Capitulo anterior: actosdefeylibertad.blogspot.com.ar/2014/01/despues-de-disparo-2da-parte-by-antonia.html
El dolor del desengaño-
El dolor del desengaño-
Fuego..
fuego líquido en las venas mientras con alegría espasmódica te acercas a
Guille. No logras creerlo, Guille está allí, con vos. ¡Ya no estás solo! ¡Ya no
tienes frío! Tu alma canta de alegría mientras, literalmente, vuelas a sus
brazos.
Tu
corazón ha gritado de dolor cuando Guille te ha empujado a huir, anestesiado
por la injusticia del momento, has obedecido resguardado en aquella casa
olvidada por Dios.
Sólo, te
has tirado sobre la cama, desesperado, y has sentido la impotencia marcada por los
segundos que siguieron separándote de la única razón de tu vida.
Guille
te repites.. Guille.., y te parece que te volverás loco.
¿Cuánto
tiempo todavía pasará antes de volver a él? ¿Cuántas horas, días, semanas sin
él?
Ser
prófugo, haber tenido que abandonar tu vida y tu trabajo, para vos, es menos
importante que estar separado de Guille.
Guille
te repites.. Guille.. y no logras hacer nada más que seguir la ola del
abandono.
¡Luego, de repente, el deseo se vuelve realidad y él está allí, delante de tuyo, y
con una sonrisa te dice irónico
-Que difícil es llegar acá!
Ya no
comprendes nada, todo deja de existir alrededor tuyo, sólo ves su cara y
sientes sus brazos que te aprietan con fuerza.
Fuego,
deseo de derretirte en él, de anularte para entrar en su piel, en sus poros, en
su ser más íntimo, en su alma.
Delirio por
sumergirte en su sangre que corre con la violencia de un río embravecido. ¡Nada
logra calmar tu sed de él! Tu hambre parece no conocer fin..
Tu boca,
voraz, muerde, chupa, lame otros labios igualmente ávidos de los tuyos.
Agitado
continúas atrayendolo hacia vos, mientras te parece que pierdes el equilibrio
cada vez, cada contacto con la realidad, y no te das cuenta que estas, a su vez, apretado por otros brazos igualmente ansiosos.
Con los
ojos cerrados buscas absorber cada sensación, cada color, cada vibración para
no perderte nada de este tornado de emociones que te fagocita, tironeándote con
fuerza.
Nunca te
ha sucedido de sentir tu vida vibrar con tanta fuerza, tu corazón casi estallar
de alegría; nunca te ha sucedido de querer tan intensamente, nunca has querido
así.. con tanta intensidad hasta quedar quemado.
Sientes
tu cara encerrada en los palmas de las manos de Guille y deseas quedarte asì
para siempre; es tu puerto, tu salvación y tu futuro..
De
pronto todo cambia, la violencia del deseo se convierte en tierna dedicación.
Adoración,
casi una lluvia de besos se apoya lenta sobre tu rostro.. las mejillas.. la
frente.. el mentón.
Nada es
olvidado, cada poro de tu piel brama de anticipación.. espera su tributo..
porque Guille está adorándote con todo él mismo.. y tú lo sientes.. lo sigues
con la poca razón que te ha quedado
atenta..
Las manos
de Guille te desvisten lentas mientras, a ojos cerrados, lo sientes detenerse
sobre tu cuello..
¡Como
adoras sentir sus labios acariciarlo, húmedos en tu cuello!
Con los
ojos cerrados te entregas a él plenamente, sin miedos, sin añoranzas, porque tu
vida sólo es él y tiene un sentido solo cuando él está contigo.
Quedas
inmóvil hasta que el deseo incontrolable de acariciarlo a la vez, te toma de
improviso.
El deseo
de guardar, en tus recuerdos, las líneas de su cara, de sus hombros.. de su
tórax.. del suyo..
- No, espera. No quiero que ocurra de
este modo.
Sus
palabras te alcanzan y te confunden más que su mano que ha parado la tuya en el
peregrinar sobre su cuerpo anhelante.
-¿Por qué? ¿Qué pasa?
-No quiero que esto ocurra por el
impulso de las emociones del momento. No estás listo para esto. No quiero que
mañana, tengas que arrepentirte.
-Guille, yo te quiero. Sos toda mi vida.
