viernes, 17 de enero de 2014

Después del disparo (3era parte) by Antonia


Fuego.. fuego líquido en las venas mientras con alegría espasmódica te acercas a Guille. No logras creerlo, Guille está allí, con vos. ¡Ya no estás solo! ¡Ya no tienes frío! Tu alma canta de alegría mientras, literalmente, vuelas a sus brazos.
Tu corazón ha gritado de dolor cuando Guille te ha empujado a huir, anestesiado por la injusticia del momento, has obedecido resguardado en aquella casa olvidada por Dios.
Sólo, te has tirado sobre la cama, desesperado, y has sentido la impotencia marcada por los segundos que siguieron separándote de la única razón de tu vida.
Guille te repites.. Guille.., y te parece que te volverás loco.
¿Cuánto tiempo todavía pasará antes de volver a él? ¿Cuántas horas, días, semanas sin él?
Ser prófugo, haber tenido que abandonar tu vida y tu trabajo, para vos, es menos importante que estar separado de Guille.
Guille te repites.. Guille.. y no logras hacer nada más que seguir la ola del abandono.
¡Luego, de repente, el deseo se vuelve realidad y él está allí, delante de tuyo, y con una sonrisa te dice irónico
-Que difícil es llegar acá!
Ya no comprendes nada, todo deja de existir alrededor tuyo, sólo ves su cara y sientes sus brazos que te aprietan con fuerza.
Fuego, deseo de derretirte en él, de anularte para entrar en su piel, en sus poros, en su ser más íntimo, en su alma.
Delirio por sumergirte en su sangre que corre con la violencia de un río embravecido. ¡Nada logra calmar tu sed de él! Tu hambre parece no conocer fin..
Tu boca, voraz, muerde, chupa, lame otros labios igualmente ávidos de los tuyos.
Agitado continúas atrayendolo hacia vos, mientras te parece que pierdes el equilibrio cada vez, cada contacto con la realidad, y no te das cuenta que estas, a su vez, apretado por otros brazos igualmente ansiosos.
Con los ojos cerrados buscas absorber cada sensación, cada color, cada vibración para no perderte nada de este tornado de emociones que te fagocita, tironeándote con fuerza.
Nunca te ha sucedido de sentir tu vida vibrar con tanta fuerza, tu corazón casi estallar de alegría; nunca te ha sucedido de querer tan intensamente, nunca has querido así.. con tanta intensidad hasta quedar quemado.
Sientes tu cara encerrada en los palmas de las manos de Guille y deseas quedarte asì para siempre; es tu puerto, tu salvación y tu futuro..
De pronto todo cambia, la violencia del deseo se convierte en tierna dedicación.
Adoración, casi una lluvia de besos se apoya lenta sobre tu rostro.. las mejillas.. la frente.. el mentón.
Nada es olvidado, cada poro de tu piel brama de anticipación.. espera su tributo.. porque Guille está adorándote con todo él mismo.. y tú lo sientes.. lo sigues con la poca  razón que te ha quedado atenta..
Las manos de Guille te desvisten lentas mientras, a ojos cerrados, lo sientes detenerse sobre tu cuello..
¡Como adoras sentir sus labios acariciarlo, húmedos en tu cuello!
Con los ojos cerrados te entregas a él plenamente, sin miedos, sin añoranzas, porque tu vida sólo es él y tiene un sentido solo cuando él está contigo.
Quedas inmóvil hasta que el deseo incontrolable de acariciarlo a la vez, te toma de improviso.
El deseo de guardar, en tus recuerdos, las líneas de su cara, de sus hombros.. de su tórax.. del suyo..
- No, espera. No quiero que ocurra de este modo.
Sus palabras te alcanzan y te confunden más que su mano que ha parado la tuya en el peregrinar sobre su cuerpo anhelante.
-¿Por qué? ¿Qué pasa?
-No quiero que esto ocurra por el impulso de las emociones del momento. No estás listo para esto. No quiero que mañana, tengas que arrepentirte.
