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Tomar contacto con la realidad -
Los días
transcurren lentos. Los rayos de lucidez se ponen cada vez más consistentes. Tu
cuerpo cada vez más presente.
Cuando
te despegan del oxígeno comprendes que estás recobrando tu vida.
No
sientes más la fiebre devorarte el cuerpo y secar tus labios; no sientes aquel
agotamiento infinito que parece tirarte hacia atrás.
Tus
fuerzas, todavía, no te han alcanzado en este largo recorrido de vuelta a la
vida pero vos sabes, que también esto, pasará.
Volverás a ser aquel de antes, te lo juras a ti mismo, a la vida que tuviste
antes.
A tu
trabajo, a tus cariños.. a él..
Tienes
sólo que tener paciencia, esperar que las fuerzas vuelvan; esperar que Miller
vuelva para que te cuente los misterios de tu "muerte.". Si una cosa
has entendido, es que en aquel hospital ninguno conoce de tu real
identidad y el motivo por el que estas hospitalizado justo allí, escondido del mundo.
Ha pasado bastante desde que han sido publicadas tus fotos en los periódicos,
la gente ha olvidado tu rostro, que es ahora diferente.. lo siéntes.. pelo más
largo y sin una seña de barba.
Porque
la barba ha desaparecido.. la enfermera te rasura cada mañana.. para hacerte
sentir mejor, ella dice.. porque le gusta hacerlo, piensas..
Tampoco
aquellos tres hombres que, con discreción, se alternan en vigilar la puerta de
tu habitación, tiene conocimiento de nada.
Un día,
mientras simulabas dormir, los has oído interrogarse sobre el porque
tuvieron que protegerte; nadie lo sabia.
De que cosa
y de quién, era un misterio para ellos; lo hacían por Miller y como favor
personal.
Llamados
al silencio, lo respetaban sin objetar.
Luego,
un día, Miller vuelve.
Espera
que la enfermera salga de la habitación y se sienta en la silla vacía junto a tu cama.
-Como se siente Dr.Beggio? Los médicos hablan maravillas de su recuperación física.
-Bien. Si recuerdo como me sentí
cuando recuperé el conocimiento, estoy realmente bien.
-Me alegra. ¿Quiere hablar de lo qué
ha sucedido antes del disparo? ¿Recuerda todo lo que ha sucedido?
- Sí, recuerdo. A cambio, también necesito saber. Entender porque todos me creen muerto. Comprender quién ha
decidido esto y porque lo ha decidido.
Me mira largamente, con decisión; noto reticencia, al principio, luego mucha honestidad.
Tuvo
razón Guille, ahora comprendo como pudo confiar en él, aunque todavía hay algo que no
me convence completamente.
Me mira,
antes de contestar, y su mirada es límpida, directa.
-Empezamos por del fin. Porque lo sé, lo
que quiere saber es porque todos piensan que esta muerto.
- Sí. Necesito saber eso.
Con un
suspiro, la mirada fija en mis ojos, Miller se esfuerza por sintetizar lo que ha
sucedido aquel maldito día.
-Quien le disparó ha sido Camila. ¿Lo
recuerda? Pero quien lo ha encontrado en un charco de sangre, ha sido Beto.
-¿Beto?
No logro entender : ¿qué hacía Beto en mi casa?
-Sì, Beto. Guillermo lo había llamado
para entrará en su departamento, preocupado por su retraso.
¿Retraso? ¿Qué puede saber Miller de su
retraso? El me lee la pregunta en los ojos.
- Sabía que iban a huir juntos; Guillermo me lo dijo.
-¿Cuándo?
-No es importante el cuando o el por
qué. Yo no estuve de acuerdo, pero fue su decisión. Constaté que fuera bien
consciente de las consecuencias, este sì, pero no traté de disuadirlo. No
pensé que fuera posible.
-¿No pensó? ¿Ahora sì, él lo piensa?
-¿Qué importancia tiene lo que yo
pienso?
