jueves, 23 de enero de 2014

La amiguita de Diego by Ilgora Blue

Hoy más que nunca... saludos desde el universo paralelo de "Acto de Fe". Para todas las que, igual, vamos a seguir resistiendo,  confiadas en un mágico final!!!

*********

Hay días en que Guillermo, vuelve temprano del estudio. Porque se ha dado cuenta, que encontrándose con toda la familia a la hora de la cena, es como entrar a una película empezada: todas las historias, todas las anécdotas ya vienen desde la tarde, y él es como un invitado de piedra, tratando de enganchar el hilo de la trama, por no interrumpir.
Por eso, hoy, se trajo algunos expedientes que lee sentado en el sillón de  la sala. Y recuerda, no sin una sonrisa, los tiempos en que pensaba que el estudio era el lugar más importante de su vida. Y se acuerda especialmente del brindis de bienvenida a Pedro… ¡que familia jurídica ni familia jurídica!, precioso… una verdadera familia, eso es lo que me diste, a mí, que creía que ya no buscaba nada… y lo recuerda sentado, tímido, hermoso, sonriendo y tratando de integrarse. El mismo, que despacito despacito, estaba destinado a poner su vida patas arriba… hay gente con suerte…
Escucha primero el auto y después la puerta.
-¡Papaaaä! ¡Hola papá lindo!
-Brisa, querida, ¿cómo está mihijita?
-Qué buena sorpresa – sonríe Pedro – qué temprano…
-¡Qué suerte papá! Tengo que contarte todo lo que pasó en el cole, no sabés…
-A eso vine Brisa, a eso vine. ¿Y Diego?
-Diego se fue otra vez a estudiar a la casa de un amigo.
-¿Y eso no nos gusta porque? – pregunta Guille atento al tono molesto de Pedro.
-Porque siempre es él el que va a la casa de sus compañeros, nunca se reúnen acá.
-¿Y…?
-Y que me gustaría saber por qué. ¿Hay algún problema? ¿Le da vergüenza? ¿No le gusta que conozcan su casa?
-Pará Pedro… ¿no te parece que vas un poco demasiado lejos? No es algo que dependa sólo del chico.
-Yo también quiero invitar a Marita a casa, y ella se muere de ganas de venir, y su mamá…
Guille mira a Brisa y ella sabe cuando no es su turno. Pedro mira a Guille justamente con cara de “te estás metiendo en una película ya empezada” y Guillermo lo interpreta perfectamente.
-Hablamos esta noche del tema, con Diego, ¿te parece Pedro?
-Sí me parece, y si estás de acuerdo, aprovecho que estás en casa y voy a terminar un par de cosas al estudio y después paso a buscar a Diego. Y traemos postre.
-Dale – responde Guille mientras termina de prepararle la chocolatada a Brisa y se sienta con ella a la mesa.
-Papá, no sabés, yo ya te conté que Ludmi y Nico rompieron, ¿no?
-No Brisita, empezá por el principio.
………………………………….