No podría nunca arrepentirme.
No
entiendes, no puedes entender; todavía estás borracho de él, sientes,
prepotente, el deseo de gritar de frustración..porque quieres más.. porque lo
que has tenido es demasiado poco..
-No. Haceme caso. Es mejor esperar.
Te
arrastras sobre la cama y te abraza fuerte.
-No vine para aprovechar el momento,
estoy acá porque estaba preocupado por vos. Porque necesitaba saber que estás
bien.
Sus palabras
te golpean profundamente.. nunca querrías que Guille tuviera remordimientos.
Si él
quiere esperar, entonces esperas con él.
¡Aunque,
para hacerlo, debas morderte hasta que sangren los labios!
******
Los
recuerdos parecen estar marcados a fuego en tu mente.
Te han
dado mucha fuerza cuando has estado lejano, escondido y echado como un perro
rabioso, desolado en tu forzada soledad.
Pero
ahora todo adquiere otra dimensión.
Con el nuevo
juicio entiendes que te ha mentido.
No te
amaba.
No te
amaba, de otro modo no habría parado tu mano que, indiscreta, preguntaba de
más. No te habría parado mientras, empujado por el instinto y el deseo, que estaba
comiéndote vivo, gritabas mudo tus gana de derretirte en él.
Con
frenesí retomas los recuerdos uno a uno y de repente te das cuenta que todo
adquiere un nuevo sentido.
Comprendes
que, cegado por tu amor por él, ha visto la realidad por filtros pintados que
han alterado las imágenes.
Te
sientes miserable; cansado, sólo cierras los ojos y deseas hundirte en el olvido.
¿Si todo
esto es verdad, entonces que sentido tiene vivir?
-Él no pidió ver tu cuerpo.
Tampoco
lo ha querido ver cuando ha entrado en tu departamento, junto a Beto, que te ha
encontrado en suelo, sangrando.
La frase
de Miller repica obsesiva en tu mente.
Si
hubiera ocurrido al revés, nada te hubiera despegado del cuerpo de Guille.
Nadie te habría impedido abrazarlo una última vez.
Cuando
has encontrado a Guille herido en el estudio, casi enloqueces por la
desesperación.
Todavía
recuerdas la angustia que sentiste, el dolor, la ansiedad, el miedo de perderlo.
¿Por
qué? ¿Por qué?
Te
agitas en la cama mientras sigues recordando.
……
Fuego..
fuego líquido en las venas mientras con deseo incontrolado te arrimas a Guille.
La noche está fría y tú estás abrazado a él; tu cabeza
descansa sobre su hombro, una pierna cruza a través de su cuerpo, tu mano abierta
sobre su pecho, a la altura del corazón.
Te
despertaste hace mucho y has estado callado para darle la posibilidad de
descansar lo más posible. Ha hecho un largo viaje para llegar de vos y han
pasado gran parte de la noche hablando.
Inmóvil,
has escuchado el silencio de la noche ponerse cada vez más ensordecedor hasta
cuando tu mente ha perdido el control de tus movimientos.
Tu mano
ha iniciado a ligero movimiento bajo la camisa de Guille; has abierto los botones
y has pasado a explorar su pecho parándote sobre el pezón endurecido por el
frío.
..o del
placer de ser acariciado..
Has
mojado la punta de tu índice derecho y con delicados movimientos lo has pasado
sobre el pezón ya expuesto a tu deseo.
No
recuerdas bien cuando te has percatado que la respiración de Guille había cambiado,
quizás cuando no has resistido y has tomados, entre los labios, el otro pezón.
Cuando
has iniciado a morder.. lamer.. chupar..
Cuando,
con decisión, has resbalado sobre de él y te has dedicado a sus
labios.
Cuando
has pasado, lentamente, la punta de tu lengua sobre la blanda hinchazón de los
labios de Guille.
Cuando
los has sentido temblar, aunque cerrados, y has decidido forzar la abertura de
ellos con tu adorante dedicación.
Cuando
con la lengua has acariciado el borde de los labios de Guille y, allí, has
vuelto obsesivo dedicándote al labio superior, justo cerca del rincón
izquierdo, hasta cuando Guille no te ha
permitido saquear su boca.