Noto la incomodidad y la reticencia, no es sincero ahora; mis sentidos están en guardias y atentos a captar cada matiz.
-Continúe, le ruego.
-Guillermo, preocupado por su retraso,
lo alcanzó en su departamento. Tocó pero nadie le abrió, por eso llamó a Beto. Se detiene por un instante, como para retomar el hilo de los
recuerdos.
-Beto abrió la puerta de entrada y entró. Todo parecía normal, todo en orden. Guillermo se quedó en el living, mientras Beto continuó explorando el departamento. Por algo no regresó. Lo encontró en un charco de sangre, abatido contra una
pared, los ojos todavía abiertos. No respiraba. Parecía no respirar.
No logras despegar la mirada de sus labios, en apariencia, porque sientes que, algo de este
cuento, no te gustará.
- Enseguida Beto le dijó a Guillermo que había encontrado su cuerpo sin vida en el dormitorio y, después, llamó a
la Policía.
-¿Beto? ¿Beto llamó a la policía?
-Sì, fue Beto.
-¡Porque Guille estaba conmigo!
Miller
aparta los ojos y no contesta.
-¿Guille estaba conmigo, verdad? ¿No es
así?
-Hemos acudido enseguida. Ya estábamos alertados, yo estaba atentó por si algo no marchaba bien, por si Miguel Angel aparecierá por ahí y, muy probablemente , para acabar lo que había empezado en el Delta de Tigre.
¿Por qué
no te contesta? ¿Por qué evita contarte de Guille?
-Lo hice, enseguida, sacar del departamento. Un policía de mi confianza se percató enseguida que todavía estaba vivo; y, sin perder tiempo, lo encerró en un bolsa mortuoria, como si estuviera
realmente muerto, y lo llevamos a fuera. Una ambulancia los esperaba cerca. Se actuó enseguida, por suerte
las dos balas sólo han rozado su corazón, sin embargo había perdido demasiado
sangre.
No
entiendes.. no entiendes.. ¿por qué declararte muerto? Insistés en la pregunta.
-Aunque quien disparó fue Camila, su
mujer, quedaba la posibilidad que Miguel Angel tuviera éxito en su intento y
matarlo. Usted era el único que podía atestiguar lo que sucedió en el Delta de Tigre. El único que podía dar detalles para conectarlo al homicidio de su suegro y al de Maidana.
- Pero ¿por qué incluso Guille se ha mantenido en la oscuridad de mi falsa muerte ?
-No logramos proteger Maidana, tuve
miedo de no lograr protegerlo a ud también.
La
respuesta no te satisface.. sientes que hay otra y que no quiere decirtela.
-¿Por qué también Guille ha sido mantenido ajeno a todo? ¿No confía en él?
-De la manera más absoluta. No hay un
hombre más honesto que Guillermo.
-¿Entonces por qué? ¿Cuáles razones lo han empujado a decidir esto para mí?
Aparta
la mirada, incómodo, pero se siente contra las cuerdas; te das cuenta que vas por buen camino.
-¿ Usted aprecia mucho Guille, verdad?
Lo ha confesado hace poco.
-Sì, es verdad.
-Y es posible, solamente posible, que
haya pensado: sacando a Beggio de medio Guillermo puede rehacer su vida..
diferente.. con alguien diferente.. alguien como el por ejemplo.
¡Jaque
mate! Por un instante Miller pierde el aliento, ves el dolor en el fondo de
sus ojos, pero se restablece enseguida.
-Podría parecer.. pero no es así. No
tuve intención de hablar de mí y de mi relación con Guillermo, pero me veo obligado
a contestarle con mucha honestidad sobre lo que está pensando. Sì, es verdad
que amo a Guillermo.
La puta
madre, piensas, y te sientes casi derrotado por la vida.
-Pero no he mantenido oculta esta
información por los motivos que ud está pensando. Aunque, por un momento, yo
mismo dudé. Sencillamente lo he protegido. Era mi deber. Hacia de ud,
hacia la justicia y también hacia Guillermo.