Guillermo está atento al regreso de Diego y Pedro. Entran muy callados, señal de que han estado hablando en el auto. La cena ya está casi lista.
Helado de postre en invierno. La cosa debe ser seria, piensa Brisa.
Cenan en bastante silencio. Pedro mira a Guille quien le indica que espere.
Sirviendo el helado, es Guille el que pregunta:
-¿Y qué trabajo especial están preparando, Diego?
-Sociales, papá. – Guillermo lo mira para que siga hablando. – reglamento de convivencia de la escuela: discriminación.
-Ah, pero mirá vos que interesante. ¿Y son muchos en el equipo?
-No es trabajo en equipo, es un trabajo de a dos- y como todos lo miran en silencio, agrega – me tocó con Julia.
-¿La conozco? – pregunta Guille.
-No, no conocés a ninguno de mis compañeros, pa .
Mensaje recibido.
-¿Y por qué Julia no puede venir a preparar el trabajo acá, a casa, que tenés que ir siempre vos? - Se despacha Pedro.
“¿Y éste estudió en la escuela de leyes?” se pregunta Guillermo, “no aprendió nada; aunque, tratándose de la familia, a todos se nos pianta la cadena”.
-Creo que lo que papi quiere decir, es que nos encantaría conocer a Julia y que sepan que son muy bienvenidos de estudiar acá… acá hay muy buen clima para estudiar, no?
-¡Buenísimo! – aporta Brisa, que observada por los tres varones, se calla inmediatamente con cara de “¿yo también puedo participar, no?”
-Y, no sé, yo le dije, pero no quiere, no puede…
-¿Por qué, Diego, qué pensás? – manteniendo a raya a Pedro sólo con la mirada.
-¡Qué sé yo, papá! Tanto no le pregunté. Me dijo que no y punto, no insistí, no es mi tema. Son padres de mujeres, qué se yo de cómo se manejan los padres de mujeres.
Para Guillermo y Pedro la respuesta fue más que elocuente. Demasiadas palabras en una sola frase. Pedro se salía de la vaina, pero Guille tenía la palabra.
Consciente de la presencia de Brisa, Guille preguntó: -¿Hay algo que nos quieras contar, Diego, algo que nos quieras decir? ¿Algo que te moleste…?
-A mí siempre me molestan – salta Brisa, dándole un respiro a Diego. No la pueden dejar de lado.
– A ver mi niña – le dice Pedro con dulzura - ¿cómo es eso de que la molestan?
-Y, en el recreo, vinieron unas chicas más grandes, de quinto y me dijeron: “¿Y a vos, quien te hace las colitas, nena, tu papá? Y yo, que estaba con Marita y Ludmi, y tenía bien mis colitas, y me enojé y les dije: “¡Qué mi papá ni mi papá!, ¡cómo me va a peinar mi papá, si es pelado! A mí las colitas me las hace mi papi!!
-Me parece una muy buena respuesta, querida – sonrió Guille rascándose la pelada y agradecido que la nena haya roto la tensión del momento – y suficiente conversación por hoy. Suban que ya los acompañamos. Diego huyó en el acto. Brisa se deshizo en besos para sus papás. Pedro no podría estrujarla más, y a ella le encantaba.
-¿Por qué creo que a alguien voy a llenarle la cara de dedos? – suelta Pedro, ya solos en la mesa.
-¿Por qué? ¿Porque se comió todo el helado? Ay, Pedro , ¿qué boludez estás diciendo? Estuviste a la altura, detectaste un problema. Esperá, vamos a llegar al fondo de esto.

……………………………………………………………..

-¿Puedo pasar?  - pregunta Guille entrando al cuarto de Diego que ya se está metiendo en la cama.- Decime hijo, lo que tengas para decirme.
Y cuando su papá es directo, Diego sabe que puede ser igualmente directo.
-“A la casa de esos dos putos de mierda no entrás ni sobre mi cadáver”, ¿te parece suficientemente gráfico, papá?
Guille respira hondo y se sienta en la cama al lado de su hijo. Se lo esperaba.
-¿Y vos cómo te sentís con eso Diego?
-¿Y cómo querés que me sienta, papá?
-No te imaginás lo que me duele esto que pasa, y más que te pase a vos ¿Querés que haga algo? ¿Querés que hagamos algo?
-¿Y qué vamos a hacer papá? Es un acto privado. No lo dijo en la escuela, ni me lo dijo a mí. Cada uno es dueño de su privacidad en su casa.
-Dieguito, tratá de parecer de 12 años, hijo, que me asustás… pero tenés toda la razón. Lo importante es lo que hacemos nosotros con esto… y tu amiga, ¿qué dice tu amiga?
-¿Julia? ¿Y ella que va a hacer?¿Desobedecer a sus papás?
-Ya sé, hijo, ya sé… Pero ella, ¿qué piensa?
-Julia es mi amiga. Ella sabe quién soy yo, de donde vengo, y yo sé quien es ella.
-Pero vos vas a su casa…
-Sí, la mamá no es el problema, el problema es el papá.
-Obvio. ¿Lo conocés?
-De vista, cuando la trae a la escuela, o cuando la viene a buscar.
-Y entonces…
-Julia me cuenta todo. Nos contamos todo. Y el viejo no se ahorra con los nombrecitos: pervertidos, invertidos, putos, claro, desviados… me duele cuando ella me cuenta porque ella se pone mal, ¿sabés? Se pone mal por mí, y le da mucha vergüenza por ella, por su casa…
A Guille le hierve la sangre, pero ahora no es el momento. -¿Y vos, vos no te ponés mal? ¿No te da bronca?
-Las cosas son como son papá. Este soy yo, esta es mi familia. ¿Qué si quisiera cambiar las cosas? ¿Quién no? De las puertas para adentro, claro… pero de las puertas para afuera, nada. Este soy yo, es lo que hay…
Guille abraza a su hijo. No podría estar más orgulloso. ¿cómo la criatura puede manejar lo que a él le llevó más de 50 años entender? Y al mismo tiempo la impotencia de querer hacer sólo lo correcto con sus hijos, con su familia, y no saber…
-Te propongo algo Diego: estemos atentos. Ahora estoy yo también atento. Contame todo, discutamos todo, y protejámonos hijo, que lo importante somos nosotros, sabés? ¿estás de acuerdo?
-Sí, pero no le cuentes nada a papi, qué va a ir y le va a llenar la cara de dedos – preocupado, Dieguito.
-Vos a papi dejámelo a mí, y después discutimos quién en esta casa le llena la cara de dedos a quien… ok?

