Esta historia se quedó dormida desde el invierno… bellamente recortada by Nora y sus tijeras
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Pedro y Brisa están en casa con gripe, al cuidado de Cuca y, al regreso de la escuela, de Dieguito. Guillermo apura las cosas en el estudio para volver a casa: su familia, vulnerable, lo pone de la cabeza.
Cuando llega, los encuentra a los tres en la cama del dormitorio principal: Diego juega al ajedrez en la notebook, Brisa, acostada, con ojitos afiebrados observándolo, y Pedro, semidormido, tapado y ovillado sobre sí mismo al borde de la cama, sin duda el más achacado.
-Ah bueno, pero mirá vos, le confío el cuidado de la familia al único pensante de la casa y me encuentro con esto: todos los bichos juntos en la misma habitación, y encima con la ventana cerrada? Diego, ¿no hiciste lo que te dije…
-Dejalo… - comienza a decir Pedro , pero inmediatamente empieza a toser.
-Claro, justamente, habla el experto. ¿Por qué creés que lo dejé a cargo a Diego? - dice Guillermo mientras besa a Brisa en la frente y se fija si tiene fiebre, la arropa con un sonrisa llena de ternura y luego va a sentarse al lado de Pedro. Le acaricia la frente, y al acercarse Pedro lo toma del brazo, por lo que Guille lo ayuda a incorporarse.
-Estás empapado, querido, a ver, tenés que cambiarte todo y no sé si un baño – dirigiéndose al armario saca una remera y ropa interior para Pedro.
-Cuando llegué ya estaban acomodados acá, papá, y no se quisieron mover.
-Una enfermedad no es enfermedad si no te instalás en la cama de tus papás – se escucha decir a Pedro.
-Y hace frío, no les iba abrir la ventana, ¿no? Les dí mucha agua, les dí sus remedios, les dí el té tibio preparado que dejaste y lo calenté, les puse más mantas, y me vine acá yo también, para controlarlos…
-Tenés razón, Diego, tenés razón, decía Guillermo yendo de una lado para el otro de la habitación – pero es que verlos enfermos me pone del cerebro… - y acariciándole la cabeza al pasar a su lado – Por suerte ya tengo quien pueda cuidarlos tan bien como yo ¿no? – y le sonrió.
-Además, con las gripes, no nos ha ido nada mal, amor, ¿no?
Y Brisa no se perdió la mirada de su papi al decirlo, ni la sonrisa pequeña de su papá al escucharlo, sin responder.
-¿Y por qué? - Se la iba a perder Brisa.
-Porque un día que yo estaba enfermo y papá vino a cuidarme- no había que insistirle nada a Pedro, cuando de esta historia se trata – nos dimos nuestro primer beso.
-¿En la boca? - Brisa se incorporó de un salto, los ojazos enormes.
-Si, mi niña – sonrió Pedro, un poco ruborizado, pasándole la mano por el hombro.
-¿Y quién le partió la boca a quien? – siguió preguntando la nena, ante la mirada de hastío de Diego y la desaparición instantánea de Guille en el baño.
Pedro, divertido ante la huida de Guille, agregó: -Yo mi niña, yo…
-Ajá, lo sabía – exclamó Brisa felíz…
-¿A ver, señorita, se puede saber qué sabías, eh? - pregunta Guille saliendo del baño con unas toallas.
-¡Qué vos no te habías animado! Y qué tenía que haber sido el papi el del primer beso…
-Ah, ¿sí? Y se puede saber Ud. de donde sacó tanta información? -preguntó Pedro asombrado y feliz de lo que escuchaba.
-Es que uno conversa de cosas serias con la chica, ¿no es así, mihijita? –guiñándole un ojo a su hija. Brisa asiente, y Guille se sienta en el borde de la cama al lado de Pedro para ayudarlo a cambiarse la remera.
-Es que papá es más del estilo “abrazador” -agrega Pedro, que ya logró captar la atención de todos, sobre todo de Guille.
-¿Abrazador?
-Sí mi niña, papá me abrazaba por todo: cuando nos iba bien en el trabajo, cuando yo decía algo divertido o algo serio, cuando nos peleábamos y entonces me decía “andate, andate” y yo me iba y me decía “no, vení, vení” y zácate, me abrazaba…
-Ah… ¡qué lindo!
- Pero como no pasaba de ahí, entonces, agarré y lo besé.
-Pero no me partió la boca de un beso – comenta Guille, sin poder creer que lo esté diciendo –fue un beso chiquito, suave, de nada, ¡que conste en actas! y Pedro lo tomó de la mano - ¿de nada? Lo interrogó con la mirada. –Shh – le hizo Guille.
-Pero – agregó Guille poniéndose de pie nuevamente rumbo al baño -me hizo dar cuenta de que a papi le pasaba lo mismo que a mí –
- Que estaban enamorados… -suspira Brisa, como pensando en voz alta - Me encanta…
-¿Viste cuántas cosas nuevas para contarle a Marita? –se rió su papá.