Respiras..
porque le crees.. logras ver la verdad en sus ojos y cada desconfianza ha
desaparecido.
-¿Cómo hizo para impedir que Guille descubrirá la verdad?
Te
mira.. y ves dolor en sus ojos.. quisiera no contestarte pero eres consciente que su
honestidad lo llevará a revelarte la última pieza que te falta para completar el
puzzle.
-Guillermo no ha preguntado nunca de ver
su cuerpo. No ha querido verlo cuando Beto le dijo que estaba en la otra
habitación, muerto; no ha querido verlo en la cámara mortuoria ni ha
asistido a su funeral.
Acusas el golpe, el
golpe casi te mata; te deja inerme, sin aliento.
Hasta
sangrarías si alguien osara tocarte.
¿Cómo es
posible? ¿Cómo es posible que no haya querido verte?
-Le siento, habría podido omitir esta
información pero la habría descubierto solo. Es un hombre extremadamente
inteligente Dr. Beggio, si no le hubiera dicho la verdad la hubiera descubierto ud mismo.
Te mira
con comprensión y te pregunta si quieres continuar; asientes porque te volverías loco si tuviera que quedarte sólo, con mis pensamientos, en este preciso momento.
Te
esfuerzas por contarle todo lo que sabes sobre tu suegro,
sobre Camila y el papel que ella desempeñaba en la sociedad del
padre para cubrir los traslados de la droga; sobre Miguel Angel y su tentativa
de matarte.
Al fin
quedas vació, con un agujero inmenso en el corazón y en la mente.
Te das cuenta que te has quedado sólo cuando la enfermera te lleva la cena.
Por
quien comer?.. por qué?.. si al fin has comprendido porque la silla ha estado vacía por todo este tiempo.
Si por
fin has comprendido que quedará para siempre vacía.
Porque
Guille ya no esta en tu vida; para él has muerto.
Te ha
dejado ir sin esfuerzo alguno porque.. ¿por qué no te quiso de veras?
Su amor
no ha sobrevivido a la distancia, a la fuga, a las continuas tensiones..
¿Y que
importa el por qué? Guille no lo quiere más, solo logra pensar esto.
Y solo quieres morir.. esta vez de verdad.. porque Guille es tu vida y sin él no hay más
vida.
..Morir..
De repente la alarma del monitor se pone en marcha , molesto, y , con las pocas fuerzas restantes , arrancas los cables que te conectan a la vida.
- continuará
Lingua
originale
Dopo lo sparo – seconda parte: prendere
contatto con la realtà –
I giorni
trascorrono lenti. Gli sprazzi di lucidità diventano sempre più consistenti. Il
tuo corpo sempre più presente.
Quando
ti staccano dall’ossigeno comprendi che stati recuperando la tua vita.
Non
senti più la febbre divorarti il corpo ed inaridire le tue labbra; non senti
quello sfinimento infinito che ogni volta sembra risucchiarti indietro.
Le tue
forze, ancora, non ti hanno raggiunto in questo lungo percorso di ritorno alla
vita ma sai, che anche questo, passerà.
Tu
ritornerai quello di prima e, lo giuri a te stesso, alla vita che avevi prima.
Al tuo
lavoro, ai tuoi affetti.. a lui..
Devi
solo avere pazienza, aspettare che le forze ritornino; aspettare che ritorni
Miller per farti raccontare i misteri della tua “morte”..
Se una
cosa hai capito è che in quell’ospedale nessuno è a conoscenza della tua reale
identità e del motivo per il quale sei ricoverato proprio lì, nascosto al mondo.
E’
passato parecchio da quando sono state pubblicate le tue foto sui quotidiani,
la gente ha dimenticato il tuo volto, che adesso è diverso.. lo senti.. capelli
più lunghi e senza un accenno di barba.
Perché
la barba è sparita.. l’infermiera ti rade ogni mattina.. per farti sentire
meglio, dice lei.. perché le piace farlo, pensi tu..