-Guille, yo te quiero. Sos toda mi vida. No podría  nunca arrepentirme.
No entiendes, no puedes entender; todavía estás borracho de él, sientes, prepotente, el deseo de gritar de frustración..porque quieres más.. porque lo que has tenido es demasiado poco..
-No. Haceme caso. Es mejor esperar.
Te arrastras sobre la cama y te abraza fuerte.
-No vine para aprovechar el momento, estoy acá porque estaba preocupado por vos. Porque necesitaba saber que estás bien.
Sus palabras te golpean profundamente.. nunca querrías que Guille tuviera remordimientos.
Si él quiere esperar, entonces esperas con él.
¡Aunque, para hacerlo, debas morderte hasta que sangren los labios!
******
Los recuerdos parecen estar marcados a fuego en tu mente.
Te han dado mucha fuerza cuando has estado lejano, escondido y echado como un perro rabioso, desolado en tu forzada soledad.
Pero ahora todo adquiere otra dimensión.
Con el nuevo juicio entiendes que te ha mentido.
No te amaba.
No te amaba, de otro modo no habría parado tu mano que, indiscreta, preguntaba de más. No te habría parado mientras, empujado por el instinto y el deseo, que estaba comiéndote vivo, gritabas mudo tus gana de derretirte en él.
Con frenesí retomas los recuerdos uno a uno y de repente te das cuenta que todo adquiere un nuevo sentido.
Comprendes que, cegado por tu amor por él, ha visto la realidad por filtros pintados que han alterado  las imágenes.
Te sientes miserable; cansado, sólo cierras los ojos y deseas hundirte en el olvido.
¿Si todo esto es verdad, entonces que sentido tiene vivir?
-Él no pidió ver tu cuerpo.
Tampoco lo ha querido ver cuando ha entrado en tu departamento, junto a Beto, que te ha encontrado en suelo, sangrando.
La frase de Miller repica obsesiva en tu mente.
Si hubiera ocurrido al revés, nada te hubiera despegado del cuerpo de Guille. Nadie te habría impedido abrazarlo una última vez.
Cuando has encontrado a Guille herido en el estudio, casi enloqueces por la desesperación.
Todavía recuerdas la angustia que sentiste, el dolor, la ansiedad, el miedo de perderlo.
¿Por qué? ¿Por qué?
Te agitas en la cama mientras sigues recordando.
……
Fuego.. fuego líquido en las venas mientras con deseo incontrolado te arrimas a Guille. La noche está fría y tú estás abrazado a él; tu cabeza descansa sobre su hombro, una pierna cruza a través de su cuerpo, tu mano abierta sobre su pecho, a la altura del corazón.
Te despertaste hace mucho y has estado callado para darle la posibilidad de descansar lo más posible. Ha hecho un largo viaje para llegar de vos y han pasado gran parte de la noche hablando.
Inmóvil, has escuchado el silencio de la noche ponerse cada vez más ensordecedor hasta cuando tu mente ha perdido el control de tus movimientos.
Tu mano ha iniciado a ligero movimiento bajo la camisa de Guille; has abierto los botones y has pasado a explorar su pecho parándote sobre el pezón endurecido por el frío.
..o del placer de ser acariciado..
Has mojado la punta de tu índice derecho y con delicados movimientos lo has pasado sobre el pezón ya expuesto a tu deseo.
No recuerdas bien cuando te has percatado que la respiración de Guille había cambiado, quizás cuando no has resistido y has tomados, entre los labios, el otro pezón.
Cuando has iniciado a morder.. lamer.. chupar..
Cuando, con decisión, has resbalado sobre de él y te has dedicado a sus labios.
Cuando has pasado, lentamente, la punta de tu lengua sobre la blanda hinchazón de los labios de Guille.
Cuando los has sentido temblar, aunque cerrados, y has decidido forzar la abertura de ellos con tu adorante dedicación.