Sus
manos han buscado, de nuevo pero sin mucha decisión, has parado pero has
quedado sordo, esta vez, frente a sus dudas.
-Te ruego.. te necesito, necesito
sentirte, tocarte, probarte para tenerte siempre conmigo.. dentro de mí.. fundirme en vos.. perderme en vos.. te ruego..
Luego ha
sido un crescendo, un río en creciente que te ha arrollado y te ha dejado sin
aliento sobre las sábanas ya húmedas de sudor.
El tuyo
y el de Guille que, como tú, se has dejado ir, con todo su ser, a la magia del
amor.
Una
danza antigua.. en gran parte desconocida.. qué ha obscurecido tu mente.
Instinto..
sólo instinto.. y un fuego intenso que no da señas de disminuir.. qué siempre
te envuelve en tus ganas de más..
El climax
del placer te ha tomado de repente, en repetidas oleadas que te han dejado
inconsciente y agonizante casi por la sensación de abandono que le ha seguido a la continuación.
-La pequeña muerte.. así la llaman los
franceses. Nunca entendí cuan cierta era esta definición.
Nunca
pensaste que podías sentir un placer tan intenso , de una manera tan diferente
, pero tan "completa".
Con los
ojos del amor has visto el placer iluminar el rostro de Guille; la piel se ha
vuelta más limpia y luminosa, los ojos fijos sobre un pensamiento lejano.
Evoca nuestro
amor.. has pensado.. y en cambio, con mucha probabilidad, él sólo estaba
organizando su vuelta a casa.. a la civilización..
Porque
lo que para ti ha sido la máxima expresión de amor por Guille, para él sólo ha
sido sexo; a lo mejor tampoco bien hecho, a lo mejor tampoco satisfactorio.
Quizás
haya sido justo aquel, el motivo de su alejamiento, no ha logrado ser para él,
lo que él ha sido para vos.
Tal
vez.. esperaba otro cosa y vos no lo has entendido y no ha sido capaz de dárselo.
El dolor
se apoderá de tu cuerpo.
No
logras tener paz, no logras aceptar esta nueva perspectiva.
Guille
no te quiere más, te ha olvidado de prisa; te ha deseado, quizás se haya
enamorado de vos, por un breve instante, pero no te ha querido realmente.
-Yo no creo que el amor sea tan débil como
para poder quebrarse frente a una situación muy difícil o una circunstancia terrible por la que un ser humano puede pasar o una situación histórica inclusive. A mi me parece que el amor es algo que resiste a muchas cosas, casi
todas, te diría. Es un acto de voluntad. Es un acto de verdadera libertad.. Y si no sobrevive no es amor.
Hablaba
en serio cuando lo dijo. Pensaste que era una declaración de amor, una promesa de
futuro.
Ciego..
fuiste ciego..
-Él no pidió ver tu cuerpo.
De nuevo
sientes esta frase repetirse obsesiva y difundirse alrededor tuyo, como las
pequeñas olas que siempre se forman cuando tiras una piedra en un espejo de
agua.
-Él no pidió ver tu cuerpo.
Sientes que te volverás loco.. pero esta vez
necesitas entender.. necesitas dar a los
hechos la justa perspectiva.
Porque
es verdad, Guille no ha pedido ver tu cadáver.
Él pidió
no ver.
No.. no
ha preferido no ver, en verdad no ha tenido ganas de ver.
De ver
qué lo amaste demasiado.
El
monitor, al que te han conectado, parece haber registrado todos sus
pensamientos, toda tu desesperación, porque, de repente una enfermera aparece y
te entrega una pastilla.
-Es para
dormir, Sr. Lopez, esta noche está demasiado agitado.
Es la última
cosa que sientes.. luego la nada te acoge benévola.
-continúa-
Lingua originale
Dopo lo
sparo – terza parte: il dolore del disincanto-
Fuoco..
fuoco liquido nelle vene mentre con gioia spasmodica ti stringi a Guille.
Non
riesci a crederci, Guille è lì, insieme con te.
Non sei
più solo! Non hai più freddo! La tua anima canta di gioia mentre,
letteralmente, voli tra le sue braccia.
Il tuo
cuore ha urlato di dolore quando Guille ti ha spinto a fuggire, anestetizzato
dall’ingiustizia del momento, hai obbedito raggiungendo quella casa dimenticata
da Dio.