Nemmeno
quei tre uomini che, con discrezione, si alternano nel sorvegliare la porta
della tua stanza, sono a conoscenza di nulla.
Un
giorno, mentre facevi finta di dormire, li hai sentiti interrogarsi sul perché
dovevano proteggerti; nessuno ne era a conoscenza.
Da cosa
e da chi, era un mistero per loro; lo facevano per Miller e come favore
personale.
Chiamati
al silenzio, lo rispettavano senza obiettare.
Poi, un
giorno, Miller ritorna.
Attende
che l’infermiera esca dalla stanza e si siede sulla sedia vuota accanto al tuo
letto.
-Come si sente dr. Beggio? I dottori
dicono meraviglie del suo recupero fisico.
-Bene. Se ripenso a come mi sentivo
quando ho ripreso conoscenza, sto veramente bene.
-Mi fa piacere. Vogliamo parlare di cosa
è successo prima dello sparo? Ricorda tutto quanto le è successo?
-Si, ricordo. Però, anche io ho bisogno
di sapere. Capire perché tutti mi credono morto. Comprendere chi ha deciso
questo e perché lo ha deciso.
Mi
guarda a lungo, con decisione; noto reticenza, all’inizio, poi molta onestà.
Aveva
ragione Guille, sento di potermi fidare di lui, anche se c’è ancora qualcosa
che non mi convince del tutto.
Mi
guarda, prima di rispondere, ed il suo sguardo è limpido, diretto.
-Cominciamo dalla fine. Perché lo so che
quello che vuole sapere è perché tutti pensano sia morto.
-Si. Ne ho bisogno.
Con un
sospiro, lo sguardo fisso nei miei occhi, Miller si sforza di sintetizzare
quello che è successo quel maledetto giorno.
-A spararle è stata Camilla. Questo lo
ricorda? A trovarla in una pozza di sangue, invece, è stato Beto.
-Beto?
Non
riusco a comprendere; che ci faceva Beto in casa mia?
-Si, Beto. Guillermo lo aveva chiamato
per entrare nel suo appartamento, preoccupato per il suo ritardo.
Ritardo?
Che può saperne Miller del suo ritardo? Lui mi legge la domanda negli occhi.
-Sapevo che sareste fuggiti insieme;
Guglielmo me lo aveva detto.
-Quando?
-Non è importante il quando oppure il
perché. Io non ero d’accordo ma era una sua decisione. Mi sono accertato che
fosse ben consapevole delle conseguenze, questo si, ma non ho cercato di
dissuaderlo. Non pensavo fosse possibile.
-Non pensava? Adesso sì, lo pensa?
-Che importanza ha quello che io penso?
Noto
dell’imbarazzo e della reticenza, non è sincero adesso; i mei sensi sono vigili
e tesi a cogliere ogni sfumatura.
-Continui, la prego.
-Guillermo, preoccupato per il suo
ritardo, l’ha raggiunta al suo appartamento. Ha suonato ma nessuno l’ha aperto
per cui ha chiamato Beto.
Si ferma
per un attimo, come per riprendere il filo dei ricordi.
-Beto ha aperto la porta d’ingresso e
sono entrati. Tutto sembrava normale, tutto in ordine. Guillermo si è fermato
nel soggiorno mentre Beto ha continuato la perlustrazione dell’appartamento.
Per lui qualcosa non tornava. L’ha trovato in una pozza di sangue, accasciato
contro una parete, gli occhi ancora aperti. Non respirava. Pareva non
respirare.
Non
riesco a staccare lo sguardo dalle sue labbra, aspetto, perché sento che,
qualcosa di questo racconto, non mi piacerà.
-Beto ha detto subito a Guillermo di
avere trovato il suo corpo senza vita nella camera da letto ed ha chiamato la
Polizia.
-Beto? Beto ha chiamato la polizia?
-Si, è stato Beto.
-Perché Guille era con me!
Miller
distoglie gli occhi e non risponde.
-Guille era con me, vero? Non è così?
