Bueno, espero
les guste. Este fic se lo DEDICO A ILGORA, por su gran colaboración en la
edición del texto, super agradecida con ella. Y acá va, para tod@s ustedes.
*****
Viernes a la
tarde
Tenía grabada la
fecha a fuego en su mente: hoy, hace cuatro años, había ocurrido uno de los
momentos más dolorosos de su vida: la muerte de Pedro.
Pero hoy era
diferente: desde hacía casi un año ya no existía dolor, no existía impotencia,
no existía odio, sólo se había albergado en ese mismo sitio y con la misma magnitud una ansiedad
inimaginable, que ni siquiera sus amigos, el estudio, Fabián o Franco lograban
frenar.
-
¿Ya te vas Guille?
-
Si, Cuca. Franco ya debe estar
por llegar.
-
Que pases buen fin de semana mi
amor.
-
Vos también.
La eterna
secretaria se acerca y le planta un beso en la mejilla a Guillermo y con cierto
recelo lo mira alejarse, decaído, meditabundo, triste, esa tristeza que nunca
se pudo sacar desde la muerte de Pedro, ahora acompañada de una constante
ansiedad, lo notaba así porque había adquirido el vicio de fumar y de trabajar más
horas diarias de lo habitual.
Apaga las luces
de la cocina y se dispone a salir del estudio en el preciso instante en que un
joven tiene la mano lista sobre el timbre.
- Hola Cuca!
- Franco! Entrá, te está
esperando.
- Gracias. Buen fin de semana.
Franco es
potente, arrollador, de personalidad magnética y orgulloso de sí mismo. Cuando
conoció a Guillermo tres años atrás, lo conoció en su época más oscura, cargado
de una melancolía y una culpabilidad que lo llevaron casi a la locura. Él es
consciente que nunca llenará el espacio que ocupó su socio, pero esa jamás fue
la idea; desde un principio, quiso comenzar otra historia con él, ocupar y
llenar otros vacíos en ese corazón y en esa mente, él no es reemplazo de nadie,
él es Franco, su actual pareja. Así de sencillo, guste a quien le guste. Claro,
le gusta a muy pocos: Alberto sólo se limita a saludarlo. Marcos, bueno, Marcos
un ser pragmático que si hoy estás vos, estás vos, y si mañana está otro, pues
está otro. Gaby a quien estima profundamente, la más cercana pero la única que
le plantó, en sus inicios de relación, el decirle que Pedro seguiría en sus
corazones y que si él lastimaba a Guille se atendría a las consecuencias. Y por
último Fabián, un hijo que adora a su padre y que desea con locura su felicidad,
así fuera con el “rubito odioso”.
Pero desde hace
un año sentía una cierta distancia impuesta por Guillermo, tenía la sensación a
flor de piel que algo se estaba descolocando y no sabía en qué parte de ese
rompecabezas estaba la filtración: desde hace un año, desde que volviera Pedro
a su vida, vivito y coleando.
Observó a
Guillermo desde la distancia, sumergido en sus papeles, con ese gesto ausente,
casi doloroso, sus gafas iban y venían entre su nariz y su boca, susurraba,
haciendo tal vez algún recuento de algún caso, hasta que decidió acercarse y
saludarlo.
-
Hola.
-
Eh hola!, ¿cómo estás?
Franco se lo
acerca, lo abraza y le da un ligero pico en la boca.
-
Venís? Te va a encantar… el
restaurante es muy discreto, excelente comida y excelente música.
-
Dejame que termino de ordenar
esto… y ya estoy con vos.
Guillermo da una
última ojeada, ordena unos cuantos papeles, se quita las gafas, las guarda en
un estuche, toma su saco del perchero y mira a Franco.
-
Listo, soy todo tuyo.
Franco sonríe,
se acerca sigiloso y le planta otro beso, hoy parece ser que será una velada fantástica.
………..
-
Rico no?
-
Delicioso, ¿y me decís que es
nuevo?