………………………………………………………………
-¡Voy y le lleno la cara de dedos!
-Ah, buenísimo, genial, exactamente lo que tu hijo necesita. Pedro ¿vos te escuchás?
-¡Es un troglodita!
-Sí, es un troglodita, ¿y? ¿nosotros también? ¿Quién es el autor de la famosa afirmación: “Nuestros chicos, nuestra familia, nuestra vida, nuestra manera de vivirla”? ¡Quién te ha visto y quien te ve, querido! Pedro, ¿creés que vivimos en un “taper”? Nosotros construimos nuestros espacios  entre estas cuatro paredes, pero hay todo un mundo ahí afuera, qué puede ser bastante hostil… ¿no sabés? ¿no te acordás?
-No quiero que nuestros hijos sufran, no tolero que alguien los haga sufrir…
-Entonces encerralos.
-No es justo, y menos por algo nuestro…
-Pero el mundo es injusto, amorcito, y “lo nuestro” es precisamente esto, nuestra familia, que nos incluye a todos.
-¿Y qué vamos a hacer?
-Lo que hacen todos los padres, querido, lo mejor que podamos, estar con los chicos, estar atentos, escuchar, apoyar, defender y ayudarlos a crecer, ¿no te parece? Y conversarlo todo y alentarlos a que compartan con nosotros todo lo que les pasa. Tendrías que escucharlo a Dieguito, lo clara que la tiene. Como entiende que la vida privada es privada, pero para todos por igual. Lo que debería preocuparte es que tu propio hijo no te cuente cosas por temor a tu reacción.
-Muy lindo todo Guille, muy bonito, pero ¿y con este tipo? ¿Qué hacemos si agotamos todas las instancias y el tipo sigue molestando a Diego?
-Le llenamos la cara de dedos.
…………………………….
Días después, por la mañana, Pedro lleva a los chicos a la escuela. Ultimamente los dejaba en la esquina, para no tener que dar toda la vuelta, pero hoy, se toma todo el tiempo del mundo, estaciona y se baja con ellos, para llevarlos hasta la puerta. Pedro muy casual, Diego ni una palabra.
Llegando al portón de madera de la escuela, ven como en la otra esquina para una camioneta negra. Por el cambio en Diego, imperceptible para otros pero no para su papi, Pedro sabe quien  baja de la camioneta. Tiene vidrios polarizados, que le impiden ver al “troglodita”.
-¿Esa es Julia?
-Sí, responde Brisa.
Una nena impecable, de cabello castaño y mirada radiante, según puede apreciar Pedro, que reflejada en los ojos de Diego es sin duda la niña más bella de la escuela.
-Hola Brisa, hola Diego.
-Hola Julia, este es mi papá, Pedro.
-Papi – se escucha decir por lo bajo a Brisa, fulminada por la mirada de Dieguito.
-Hola, que tal, soy Julia.
–Mucho gusto, Julia, ¿hoy es la presentación del trabajo?
 – Ay sí…
-¿Y están nerviosos?
-¡Estamos bien preparados! - exclama Julia. Suena el timbre anunciando la formación. -¿Vamos Diego? Gusto en conocerlo, papi.
Pedro los saluda con la mano, y los tres entran en la escuela. “Papi”, no se pierde una mirada, un gesto… y toma su celular.
-“¿Todo bien Pedro?”
-“Acabo de dejar a los chicos en la escuela, y nos encontramos con Julia y el troglodita. La conocí.”
-“Decime que no le llenaste la cara de dedos, por favor”.
-“Tranquilo mi amor, no hice nada, es más, hasta me dio pena .”
-“¿Pena? ¿El troglodita? ¿Por qué?”
-“Guille, el troglodita no tiene miedo de que su nena venga a nuestra casa… el troglodita está en pánico porque no nos quiere de consuegros”.
…………………………………………
 Esa noche, Pedro y Guille vuelven juntos a casa prácticamente para la cena. Los chicos se quedaron con Cuca.
Comen animadamente. Diego está tranquilo, feliz. La clase especial con Julia fue todo un éxito, con felicitaciones de la maestra y del director, que fue invitado especialmente a presenciarla. No se  toca otro tema.
Los chicos se retiran a sus  habitaciones, y antes de compartir el vaso de whisky ritual con Pedro en la sala, Guille sube a ver a Diego.
-Permiso, ¿qué bueno lo de hoy, no? Te felicito.
-Gracias papá.
-Y pensé que habíamos dicho que nos contábamos todo… -el chico lo mira incrédulo y un poco sonrojado, pero Guille, de muy buen humor, le dice “no, no, no, no” con el dedo –a ver hijo cuente nomás.
-¿De Julia?
-De quien sino… papi me contó…
Y a Diego se le iluminó la cara -¿Y qué querías que te dijera papá? ¿Qué me gusta una chica?
-Por ejemplo – lo interrumpe Guille
-¿Qué estoy saliendo con una chica? – Guillermo mira sorprendido.
-¿Ves? Tenía razón Julia. Ella me dijo, “No digamos nada Diego, ¿para qué? Esperá, ya los voy a conocer… ya se van a dar cuenta… y eso hicimos hoy con papi” – y Diego sonrió.
“Mirala vos a Julita”, pensó Guille, “cómo se nota que las chicas crecen más rápido  que los varones”. –Bueno, se supone que también te felicite por eso hijo. Dice papi que es una linda chica, y no dudo que muy inteligente… pero, ¿vos te das cuenta en la que se están metiendo, no?
Dieguito lo interroga con la mirada.
-Bueno, su papá, se me ocurre no se va a poner demasiado feliz cuando se entere… y no es un detalle menor.
-Ah, ¿el troglodita, verdad? – Dieguito se rie. Guille también. - Por eso no te preocupes, que está hablado con Julia.
-Ah sí – interesado Guillermo - ¿y qué es lo que hablaron?
-Mirá, pa, no hay mucho que podamos hacer. El padre es como es y nosotros no lo vamos a cambiar. Y nosotros, bueno nosotros tampoco vamos a cambiar.
-¿Y entonces?
-Y entonces – Diego se enciende, citando las palabras de Julia, con la seriedad de quien recita las leyes robóticas de Isaac Asimov, – hoy Julia me lo dijo: “Mirá, nosotros ahora no podemos hacer nada, mi papá es mi papá, y yo que puedo hacer, ¿desobedecerlo? tengo 12, pero, eso es ahora. Si… hipotéticamente – y Dieguito se ríe al decirlo – muy hipotéticamente, te sigo, nos seguimos aguantando un tiempo - Diego se sonroja otra vez – y nos reimos, eso se va a acabar. Tenemos que esperar Diego. Hay que esperar. Y nosotros podemos esperar, ¿no? – Y yo le dije que sí, claro y Julia dijo- Y un día, él ya no va a poder decirme lo qué tengo que hacer. Hoy no lo creemos, pero esto también va a pasar, Diego” – Y me sonrió de una manera…  Eso me dijo papá y para mí tiene razón. ¿Vos que pensás?
Y Guille, sólo atina a sonreír, entrecerrando los ojos, recordando y suavemente le responde: -Creo que esa chica, sabe lo que dice.