-Siamo accorsi subito. Eravamo già
allertati, ero preoccupato che qualcosa non andasse per il verso giusto, del
resto Miguel Angel era in giro e, con molta probabilità, sulle sue tracce per
terminare quello che aveva iniziato sul Delta del Tigre.
Perché
non risponde? Perché evita di raccontarmi di Guille?
-L’ho fatta, immediatamente, spostare
dall’appartamento. Un poliziotto di mia fiducia si è accorto subito che era
ancora vivo; allora, senza perdere tempo, l’abbiamo chiuso in un sacco, come se
fosse veramente morto, e l’abbiamo portato via. Un’ambulanza attendeva poco
distante. E’ stato immediatamente operato, per fortuna le due pallottole
avevano solo sfiorato il suo cuore, tuttavia aveva perso troppo sangue.
Non
capisco.. non capisco.. perché dichiararmi morto? Insisto nella domanda.
-Anche se a spararle era stata Camilla,
sua moglie, rimaneva la possibilità che Miguel Angel potesse riuscire nel suo
intento ed ucciderla. Lei era l’unico che potesse riferire di quanto era
successo sul Delta del Tigre. L’unico che potesse riferire particolari
utilizzabili per collegarlo all’omicidio di suo suocero ed a quello di Maidana.
-Ma perché anche Guille è stato tenuto
all’oscuro della mia falsa morte?
-Non ero riuscito a proteggere Maidana,
avevo paura che non sarei riuscito a proteggere neppure lei.
La
risposta non mi soddisfa.. sento che c’è altro e che non vuole dirmelo.
-Perché anche Guille è stato tenuto
all’oscuro di tutto? Non si fida di lui?
-Nella maniera più assoluta. Non c’è un
uomo più onesto di Guillermo.
-Allora perché? Quali ragioni l’hanno
spinta a decidere questo per me?
Distoglie
lo sguardo, imbarazzato, ma si sente alle corde; capisco di essere sulla buona
strada.
-Lei apprezza molto Guille, vero? Lo ha
confessato poco fa.
-Si. E’ vero.
-E’ possibile, solo possibile, che abbia
pensato: tolto Beggio da mezzo Guillermo può rifarsi una vita.. diversa.. con
qualcuno diverso.. qualcuno come lei ad esempio.
Scacco
matto! Per un attimo Miller perde il respiro, vedo del dolore nel fondo dei
suoi occhi, ma si riprende subito.
-Potrebbe sembrare.. ma non è così. Non
avevo intenzione di parlare di me e del mio rapporto con Guillermo ma mi vedo
costretto a risponderle con molta onestà su quanto sta pensando. E’ vero amo
Guillermo.
La puta
madre, penso, e mi sento quasi sconfitto dalla vita.
-Ma non ho tenuto nascosta questa
informazione per i motivi che lei sta pensando. Anche se, per un momento, l’ho
dubitato io stesso. L’ho semplicemente protetta. Era mio dovere. Verso di lei,
verso la giustizia ed anche verso Guglielmo.
Respiro..
perchè gli credo.. riesco a vedere la verità nei suoi occhi ed ogni diffidenza
è sparita.
-Come ha fatto ad impedire a Guille di
scoprire la verità?
Mi
guarda.. e vedo pena nei suoi occhi.. vorrebbe non rispondere ma sono
consapevole che la sua onestà lo porterà a rivelarmi l’ultimo tassello che mi
manca per completare il puzzle.
-Guillermo non ha mai chiesto di vedere
il suo corpo. Non ha voluto vederlo quando Beto gli ha rivelato che era
nell’altra stanza, morto; non ha chiesto di vederlo nell’obitorio, né ha
assistito al suo funerale.
Netto,
il colpo quasi ti uccide; ti lascia inerme, senza fiato.
Sanguineresti
persino se qualcuno osasse toccarti.
Com’è
possibile? Com’è possibile che non abbia chiesto di vederti.
-Mi dispiace, avrei potuto tralasciare
questa informazione ma l’avrebbe scoperta da solo. E’ un uomo estremamente
intelligente dr. Beggio, se non le avessi riferito la verità lei lo avrebbe
capita lo stesso.
