Hostería: Acto de fe (1era parte) by Elena

(Esta fic es continuación de “Enamorarse es un error?”. Al final de la misma decidí sacar a nuestros muchachos de la ficción y dejarlos en algún lugar, juntos, felices, y cerca de casa para poder ir a visitarlos cuando lo necesitara. Cockteleando un poco con la fic de Ilgora “Un día de aquellos” y, con la realidad, porque hay batallas que no valen la pena ser peleadas)

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No fue fácil encontrarla porque no hacen mucha publicidad, yyyy me costó un poco que me acepten con las perras, pero estas dos se compran a cualquiera y basta ir una vez para enamorarse (del lugar, se entiende).

En los detalles se nota la mano de Agustín, estacionamiento en el Tigre y traslados en lancha incluidos, grupo electrógeno, el jardín bien cuidado para que “casi” no haya mosquitos; y en la seriedad, la excelencia de la gastronomía y del servicio en general, está el ojo de Guillermo. Además siempre existe la posibilidad de encontrar a alguno de nuestros “amigos” ya que suelen darse una vuelta por ahí.

Nada mejor para despejarse de una semana terrible. Así que el sábado a la mañana agarro acceso norte y salgo, la puta…está trabado el transito y se me hace tarde, ojala me esperen; ya fue, piso un poco el acelerador y que me hagan una multa, corta la bocha.

Llego unos minutos tarde pero ahí está, por suerte, Maidana esperando y rapidito subimos a la lancha.

-          Solange, apurate- dice Maidana- sabes que el padrino hoy tiene un día….

-          Si, ya se, “de aquellos”

Y es que a pesar de los “peros” de Isabel, Solange y el novio ayudan en la hostería, y así ganan experiencia para cuando tengan su propio “proyecto de hotelería”

Un buen buen rato de viaje y llegamos, el día esta precioso, inicia noviembre y el clima acompaña. La nuestra es siempre la ultima cabaña, la más alejada, por si a algún visitante le molestan los perros, mejor para mi, más tranquilo, conozco el camino de memoria y las perras….como en casa.

No termino de acomodarme que escucho la moto de Juan llegando con novio nuevo. Pobre pibe, por poco Guillermo no le pide un chequeo completo….dice que no quiere más “muertos” en casa. Ni Agustín logra calmarlo… él menos que nadie en “un día de aquellos”.

Y si, como ya sabemos, Guillermo va a tratar de estar lo más lejos posible de Agustín hasta la cena, seguro en un rato se da una vuelta por acá, trayendo los restos del último asado para las perras. Me saluda con la mano de lejos, les tira una rama al rio y después las reta cuando lo mojan, y así un buen rato. Que las entretenga, así yo, mientras, leo…..o escribo fic.

El atardecer es la hora más linda, todos los pájaros bajan, genial! Traje prismáticos y cámara, definitivamente un excelente sábado.

A la hora de la cena decido irme al comedor, con Guillermo de “mal humor” seguro cocina Juan y va a haber buenas pastas. Ravioles caseros y variedad de salsas hechas por Agustín con la “ayuda” de Solange, la cena transcurre entre charla casual, noticias, trabajo y cosas así. Después de comer, café del rico que prepara Agustín, -Pedro- Guillermo se levanta, rodea la mesa hasta la silla de Agustín, la mano en su hombro y el apenas susurrado – me baño y a la cama, dale?-. Un “buenas noches” a todos y se va. La carcajada de Juan, las mejillas rojas de Agustín y el desconcierto de los que no conocen “la historia”. Hoy, definitivamente, no hay cuentos de sobremesa.

Continuará….

(Tema musical http://www.youtube.com/watch?v=4jzeSU2DrIQ)