-
Si, lleva más o menos dos
meses, es una sociedad, son dos chicos jóvenes pero han impactado, si siguen
así será unos de los restaurantes más concurridos de la ciudad. ¿seguís en el
caso de la violación?
-
Si, a ese hijo de puta lo tengo
que meter en cana, ahora el padre de la chica tiene otro quilombo con la
empresa que tiene. Pobre familia.
-
No puede ser, ¿y también te vas
a hacer cargo? o Gabriela…
-
No, José es amigo de la
familia, él se hará cargo de esa parte. Y la universidad, ¿cómo te fue hoy?
-
Con el decano vamos a montar
unos proyectos, creo que me puedes ayudar, porque se trata de…
Desde el salón
contiguo resuena el eco de platos y de una bandeja que caen al suelo seguido
por una mesera aturdida que pasa directo a la cocina.
-
¿Y me decís que es discreto?
Guillermo observa a Franco con un dejo de burla y con una sonrisita
asomándosele a la boca. Franco, a su vez lo mira y le responde con otra sonrisa
de complicidad.
-
Eh…se supone. Jaja.
Y de pronto…
Escuchar aquella
voz, a su espalda, suave, profunda, con ese acento como si fuese manteca que se filtrar por sus oídos y llega al centro mismo de su alma… una descarga de adrenalina le recorre el
cuerpo, suelta los cubiertos y se gira buscando al dueño de aquella voz.
-
Discúlpenos, no fue ella,
fueron mis compañeros, que en medio de la euforia no la vieron y la empujaron.
Guillermo
observa como Pedro concilia con el maitre. Su rostro está bellísimo, irradiando
luz, con un ligero sonrojo y con esa hermosa sonrisa de hoyuelos. Piensa cómo
siempre va en pos de la verdad, como sonríe a la mesera y pide disculpas y ésta,
en medio del quilombo se cuelga de aquella sonrisa quedando anonadada, como él.
Guillermo, sin poder evitarlo, desliza su mirada por aquel rostro hermoso,
ahora sin barba, por su cabello mucho más largo, por su cuello….
-
Guillermo…Guillermo, lo reclama
Franco
-
Discúlpame Franco, el bullicio.
Guillermo trata
de contenerse, devolver su atención a la
mesa. No mira a los ojos a Franco, se trata de concentrar en el plato, toma los
cubiertos, pero nuevamente la voz de Franco lo saca de su burbuja.
-
¿El bullicio?, ja!, claro, el
bullicio… vos me crees un pelotudo, ¿no?.- Franco baja el tono de su voz, se
inclina hacia adelante buscando la mirada de Guillermo que finalmente enfrenta.
-
Mirá Franco, este no es ni el
lugar ni el momento para esto, sigamos comiendo, que así como vamos, vamos muy
bien.
-
¿Bien, vamos bien? Bien y una
mierda, le pasabas la mirada como si fuera un helado.
Guillermo
suspira, suelta nuevamente el tenedor, se limpia la boca y deja la servilleta sobre
la mesa hastiado.
-
Mirá Franco, ya hablamos de
esto infinidad de veces: no es un secreto que yo amé profundamente a Pedro y que
él sigue siendo importante en mi vida. Pero ahora estoy con vos, creo que eso
debe mostrarte algo: ya me tenés hasta las pelotas con tanta histeria.
-
Histeria…no es histeria
Guillermo, acá lo único que yo veo es que estoy nadando contra la corriente; yo
soy honesto contigo porque me debo a mí mismo, la honestidad para mí es el
pilar de todo y vos no sos honesto ni con vos mismo.