Mi
guarda con comprensione e mi chiede se intendo continuare; annuisco perché
impazzirei se dovessi rimanere solo, con i miei pensieri, in questo preciso
momento.
Mi
sforzo di raccontargli tutto quello del quale sono a conoscenza su mio suocero,
su Camilla ed il ruolo da lei ricoperto nella società messa in piedi dal padre
per coprire i trasferimenti della droga; su Miguel Angel ed il suo tentativo di
uccidermi.
Alla
fine rimango svuotato, con un buco immenso, nel cuore e nella mente.
Mi
accorgo di essere rimasto solo quando l’infermiera mi porta la cena.
Per chi
mangiare.. per cosa.. se hai finalmente compreso perché la sedia è rimasta
vuota per tutto questo tempo.
Se hai
finalmente compreso che rimarrà vuota per sempre.
Perché
Guille non c’è più nella tua vita; per lui sei morto.
Ti ha
lasciato andare senza sforzo alcuno perché.. perché non ti amava davvero.
Il suo
amore non è sopravvissuto alla distanza, alla latitanza, alle continue
tensioni..
E che
importa il perché? Guille non lo ama più, questo solo riesce a pensare.
E vuole
solo morire.. questa volta davvero.. perché Guille è la sua vita e senza lui
non c’è più vita.
..Morire..
All’improvviso
l’allarme del monitor entra in funzione, fastidioso, mentre, con le poche forze
rimaste, strappa i fili che lo collegano alla vita.
-Continua-
Nooooooooooooooooooooooooooooooo
ResponderEliminarQué agonía por favor Antonia! me estoy desangrando con tu historia. Encima Pedro narrando en primera persona, esa conversación tremenda con el fiscal, el sentimiento de vacío. La desesperación de pensar que Guille no lo quiso ver porque no lo ama. Tremendo. Por favor que no demore ese continuará. Abrazo.
ResponderEliminarAy no puedo ni comentar de la angustia! Pobre Pedro!!! Me duele su tristeza y me imagino la de Guille también. Este Miller no me cae para nada bien, podría haberse ahorrado el "amo a Guillermo" pero bueno, rescatemos que lo protege a Pedro... Por favor que llegue pronto la continuación!!! María Elena
ResponderEliminaruhh!!! cuando dolor.... pero es bueno ver esta parte de la historia, el lado de pedro!! muy buena! te felicito
ResponderEliminarAyyy Antonia, como me duele ver sufrir asi a nuestro Pedro!!! Hermoso como escribis esta historia! espero la continuacion prontito y gracias!
ResponderEliminarMuy bueno!!
ResponderEliminarAntonia hermoso relato, escribis muy bien dando la tensión justa. Necesito seguir leyendo, quiero saber como sigue la historia.....................
ResponderEliminarQuè bueno Antonia. Sentir lo que Pedro sintiò en esos dias de agonia, Su desesperaciòn por hallar respuestas, y ese abatimiento al descubrir que Guille lo cree muerto. Còmo serà el reencuentro entre los dos? Espero que sea prontito.
ResponderEliminarAntonia, hermoso y tristisimo relato, punzada al alma de imaginar la angustia y soledad de Pedro!! Espero pronto la continuacion y que se vaya descubriendo la verdad!! Silvana.
ResponderEliminaray Antonia que bueno se pone esto de verdad es toodo un policial de suspenso ,magistralmente bien escrito gracias de corazon!!!!espero la continuacion no dejes que Pedro sufra te lo suplicoooo.majo
ResponderEliminarQue inmenso dolor, Antonia, tan bellamente contado! Continuación YA!!!
ResponderEliminarAntonia, qué bello relato, has logrado conmovernos con el dolor profundo de Pedro al descubrirse muerto para Guillermo.. Y el sinsentido de la vida que se abre para él.. Bella tristeza has narrado.. Por favor, qué no sufra mucho más este querido personaje! Abrazo!
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