Cuando con la lengua has acariciado el borde de los labios de Guille y, allí, has vuelto obsesivo dedicándote al labio superior, justo cerca del rincón izquierdo, hasta  cuando Guille no te ha permitido saquear su boca.
Sus manos han buscado, de nuevo pero sin mucha decisión, has parado pero has quedado sordo, esta vez, frente a sus dudas.
-Te ruego.. te necesito, necesito sentirte, tocarte, probarte para tenerte siempre conmigo.. dentro de mí..  fundirme en vos.. perderme en vos.. te ruego..
Luego ha sido un crescendo, un río en creciente que te ha arrollado y te ha dejado sin aliento sobre las sábanas ya húmedas de sudor.
El tuyo y el de Guille que, como tú, se has dejado ir, con todo su ser, a la magia del amor.
Una danza antigua.. en gran parte desconocida.. qué ha obscurecido tu mente.
Instinto.. sólo instinto.. y un fuego intenso que no da señas de disminuir.. qué siempre te envuelve en tus ganas de más..
El climax del placer te ha tomado de repente, en repetidas oleadas que te han dejado inconsciente y agonizante casi por la sensación de abandono que le ha seguido a  la continuación.
-La pequeña muerte.. así la llaman los franceses. Nunca entendí cuan cierta era esta definición.
Nunca pensaste que podías sentir un placer tan intenso , de una manera tan diferente , pero tan "completa".
Con los ojos del amor has visto el placer iluminar el rostro de Guille; la piel se ha vuelta más limpia y luminosa, los ojos fijos sobre un pensamiento lejano.
Evoca nuestro amor.. has pensado.. y en cambio, con mucha probabilidad, él sólo estaba organizando su vuelta a casa.. a la civilización..
Porque lo que para ti ha sido la máxima expresión de amor por Guille, para él sólo ha sido sexo; a lo mejor tampoco bien hecho, a lo mejor tampoco satisfactorio.
Quizás haya sido justo aquel, el motivo de su alejamiento, no ha logrado ser para él, lo que él ha sido para vos.
Tal vez.. esperaba otro cosa y vos no lo has entendido y no ha sido capaz de dárselo.
El dolor se apoderá de tu cuerpo.
No logras tener paz, no logras aceptar esta nueva perspectiva.
Guille no te quiere más, te ha olvidado de prisa; te ha deseado, quizás se haya enamorado de vos, por un breve instante, pero no te ha querido realmente.
-Yo no creo que el amor sea tan débil como para poder quebrarse frente a una situación muy difícil o una circunstancia terrible por la que un ser humano puede pasar o una situación histórica inclusive. A mi me parece que el amor es algo que resiste a muchas cosas, casi todas, te diría. Es un acto de voluntad. Es un acto de verdadera libertad.. Y si no sobrevive no es amor.
Hablaba en serio cuando lo dijo. Pensaste que era una declaración de amor, una promesa de futuro.
Ciego.. fuiste ciego..
-Él no pidió ver tu cuerpo.
De nuevo sientes esta frase repetirse obsesiva y difundirse alrededor tuyo, como las pequeñas olas que siempre se forman cuando tiras una piedra en un espejo de agua.
-Él no pidió ver tu cuerpo.
Sientes  que te volverás loco.. pero esta vez necesitas entender.. necesitas  dar a los hechos la justa perspectiva.
Porque es verdad, Guille no ha pedido ver tu cadáver.
Él pidió no ver.
No.. no ha preferido no ver, en verdad no ha tenido ganas de ver.
De ver qué lo amaste demasiado.
El monitor, al que te han conectado, parece haber registrado todos sus pensamientos, toda tu desesperación, porque, de repente una enfermera aparece y te entrega una pastilla.
-Es para dormir, Sr. Lopez, esta noche está demasiado agitado.
Es la última cosa que sientes.. luego la nada te acoge benévola.
-continúa-

