Y llegamos al último, muchas gracias a todos los que leyeron esta
historia, y me hicieron compañía en este viaje de Pedro y Guille hacia su final
feliz.
Va este último capítulo dedicado a todas las “locas” que me crucé todas
las noches en el Twitter luchando por Pedro, a las reinas de la Trinchera que
siempre tuvieron la dosis de optimismo para levantarme el ánimo cuando lo tenía
por el piso y particularmente a Lilita por haber creado este espacio donde
nuestros sueños siguen vivos.
CAPITULO 9
Pedro parecía una estatua sentado en una de las sillas del jardín. De
riguroso traje oscuro, el brazo todavía inmovilizado porque el hombro no había
sanado y un silencio que se negaba a romper.
Guille lo miraba a la distancia, cuando su celular sonó avisando la
entrada de un mensaje.
Se acercó a Pedro y con suavidad le tocó el hombro –“Vamos? Beto ya está
llegando… me acaba de avisar.”
Pedro se levantó lentamente, los cortes, que si bien no habían revestido
de gravedad, todavía le dolían, se puso los anteojos de sol y caminó hacia la
puerta.
Juntos subieron al auto de Beto que ya estaba en la puerta.
Guille estaba preocupado, ni los esfuerzos de Beto y de él juntos, lograban
sacarle palabra a Pedro. A lo sumo, recibían como respuesta un monosílabo. Realmente
esperaba que el día de hoy fuera el cierre de toda la pesadilla que habían
vivido y que empezaran a sanar las heridas.
El día estaba ventoso y nublado. El cielo parecía acompañar el estado de
ánimo de todos.
Mientras el sacerdote decía unas palabras frente a la tumba de Camila,
Guille no pudo evitar recordar…
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6 AM, toda la noche sentado en
esa silla incómoda viendo a Pedro dormir.
La entrada de una enfermera, sacó
a Guille de su larga meditación sobre todo lo que había sucedido.
Pedro parecía estar volviendo en
sí. La enfermera le sacó el suero, controló la presión y el ritmo cardíaco y se
fue con la promesa de volver más tarde con el desayuno.
Una tos intensa, finalmente fue
la señal de que Pedro estaba de vuelta.
Se apuró a acercarse a la cama y
le alcanzó un vaso de agua. Una media sonrisa de agradecimiento iluminó la cara
de Pedro. Qué facilidad la de su chiquitín, sin pronunciar una palabra lograba calmar
todas sus ansiedades.
Guille le acomodó las almohadas
para que Pedro pudiera semisentarse, él se
sentó a su lado y le tomó las manos con
cariño.
-“En este momento estoy tan
agradecido que estés bien que ni siquiera voy a putearte”- le aclaró sonriendo.
-“Gracias Graziani por tenerme
piedad, en este momento no estoy con fuerzas ni para sostenerte un round”- le
respondió Pedro con voz ronca.
Se notaba que la garganta le
dolía porque no intentó seguir hablando, simplemente se acomodó sobre las
almohadas y se dejó acariciar por Guille.
Estuvieron un largo rato en
silencio solo disfrutando de su mutua compañía.
-“Me vas a contar qué pasó?”- le
preguntó Pedro bajito, interrumpiendo el momento.
Guille suspiró profundo, sabía
que era inevitable, hubiera querido de
todas formas evitarle ese dolor a Pedro, pero también había prometido que no le
iba a ocultar nada, nunca más.
-“Cuando Camila estaba por
dispararte de nuevo, entraron los hombres de la fiscalía en acción, irrumpieron
en la casa y todo se transformó en un infierno. Uno de ellos fue el que te
rescató del caos y te sacó afuera, inconsciente, pero vivo…”
-“Me acuerdo… intenté luchar
contra él, no sabía si era amigo o enemigo, pero me quedé sin fuerzas y me dejé
llevar. Por suerte era amigo.”- acotó Pedro.
Hubo un silencio en que los dos
parecían estar perdidos en sus propios pensamientos.
-“Qué más pasó Guille? Esa cara
de preocupación no es por mí, porque yo estoy acá, un poco maltrecho, pero
bien… Qué más pasó?”- insistió Pedro.
-“Como te dije adentro de la casa
fue un infierno, hubo un tiroteo, humo, sangre…”
-“Guille, qué es lo que no me
estás queriendo contar?”-
-“Camila…”- fue la única palabra
que pronunció Guille.
-“Qué pasó con Camila? Guille,
por favor…”- suplicó Pedro.
Guille puso su cabeza entre las manos, no podía en ese
momento sostener la mirada de Pedro.