¿Honesto consigo
mismo?, lo había sido, desde hace un año, cuando se enteró que Pedro estaba
vivo. Lo buscó desesperadamente porque necesitaba aclarar todo, su aparente
muerte, su silencio y por qué José Miller sabía todo desde un principio y se
había callado cerca de tres años. Después entendió muchas cosas: la protección
que había pedido Pedro tanto para él como para Guillermo, que por esa misma
razón no podía saber que vivía. El caso había seguido su curso y junto al
encarcelamiento de Miguel Angel y otros asesinos más, se dieron pesquisas
recurrentes hasta dar y desmantelar el cartel de droga… Pero eso no evitaba el
sabor de abandono por parte de Pedro que seguía arraigado a su alma.
Y su ausencia
había calado hondo. Él llevaba ahora una relación con Franco que le daba paz,
que le daba un terreno firme donde pisar, tal vez, sí, por la forma de ser del
profesor. Pero la razón de peso estaba en la frialdad que vio en los ojos de
Pedro, el día que se encontraron y hablaron. Aquel día, Guillermo se armó la
esperanza de reiniciar la relación, así fuera a costa de Franco; pero Pedro lo
frenó en seco, alegando que su amor definitivamente no había sobrevivido, que
era tan lábil que al año ya tenía reemplazo en su corazón. Guillermo se sintió
devastado, y por primera vez fue consciente del error que había cometió aquella
tarde, cuando fue más fuerte su orgullo que el amor infinito que le profesaba a
su chiquitín lindo.
Hace un año…
-
Te agradezco todo lo que
hiciste por mi Guillermo, esto era algo que tenía que decirte.
Guillermo no
podía quitarle los ojos de encima. Pedro tenía el cabello largo, arreglado
hacia atrás, despejando su frente amplia; ya no tenía barba y su boca se podía
observar plenamente… pero eran esos ojos grandes y hermosos los que reflejaban
el cambio más drástico: ya no lo miraban con adoración; lo miraban con desdén, fríos
y no podía ahondar en ellos y leerlos y
eso lo jodía, lo jodía profundamente.
-
Pedro, yo….me alegro muchísimo
que estés con nosotros…acá conmigo.
-
Gracias.
-
Me gustaría que nos reuniéramos
los del estudio para…
-
No quiero nada, gracias
Guillermo. Yo solo quería retomar mi vida después de tanto rollo.
Pedro estaba
evasivo, sus gestos eran bruscos, no daba lugar a que Guillermo se insinuara
siquiera en un mínimo acercamiento. Hasta que el mismo Guillermo no pudo más.
-
Necesito hablar con vos, de lo
nuestro- dijo con voz queda. Con sutileza insinuó una mano, un leve gesto de
tocar la de Pedro con el cigarrillo, pero Pedro lo evitó, y apagó la colilla furibundo en el cenicero.
-
¿Lo “nuestro”? acá no existe
nada nuestro Guillermo, no seas tan boludo… al año de yo estar muerto, ya tenés
a otro.
-
Pedro, ¡estabas muerto carajo!,
¡yo me estaba revolcando en la mierda de dolor!, que pretendías ah, decime, ¿qué
te guardara luto toda la vida?- pero inmeditamente, se arrepintió de lo dicho…
“callate Guillermo, no querés decir eso, callate!!!” dijo para sí, desesperado…
Pedro lo miró
dolorosamente, se recompuso, se acomodó su prolija corbata y nuevamente lo miró
a los ojos.
-
Cada quien tiene su tiempo de
recomponerse, te felicito por eso, por esa rapidez que tenés, yo no fui tan
veloz… pero te logre sacar, así que creo que está suficientemente claro
-
Me lograste sacar de que, ¿ ah,
de que, de dónde?- Guillermo ha perdido su compostura, grita y se inclina sobre
la mesa amenazante.
-
De mi vida, de mi sistema.- Pedro
lo mira no sereno, con frialdad, casi casi se diría que con odio, (o al menos
es odio lo que Guille cree ver).
-
De acá.- Y acompaña aquella
frase con un gesto dirigido a su corazón.
