cobardía y a Guillermo amargura infinita auto recriminándose su falta de osadía. Solo era cuestión de un instante para Pedro, bajarse y seguirlo, solo era cuestión de un instante para Guillermo, quedarse y seguirlo.


continuara....


22 comentarios:

  1. BELLISIMOS!! HE LEIDO LAS TRES Y PORSUPUESTO ESPERO LA 4TA PARTE!! MUCHAS GRACIAS!! ES MAGNFICO COMO Y DESDE DONDE CREAS TUS NARRACIONES!!

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  2. Uyy cuànta tensiòn Lucero!!!! me alegra enormemente que por lo menos se hayan visto! Creaste una hermosìsima historia y la contàs de maravillas. Gracias!

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  3. Una sola palabra, HERMOSA, las lei las 3 de un tiron y quede maravillada, una narracion poetica , intensa!! Gracias por este espacio, me llenan el alma. Y ahora urgente la continuacion, por favor!! Besos. Silvana.

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  4. Muy bueno el relato!! un real hilo rojo entre ellos!! Esperando la cuarta!! Gracias

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  5. Lucero, ame todo como la primera vez que los lei... tu descripcion de las sensaciones visuales, los olores... me encantan... y ese hilo rojo que los unira para siempre aunque se alejen, siempre estaran unidos... hermoso!! Besos Lau

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  6. Me devoré lo tres...la imaginación al servicio de la sensibilidad....la primera parte me dejó boquiabierta Lupillar, impresionante forma de reunirlos, la mejor que he leído entre tantas magníficas historias....esperando el cuarto quedamos!!

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  7. Me encanto!! leí las 3 estuvo increible,me encanta como escribis!!Espero con ansias la 4.jesy

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  8. NENAAAAA!!!!!EXCELENTE, QUE MANERA DE TRANSMITIR SENSACIONES.
    DESDE EL PRINCIPIO EL TITULO ME ATRAPO, HILO, ROJO COMO SE ACOMODARAN ESTAS PALABRAS A LA HISTORIA, PENSE.GENIALLLLL.
    ESTABA PENSANDO, QUE EL PRIMER ENCUENTRO ME HIZO ACORDAR, DE LA NOVELA"EL PAJARO CANTA HASTA MORIR" CUANDO, UNA MAGGIE DE APENAS 10 O 12 AÑOS LE CONFIEZA ALGO SOBRE SU PERSONA A UN RALPH MUCHO MAYOR , EXTREMADAMENTE SEDUCTOR QUE TERMINARIA SIENDO EL MAS GRANDE AMOR DE SU VIDA, BUENO LA HISTORIA ES CONOCIDA.
    ¡QUE LINDA HISTORIA! COMO DESCRIBIS,ALGO TAN DIFICIL COMO LAS SENSACIONES,TE FELICITO.
    ESPERO LOS PROXIMOS CAPITULOS, SEGURAMENTE CARGADOS DE EMOCION, SENSUALIDAD, MIEDOS, INSEGURIDADES, COMO NOS ACOSTUMBRARON PEDRO Y GUILLERMO.MONICA DE LANUS

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  9. Estos tres capítulos fueron un viaje intenso que quedó suspendido a la espera de la continuación. Es hermoso como están narrados los momentos y descriptas las sensaciones. Muchas gracias por escribirlo y compartirlo.

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  10. me encanta este relato... me muero de amor con los dos... es como la película de Tom Hans cuando se enamora de la mujer que vio solo un instante en el aeropuerto hasta que después se encuentran en el final... me enamore de los dos.. sin palabras, ese amor eterno sin siguiera saber el nombre de la persona que amas... me encanto...

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  11. Esta historia es una locura Lucero, es tan profunda, tan hermosa, tan atrapante.......ame cada uno de sus capitulos, cada una de las versiones. En hermosa no solo la historia sino tambien la idea de esa uniòn que se mantiene en el tiempo y el espacio, y que siempre te reune. Miles de gracias por las genialidades que escribis, sabes que espero "desesperada" la continuaciòn. Felicitas

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  12. Sabìa, lo sabìa!!! Se conocen desde siempre y desde màs atràs!...Me tiene intrigada...Hermosa historia. Marlene

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  13. Sencillamente hermoso, atrapante, imposible dejar de leer esta bellísima historia ! Admiro tu imaginación, los detalles, tu sensibilidad y la manera en que escribís !! Felicitaciones Lucero !! Esperando con ansias la 4ta parte <3 Andrea

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  14. Señora, señorita, en fin , da igual, la felicitooooo por su calidad de escritura, me emociona su pluma. Deberías pensar ser guionista de tv.Tus historias transmiten intensidad, amor ternura, simplicidad, tan necesaria en la ficción actual.
    Espero mas relatos, seguramente cargados de sensualidad, imaginación...
    Lo que puede el amor a estos personajes eternos, quererlos es poco.Gracias.

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  15. Maravillosa historia, gracias por darnos tanto,vos y las demás genias que escriben ¡que calidad! Espero, masssss.

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  16. bellísimo!!!! estoy atrapada en el relato, te felicito....

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  17. Lucero, continuá la historia por favor, es maravillosa, no dejes de escribir

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  18. Lucero he leído las tres de un tirón ...que maravilla de sensaciones logras describir¡¡¡¡ me encanta la historia ¡¡ Gracias .Espero la continuación..Susana Gauna.

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  19. Y acá estamos, desde el otro lado del charco esperando ansiosa la 4ta parte. Hermosas historias :) Gracias. Andy

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  20. Què imaginaciòn tan frondosa! Què historia tan sensual! Me quedè boqueando! Espero pronto la continuacion. Marlene

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  21. LA VERDAD QUE LA HISTORIA ESTA MUY BUENA, POR FAVOR A QUIEN CORRESPONDA BAJEN LA CONTINUACIÓN DE HILO ROJO, APIÁDATE DE LA GENTE QUE SIGUE LA HISTORIA.. GRACIAS POR ESCRIBIR EN ESTE ESPACIO Y RECORDAR LA PAREJA DE ESTA NOVELA...

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