Epílogo
Guille baja radiante las escaleras. Intercepta a Pedro vaso en mano volviendo de la cocina y lo sorprende con un beso rápido en la boca. Pedro casi tira el vaso.
-¡Así que empezaste a tomar sin mí! ¡Atorrante! Y se sienta en el sillón haciéndole señas de que se le siente al lado.
-Bueno, veo que de algo me perdí camino al foro- responde Pedro, que toma la botella de whisky de la mesa y lo alcanza.
-Ah, chiquito, es que en esta casa hay que estar al tanto de todo – saborea su whisky y le devuelve el vaso a Pedro – Y dado que vos sos muy coqueto, yo te diría que desde ya te vayas preparando el traje… - divertido.
-¿Traje… de qué? – responde Pedro, sentado a su lado, sólo el vaso en común.
-De padrino, Pedro, de padrino…
Pedro adora ver a Guille de ese humor, sobre todo cuando sabe que es por algo de los chicos.
-Guille, solamente tomaste un traguito…
-Pero querido, somos unos padres modernos: hoy salimos del closet, mañana cagamos a trompadas a los retrógrados, pasado, casamos a nuestros hijos con pompa y circunstancia… - dice Guillermo, como si estuviera en la corte, sin parar de reírse…
Y Pedro está encantado. Hay que aprovecharlo a Guille en este estado.
-Te volviste loco, Graziani – sin mirarlo.
-¿Si me volví loco? ¡Claro que me volví loco! Mirá, el otro día me acordaba del mismísimo día en que me volví loco, el día que te dimos la bienvenida en el estudio, ¿te acordás?
-Claro que me acuerdo, mi amor…
-Vos, todo arregladito, tratando de causar buena impresión, y yo calculando si tenía que dar uno o mejor dos pasos para saltar encima tuyo y arrinconarte en el patio.
Y Pedro se acuerda de ese momento, porque pone exactamente la misma cara… mejillas encendidas…
-Ah, viste, así… Pero me porté bien, ¿no me vas a decir? Esperé, te esperé…
-Si señor…  - siempre a su lado, vista al frente.
Guille se deja caer contra el respaldo del sillón -¡Y mirá donde estamos hoy Pedro! Padres de dos niños hermosos, fuertes y enamorados – se reconocen felices, plenos, y Pedro también un poco sorprendido. Lo mira con curiosidad.

