domingo, 26 de enero de 2014

Taxi (2da parte) by Elena


Llega de la cena con Camila a las dos de la mañana, hastiado, harto de siempre lo mismo, la formalidad, los cien mil cubiertos que nunca recuerda cómo usar, el eterno desprecio del padre. Da vueltas por la habitación sin poder dormir.
Lo despierta el sonido del celular “Beggio”  - Pedro
-         Estabas durmiendo?
-         Mira el reloj – son las tres
-         Perdóname, te llamo mañana
-         Ya me despertaste, como te fue en la cena? que pasa?
-         Mal, nada, estaba pensando…. – busca una excusa mientras Guillermo espera – tengo que preparar un trabajo practico para los alumnos del Ciclo Orientado, que va a la nota final de la materia y se me ocurrió que tal vez podría usar un caso real, uno de tus casos salvaguardando la identidad de los clientes por supuesto
-         Y eso se te ocurre a esta hora? – puede adivinar la sonrisa de Pedro en el silencio – hagamos una cosa, pasa por el estudio el viernes al mediodía creo que no tengo nada, y revisamos algunos expedientes, está bien?
-         Si, genial
-         Buenas noches
-         Guillermo
-         Qué?
-         Gracias
-         De nada
-         Buenas noches
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Llega con retraso, compro el mejor cabernet que encontró por el camino, cuando entra Guillermo sale de la oficina discutiendo a los gritos con un hombre, seguido por su socio
-         Basta Miguel, andate, ya te dije que todo esto lo tenes que arreglar con Marcos, no tengo nada que hablar con vos – no lo ven y casi lo atropellan
El tal Miguel lo mira y luego a Grazziani, burlón – novio nuevo, te felicito hermanito
Pedro se queda parado en silencio, sin entender
-         Ah qué? No sabes? Mi hermano es puto
-         Y vos sos el idiota que perdió la causa por estafas, supongo
-         Te vas – se ríe Marcos, agarra su saco - y yo también, los dejo, me voy a almorzar a casa
-         Problemas?
-         Boludeces, unas propiedades de familia
-         Bueno, a ver, veni a la oficina, que queres? Robos, asesinatos, estafas, herencias – va tirando los expedientes sobre la mesa – uno de eutanasia que perdí, divorcios….
-         Uno que perdiste?
-         No soy perfecto, casi, solamente – sonríe
-         Ese
-         Hecho
-         No íbamos a almorzar?
-         Algo a la parrilla?
-         Tenes parrilla?
-         En el patio
Salen y Guillermo empieza a encender el fuego
-         En que te ayudo?
-         Fijate en la heladera que queres comer, hace la ensalada, abrí el vino ese que trajiste
Le alcanza una copa – bifes?
-         Lo pusiste en la heladera? – Pedro lo mira desconcertado – el tinto se toma a temperatura ambiente chiquito. No te importa lo que dijo Miguel?
Se encoge de hombros – estamos en el siglo XXI Grazziani, bueno, menos el boludo de tu hermano
-         Anda a traer la carne – “linda espalda, lindo culo” – y hace la ensalada!!! – le grita
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Salió a dar una vuelta con el auto nuevo y al volver lo ve en el parque en las hamacas con Fabián, estaciona y se queda un rato mirando, se lo ve feliz, distendido, lejos de la máscara seria que tiene la mayor parte del tiempo. Baja y se acerca.
-         Hola! – sorprendido y un poco avergonzado Guillermo – que haces acá?
-         Puedo ir al tobogán?
-         Si
-         Salí a dar una vuelta con el auto
-         Vaya, parece que pagan bien en la facultad
-         Al alto papa!
-         Lo saque hace unos días
-         Odio la arena, al alto no hijito
-         Cómo te llamas?
-         Pedro, vos?
-         Fabián
-         Veni, subí conmigo, tu papa te ataja – y ya arriba se tira él también. Corren, juegan, trepan, saltan, no les queda nada sin probar, Guillermo los observa sonriente sentado en el borde del arenero hasta que regresan transpirados y exhaustos.
-         Vamos al kiosco
Pide dos algodones de azúcar, uno celeste para Fabián y el otro blanco, una coca, una fanta y un agua.
-         Me toca pagar a mí – y le saca de la mano la gaseosa y el algodón blanco.
-         Bueno, hijito, hay que ir volviendo – moja con lo que le queda de agua un pañuelo y le limpia la cara y las manos, mira a Pedro que esta igual de sucio – no tengo otro
-         Dame ese – se limpia y guarda el pañuelo en su bolsillo – los llevo
-         No se hace falta
-         No me cuesta nada. Fabi, una carrera hasta el auto azul!
Espera estacionado en la puerta de la casa, ve que discuten, la mujer lo mira a él y a Guillermo alternativamente. Finalmente sube, suspira abatido
-         Problemas?
-         No
Apoya la mano en su brazo y lo mira con esos ojazos marrones que lo pierden – me podes contar lo que quieras
Niega con la cabeza – ya debes tener vos tus problemas para que yo te cargue los mios también, es solo que odio estos momentos
-         Tranquilo…. Lo ves la semana que viene
-         Es mucho tiempo
Y entonces  se acuerda – ya se! tenes bluetooth?
-         Que se yo
-         Dame tu teléfono, a ver….sí tenes, te paso algunas fotos que saque, mira, salieron bien, las paso y las bajas en la compu; listo
-         Dale gracias – sonríe
-         Como me tenes agendado?
-         Beggio
-         Te lo cambio – “Pedro” – te llevo a tu casa?