-“Camila murió… la mataron,
aparentemente empezó a disparar contra los policías y ellos le dispararon
también. Otros dos de la banda también murieron, uno de ellos el abogado alto y
rubio que estuvo con vos (*), el resto de los narcos están presos. Fue en
definitiva una operación exitosa.”
-“Exitosa? Me podés explicar cómo
mierda calificás de exitosa una operación en que dos personas murieron por mi
culpa?”- se notaba que Pedro estaba forzando al máximo su voz.
-“Pedro, nadie murió por tu
culpa, Camila estaba dispuesta a matarte…”- intentó razonar Guille.
-“No, Camila murió por mi culpa,
yo la llevé a eso…”-
Guille intentó tomarle de vuelta
las manos a Pedro, pero este no lo dejó.
-“No me toques, no me toques..”-
fue lo último que murmuró antes de cerrar los ojos y cerrarse al mundo.
Así siguieron los días, Pedro se
mantuvo en ese silencio irrompible, había puesto todas las barreras posibles
entre los dos.
Habían vuelto del hospital,
vivían en la misma casa, pero en distintos mundos.
Pedro se había encerrado en sí
mismo, no dejaba acercarse a nadie y menos a Guille.
Guille sabía que Pedro tenía
pesadillas, dormía mal de noche, estaba angustiado, pero no sabía cómo
ayudarlo.
La tarde anterior al entierro de
Camila, finalmente se había sentado junto a Pedro y le dijo –“Una vez te dije
que el amor resiste a todo y lo sigo sosteniendo… no creo que esto que estamos
viviendo nos vaya a separar. Yo te espero acá, hoy, mañana, dentro de una
semana, en dos años… siempre. Quiero que lo sepas, nada más.”
Pedro no le respondió, pero
tampoco le rehuyó al contacto cuando Guille antes de dejarlo solo nuevamente le
acarició la frente.
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Todos los días desde que se había enterado de la muerte de Camila, Pedro
se preguntaba lo mismo, había tenido él alguna posibilidad de evitar el destino
de Camila?
Estaba cansado de sentirse culpable, de alejar a Guille, de no
permitirse ningún soporte porque sentía que no lo merecía.
Finalmente parado frente a la tumba de Camila, se había dado cuenta
que por más cariño que le hubiera tenido
a su ex mujer en su momento, nunca podría compararse con el amor que le tenía a
Guille. Camila descansaba en paz, era momento para él también de encontrar paz
en su vida.
En un impulso decidió que tenía que irse de ese lugar, Camila no
representaba ya nada para él, sino simplemente un pasado que ya no lo
perseguía.
Necesitaba estar solo… necesitaba pensar.
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-“Guille,
Pedro no está afuera, lo estuve buscando, fui hasta el auto, pero no lo
encuentro”-la preocupación de Beto era evidente en su voz.
-“Está por empezar a llover, por acá cerca del cementerio no hay nada,
vamos a preguntar a la entrada si lo vieron salir”- respondió Guille.
Fueron directo a la entrada y efectivamente, Pedro se había ido solo,
había tomado uno de los taxis que esperaban en la puerta y había desaparecido.
Guille intentó llamarlo al celular, pero Pedro lo había apagado.
Beto lo arrastró en un recorrido frenético para encontrar a Pedro.
Fueron al estudio, a la antigua casa de Pedro, y finalmente a su casa, a
su refugio. Pedro seguía sin aparecer.
Guille decidió quedarse a esperarlo, por algún raro motivo sabía en lo
profundo de su corazón que Pedro estaba bien, pero que necesitaba ese tiempo
solo.
Lo dejó a Beto seguir con su búsqueda, que sabía que iba a ser
infructuosa. Pedro iba a volver, pero en
sus tiempos.
Se acomodó en el sillón, con una extraña tranquilidad, con la sensación
que por fin se empezaban a apaciguar las aguas de su vida y se quedó dormido.
Lo despertó el sonido de su celular y no pudo evitar sonreír al ver el
identificador de llamadas. No se había equivocado, su chiquitín había vuelto.
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Pedro salió casi corriendo del cementerio, alcanzó a tomar un taxi y le
dio una dirección.
La barranca al lado del río siempre le había gustado, era un lugar al
que iba cada vez que necesitaba pensar.
La lluvia se había vuelto más intensa y ya estaba casi empapado, pero no
le importó, el agua en ese momento él la sentía como parte de un ritual
purificador.
Estuvo mucho tiempo contemplando el río, la lluvia, su vida.
Su vida, que había dado un giro absoluto desde ese mediodía de
“Postiglione por estafas”, nada había sido igual. Él ya se había jugado todo por Guille una vez,
ahora era momento de hacerlo de vuelta.