Lingua originale
Dopo lo sparo – terza parte: il dolore del disincanto-

Fuoco.. fuoco liquido nelle vene mentre con gioia spasmodica ti stringi a Guille.
Non riesci a crederci, Guille è lì, insieme con te.
Non sei più solo! Non hai più freddo! La tua anima canta di gioia mentre, letteralmente, voli tra le sue braccia.
Il tuo cuore ha urlato di dolore quando Guille ti ha spinto a fuggire, anestetizzato dall’ingiustizia del momento, hai obbedito raggiungendo quella casa dimenticata da Dio.
Solo, si sei gettato disperato sul letto ed  hai sentito l’impotenza scandire i secondi che continuavano a separarti dall’unica tua ragione di vita.
Guille… ti ripeti.. Guille .., e ti sembra di impazzire…
Quanto tempo ancora prima di ritornare da lui? Quante ore, giorni, settimane senza di lui?
Essere profugo, aver dovuto abbandonare la tua vita ed il tuo lavoro, per te, è meno importante dell’essere stato separato da Guille.
Guille… ti ripeti.. Guille .. e non riesci a fare null’altro se non seguire l’onda dell’abbandono.
Poi, all’improvviso, il desiderio diviene realtà e lui è lì, davanti a te, e con un sorriso ti dice ironico
- Com’è difficile arrivare qui!
Non comprendi più nulla, tutto cessa di esistere attorno a te, vedi solo il suo viso e senti le sue braccia che ti stringono con forza.
Fuoco, desidero di fonderti in lui, di annullarti per entrare nella sua pelle, nei suoi pori, nel suo essere più intimo, nella sua anima.
Desiderio di immergerti nel suo sangue che scorre con la violenza di un fiume in piena.
Nulla riesce a placare la tua sete di lui! La tua fame sembra non conoscere fine..
La tua bocca, vorace, morde, succhia, lecca altre labbra ugualmente avide di te.
Convulso continui a strigerlo a te mentre ti sembra di perdere ogni equilibrio, ogni contatto con la realtà, e non ti rendi conto di essere, a tua volta, stretto da altre braccia ugualmente convulse.
Ad occhi chiusi cerchi di assorbire ogni sensazione, ogni colore, ogni vibrazione… di non perderti nulla di questo tornado di emozioni che ti fagocita strattonandoti con forza.
Mai ti è successo di sentire la tua vita vibrare con tanta forza, il tuo cuore quasi esplodere di gioia; mai ti è successo di amare così intensamente… mai hai amato così.. con tanta intensità da rimanerne bruciato.
Senti il tuo viso racchiuso nei palmi delle mani di Guille e desideri solo rimanere così per sempre; è il tuo porto, la tua salvezza ed il tuo futuro..
All’improvviso tutto cambia, la violenza del desiderio diventa tenera dedizione.
Adorazione quasi … una pioggia di baci si poggia lenta sul tuo volto.. le gote.. la fronte.. il mento…il collo..
Nulla è dimenticato, ogni poro della tua pelle freme di anticipazione.. aspetta il suo tributo.. perché Guille sta adorandoti con tutto se stesso.. e tu lo senti.. lo segui con quel poco di raziocinio che è rimasto vigile..
Le mani di Guille ti spogliano lente mentre, ad occhi chiusi,  lo senti attardarsi sul tuo collo..
Come adori sentire le sue labbra accarezzare, umide, il tuo collo!
Ad occhi chiusi ti consegni a lui… pienamente, senza paure, senza rimpianti, perché la tua vita è solamente lui ed ha un senso solo quando lui è con te!
Resti immobile finché il desiderio incontrollabile di accarezzarlo a tua volta non ti coglie all’improvviso.
Il desiderio di immagazzinare, nei tuoi ricordi, le linee del suo viso, delle sue spalle.. del suo torace.. del suo…
-No, aspetta. Non voglio che accada in questo modo.
Le sue parole ti raggiungono e ti confondono più della sua mano che ha fermato la tua nel suo peregrinare sul suo corpo ansante.
-Perché? Cosa c’è che non va?
-Non voglio che accada perché spinto dalle emozioni del momento. Non sei pronto per questo. Non voglio che tu, domani, debba pentirtene.