Solo, si
sei gettato disperato sul letto ed hai
sentito l’impotenza scandire i secondi che continuavano a separarti dall’unica
tua ragione di vita.
Guille… ti ripeti.. Guille .., e ti sembra di impazzire…
Quanto
tempo ancora prima di ritornare da lui? Quante ore, giorni, settimane senza di
lui?
Essere
profugo, aver dovuto abbandonare la tua vita ed il tuo lavoro, per te, è meno
importante dell’essere stato separato da Guille.
Guille… ti ripeti.. Guille .. e non riesci a fare null’altro
se non seguire l’onda dell’abbandono.
Poi,
all’improvviso, il desiderio diviene realtà e lui è lì, davanti a te, e con un
sorriso ti dice ironico
- Com’è difficile arrivare qui!
Non
comprendi più nulla, tutto cessa di esistere attorno a te, vedi solo il suo
viso e senti le sue braccia che ti stringono con forza.
Fuoco,
desidero di fonderti in lui, di annullarti per entrare nella sua pelle, nei
suoi pori, nel suo essere più intimo, nella sua anima.
Desiderio
di immergerti nel suo sangue che scorre con la violenza di un fiume in piena.
Nulla
riesce a placare la tua sete di lui! La tua fame sembra non conoscere fine..
La tua
bocca, vorace, morde, succhia, lecca altre labbra ugualmente avide di te.
Convulso
continui a strigerlo a te mentre ti sembra di perdere ogni equilibrio, ogni
contatto con la realtà, e non ti rendi conto di essere, a tua volta, stretto da
altre braccia ugualmente convulse.
Ad occhi
chiusi cerchi di assorbire ogni sensazione, ogni colore, ogni vibrazione… di
non perderti nulla di questo tornado di emozioni che ti fagocita strattonandoti
con forza.
Mai ti è
successo di sentire la tua vita vibrare con tanta forza, il tuo cuore quasi
esplodere di gioia; mai ti è successo di amare così intensamente… mai hai amato
così.. con tanta intensità da rimanerne bruciato.
Senti il
tuo viso racchiuso nei palmi delle mani di Guille e desideri solo rimanere così
per sempre; è il tuo porto, la tua salvezza ed il tuo futuro..
All’improvviso
tutto cambia, la violenza del desiderio diventa tenera dedizione.
Adorazione
quasi … una pioggia di baci si poggia lenta sul tuo volto.. le gote.. la
fronte.. il mento…il collo..
Nulla è
dimenticato, ogni poro della tua pelle freme di anticipazione.. aspetta il suo
tributo.. perché Guille sta adorandoti con tutto se stesso.. e tu lo senti.. lo
segui con quel poco di raziocinio che è rimasto vigile..
Le mani
di Guille ti spogliano lente mentre, ad occhi chiusi, lo senti attardarsi sul tuo collo..
Come
adori sentire le sue labbra accarezzare, umide, il tuo collo!
Ad occhi
chiusi ti consegni a lui… pienamente, senza paure, senza rimpianti, perché la
tua vita è solamente lui ed ha un senso solo quando lui è con te!
Resti
immobile finché il desiderio incontrollabile di accarezzarlo a tua volta non ti
coglie all’improvviso.
Il
desiderio di immagazzinare, nei tuoi ricordi, le linee del suo viso, delle sue
spalle.. del suo torace.. del suo…
-No, aspetta. Non voglio che accada in
questo modo.
Le sue
parole ti raggiungono e ti confondono più della sua mano che ha fermato la tua
nel suo peregrinare sul suo corpo ansante.
-Perché? Cosa c’è che non va?
-Non voglio che accada perché spinto
dalle emozioni del momento. Non sei pronto per questo. Non voglio che tu,
domani, debba pentirtene.
-Guille, io ti amo. Sei tutta la mia
vita. Non potrei mai avere dei rimpianti.
Non
capisci, non puoi capire; sei ancora ubriaco di lui, senti, prepotente, il
desiderio urlare di frustrazione..perché vuoi di più.. perché quello che hai
avuto è troppo poco..
-No. Dammi retta. E’ meglio aspettare.
Ti
trascina sul letto e ti abbraccia stretto.