-¿Pero vos no te enteras de nada chiquitín? – acercándose y tomándolo del hombro, cómplice -Porque lo de Dieguito y Julia lo sabés, pero, parece que el otro día, Ludmi rompió con Nico, el goleador del equipo, y Brisa dice que entonces, ahora le toca el turno a ella…

33 comentarios:

  1. Vos sabes Ilgora, que no me gusta hacer estas cosas...pero: Quiero YAAAA saber que va a hacer Pedro con Brisa!

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  2. Precioso Ilgora!!!!!!!! Amo sus momentos en familia. Cande

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  3. Que bueno en un dia como hoy encontrarse con toda la ternura de tus historias, Ilgora, me encanta cada capitulo nuevo en la vida de la familia de Guille y Pedro, un placer leerte. Marisa.

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  4. brillante !! ..... graciela CT

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  5. Ilgora, ¿como puedo agradecerte todo el amor que nos regalas en estos relatos? Amo a esta familia, estos niños me colman el corazón, y verlos a los 4 interactuar así, con tanto amor, tanta comprensión, tanto cariño, me llena el alma. Son una belleza de relatos los que nos regalas siempre, no sabes cuanto bien me hacen, te lo agradezco de todo corazon. Felicitas

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    1. Gracias como siempre Felicitas! Sos una lectora increíble!

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  6. Nada mas que G R A C I A S por esta magia

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  7. Sos INCREÍBLE ilgora!!! No puedo decir más que eso y GRACIAS!!!!!!

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  8. Ay Ilgora....Lo necesitaba!!! Adoro esta familia amorosa, amo este Guille... como lo dice su amor "hay que aprovecharlo a Guille en este estado"!! Diego me dejó a boca abierta, Brisa es un amor...y el chiquitin lindo: amarlo es poco!!! Gracias, sos una estrella :)

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  9. Hace poco descubri este blog.....siempre segui la historia de Guille y Pedro y sufri....sufri horrores cuando todo se desvirtuo y de la manera que lo hizo ahora ni intento ver la novela solo entro al blog a leerlas....Ilgora tus historias me pueden! esto es lo que se tendria que haber visto......la pareja afianzada.....la familia completa, unida ....todo lo que un amor como el de ellos se merece....todo lo que, los que nos enamoramos de esta historia ,nos merecemos...Gracias.....las sigo siempre!!!!! Barby

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  10. Otra genialidad Ilgora! Tu pluma mágica escribiendo escenas de la vida cotidiana de esta maravillosa familia que creaste para nosotros. Y todo con tus toquecitos de humor y picardía tan característicos que hacen que amemos estos relatos. Este es el único Graziani que acepto como real y que me enamora como dice Lilita, el otro es una mala imitación que no estoy dispuesta a seguir mirando, me quedo en tu historia para siempre!!! María Elena

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    1. ¡Gracias María Elena! Claro que nuestro Graziani es el único!

