Las palomas ululando en el jardín, despertaron a Pedro, era temprano, se
dio vuelta lentamente y sonrió, Guille dormía a su lado profundamente, las
líneas de la cara se le suavizaban y el rictus de preocupación desaparecía
mientras descansaba. Aún dormido, un brazo fuerte y seguro lo mantenía
abrazado. Para Pedro no había mejor lugar para estar.
El fin de semana había sido un oasis en medio de tantas preocupaciones,
Guille lo había cuidado, mimado y protegido y él se había dejado cuidar, mimar
y proteger. No le había venido nada mal, hoy se sentía mucho mejor, más
descansado.
Día clave tenían por delante, tenían que ir a su antiguo departamento,
Miller quería repasar toda la escena del crimen y que estuviera preparado para
cualquier pregunta inoportuna que pudiera hacer el abogado de Camila, su
declaración no podía tener fisuras si quería que Camila fuera presa.
Volvió a mirar con ternura a
Guille, que ganas de despertarlo con caricias, besos y algo más “Pero, no, el médico el viernes se lo había
prohibido, nada de actividades extenuantes, ni estresantes, Más lo estresaba el
recuerdo de esa noche en el Delta que no habían vuelto a repetir, aaaahhhh.
Guille hubiera sido más fácil de convencer si no hubiera tenido dos crisis de
mareos ese fin de semana, maldito cuerpo
que no respondía a algunas necesidades y a otras sí, con demasiado fervor.”
Se movió incómodo “Un beso no
podía hacerle mal a nadie” se dijo mientras se decidía a besar a Guille con
pasión.
Rápidamente los párpados se abrieron y una mirada tranquila proveniente
de unos ojos marrones muy serenos, se cruzó con la suya
-“Precioso, no habíamos quedado en que íbamos a tratar de no iniciar
nada que no pudiéramos terminar?”- la voz ronca por el sueño, no ayudaba a
calmarlo.
-“No puedo contenerme, mi amor, sos muy tentador cuando dormís”-
-“Tentador…? Tentador…?” – se rió Guille
-“No. Tenés. Idea.
De. Lo. Tentador.
Que. Sos.” – le respondió Pedro
entre besos, la voz entrecortada.
Guille, no pudo evitar que se le escapara una risa, a pesar de sus
esfuerzos por mantenerse serio.
Viendo que estaba casi por perder el control y la compostura con los
besos de Pedro, decidió tomar las riendas del asunto y en un movimiento rápido
le agarró las manos y las sostuvo por encima de su cabeza.
Pedro ni siquiera luchó en esa posición, los ojos le brillaban –“Soy
todo tuyo Graziani…”
“Muy bien, esto va a ser mucho más
difícil de lo que parecía” – Guille tragó saliva.
-“Vos te acordás de lo
que te dijo el médico el viernes?”-
-“Nnnngggg, sí, me
acuerdo, pero por favor ya me siento bien, no necesito instrucciones médicas,
te necesito a vos!!!”-
En ese momento Guille,
decidió que era definitivamente aguantador, aguantador…
-“Vamos a hacer una
cosa, si vos durante el día de hoy no tenés ningún mareo, volvemos a hablar del
tema a la noche, te parece?”-
-“No quiero ‘hablar’
Graziani”- le dijo Pedro haciendo puchero
-“Hablamos a la noche,
última oferta” – años de negociaciones y mediaciones en ese momento parecía que
no habían sido tiempo desperdiciado. –“Qué hablamos el fin de semana? –
presionó Guille- “Yo iba a dejar de ser sobreprotector, pero nunca iba a dejar
de protegerte, te acordás?”-
Con ese último
argumento, Guille supo que había ganado, porque a Pedro se le iluminó la cara
con una sonrisa. Guille aprovechó y le dio un beso intenso y profundo. Se
levantó rápido de la cama y le dijo –“En 10 minutos está listo el desayuno y
después nos vamos a ver a José.”
Pedro logró agarrarle
el brazo antes que se fuera –“Que sucio que jugás Graziani… esta noche seguimos
hablando! No te me vas a escapar”- Guille por única respuesta le tiró un beso.
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Pedro, miró fijamente la puerta de su ex casa y se preguntó si estaba
preparado para esto… “Definitivamente no,
pero si quería proteger a Guille…iba a tener que hacerlo.”
Sintió la mano de Guille en su espalda, dándole apoyo y finalmente
entraron.
Miller los estaba esperando y les sonrió al verlos llegar.
Comenzó con las preguntas de rigor, que Pedro fue respondiendo
sistemáticamente. Luego siguió con los acontecimientos de aquella tarde, cada
pregunta que hacía el fiscal, lo iba adentrando más profundo en sus recuerdos.