-Non sono venuto per approfittare del
momento, sono qui perché ero preoccupato per te. Perché avevo bisogno di vedere
che stai bene.
Le sue
parole ti colpiscono nel profondo.. mai vorresti che Guille avesse dei rimorsi.
Se lui
vuole aspettare allora tu aspetti con lui.
Anche
se, per farlo, ti mordi a sangue le labbra!
….
I
ricordi sembrano essere marchiati a fuoco nella tua mente.
Ti hanno
dato tanta forza quando sei stato lontano, nascosto e cacciato come un cane
rabbioso, desolato nella tua forzata solitudine.
Ma
adesso tutto acquista un’altra dimensione.
Con il
senno di poi capisci che ti ha mentito.
Non ti
amava. Non ti amava altrimenti non avrebbe fermato la tua mano che, indiscreta,
chiedeva sempre di più. Non ti avrebbe fermato mentre, spinto dall’istinto e
dal desiderio che ti stava mangiando vivo, urlavi muto la tua voglia di
fonderti in lui.
Con frenesia
riprendi i ricordi uno ad uno ed all’improvviso ti rendi conto che tutto
acquista un nuovo significato.
Comprendi
che, accecato dal tuo amore per lui, hai visto la realtà attraverso filtri
colorati che ne hanno alterato le immagini.
Ti senti
un miserabile; spossato, chiudi gli occhi e desideri solo annullarti
nell’oblio.
Se tutto
questo è vero, allora che senso ha vivere?
-Lui non ha chiesto di vedere il tuo
corpo. Non lo ha voluto vedere nemmeno quando è entrato nel tuo appartamento, insieme a Beto, che ti
ha trovato a terra, sanguinante.
La frase
di Miller risuona ossessiva nella sua mente.
Se fosse
accaduto il contrario, nulla ti avrebbe staccato dal corpo di Guille.
Nessuno
ti avrebbe impedito di abbracciarlo un’ultima volta.
Quando
hai trovato Guille ferito nello studio, sei quasi impazzito per la
disperazione.
Ricordi
ancora l’angoscia provata, il dolore, l’ansia, la paura di perderlo.
Perché? Perché?
Ti
dimeni nel letto mentre continui a ricordare.
…
Fuoco..
fuoco liquido nelle vene mentre con desiderio incontrollato ti stringi a
Guille.
La notte
è fredda e tu la stai trascorrendo abbracciato a lui; la tua testa riposa sulla
sua spalla, una gamba di traverso sul suo corpo, la tua mano aperta sul suo
petto, all’altezza del cuore.
Ti sei
svegliato da molto e te ne sei stato tranquillo per dargli la possibilità di
riposare il più possibile. Ha fatto un lungo viaggio per arrivare da te ed
avete trascorso gran parte della notte a parlare.
Immobile,
hai ascoltato il silenzio della notte diventare sempre più assordante fino a
quando la tua mente ha perso il controllo dei tuoi movimenti.
La tua
mano ha iniziato a scivolare leggera sotto la camicia di Guille; ne ha aperto i
bottoni ed è passata ad esplorare il suo petto fermandosi sul capezzolo
indurito dal freddo.
… o dal
piacere di essere accarezzato…
Hai
bagnato la punta del tuo indice destro e con delicati movimenti lo hai passato
sul capezzolo ormai esposto al tuo desiderio.
Non
ricordi bene quando ti sei accorto che il respiro di Guille è cambiato, forse
quando non hai resistito ed hai preso tra le labbra l’altro capezzolo.
Quando
hai iniziato a mordere.. leccare .. succhiare..
Quando,
con decisione, sei scivolato sopra di lui ed hai iniziato a dedicarti alle sue
labbra.
Quando
hai passato, lentamente, la punta della tua lingua sul morbido turgore delle
labbra di Guille.
Quando
le hai sentite tremare, seppure chiuse, ed hai deciso di forzarne l’apertura
con la tua adorante dedizione.
Quando
con la lingua hai accarezzato il bordo delle labbra di Guille e ci sei
ritornato ossessivo dedicandoti al labbro superiore, proprio vicino all’angolo
sinistro, sino a quando Guille non ti ha concesso di saccheggiare la sua bocca.
Le sue
mani hanno cercato, nuovamente ma senza molta decisione, di fermarti però,
questa volta sei rimasto sordo di fronte ai suoi dubbi.
