Un acto de voluntad by Mimi

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción;

y el mayor bien es pequeño:

que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son.

Pedro Calderón de la Barca

   Julio Chávez termina de grabar su última escena del día y se dirige a su camarín.  Guillermo Graziani lo acompaña, como siempre. Llegó a conocer muy bien a éste hombre, y le tomó un profundo cariño. Pero ya no puede más con su alma. Desde aquel fatídico día en que mataron a Pedro, todo es dolor. Ya no soporta más esta angustia y hoy especialmente no tiene fuerzas para seguirlo al ensayo de esa obra de teatro. Además, allá se cruza con el otro personaje, ese que va a interpretar ahora, y él siente que molesta. En realidad no sabe si es posible desprenderse de Julio, pero lo va a intentar con todas sus fuerzas. Hoy quiere quedarse acá, y llorar, gritar, tal vez patear algo y así quizá calmar un poco esta angustia y esta ansiedad. Hace unos días se enteró que Pedro vuelve. Creyó que su corazón iba a estallar de la emoción. El milagro, lo imposible, finalmente va a suceder, volverá a encontrarse con su adorado Pedro. Pero hoy vuelve a sentir ese desasociego en su alma y por momentos cree que va a enloquecer. La incertidumbre lo atormenta. Cómo estará Pedro ahora? Lo seguirá amando? Cómo serán esas escenas finales que tienen que grabar? Y si Pedro vuelve a marcharse? Pensar en esa posibilidad lo desgarra, no podría soportar tanto dolor.

Cuando ve que Julio se dispone a irse se concentra en su deseo de separarse de él. Y lo consigue. Julio se está yendo solo. Mañana lo buscará para seguir grabando. Pero hoy necesita un poco de paz, de silencio. Y se dirige hacia “su casa”. Al entrar está todo oscuro y en silencio. Se sienta en el sillón con esa pesadez en el alma que no puede quitarse y lanza un grito de dolor tan fuerte como le permiten sus pulmones, llamando a Pedro. Y se pone a llorar, como hasta ahora nunca había podido llorar. De pronto una luz se enciende y a sus espaldas escucha esa entrañable voz que casi a los gritos lo llama:

P: GUIIE GUIIE ¡SOS VOS! Mi amor, mi amor, por fin viniste!!!

Se da vuelta y lo ve. Un poco más flaco, demacrado; pero sí, es él, es Pedro!!!. Y ya lo tiene frente a frente y se besan se abrazan se acarician se nombran se aprietan se juegan se miran se huelen se adoran se sienten se estrujan se respiran se muerden se devoran se encienden se enloquecen y cuando recuperan el aliento se hablan

G: Pedro, cielito, mi amorcito…. Cómo te extrañé. Me estaba volviendo loco, dónde estuviste todo éste tiempo

P: Acá Guille, siempre esperándote. Es que no tuve tiempo de avisarte, todo fue tan rápido al final. Yo no sabía lo que iba a pasar.  Mi amor, mi vida. – y vuelven a besarse las manos, la frente, la boca- que manera de extrañarte mi amor, yo también me estaba volviendo loco, porqué tardaste tanto?  –hablan y se besan, hablan y se acarician

G: Contame todo, todo lo que te pasó…

P: Fue todo tan horrible, mi amor. Fue un día que no grabamos juntos. Además de los técnicos y todos los que están detrás de cámaras, estábamos solos Camila y yo. Benja estuvo todo el día muy mal, muy triste, pobrecito. Él no quería filmar eso. No quería que me mataran, porque también se había encariñado conmigo. Pero hubo que hacerlo. Y me dieron dos tiros ridículos en el pecho…

G: Sí, eso lo supe. Y a partir de ahí no te vi más. Julio tampoco quería que te mataran, quería que nosotros termináramos juntos.  Y que pasó después de los tiros? –pregunta mientras le sigue besando las manos sin parar

P: Se suponía que yo ahí tenía que morir. Parece que los personajes de ficción nacen y mueren con sus papeles. El mío había terminado, yo tenía que desaparecer… Pero yo no podía irme y dejarte solo Guille, así que decidí que tenía que quedarme para que pudiéramos estar juntos – le dice mirándolo con esos ojos,  hoy más enormes y dulces que nunca – recordé aquello que me dijiste, que el amor es un acto de voluntad, de verdadera libertad, y tuve la voluntad de seguir vivo para que pudiéramos amarnos siempre

G: Mi chiquitín precioso!!  -besos, besos, besos y lágrimas de emoción - Y no sabés las cosas que me están haciendo hacer a mí. Se me cae la cara de vergüenza, pero estoy obligado.

P: Yo algo puedo ver a escondidas. Pero no quiero que nadie me vea. No sé qué puede pasar si me encuentran, así que estoy todo el día escondido

G: Sí, cielito. Nadie tiene que vernos. Y te dolió mucho?

P: Qué cosa?

G: Los tiros…

P: No, eso no es nada. Es todo actuado. Como cuando a vos te pegaron el tiro en el brazo, te acordás? A vos te dolió?

G: No, para nada. Tenés razón, los personajes no tiene que sentir nada. Y mucho menos enamorarse!!! Pero nosotros nos enamoramos…

P: Es verdad, nosotros nos enamoramos, y eso es algo que no pasa nunca, … que los personajes de ficción se enamoren como nos enamoramos nosotros, escapa a todas las posibilidades, se sale de todos los esquemas…..Pero nosotros nos independizamos, cobramos vida!!