Las preguntas de José eran cada vez más incisivas. Sintió a Guille
tensarse a su lado a medida que iba contando todo lo que había sucedido. Atinó
a apretarle la mano, para transmitirle una tranquilidad que no sentía, pero
Guille fue más rápido, suspiró profundo, tomó su mano entre las suyas y las mantuvo así
mientras él continuaba con su relato.
Luego llegó el momento en que José necesitaba mayores precisiones sobre las
acciones de Camila ese día. Quería recrear sus movimientos, para darse una idea
más acabada de lo acontecido.
Entrar al dormitorio fue como un balde de agua fría para los dos. Sintió
la mano de Guille que instintivamente lo agarraba con más fuerza. Lo miró y
siguió con la vista el punto que parecía haberlo hipnotizado. La pared con una
mancha de sangre mal limpiada.
Pedro no recordaba lo que había pasado después de que Camila le disparó,
había sentido fuego en su pecho y
abdomen, se había deslizado por la pared cuando sus piernas no lo sostuvieron
más, un dolor inmenso lo había asaltado, y lo peor de todo, antes que se
hundiera en la dulzura de la inconsciencia, fue el frío… el temor de saber que
iba a morir solo y sin volver a ver a su Guille.
Automáticamente su mirada volvió a los ojos de Guille, para asegurarse
que estaba a su lado. Necesitaba sentirlo cerca, pero Guille con su mirada
perdida, parecía haber quedado atrapado en algún lugar terrible.
-“Guille, Guille”- lo llamó Pedro. –“Ey, estoy acá a tu lado…”- le dijo
mientras suavemente le tomaba la cara con sus manos.
Eso pareció sacar a Guille de su trance y alejar a los fantasmas,
parpadeó un par de veces y se acentuó la palidez en su rostro. Intentó
devolverle una sonrisa, pero las náuseas lo atacaron. Salió corriendo al baño con el tiempo justo
para vomitar todo lo que tenía en el estómago.
Pedro corrió atrás suyo, se arrodilló en el piso a su lado y le masajeó
la espalda.
-“Gran soporte y apoyo el mío, no?” – se disculpó Guille, mientras se
paraba.
-“Ey, Graziani, soy yo, no te tenés que disculpar conmigo. No creo que
haya sido el mejor de los recuerdos…”- suavemente Pedro seguía acariciando su
espalda.
-“No, no, no, realmente no…”
-“Querés contarme?”-
-“En este momento no, precioso.”- le respondió Guille con una sonrisa “Y creo que nunca, nunca, voy a poder
hacerlo.”
“Mejor?”- se preocupó Pedro.
-“Mejor…”-
-“Bueno, quiero aclararte que esto no te va a servir como excusa, para
hoy a la noche. Hoy no te salva nadie Graziani.”- los hoyuelos se acentuaron el
rostro de Pedro con la sonrisa pícara que acompañó sus palabras.
Su broma tuvo el efecto deseado, Guille largó una pequeña carcajada y
sus ojos volvieron a iluminarse.
-“Ni en sueños, amorcito, ni en sueños.”- le respondió Guille, mientras
salía hacia el dormitorio nuevamente.
Fuera del baño, esperaba José. –“Seguimos?”
Y siguieron… gran parte del día repasaron todo lo sucedido aquel día
nefasto.
Finalmente terminaron, José les avisó que estuvieran atentos a que
Nazarre en cualquier momento lo podía citar para interrogarlo.
En el viaje de vuelta a su casa, Pedro se quedó dormido en el hombro de
Guille, el día había sido agotador, demasiadas emociones, si él no se sentía
del todo bien, no quería imaginar cómo debía sentirse Pedro.
Llegados a “su refugio”, Pedro se fue directamente a la cama, estaba
literalmente exhausto y Guille no tuvo el coraje de despertarlo. Mejor que
descansara, ya habría otras oportunidades para retomar la conversación de la
mañana.
Esa misma noche empezaron las pesadillas. Tres veces se despertó Pedro
gritando, angustiado, desorientado, empapado en un sudor frío. Los recuerdos habían
logrado alcanzarlo y aterrorizarlo.
Guille, cada vez, había tratado de calmarlo, de protegerlo. Cuando le
preguntó si quería hablar, si quería contarle lo que había soñado, Pedro lo
único que había repetido era la palabra “frío”, y se había negado a volverse a
dormir.
La reacción de Guille fue abrazarlo contra su pecho y así contra el
calor de su cuerpo, Pedro pareció rendirse nuevamente al sueño, esta vez sin
interrupciones.
El sonido del teléfono los despertó bien entrada esa mañana, era José y
su llamado no traía buenas noticias.
CONTINUARA…
Pau: Amiga, compañera, hermana gemela...cuanto disfruto de tus relatos, gracias por asociarte a Acto y además, sumarte al club de delirantes. Adoró a este Pedro refugiado en Guille y a este Guille que me esta sorprendiendo! Vamos por el 7mo cielo!!