-Ti prego.. ho bisogno di te… ho bisogno
di sentirti, toccarti, assaggiarti così da averti sempre con me.. dentro di
me.. di fondermi in te.. di perdermi in te.. ti prego..
Poi è
stato un crescendo, un fiume in piena che ti ha travolto e ti ha lasciato senza
fiato sulle lenzuola ormai madite di sudore.
Il tuo e
quello di Guille che, come te, si è lasciato andare con tutto se stesso alla
magia dell’amore.
Una
danza antica.. in gran parte sconosciuta.. che ha ottenebrato la tua mente.
Istinto..
solo istinto.. ed un fuoco intenso che non accenna a diminuire.. che ti avvolge
nelle sue spire, sempre di più..
L’acme
del piacere ti ha colto all’improvviso, in ripetute ondate che ti hanno
lasciato quasi incosciente ed agonizzante per la sensazione di abbandono che
l’ha, immediatamente, seguita.
-La piccola morte.. così la chiamano i
francesi. Non avevo mai capito quanto questa definizione fosse vera.
Mai hai
pensato che si potesse provare piacere tanto intensamente, in un modo così
diverso ma così “completo”.
Con gli
occhi dell’amore hai visto il piacere risplendere sul volto di Guille; la pelle
diventata più tersa e luminosa, gli occhi
fissi su un pensiero lontano.
Ricorda il nostro amore.. hai
pensato.. ed invece, con molta probabilità, stava solo organizzando il suo
ritorno a casa.. alla civiltà..
Perché
quello che per te ha rappresentato la massima espressione dell’amore per
Guille, per lui è stato solo sesso… magari nemmeno ben fatto… magari nemmeno
soddisfacente.
Forse è
stato proprio quello, il motivo del suo allontanamento, non sei riuscito ad
essere per lui quello che lui è stato per te.
Chissà..
si aspettava altro da te e tu non lo hai capito e non sei stato in grado di
darglielo.
Il
dolore riprende il sopravvento sul tuo corpo.
Non
riesci a prendere pace, non riesci ad accettare questa nuova prospettiva.
Guille
non ti ama più, ti ha dimenticato in fretta; ti ha desiderato, forse si è
innamorato di te, per un breve periodo, ma non ti ha amato veramente.
-Io non credo che l’amore sia tanto
debole da potersi rovinare di fronte ad una situazione molto difficile o una
circostanza terribile per la quale un essere umano può passare, compreso una
situazione storica. A me sembra che l'amore sia qualcosa che resiste a molte
cose, quasi a tutte ti direi. È un atto di volontà. È un atto di vera libertà
.. E se non sopravvive non è amore.
Era
serio quando te l’ha detto. Tu hai pensato che fosse una dichiarazione del suo
amore, una promessa per il futuro.
Cieco.. sei
stato cieco..
-Lui non ha chiesto di vedere il tuo
corpo.
Ricominci
a sentire questa frase ripetersi ossessiva e diffondersi attorno a te come le
piccole onde che sempre si formano quando butti un sasso in uno specchio di
acqua .
-Lui non ha chiesto di vedere il tuo
corpo.
Ti
sembra di impazzire.. ma questa volta hai bisogno di capire.. bisogno di dare
ai fatti la giusta prospettiva.
Perché è
vero, Guille non ha chiesto di vedere il tuo cadavere.
Lui… ha
preferito non vedere …
No.. non
ha preferito non vedere, in verità non ha avuto voglia di vedere.
Di
vedere te che pure lo amavi tanto.
Il
monitor, al quale ti hanno ricollegato, sembra aver registrato tutti i suoi
pensieri, tutta la sua disperazione, perché, all’improvviso, appare un’infermiera
che ti porge una pillola.
-E’ per dormire, signor Lopez, stasera è
troppo agitato.
E’
l’ultima cosa che senti.. poi il nulla ti accoglie benevolo.
-Continua-
Antonia! bello! pero no nos hagas sufrir mucho mas!
ResponderEliminarÉsta es la historia de Pedro, y Pedro necesita afrontar sus fantasmas antes de volver de Guille.