-Sí… ¡no me lo va a creer!
-¿Alguna otra preguntita? – dijo Pedro también riendo.
-Okey, ¿puedo? Puedo hacer una lista…
-Suficiente por hoy – Guillermo regresa a la habitación – Ud., señorita se prepara y se viene conmigo abajo, Diego, dame otra manta para papi, a preparar más té y jugos para estos dos, Pedro, cambiate.
-Sí mi capitán – responde Dieguito, con venia incluida, le da la manta y sale.
-Sólo de barco pirata, hijo, sólo de barco pirata. Y vos quedate acá que vuelvo y te preparo el baño.
Pedro, relojeando que Brisa no lo esté mirando, baja la voz y tomando del brazo otra vez a su esposo, casi le susurra - ¿Pero volvés a subir ahora, no?
Guillermo, se sienta con una sonrisa, ve que Brisa está entretenida recogiendo sus cosas de la cama y tomando a Pedro del mentón, responde: -Pedro Daniel Beggio, hace años que vivimos juntos. Entiendo las señales. Y sabés que con esa carita y cuerpito afiebrado, me podés totalmente. Instalo a los chicos abajo y subo a bañarte ¿sí?
Y así diciendo, con una última caricia en la mejilla, se levanta, envuelve en una manta a Brisa y todo su “equipaje” y sale, no sin dedicarle una mirada amorosa a su cielito.
Y Pedro se queda, arropadito en la cama. Le duele hasta el pelo. Y trata de recordar cada sensación de aquellos días “tan lejanos” hoy, aunque le cueste: la confusión, el temor, la duda, la angustia asfixiante, que lo empujaron, inexorables a ese beso: la mejor decisión de su vida. No podía “no pasar”.
……………………………….
Abajo Guille, acomoda a Brisa con su frazadita en el sillón y prende la televisión: -Te encuentro mucho mejor mihijita, Diego y Cuca te cuidaron bien. Cómo se ve que el papi fue el último en caer, tiene para rato el pobre. ¿Está el té, Diego? No, mejor un jugo de naranja, que hace mucho calor, y una pepas, ¿está bien? ¿Estás cómoda?
-Sí papá.
-Prendele la tele Dieguito. El té es para papi. Un poco de tele una vez no te va a hacer daño –mientras exprime el jugo y se lo alcanza a Brisa. Se sienta a su lado en el sillón. –Tomalo de a sorbitos.
-¿Puedo llamar por teléfono a Marita?
-Esperá a que ella te llame Brisa – Guille divertido – te llama todos los días a ver cómo estás.
-Papá, tía Cuca me dijo que me va a poner brillitos en los pantalones.
-Ah sí, qué bien – dice Guille sin la menor idea de lo que le está diciendo.
-¡Brillitos en lo pantalones, papá! De esos que se pegan con la plancha, ¿me los comprás? Así no tiene que ir la tía…
-Brisa, ¿vos pensás que yo soy capaz de comprar…? Pero la frase es interrumpida por la mirada de perrito contrariado de Brisa. Hoy Guillermo está para el cachetazo. Derrotado por esos ojazos, se para, toma lápiz y papel y le pide que le escriba bien qué quiere. Brisa anota repitiendo en voz alta. La pava silva.
-¿Y esto dónde se compra?
-En la mercería, papá, en la mercería – responde un Diego aburrido.
-Vos no te hagas el canchero que te mando a vos, ¿eh? – corriéndolo de la cocina y preparando el té. – ¿dónde hay una cerca?
-En la avenida, pa.
-Quedate acá con tu hermana, que se tome todo el jugo y mire un poco de tele. Yo voy a ayudarlo a papi. Mañana, cuando vuelvo del estudio te lo compro mihijita, ¿si? Para la cena, ellos algo livianito, una sopita, y para nosotros Diego, pensá en algo para pedir. Y hoy haceme lugar en tu pieza, que no duermo con bichos…
Her-mo-so! como siempre!
ResponderEliminarIlgora querida, siempre sensible, siempre tiernas y dulces tus historias. Amo la familia que le regalaste a Guille y a Pedro y me encanta verlos interactuar con sus hilos -sobretodo a Guille- siempre a la espera por mas, te quiero, Marisa.
ResponderEliminarOh hermoso !! Pero queremos el baño de Guille a Pedro!
ResponderEliminarQue felicidad que me produce esta familia!!! Cuantas gracias te doy por haber creado este relato Ilgora, una verdadera ternura! A Guille al final toda su familia lo puede y mallll!!! Estoy convencida de que nunca fue tan feliz en la vida, y algo me hacece pensar que no dormirà con bichos pero se va a terminar enfermando igual con tal de poder estar al lado de su cielito. Me terminò de eloquecer ese pedido de baño!!! Una verdadera belleza, miles de gracias Ilgora!! Felicitas
ResponderEliminarNo puedo parar de amarlos cada vez mas! Adoro esta familia, es todo lo que ellos se merecen y nosotras también: Brisa y Dieguito son el completamento perfecto de ese Amor sin fin. Y, claro, me enloquece esa pasión siempre a flor de piel ...espero yo tambien el baño de Guille a Pedro, ojalá en un cuento de Ilgora Red!! Sos una increible escritora, gracias por tantas emociones <3
ResponderEliminarHermosooo. Me encantan este tipo de relatos
ResponderEliminarHermosísimo relato!!!!!!!!! Inigualable!!, Gracias por tanto amor!!