-Guille, io ti amo. Sei tutta la mia vita. Non potrei mai avere dei rimpianti.
Non capisci, non puoi capire; sei ancora ubriaco di lui, senti, prepotente, il desiderio urlare di frustrazione..perché vuoi di più.. perché quello che hai avuto è troppo poco..
-No. Dammi retta. E’ meglio aspettare.
Ti trascina sul letto e ti abbraccia stretto.
-Non sono venuto per approfittare del momento, sono qui perché ero preoccupato per te. Perché avevo bisogno di vedere che stai bene.
Le sue parole ti colpiscono nel profondo.. mai vorresti che Guille avesse dei rimorsi.
Se lui vuole aspettare allora tu aspetti con lui.
Anche se, per farlo, ti mordi a sangue le labbra!
….
I ricordi sembrano essere marchiati a fuoco nella tua mente.
Ti hanno dato tanta forza quando sei stato lontano, nascosto e cacciato come un cane rabbioso, desolato nella tua forzata solitudine.
Ma adesso tutto acquista un’altra dimensione.
Con il senno di poi capisci che ti ha mentito.
Non ti amava. Non ti amava altrimenti non avrebbe fermato la tua mano che, indiscreta, chiedeva sempre di più. Non ti avrebbe fermato mentre, spinto dall’istinto e dal desiderio che ti stava mangiando vivo, urlavi muto la tua voglia di fonderti in lui.
Con frenesia riprendi i ricordi uno ad uno ed all’improvviso ti rendi conto che tutto acquista un nuovo significato.
Comprendi che, accecato dal tuo amore per lui, hai visto la realtà attraverso filtri colorati che ne hanno alterato le immagini.
Ti senti un miserabile; spossato, chiudi gli occhi e desideri solo annullarti nell’oblio.
Se tutto questo è vero, allora che senso ha vivere?
-Lui non ha chiesto di vedere il tuo corpo. Non lo ha voluto vedere nemmeno quando è entrato nel tuo appartamento, insieme a Beto, che ti ha trovato a terra, sanguinante.
La frase di Miller risuona ossessiva nella sua mente.
Se fosse accaduto il contrario, nulla ti avrebbe staccato dal corpo di Guille.
Nessuno ti avrebbe impedito di abbracciarlo un’ultima volta.
Quando hai trovato Guille ferito nello studio, sei quasi impazzito per la disperazione.
Ricordi ancora l’angoscia provata, il dolore, l’ansia, la paura di perderlo.
Perché? Perché?
Ti dimeni nel letto mentre continui a ricordare.
Fuoco.. fuoco liquido nelle vene mentre con desiderio incontrollato ti stringi a Guille.
La notte è fredda e tu la stai trascorrendo abbracciato a lui; la tua testa riposa sulla sua spalla, una gamba di traverso sul suo corpo, la tua mano aperta sul suo petto, all’altezza del cuore.
Ti sei svegliato da molto e te ne sei stato tranquillo per dargli la possibilità di riposare il più possibile. Ha fatto un lungo viaggio per arrivare da te ed avete trascorso gran parte della notte a parlare.
Immobile, hai ascoltato il silenzio della notte diventare sempre più assordante fino a quando la tua mente ha perso il controllo dei tuoi movimenti.
La tua mano ha iniziato a scivolare leggera sotto la camicia di Guille; ne ha aperto i bottoni ed è passata ad esplorare il suo petto fermandosi sul capezzolo indurito dal freddo.
… o dal piacere di essere accarezzato…
Hai bagnato la punta del tuo indice destro e con delicati movimenti lo hai passato sul capezzolo ormai esposto al tuo desiderio.
Non ricordi bene quando ti sei accorto che il respiro di Guille è cambiato, forse quando non hai resistito ed hai preso tra le labbra l’altro capezzolo.
Quando hai iniziato a mordere.. leccare .. succhiare..
Quando, con decisione, sei scivolato sopra di lui ed hai iniziato a dedicarti alle sue labbra.
Quando hai passato, lentamente, la punta della tua lingua sul morbido turgore delle labbra di Guille.
Quando le hai sentite tremare, seppure chiuse, ed hai deciso di forzarne l’apertura con la tua adorante dedizione.