Sus pies lo llevaron por inercia bajo la lluvia torrencial a un lugar conocido.
Buscó refugio adentro, marcó el número de Guille y se dispuso a esperarlo,
sabiendo que no le iba a fallar.
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Guille miró la entrada del bar y se
sintió volver atrás en el tiempo… qué hubiera pasado si aquella noche cedía al
pedido de Pedro que no quería volver a su casa? Se hubieran evitado todo este
calvario?
Sacudió su cabeza para evitar pensar en eso, no valía la pena.
Entró al bar y directamente anunció –“Vengo a buscar a un amigo, que
entiendo que está en el baño.”
No les dio tiempo a responder y que ya estaba caminando por ese pasillo conocido.
Cuando entró lo recibió casi la misma escena de tantos meses atrás, solo
que esta vez Pedro estaba vestido y la ropa parecía estar empapada de caminar
bajo la lluvia.
-“Pero mirá como estás…”-
-“Que atorrante!”-
Le repitió las mismas palabras, y se agachó para ponerse a la altura de
Pedro.
Pedro levantó la cabeza y le sonrió, y para alegría de Guille era una de
esas sonrisas que llegaban a los ojos e iluminaban toda su cara. Pedro
finalmente había hecho las paces consigo mismo.
-“Estás helado”- le dijo.
Pedro se dejó envolver con la manta azul y con ayuda de Guille se
levantó.
Caminaron juntos y abrazados, pero esta vez fue Guille el que se detuvo
en la mitad del pasillo.
-“Querés volver a casa esta noche?”- le preguntó mirándolo a los ojos.
-“Esta y todas las noches, mi amor, no hay otro lugar en el que quiera
estar.”- le respondió Pedro sosteniéndole la mirada.
Guille le sonrió, lo abrazó de vuelta y juntos como correspondía, fueron
a su refugio.
Pedro nunca más rehuyó del contacto con Guille, lo buscaba, lo abrazaba
y necesitaba su contención y refugio.
Las pesadillas siguieron, la angustia se hacía presente cada tanto, pero
estando al lado de Guille Pedro se sentía seguro y sabía que este camino lo
tenía que recorrer junto a Guille.
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Meses después…
Pedro estaba de muy buen humor, gesticulaba, le contaba feliz sobre la
sentencia que había favorecido al cliente del estudio, mientras iban en el auto
de regreso a su casa.
Guille no pudo evitar distraerse del relato mirando a su cielito. Le
pasaba muy seguido. Estar cerca de Pedro le exigía un gran esfuerzo de
concentración para prestarle atención al resto del mundo. Había aceptado hacía
rato que se había transformado en un hombre cursi, aunque por supuesto jamás lo
iba a reconocer en voz alta y mucho menos delante de Pedro.
Con la cabeza apoyada en el respaldo del auto, seguía maravillado el
relato de Pedro, sin escuchar una sola palabra… Pedro rebozaba salud y
felicidad, le gustaba pensar que en una partecita de esta última, él tenía
mucho que ver.
Pedro había vuelto a correr, a andar a caballo, a jugar al tenis… y lo
mejor de todo a tener tiempo para él. La promesa que le había hecho en ese bar
cuando estaba prófugo, se había cumplido.
Había algo más que sabía que Pedro quería y nunca se iba a atrever a
pedirlo. Pero Guille había aprendido a leer a Pedro también en sus silencios y
él por su Cielito, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa.
De repente, se dio cuenta que Pedro había dejado de hablar y que lo
estaba mirando con una sonrisa burlona.
-“Qué pasa Graziani, tengo monos en la cara? Escuchaste algo de lo que
te estaba contando?”
-“Cada palabra, mi amor, sos brillante”- Guille también sabía cómo
desarmar a Pedro, que largó una carcajada inmediata.
-“Sos terrible Graziani, y después me decís atorrante a mí.”- le retrucó
Pedro.
-“Querés saber qué estaba pensando?”
Pedro lo miró con curiosidad.
-“Estaba pensando, precioso, si te querrías casar conmigo?”-
Sí, definitivamente, Guille todavía tenía la capacidad de poder hacer
más feliz a Pedro, si esa sonrisa brillante y esos ojos llenos de lágrimas eran
un indicador de la respuesta, había llegado el momento de su “felices por
siempre…”
FIN
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(*)NdA: Maté dos pájaros de un tiro, hubiera querido también acabar con
Gaby, pero el giro de la historia no me lo permitió, una lástima… será para la
próxima!