ResponderEliminarAy Paula! Qué ternura total ese despertar de Pedro al lado de Guille. Qué fragilidad más intensa y hermosa nos estás mostrando. Cómo eso que pasó los dejó en carne viva y a la vez más abiertos el uno al otro. Hermoso. Y por otro lado mujer qué bien manejas el suspenso. Leo tu historia y parece que me voy deslizando de un acontecimiento a otro sin frenos. Tenés un muy buen manejo de los tiempos. Y ahora quedé más intrigada que antes, me dejaste sin aliento con la última frase. Amo tu historia Paula. Muchas gracias.
ResponderEliminarMe encanta!!!!
ResponderEliminarPau: Se pone cada vez mejor e intrigante la historia! Me encanta como llevas a Guille y Pedro. Es decir, como manejas sus diálogos y sus interacciones. Son ellos realmente. Ya espero el 7mo.
ResponderEliminaray nooooo !! Esperar otro capitulo :( ..... Me encanto Guille tan duro pero tan fragil y Pedro tan fragil pero para su amor tan duro al contenerlo ..... Graciela CT
ResponderEliminarMuyyy buenoooo.... defiinitivamente este es uno de los mejores.., te felicito Paula
ResponderEliminarTan espera esta continuacion y no nos defraudo en lo mas minimo. Tanto amor, tanta contencion, que traspasa las letras y nos llegan al alma!! Gracias Pau por regalarnos esta hermosa historia, esperamos ansiosos la proxima!! Silvana.
ResponderEliminarDulce, atrapante, me encanto como todos los anteriores Despertares... Gracias Paula!
ResponderEliminarmujer, que buen capitulo. esa reacción de ambos ante la situación, el lugar y los recuerdos de ese momento tan trágico. me encanta el realismo cn que lo manejas, me encanto la reacción d ambos y como se hace evidente las cicatrices que deja un suceso de esos, esplendido. muchas gracias.
ResponderEliminarBuenisimo Pau !!!!! ansiosa esperando por el proximo capitulo !!!!! haces sentir lo que nos podían haber hecho sentir los escritores si pensaban solo un poco !!! gracias !!!!!
ResponderEliminar¡Qué hermoso capítulo! ¡Qué hermosos Pedro y Guille! ¡Nos vamos para el 7mo!!!!
ResponderEliminarHermoso capìtulo Paula. Cuanta vulnerabilidad en Pedro y cuanta contenciòn en Guille. Està apasionante tu historia. Espero prontito la sèptima parte.
ResponderEliminarHe disfrutado la evolución psicológica de los personajes y la extrema dulzura de la relación de pareja. Espero con ansiedad la séptima parte.
ResponderEliminarmuy lindo Pau!
ResponderEliminarsiempre espero esta historia con ansias , personalmente mi favorita , me encanta la complejidad q logró este fic y esos momentos íntimos entre Guille y pedro , tan fácilmente reproducibles por mi imaginación , gracias por compartirla y se espera la parte 7 ! :D
ResponderEliminarpaula, me encanta tu historia, excelente la construcción de tus personajes... esperamos ansiosamente la 7 entrega!
ResponderEliminar“Soy todo tuyo Graziani…” Me agarré de esas palabras para pasar por la reconstrucción de ese momento tan odiado, aunque vos nos hayas dado otro final. Me sigo amigando con este Guillermo que nos muestra su lado más humano, que se preocupa por Pedro, que da un paso al costado porque en este momento lo único que importa es el bienestar de Pedro. Quedo con el alma en un hilo por esa llamada del fiscal, pero confiando en que me vas a sorprender, como hasta ahora. Te abrazo fuerte!
ResponderEliminar¨Por Dios Paula apurate con el próximo. Entro como una pavota a cada rato para ser la primera en leerlo jajaja.
ResponderEliminarPaula tu historia me conmueve muchísimo por varias razones: primero porque es inevitable pensar que así debería haber continuado en realidad la novela pero además porque nos mostrás a un Pedro y un Guille totalmente vulnerables pero que se hacen fuertes en el amor por el otro. Creás con maestría un ambiente de entrega y de amor profundo que me hace sentir que van a poder superar cualquier cosa juntos. No veo la hora de seguir leyéndote. Gracias!!! María Elena
ResponderEliminarChicas, muchas gracias a todas por todos sus comentarios, se los agradezco de corazón. Mi vida estuvo muy complicada estas últimas dos semanas y les pido disculpas por no responder personalmente a cada una de uds. como se lo merecen...como compensación puedo decirles que el nro 7 ya está en manos de Lilita, o sea que habrá novedades dentro de poco. Un cariño enorme y un abrazo virtual para tan bellas lectoras,
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