Guillermo queda
sin palabras. Ese no es su Pedro, ese no es su chiquitín lindo, no es su cielito,
aquel hermoso hombre de mirada límpida. Este que está frente a él y se levanta
de la mesa, el que deja el dinero, éste no es Pedro, definitivamente no es su Pedro.
-
Te acordás que alguna vez me
dijiste que el amor es un acto de libertad y que si es verdadero supera las
pruebas más grandes que le imponga la vida misma? -Pedro esquiva la mirada de los
ojos de Guillermo y le habla desde la puerta del cafetín, dándole la espalda.
-
Si, lo recuerdo.
-
Bueno, la segunda parte de la
lección que me diste es ver que lo “nuestro” no sobrevivió y que no era amor, y
por eso… yo ahora te estoy profundamente agradecido.
Pedro se va, sin
voltear hacia Guillermo, que queda allí, abandonado en una mar de confusiones,
de sentimientos. ¿Por qué fue tan reactivo, gritándole como si fuera un insulto
sobre el luto de toda la vida? ¿Por qué no le dijo que su luto aún estaba en su
corazón? ¿Por qué no le dijo que Franco era un salvavidas a su agonía, pero que
no era su vida, como lo era él?
Sufrió, Guillermo
sufrió como un condenado. Pedro le había dicho en su cara que ya no lo amaba, y
él, fiel a sus convicciones seguiría hacia adelante, porque él no rogaba y
menos a ese hombre que era todo, menos el Pedro que él conoció y del que se enamoró.
Ese fue su error, combinar orgullo con egoísmo. Ahora, un año después, ya no
había vuelta atrás: había herido a Pedro y a sí mismo y lo estaba arrastrando
también a Franco, así que como hombre recio, se autoimpuso no seguir dañando al
amor de su vida y tratar de recomponer algo de lo que restaba de su alma y de
su corazón con Franco.
……………
Corrió el plato
a un lado, tomó un sorbo más de vino y mirando directamente a Franco, concluyó:
-
Perfecto, ya podemos irnos.
La noche
perfecta se ha ido por el caño. Franco se levantó, y esquivó exitosamente a
Pedro que aún no se había percatado de su presencia. Llegó casi a la salida,
con Guillermo caminando detrás, cuando escucha a una de las meseras llamarlo
suavemente.
-
Señor, señor, se olvida su
celular.
-
Gracias.
Y Guille giró y
se encontró frente a frente con Pedro que retornaba a su salón.
Instantáneamente,
quedo prendado, otra vez, de esos ojazos que lo miran con sorpresa; no ve ese
brillo de rabia, esta despojado de ese manto que han tenido durante los últimos
meses y juraría que casi ve una sonrisa.
-
Hola Guillermo.
-
Hola Pedro.
-
¿cenando?
-
Si. Con…Franco.
-
Qué bien.- ahora sus ojos están
nuevamente nublados, los baja y entre dientes agrega con cierta ironía: “que lo
disfrutes” y siguió su camino.
¿Qué fue eso? Se sobresaltó Guillermo:
durante los últimos doce meses no había visto esa reacción en Pedro. En ese
mínimo diálogo que cruzaron, juraría haber había visto al joven desprovisto de
su armadura de guerra, vulnerable, así lo tratara de hijo de puta, y lo siguió
con la mirada dos pasos hasta verlo llegar a una escalinata donde fue más que
evidente sus problemas para descenderla.
-
Ey! Cuidado!
-
Pff…si puedo conducir borracho
no voy a poder bajar dos escalas…
Guillermo se
acerca, dudoso siquiera de rozar a Pedro, porque sabe que a un mínimo contacto
todo se removería inmediatamente. Pero el joven logra bajar, y desde la base de
la escalera vuelve a mirarlo:
-
Viste, ya bajé, no pasó nada…
Ay dios! Ahí
estaba Pedro, SU Pedro! Qué ganas de tomarlo entre sus brazos y estamparle un
beso en esa boca pecaminosa… pero un atisbo de cordura llega a su cerebro y
dirige la mirada a la recepción, donde ve a Franco firmar el voucher de la
compra y hablar con el maitre. Regresa su mirada a Pedro y allí continua él,
mirándolo con esos pozos cristalinos que tiene por ojos, (el alcohol está
haciendo su efecto) y tiene al chico desinhibido.