Gracias Paula, por esta historia, por este final, por el encantó de leerte. Feliz llegamos hasta el final , y con la alegría renovada por las que vendrán. Gracias, muchas gracias por seguir soñando con todos nosotros!
ResponderEliminarjaja que pena no estaba Gaby en el tiroteo... de todos modos Paula, la historia es tan hermosa que hasta me olvidé de ella. AHora quiero mi libro autografiado :)
ResponderEliminarPaula, simplemente gracias, gracias de todo corazon por habernos devuelto este amor, por tenerlos a ellos dos juntos, felices nuevamente. Esta fue una historia hermosa, atrapante, tuvo de todo, me hizo muy muy feliz. Gracias por dejarlos vivir "felices por siempre", de todo corazon, muchas gracias, estas historias nos ayudan a sanar el alma. Felicitas
ResponderEliminarMe sumo al agradecimiento Paula, ame cada instante de tu historia ( incluso con esa mania tuya de hacer sufrir al Chiquitin), la disfrute de principio a final y espero que sea simplemente el comienzo de muchas historias que estén por venir. Desde la trinchera, te doy las GRACIAS, un abrazo enorme, Marisa.
ResponderEliminarHermoso Paula!¡! Escribis excelente
ResponderEliminarPaula la verdad que tu historia fue de una calidad exquisita,me impresiono la forma en como la desarrolaste se sintio todos y cada uno de los sentimientos y mometos que recreaste para ellos ,te felicito y espero ansiosamente por la nueva fic que se que ya estaras tramando ,un besaso y de nuevo muchas pero muchas gracias por ayudarnos a soñar!!! majo
ResponderEliminarPaula, esta noche había necesidad de leer esto relato. Exactamente este y no un otro, para dar dulzura a mi noche (aquí son los 10:00 de la noche) y esperanza por la mañana. Como un sabio pintor, con pinceladas, a veces decididas y a veces delicadas, has dado vida a profundos deseos y dado alas a la fantasía. La escritura es algo que une, favorece la comparación, aclara el propio íntimo. Por este amo escribir.. por este amo, sobre todo, leer. Gracias y aspecto de leerte otra vez.
ResponderEliminarHermoso final para una hermosa historia, gracias por demostrarnos que el final feliz era posible, cada capitulo mas apasionante que el anterior, y nos tuviste sufriendo hasta el final!!!! Gracias totales!!! Ah, y lo de Gaby hubiera sido el toque de justicia final, pero a quien le importa ella jajaja. Gladys
ResponderEliminarHermoso Paula! Amé el bis de la escena del bar, una genialidad. Y amé este final tan tierno y romántico, tan digno de esta fic. Un gracias enorme...!!! Mimi
ResponderEliminarPaula gracias por este hermoso relato, por tomar parte de la historia original y torcer su rumbo hasta darles y darnos el merecido final feliz. Tuviste una forma magistral de plasmar sus sentimientos más profundos y hacernos sufrir y alegrarnos y emocionarnos junto a ellos. Gracias por esa sonrisa brillante y esos ojos llenos de lágrimas de nuestro amado Pedro, gracias por su "felices por siempre". Gracias, gracias, gracias. Y no te preocupes por Gaby que su peor castigo es que ninguno de nosotros se haya acordado de ella. Espero tu próximo relato!!! María Elena
ResponderEliminarExcelente u historia me encanto paula :-)
ResponderEliminargracias Paula!
ResponderEliminarPaula, gracias por este final para una historia que escribiste creo yo de manera magistral. Nos llevaste de la alegría a la angustia en una sola frase. Nunca vi a Pedro y a Guille tan frágiles y tan fuertes a la vez. Mostraste el desgarro, el dolor, el amor inclaudicable del uno por el otro y todo dentro de una historia policial que no dio respiro en ningún momento, que todo el tiempo generaba sorpresas. Trabajaste muy bien la tensión, le diste ritmo y también el tiempo de demora necesario para mostrar el alma enamorada de esta pareja entrañable. Y hacia el final esa sabiduría de Guille de saber qué era lo que en ese momento quería Pedro y no se animaba a pedirlo y se anima él y se lo pide. Voy a extrañar esperar cada semana capítulos nuevos de este Despertar. Gracias por darnos la posibilidad de conocer tu intensa pluma de escritora. Espero que pronto nos podamos sumergir de nuevo en una nueva historia tuya. Abrazo agradecido.