Quando con la lingua hai accarezzato il bordo delle labbra di Guille e ci sei ritornato ossessivo dedicandoti al labbro superiore, proprio vicino all’angolo sinistro, sino a quando Guille non ti ha concesso di saccheggiare la sua bocca.
Le sue mani hanno cercato, nuovamente ma senza molta decisione, di fermarti però, questa volta sei rimasto sordo di fronte ai suoi dubbi.
-Ti prego.. ho bisogno di te… ho bisogno di sentirti, toccarti, assaggiarti così da averti sempre con me.. dentro di me.. di fondermi in te.. di perdermi in te.. ti prego..
Poi è stato un crescendo, un fiume in piena che ti ha travolto e ti ha lasciato senza fiato sulle lenzuola ormai madite di sudore.
Il tuo e quello di Guille che, come te, si è lasciato andare con tutto se stesso alla magia dell’amore.
Una danza antica.. in gran parte sconosciuta.. che ha ottenebrato la tua mente.
Istinto.. solo istinto.. ed un fuoco intenso che non accenna a diminuire.. che ti avvolge nelle sue spire, sempre di più..
L’acme del piacere ti ha colto all’improvviso, in ripetute ondate che ti hanno lasciato quasi incosciente ed agonizzante per la sensazione di abbandono che l’ha, immediatamente, seguita.
-La piccola morte.. così la chiamano i francesi. Non avevo mai capito quanto questa definizione fosse vera.
Mai hai pensato che si potesse provare piacere tanto intensamente, in un modo così diverso ma così “completo”.
Con gli occhi dell’amore hai visto il piacere risplendere sul volto di Guille; la pelle diventata più tersa e luminosa, gli occhi  fissi su un pensiero lontano.
Ricorda il nostro amore.. hai pensato.. ed invece, con molta probabilità, stava solo organizzando il suo ritorno a casa.. alla civiltà..
Perché quello che per te ha rappresentato la massima espressione dell’amore per Guille, per lui è stato solo sesso… magari nemmeno ben fatto… magari nemmeno soddisfacente.
Forse è stato proprio quello, il motivo del suo allontanamento, non sei riuscito ad essere per lui quello che lui è stato per te.
Chissà.. si aspettava altro da te e tu non lo hai capito e non sei stato in grado di darglielo.
Il dolore riprende il sopravvento sul tuo corpo.
Non riesci a prendere pace, non riesci ad accettare questa nuova prospettiva.
Guille non ti ama più, ti ha dimenticato in fretta; ti ha desiderato, forse si è innamorato di te, per un breve periodo, ma non ti ha amato veramente.
-Io non credo che l’amore sia tanto debole da potersi rovinare di fronte ad una situazione molto difficile o una circostanza terribile per la quale un essere umano può passare, compreso una situazione storica. A me sembra che l'amore sia qualcosa che resiste a molte cose, quasi a tutte ti direi. È un atto di volontà. È un atto di vera libertà .. E se non sopravvive non è amore.
Era serio quando te l’ha detto. Tu hai pensato che fosse una dichiarazione del suo amore, una promessa per il futuro.
Cieco.. sei stato cieco..
-Lui non ha chiesto di vedere il tuo corpo.
Ricominci a sentire questa frase ripetersi ossessiva e diffondersi attorno a te come le piccole onde che sempre si formano quando butti un sasso in uno specchio di acqua .
-Lui non ha chiesto di vedere il tuo corpo.
Ti sembra di impazzire.. ma questa volta hai bisogno di capire.. bisogno di dare ai fatti la giusta prospettiva.
Perché è vero, Guille non ha chiesto di vedere il tuo cadavere.
Lui… ha preferito non vedere …
No.. non ha preferito non vedere, in verità non ha avuto voglia di vedere.
Di vedere te che pure lo amavi tanto.
Il monitor, al quale ti hanno ricollegato, sembra aver registrato tutti i suoi pensieri, tutta la sua disperazione, perché, all’improvviso, appare un’infermiera che ti porge una pillola.
-E’ per dormire, signor Lopez, stasera è troppo agitato.
E’ l’ultima cosa che senti.. poi il nulla ti accoglie benevolo.
-Continua-