G: Debe ser por eso entonces qué la gente está tan loca con –y le hace con su índice ese gesto de “esto”, “lo nuestro”, que los identifica y los hace cómplices. Y al ver eso Pedro ríe como un niño y lo sigue besando a Guille-. Porque nosotros nos enamoramos y la gente se fascinó con nuestra historia, con nosotros. Y no sabés todo lo que están haciendo!!

P: Que hacen mi amor? Quienes?

G: El público, la gente que mira la novela. Es una revolución. Ellos también se enamoraron de nosotros, de nuestra historia de amor, y en un hecho inédito en toda la  historia de las novelas no paran de pedir que tengamos un final feliz. Ahhhh!!! Y me estaba olvidando de contarte lo más importante, parece que lo van a conseguir. Porque volvieron a llamar a Benjamín, y va a volver para que podamos filmar nuestro final juntos!!!

P: CUÁNDO???? – Pregunta mientras lo abraza y lo besa y llora de la emoción

G: No, eso no lo sé. No pude enterarme. Y todos se preguntan cómo puede ser ese final, porque a vos te mataron, no es así? Pero a ellos no les importa nada, siguen pidiendo que vuelvas vivo y que tengamos nuestro final feliz. Y no sabés todo lo que hacen, hay cantidad de páginas en internet, de blogs, donde la gente solo pide por nuestro final feliz. Escriben historias con finales felices para nosotros. Sueñan con finales felices con nosotros. Todos los días le llenan la página al canal con mensajes pidiendo que vuelvas vivo y tengamos nuestro final feliz. Hasta hicieron una murga en la puerta del Pol-K  y colgaron un pasacalles. Nuestro público es único, cielito, absolutamente maravilloso,  tenemos una hinchada que ni River y Boca juntos la tienen. –ahora ríen a carcajadas los dos, Pedro no puede creer todo lo que Guille le está contando!

P: Y vos cómo sabés todo esto?

G: Por Julio. Porque al canal y a la productora y a los guionistas, ya les tienen hinchadas las pelotas con tantos reclamos, y lo comentan todo el tiempo. Imaginate cómo habrá sido la presión que al final tuvieron que acceder a llamar a Benjamín otra vez, a pesar de la obstinación que habían demostrado antes para matarte a como dé lugar…

P: Y que sabés de ese final, cómo va a ser?

G: Eso tampoco lo sé, pero lo importante es que vamos a volver a estar juntos en la pantalla para nuestra felicidad y la de toda esa gente que tanto pidió por nosotros. Ojalá que realmente sea el final feliz que ellos y nosotros nos merecemos

P: Ojalá que sí. –Se abrazan otra vez y entonces se anima a preguntar-  Guille, y si no es así. Si a pesar de todo no tenemos nuestro final feliz?

G: Escuchame bien lo que te voy a decir, Pedro. Pase lo que pase, vos y yo no nos vamos a separar nunca más. Si a toda a ésta manga de condenados que nos hicieron sufrir tanto, no es así?, se les ocurre que yo me tengo que quedar con alguno de esos chongos que aparecieron ahora de la nada, no es así?, nosotros nos vamos a encontrar acá una.

P: Pero esto lo van a desmantelar todo, Guille!!

G: No importa, acá, en alguna parte nos vamos a encontrar, en el baño, donde sea, vos buscame a mí que yo te voy a estar buscando a vos

P: Y vamos a estar siempre juntos?

G: Siempre, siempre, siempre

P: Prometeme!

G: Te lo prometo!

P: Y nos vamos a ir a vivir a una casita en el Delta, como era tu sueño, te parece?

G: Nos vamos a vivir a dónde vos quieras, cielito. Si estoy con vos, voy hasta el fin del mundo!

P: Y nos vamos a matar a mimos todo el día, darnos todos esos besos que no nos pudimos dar hasta ahora, abrazarnos todo el tiempo, hacernos el amor sin parar. Me lo prometes?!

G: Te lo prometo dos veces, precioso.  Ya perdimos demasiado tiempo, cielito, así que explicame, como es eso de matarnos a mimos y hacernos el amor sin parar?

Y ruedan por el piso como dos adolescentes, como dos salvajes en celo. Y se besan con desesperación, mientras se arrancan sus ropas. Se sienten absolutamente libres, ya no tienen que ajustarse a ningún guion, no hay nada que esconder ni que reprimir. Se saben contenidos en un universo amoroso, que los impulsa a amarse sin reservas. Y se recorren íntimamente, descubriéndose, saboreándose. Guille escucha los gemidos de placer de Pedro y no recuerda haber escuchado nada más bello antes.  Siente como si un tornado lo arrastrara hacia un lugar glorioso y lo sacudiera como un trapo. Pedro percibe el temblor en el cuerpo de Guille y se siente suspendido en un espacio ingrávido, denso y con la última reserva de aliento que le queda, murmura “Te amo, Guille” y explota en gozo y escucha que Guille, con una voz anhelante, susurrante, que le desconocía, le contesta “Yo también te amo, cielito” y el mundo gira y gira y los arroja más allá de todo.