Continuara….

13 comentarios:

  1. Elena, que bueno encontrarnos de nuevo por acá...un viaje, una pañuelo, un comienzo. Seguimos apostando a la historia, gracias por compartir este nuevo capitulo!

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  2. Siii, estaba esperando esta continuacion! Me encanta!!!!! Y ahora a esperar el proximo capitulo!!!!!!! Magali

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  3. Otro viaje que no da respiro. ¿Quién no buscó alguna excusa para hacer ese llamado, al menos una vez en la vida? ¿Y aprovechar los momentos, tratando de estirarlos al máximo para poder estar con esa persona que está empezando a hacernos ruidito? Me gusta tu Guille, mandón, tierno. Y Pedro... Pedro siempre tomando la iniciativa. Y el humor en esos pequeños toques deliciosos "¿tenes bluetooth?" "Que se yo". ¡Dale, Elena, bajá la bandera y arranquemos hacia el próximo capítulo! Abrazo.

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  4. Elena como siempre un placer leerte, hoy se me hizo muy cortito, espero la continuación. Marisa.

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  5. ay que gusto ya quiero la continuacion .... Elena es ateapante . Graciela CT

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  6. Un gusto leerte Elena!! Me encanto!! En espera del proximo ..y gracias!!

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  7. Me encanta Elena! estaba esperando la continuación. Me gusta esa atmósfera sugestiva que creás entre ellos y que va creciendo cada vez más. Y todas las excusas que arma Pedro para poder verlo, esa llamada a la madrugada me hizo acordar esas deliciosas conversaciones telefónicas. Me imagino la cara de Guille cuando Pedro le pregunta sobre el bluetooth, creo que busca otra excusa, porque como Guille no va a saber bajar las fotos adivino quién se va a ofrecer para ayudarlo. Ansiosa espero la continuación.

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  8. Que lindo esto Elena!!, conocerlo desde otro lugar, y (mas jóvenes ambos),que seguro e indefectiblemente la historia los lleva al mismo que nos atrapo tanto. Gladis

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  9. Elena, qué buen relato, todo súper natural, tan totalmente ellos aunque vestidos con un traje nuevo... me tenés atrapada... vamos por más... :)

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    1. yo para ellos ya no tengo mas "circunstancias historicas", de mi no sufren mas :)

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  10. que linda historia!!!!!! quiero la continuacion!!!!!!!!!

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  11. Me encantò esta 2ºparte,Pedro ya està "atrapado" por el efecto Graziani......no puede resistirse.Me fascinan el humor y los pensamientos de Guille.Mis partes favoritas: “linda espalda, lindo culo” "Còmo me tenès agendado? :-Beggio -Te lo cambio – “Pedro” – te llevo a tu casa? Estoy imaginando esa llegada a la casa de Guille.....

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