28 comentarios:

  1. Antonia! bello! pero no nos hagas sufrir mucho mas!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ésta es la historia de Pedro, y Pedro necesita afrontar sus fantasmas antes de volver de Guille.

      Eliminar
  2. Antonia, aprecio profundamente el giro que le has dado a la historia, el dolor que produce el desengaño, una magnifica elección el contar la historia desde esta mirada! Felicitaciones y gracias, porque nunca me canso de agradecer por estas bellas historias!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y yo, también, nunca me canso de agradecer para haberme dado un lugar dónde expresar mi fantasía y para querer compartir lo que es fruto de esta "fantasía".

      Eliminar
  3. Pero Guille si lo ama!!!!!!!

    ResponderEliminar
  4. Me dio dolor de estómago. Me duele la confusión de Pedro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La confusión de Pedro es natural en aquel contexto. Y sin Guille cerca.

      Eliminar
  5. ufff, cuanto dolor!!! me mata pedro... necesito escuchar a la otra campana.
    Hermoso relato
    ♥ Nada es olvidado, cada poro de tu piel brama de anticipación.. espera su tributo.. porque Guille está adorándote con todo él mismo.. y tú lo sientes.. ♥ Me encanta

    ResponderEliminar
  6. Eso fue impecable. Hermosa la escritura, el dolor de Pedro es palpable. Por favor, escribir más pronto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Somos en muchas a escribir. Cada tiene derecho a su espacio. Pronto podrás leer la continuación. Gracias por tus felicitaciones.

      Eliminar
  7. lagrimas de amor y dolor por cada palabra , dame un final . Te sigo me agrada mucho tu forma de escribir aunque este traducia al español el sentimiento se percibe hasta el alma y la mente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Soy feliz que lo que escribo te guste. Gracias de corazón.

      Eliminar
  8. maravilloso relato....otra perspectiva de la historia...no la que nos reconforta....la espera se hace larga...-Exelsa escritora!!!!!
    Gracias Antonia

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fue la historia que faltó. Aquel de Guille ha continuado en vídeo.. aquel de Pedro ha continuado en nuestras mentes y en nuestros corazones. Gracias por las felicitaciones.

      Eliminar
  9. Ma encanto!!! Maravilloso!!n Gracias!!

    ResponderEliminar
  10. Maravilloso Antonia. Cuanto dolor hay en Pedro al sentir que Guille no lo ama, cuànta desilusiòn. Ahora me gustaria ver la historia desde el lado de Guillermo, què sintiò el por la muerte de Pedro, y por què no quiso ver su cadaver.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Probaré a escribir sobre este tema que, en vídeo, no ha sido afrontado. Estoy contenta que mi cuento te guste.

      Eliminar
  11. Tremendo capítulo Antonia, angustia ver a ese Pedro que cree que su historia de amor con Guille no fue así, que él no lo ama. Narrás muy bien esa soledad y desesperación en la que se debate, sin elementos reales a la vista, agarrado de lo que le dijo el fiscal que da un poco de información y retacea otra que le serviría para tranquilizarlo. Espero el próximo capítulo Antonia. Abrazo enorme

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estoy contenta que mi cuento te guste Graciela. Soy feliz que, en mil modos, Pedro y Guille, nos unan en este viaje sin fin que se llama "escritura." Un beso.

      Eliminar
  12. ¡Cuánto dolor Antonia! Sólo me consuela íntimamente saber, que Pedro está equivocado. ¡Pobrecito! Nos hacer vivir cada palabra... no nos ddejes esperando!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esperaba tu sostén Ilgora.. porque soy consciente que la "escritura" tiene por ti el mismo sentido que tiene por mí. Gracias de corazón. Un abrazo.

      Eliminar
    2. Oh, gracias a vos... esto, ahora, es en torno a tu escritura, cara amiga!

      Eliminar
  13. Antonia, escribis tan bien y tan profundo que te juro que me duele, siento en carne viva el dolor de Pedro, gracias por tanta pasion. Yespero pronto un poco de alivio. Cariños. Silvana.

    ResponderEliminar
  14. Gracias Silvana para leer lo que escribo.

    ResponderEliminar
  15. Antonia! cuánto sufrimiento para Pedro pero qué bellamente expresado! Y el recuerdo de la noche de amor, intenso, sutil, con un giro distinto a la escena que todos recordamos,,, Muy bueno! te felicito! espero pronto la continuación!! Abrazo!

    ResponderEliminar