ResponderEliminarAy esta familia es una ternura !!! Gracias Ilgora !!
ResponderEliminarLeerse en la mente y tener la grippe con este hermosa familia. ¿Qué querer de más? Leer estas secciones de vida cotidiana - dónde inocencia, malicia, sagacidad y ternura dominan sobre todos - es como beber agua pura de un manantial que calma cada quemazón de la vida. Es mirar, de una ventana privilegiada, la felicidad de una familia que todas nosotras cuidamos en nuestros corazones. Y qué decir de "lo estilo abrazador de Guille" y de como "papá me abrazaba por todo: cuando nos iba bien en el trabajo, cuando yo decía algo divertido o algo serio, cuando nos peleábamos y entonces me decía “andate, andate” y yo me iba y me decía “no, vení, vení” y zácate, me abrazaba…" ..sólo éste: ¡Me es empeorada el grippe!
ResponderEliminarPardon: ¡Me ha empeorada la grippe!
EliminarBellisimo!! Muy tierna !!Una familia que nos tendrían que haber permitido ver como Pedro y Guille la construían, pero como no fue asi por suerte estas vos con esa frondosa imaginacion que lo puede todo..Mil gracias!!
ResponderEliminarIlgora Blue.. qué bella familia has creado, los chicos Graziani - Beggio son realmente encantadores al amparo de tu pluma.,
ResponderEliminarMe sumo a los pedidos de algunos lectoras, y me atrevo a pedirle a Ilgora Red que nos deleite con cierta escena que quedo inconclusa..
cheers, y como siempre, nos vemos en las calles
Què lindos! Me encanta cuando Guille le dice a Pedro:querido...Mis partes favoritas:"ese beso: la mejor decisión de su vida. No podía “no pasar” "me hizo dar cuenta que a papi le pasaba lo mismo que a mí" "¿Pero volvés a subir ahora, no?" "Pedro Daniel Beggio, hace años que vivimos juntos. Entiendo las señales.Y sabés que con esa carita y cuerpito afiebrado, me podés totalmente.....y subo a bañarte ¿sí?".Quedo a la espera dl baño de Pedro en el mundo de fruta encendida...
ResponderEliminarMe encantó Ilgora! La dulzura y el amor de esta familia, la protección de Guille y el dejar en evidencia que verlos mal lo descoloca. Y la complicidad con Pedro, esas miradas que no necesitan decir nada, que dicen todo. Creo que todos esperamos la segunda parte, no? Cuando Guille vuelve a la pieza. Pero eso es tarea para Ilgora Red! Saludos Ilgora, nuevamente gracias por tu sensibilidad para escribir estas historias y tu generosidad para compartirlas!
ResponderEliminarGripe familiar, Guille que se desvive, Diego que cuida, Pedro contagiado, Brisa que engripada y todo no se pierde detalle de la historia de sus papás, Guille y Pedro que cuentan ese beso inolvidable, brillitos para los pantalones de Brisa. Y la ducha para Pedro ... disiento con Guille, creo que esta noche sí va a dormir con todos los bichos de Pedro engripado y se va a contagiar, de fiebre se va a contagiar.
ResponderEliminarEsperaba ansiosa volver a leer alguna historia de esta hermosa flia!! Me encantan, son tan tiernos, me los imagino y muero de amor!!! Que sorpresa para este martes!! Danos ese gustito de tanto en tanto!! Gracias y gracias.
ResponderEliminarSilvana.
Ilgora querida.. Que suba al estrado Ilgora Red! Hay muchos lectores que piden su pluma encendida .. Este fic es absolutamente irresistible. Gracias a vos, abrazo
ResponderEliminarnañbeña ... Que tiernos que son los 4 ... Que bella familia tienen ilgora ... Me emocionan. graciela CT
ResponderEliminarEsta familia que creaste para nosotros y su día a día son para mí como una fuente de energía generadora de sonrisas...me alegra el alma leerte Ilgora! Me encantó la pregunta de Brisa: "...y quién le partió la boca a quién?". Tenés muy bien puesto el apodo de "maga". GRACIAS! María Elena
ResponderEliminarHermoso relato, y tan tierno. Me encanta esta familia Ilgora. Me encanta su cotidianeidad, el poder seguir dia a dia sus vidas. Gracias por tanta ternura.
ResponderEliminarAHHHH encantadaaaaaaaaa , amo !!!
ResponderEliminarHermoso, una ternurita de relato. Gracias.
ResponderEliminar¡¡¡¡ que hermoso ¡¡¡ cuanta dulzura , me encanto ¡¡¡
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