EliminarAntonia, aprecio profundamente el giro que le has dado a la historia, el dolor que produce el desengaño, una magnifica elección el contar la historia desde esta mirada! Felicitaciones y gracias, porque nunca me canso de agradecer por estas bellas historias!
ResponderEliminarY yo, también, nunca me canso de agradecer para haberme dado un lugar dónde expresar mi fantasía y para querer compartir lo que es fruto de esta "fantasía".
EliminarPero Guille si lo ama!!!!!!!
ResponderEliminar¡También Pedro quiere Guille, más que su vida!
EliminarMe dio dolor de estómago. Me duele la confusión de Pedro.
ResponderEliminarLa confusión de Pedro es natural en aquel contexto. Y sin Guille cerca.
Eliminarufff, cuanto dolor!!! me mata pedro... necesito escuchar a la otra campana.
ResponderEliminarHermoso relato
♥ Nada es olvidado, cada poro de tu piel brama de anticipación.. espera su tributo.. porque Guille está adorándote con todo él mismo.. y tú lo sientes.. ♥ Me encanta
Gracias por las felicitaciones. Los aprecio mucho.
EliminarEso fue impecable. Hermosa la escritura, el dolor de Pedro es palpable. Por favor, escribir más pronto.
ResponderEliminarSomos en muchas a escribir. Cada tiene derecho a su espacio. Pronto podrás leer la continuación. Gracias por tus felicitaciones.
Eliminarlagrimas de amor y dolor por cada palabra , dame un final . Te sigo me agrada mucho tu forma de escribir aunque este traducia al español el sentimiento se percibe hasta el alma y la mente.
ResponderEliminarSoy feliz que lo que escribo te guste. Gracias de corazón.
Eliminarmaravilloso relato....otra perspectiva de la historia...no la que nos reconforta....la espera se hace larga...-Exelsa escritora!!!!!
ResponderEliminarGracias Antonia
Fue la historia que faltó. Aquel de Guille ha continuado en vídeo.. aquel de Pedro ha continuado en nuestras mentes y en nuestros corazones. Gracias por las felicitaciones.
EliminarMa encanto!!! Maravilloso!!n Gracias!!
ResponderEliminarGracias a ti para leer lo que escribo.
EliminarMaravilloso Antonia. Cuanto dolor hay en Pedro al sentir que Guille no lo ama, cuànta desilusiòn. Ahora me gustaria ver la historia desde el lado de Guillermo, què sintiò el por la muerte de Pedro, y por què no quiso ver su cadaver.
ResponderEliminarProbaré a escribir sobre este tema que, en vídeo, no ha sido afrontado. Estoy contenta que mi cuento te guste.
EliminarTremendo capítulo Antonia, angustia ver a ese Pedro que cree que su historia de amor con Guille no fue así, que él no lo ama. Narrás muy bien esa soledad y desesperación en la que se debate, sin elementos reales a la vista, agarrado de lo que le dijo el fiscal que da un poco de información y retacea otra que le serviría para tranquilizarlo. Espero el próximo capítulo Antonia. Abrazo enorme
ResponderEliminarEstoy contenta que mi cuento te guste Graciela. Soy feliz que, en mil modos, Pedro y Guille, nos unan en este viaje sin fin que se llama "escritura." Un beso.
Eliminar¡Cuánto dolor Antonia! Sólo me consuela íntimamente saber, que Pedro está equivocado. ¡Pobrecito! Nos hacer vivir cada palabra... no nos ddejes esperando!
ResponderEliminarEsperaba tu sostén Ilgora.. porque soy consciente que la "escritura" tiene por ti el mismo sentido que tiene por mí. Gracias de corazón. Un abrazo.
EliminarOh, gracias a vos... esto, ahora, es en torno a tu escritura, cara amiga!
EliminarAntonia, escribis tan bien y tan profundo que te juro que me duele, siento en carne viva el dolor de Pedro, gracias por tanta pasion. Yespero pronto un poco de alivio. Cariños. Silvana.
ResponderEliminarGracias Silvana para leer lo que escribo.
ResponderEliminarAntonia! cuánto sufrimiento para Pedro pero qué bellamente expresado! Y el recuerdo de la noche de amor, intenso, sutil, con un giro distinto a la escena que todos recordamos,,, Muy bueno! te felicito! espero pronto la continuación!! Abrazo!
ResponderEliminar