ResponderEliminarPaula, gracias por un final con mayusculas, uno feliz para ellos y para nosotras, despues de tanto sufrir... Desde el primer capitulo me atrapo y es una de mis historias favoritas, ojala no terminara pero la vida es asi... Pedro vive por tu Despertar y eso es lo que importa. Gracias de nuevo! Lau
ResponderEliminarGracias Paula x tu hermosa historia , fue estupendo ... Me alegro la tarde !! Graciela CT
ResponderEliminar"Despertar"...para Guille y para Pedro.Una d las mejores historias del Blog.Mis partes favoritas: "Pedro rebozaba salud y felicidad, le gustaba pensar que en una partecita de esta última, él tenía mucho que ver." "Pedro había vuelto a correr, a andar a caballo, a jugar al tenis… y lo mejor de todo a tener tiempo para él. La promesa que le había hecho en ese bar cuando estaba prófugo, se había cumplido" "Guille había aprendido a leer a Pedro también en sus silencios y él por su Cielito, estaba dispuesto a hacer cualquier cosa" "Guille también sabía cómo desarmar a Pedro" "Sí, definitivamente, Guille todavía tenía la capacidad de poder hacer más feliz a Pedro".-
ResponderEliminarSòlo me faltò esa noche tan esperada del Cap 6.-
GRACIAS POR TODO!! NO DEJES DE ESCRIBIR NUNCA!! UN ABRAZO ENORME!!
ResponderEliminarAaayyyy no xq aparecio la palabra FIN??? yo queria seguir leyendo esta historia q me encanto!!! Felicitaciones!!! y me gusto eso d repetir la escena dl bar!!
ResponderEliminarPaula: Disfruté mucho este final de Despertar y cada entrega.. Te felicito!! Tus Guille y Pedro son inolvidables. Y ese reencuentro en la escena del bar : todo un "bonus track" para los amantes de esta historia. Gracias!! Abrazo
ResponderEliminarhaay Paula q bello final !! , por un lado una pena porque la extrañaré :c pero por otro un termino con broche de oro , gracias por entregarnos esta maravillosa historia , tu narración es bella y espero q podamos leerla en más historias !! , muchas gracias!! , un abrazos! c:
ResponderEliminarGracias Paula por esta historia que tuvo de todo, amor, intriga, suspenso, emociòn. Y gracias por el mejor de los finales. Espero que sigas escribiendo y prontito nos deleites con otra historia. Un gran abrazo Guilledro!!!
ResponderEliminarAy, Paula, me encantó tu historia! Pasé por todos los sentimientos leyéndote. Emoción, bronca, amor, alegría, angustia, enojo, felicidad. Gracias por tu generosidad en escribir esta linda historia que me tuvo atrapada hasta el final. Espero que tengas alguna otra historia en mente, para seguir disfrutando de tu escritura. Saludos!
ResponderEliminarGanas de llorar, pero esta vez de felicidad!! Esta historia nos paso por todos los terrenos, la vivimos tan intensamente como sus protagonistas, mucho dolor, tristeza , angustia, pero el amor derriba todas las barreras y se abre camino. Mil gracias por este final, bien nuestro, muy pero muy feliz . Quererte Paula y mucho!!! Silvana.
ResponderEliminarMe encantó esta historia, Paula, desde la primera situación. Pedro, precioso, como siempre y un Guille excepcional. Además... un policial, una de accción!!! (devota del género). Es bellísimo ver como los hiciste crecer en su relación, juntos, y no precisamente pasando por buenos momentos... por que uno los ve así, y los reconoce plenamente... una pareja madura que se complementa, que se ama, pero en definitiva, la tira "nos aportó" solamente algunos datos... todo lo demás lo pusiste vos Paula, para alegría nuestra y de estos dos también en tu pluma, vivirán felices para siempre! Y además con el plus de intruducir una serie de personajes y situaciones conocidas por todos, pero de un modo totalmente original!!! Y ESE pasillo del baño, definitivamente, punto inevitable en el mapa de lugares soñados!
ResponderEliminarPaula: estoy super tarde en este blog. Lo encontre hace poco. Te felicito porque caracterizas a Guille y Pedro, tal como son,tiernos, posesivos y divinos uno con el otro . Te agradezco que mataron a la vibora de Camila porque la odio. Gaby no es mala, pero es tonta. Si queres matarla en otra historia tenes mi bendicion. jaja. Te felicito y me gustaria tener un cuarto de tu talento para escribir. Gracias. Alicia
ResponderEliminarSe q paso mucho tiempo pero recién hoy leí los 9 capítulos... Estoy llorando.... Me trajo tantos recuerdos q había guardado hace tiempo justamente para no llorar! Me Encantó! Felicitaciones Pau! Felicitaciones Lilita x el blog!
ResponderEliminarPaula, recién lo leí ayer, me encantó, bellísimo final , muy de ellos todo y hermoso contar, gracias. Beso.
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