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  11. Esta familia me encanta!! Seguime contando sobre ella por favor!!Gracias

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  12. Hemos tenido que prescindir de la lógica consecuencia del amor nato entre Pedro y Guille: una familia, hijos, los problemas cotidianos de pareja..
    Por tus ojos, Ilgora, ahora logramos asistir a los cambios que produce el amor. Aquel de Guille, que redescubre la paternidad y aprende a quererse por el amor de su familia, aquel de Pedro, que se libra de sus viejas fantasmas para sentirse completamente completo por la familia.
    Hemos podido asistir a las sorpresas que son capaces de dar los hijos cuando se sienten queridos; aquellas que reserva Diego a un complacido Guille, aquellas que reservará Brisa a un Pedro todavía no consciente.
    ¡Gracias por todo esto!

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  13. Qué te puedo decir Ilgora de estas instantáneas cotidianas de la familia de Guille y Pedro?, te puedo decir que enamoran, enternecen, conmueven y muchas cosas más que no abarcarían ni un poquito de lo mucho que provocan. Abordás además el tema de la discriminación con mucha delicadeza. Me fascina este Guille absolutamente enamorado y apasionado por esta familia que formó con Pedro, cómo aprendió con él a mirar más allá y darse cuenta de lo que le pasa a sus hijos y a acercarse despacio para generar ese espacio de confianza y amor. Y ese humor que imprimís en tus historias que me encanta como esta frase "Pero querido, somos unos padres modernos: hoy salimos del closet, mañana cagamos a trompadas a los retrógrados, pasado, casamos a nuestros hijos con pompa y circunstancia… - dice Guillermo, como si estuviera en la corte, sin parar de reírse…". Inigualable tu pluma Ilgora. Gracias!. Abrazo enorme.

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    1. Grace!! Qué hermosos comentario! Abrazo grande para vos también!

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  14. Una vez me dijiste q Pedro hacia de Guillermo un mejor papá, también hace de él una mejor persona... estos son el Pedro y Guille que tanto extrañamos! Lau

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  15. qué bueno que por una vez, Guillermo se " adelante" a Pedro en cuestiones de los chicos.. Me gustó mucho este epílogo donde se les ve compartiendo las dificultades y los buenos momentos de la familia que construyeron.
    Y ese vaso único compartido.. todo un sello de este amor. Gracias querida Ilgora! abrazo

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    1. Gracias por comentar, Norita. Un sello de este amor, como tanto otros que ellos crearon y nosotros les guardamos a buen recaudo!

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  16. Naa! Necesito Saber Inmediatamente que Cara puso y que va a hacer Pedro cuando se entero que es el turno de Brisa con el Goleador del Equiipo Jajjaja HERMOSO CAPITULO!! espero que tenga continuacion por favor!

    Ro! <3

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  17. Mujer, amo amo amo las historias de esta hermosa flia!! Son tan ellos, Guille y Pedro, viviendo una vida plena, junto a su flia. Los dialogos, las circunstancias todo bello. Felicitarte es poco!! Por favor segui brindandonos "esta" "nuestra historia". Silvana.

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  18. BUENO,VIENDO COMO VA A HACER EL FINAL DE UNA NOVELA QUE CREO TENIA UNOS PERSONAJES PARECIDOS A LOS TUYOS, ES UNA BENDITA FELICIDAD PODER TENER ESTAS HISTORIAS QUE NOS AMINORAN LA TRISTEZA Y HASTA LA HACEN DESAPARECER,GRACIAS POR HACER QUE EL AMOR DE PEDRO Y GUILLERMO SEA EL QUE SE MERECEN ,ME GUSTAN LAS HISTORIAS,SIGAN, NO AFLOJEN,SON UNA ETERNA CARICIA PARA EL ALMA. ESTO, LO NUESTRO.

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  19. Me encanto esta familia y así debe ser. Soy docente y desde hace un tiempo el concepto de familia a cambiado, para bien. Vamos, que lo importante es el amor sin importar el sexo.
    Espero la continuación, que linda familiaaaaa.

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