-
No podés manejar así, estás muy
mal.
Y Pedro, bajo la mirada, tímido, de ese modo que Guille conoce tan
bien y dijo sin mirarlo: “Me llevan… Guille, me…llevan…”
¿Cuántos segundos
pasaron? Pedro y su mirada perdida en el suelo y Guillermo conteniéndose y
tragándose la ganas de tocar esa piel, hasta que se abre la puerta del salón y aparece
una joven mujer de cabello castaño.
-
Eh Pedro, veni para acá, que
todos están preguntando por vos, che. Y dirigiéndose a Guillermo, agrega: “- Disculpe
eh, y gracias por traerlo.- y así diciendo, la chica lo toma por los hombros y
lo conduce hacia la puerta. Pero Pedro gira su rostro, lo mira a los ojos, se
muerde los labios y le regala a Guillermo nuevamente una sonrisa, antes de
desaparecer tras la puerta.
¡Qué hija de
puta es esta vida! Cuando ya está resignado y piensa que Pedro no siente nada
por él, viene y lo ve en aquel puto restaurante, mandándole esas miradas que ya
creía perdidas. Guille es consciente que Pedro, al regresar y verlo con otro
hombre fue herido profundamente. Pero el desdén de Pedro hacia sus sentimientos,
cuando quiso enfrentarlo, atizó su orgullo herido dando una reacción en cadena,
llena de dolor.
Continuará….
CAPITULO : http://actosdefeylibertad.blogspot.com.ar/2013/12/si-no-sobrevive-2da-parte-by-lupillar.html
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ABsolutamente sublime....no puedo dejar de llorar.....me imaginé cada escena, cada gesto, cada palabra, cada mirada......y al mismo tiempo me invadió una angustia inmensaaaa porque ellos dos no están juntos...SUBLIME! ABSOLUTAMENTE SUBLIME! no puedo decir mucho más! Gracias Lupillar por ESTO!!! Lágrimassss....
ResponderEliminarHey! Lucero! Qué bueno ver esto publicado! Un relato doloroso, muy arriesgado! Me encanta esta historia y quiero leer más!!!
ResponderEliminarY gracias por la dedicatoria, me siento muy honrada...
Lupillar!!! qué autora que ha aparecido en este blog! me tuviste atada a tu historia desde el principio al fin. Fue muy fuerte leer lo de Franco, tuve que parar un momento y tragar saliva. Luego el relato del regreso de Pedro y esa herida entre los dos, cómo cuesta verlos así. Pero luego la escena en el restaurante, una maravilla. Ya quiero que siga por favor. Me alegra mucho poder leerte. Me has dado una sorpresa más que grata. Muy pero muy buena tu historia. Gracias!
ResponderEliminarLucero ??? Sos TODOOOOO!!! Quiero la continuacion YAAAAAAAAAAAA. Cande!
ResponderEliminarAy, qué hermosa historia se abre paso en este rincón! Bienvenida Lupillar! Confieso que las primeras líneas fueron fuertes para leer, pero cuando apareció Pedro empecé a entender todo. Quiero la continuación YAAAA !!! Estoy muy intrigada cómo sigue esta historia, que pasa con ambos al verse.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir este hermoso relato con todos!
Saludos!
Ayyyyyy quw giro interesante por favor, no pude parar de leer todo de un tiron!!!! hermoso, quiero la continuacion por favor!!! Gracias por adelantado!! Felicitas
ResponderEliminarBienvenida Lupillar, Tengo cierto grado de angustia después de leer esto, por que en esta historia hay dolor. Pero bueno, toda historia de amor tiene su cuota de dolor y esta no puede ser la excepción. Espero ansiosa el próximo capitulo. Gladis
ResponderEliminarAy Lupillar còmo sufrì!!! no podìa dejar de leer, hasta me hubiera salteado palabras para llegar antes al final! Muy buena historia para el retorno de Pedro, y espero lo que vendrà con el "continuará". Ah, a Franco no hay forma de lo que pueda aceptar como pareja de Guille... Gracias! San
ResponderEliminarMamita que bonito !!! y te habias escondido tanto tiempo !!! Felicitaciones y queremos mas !!!!!!!
ResponderEliminarQue hermosa historia Lucero, como todo lo que escribìs. Me encanta que Guille sufra un poquito porque debe haber sido terrible para Pedro al volver encontrarlo en pareja. Fue lo que sentimos nosotras, como una traiciòn hacia èl y su recuerdo. Y ahora veremos còmo sigue. Confìo plenamente en vos, y espero con ansias la continuaciòn.
ResponderEliminarmuy lindo Lucero! me encanto! a ver como sigue....
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe gusto muchisimo como todo lo que escribis...muchas gracias por estos bellos relatos!! Un beso grande!!
ResponderEliminarpucha che me hiciste lloriquear!!! ya quiero leer la continuación!!! bessoos
ResponderEliminarp/d: aunq se me piantaron un par d lagrimas, igual me encantoooo!!! FELICITACIONES!!!!
Esta historia es lo mas hay quiero ya leer la continuacion
ResponderEliminarLUPILLAR AMICHI DEL ALMA ,SOS TAN GROSSA QUE NO PODES MAS CON TU ALMA,ME ENCANTO TU FIC COMO TODAS LAS QUE ESCRIBIS!!!TE SUPERAS DIA DIA ,FIC A FIC,CHARLA A CHARLA!!!!,QUE LINDO SABERME TU AMIGA Y APRENDER DE VOS!!!MERCI AMIGA,TE QUIERO SEGUI CONTINUACION PRONTO!!! ...majo
ResponderEliminarUn regreso diferente, y un jugador inesperado en esta contienda entre amor y orgullo. Bienvenida, Lucero.
ResponderEliminarhola!!! mil gracias por esas palabras tan bellas. me ubique en una posibilidad de tantas que tendría la historia, tal vez en una de las mas difíciles que es el daño de pedro y la soledad de Guillermo, las decisiones erradas que se toman en la vida pero que el amor verdadero ,el que perdura, el que sobrevive ayuda a subsanar. un abrazo para cada una y nuevamente gracias por leerme.
ResponderEliminarque me encanta tanto. Yo estaba tan feliz y
ResponderEliminarsorprendido. Desde entonces, he hecho una promesa de que todos los que conozco se
nunca tener un problema de relación , que me voy a referir a el hechizo
lanzador de ayudarlos. Cualquiera podría necesitar la ayuda del hechicero , su
ebhodaghespell@gmail.com email
Él también lanzó tantos sortílega ,
( 1 ) quiere que su ex atrás .
( 2 ) Usted siempre tiene pesadillas.
( 3 ) Para ser promovido en su oficina
( 4 ) ¿Quieres un niño.
( 5 ) ¿Quieres ser rico.
( 6 ) que desee mantener su esposo / esposa sea sólo suya para siempre.
( 7 ) la necesidad de asistencia financiera.
8 ) ¿Quieres estar en control de que el matrimonio
9 ) ¿Quieres que atraerán a la gente
10 ) La falta de hijos
11 ) ¿NECESITA UN MARIDO / MUJER
13 ) CÓMO GANAR SU LOTERÍA
14 ) PROMOCIÓN HECHIZO
15 ) HECHIZO DE PROTECCIÓN
16 ) HECHIZO DE NEGOCIO
17 ) HECHIZO DE TRABAJO BUENO
18 ) cura para cualquier enfermedad / h.i.v.
Póngase en contacto con él hoy en : ebhodaghespell@gmail.com